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Capítulo
3
Leyendo ciencias
La belleza del cielo
REFLEXIONA
Aplicando lo visto en la lectura anterior ¿por qué crees que las nubes son blancas al igual que la espuma del mar?.
Investiga por qué en las puestas de Sol el cielo se ve de color rojizo.
Durante mucho tiempo el hombre ha observado el
cielo, maravillándose con los movimientos e interac-
ciones de las estrellas y cuerpos celestes del espacio.
Si bien estas observaciones han sido muy importan-
tes para comprender lo que se encuentra más allá de
lo que nuestros ojos pueden observar, no cubren ni
satisfacen algo tan interesante y tan cercano a noso-
tros como la belleza del cielo. Ese cielo común para
todos y que cada día nos maravilla con su azul por
la mañana o su rojo anaranjado en las tardes. Estos
fenómenos de colores en el cielo no son más que una
interacción de la luz proveniente del Sol con nuestra
atmósfera. Y el secreto de que el cielo sea azul es una
dispersión selectiva de colores.
De las frecuencias visibles de la luz solar, el nitró-
geno y el oxígeno (que forman la mayor parte de
la atmósfera), dispersan principalmente el violeta,
seguido del azul, el verde, el amarillo, el naranja, y el
rojo, en ese orden. El rojo se dispersa la décima parte
de lo que se dispersa del violeta. Aunque la luz violeta
se dispersa más que el azul, nuestros ojos no son muy
sensibles a la luz violeta. En consecuencia, lo que pre-
domina en nuestra visión es la luz azul dispersada, ¡y
vemos el cielo azul!
Pero no siempre el cielo se ve de color azul celeste,
pues esto depende del lugar y de las condiciones en
que éste se encuentre. Uno de los factores principales y
más importantes es el contenido de vapor de agua en la
atmósfera. Por ejemplo, en los días claros y secos, el azul
del cielo es mucho más profundo que en los días claros
con mucha humedad. En Italia y en Grecia, donde la
atmósfera superior es excepcionalmente seca, los cielos
son de un bello azul que ha inspirado durante siglos el
desarrollo del arte y la pintura de muchos artistas.
Si bien hemos hablado de la belleza del cielo y de
lo azul de éste, el hombre ha hecho que este fenómeno
natural y hermoso se torne grisáceo o de tonalidades
que no son muy gratas a nuestra vista. Cuando la atmós-
fera contiene grandes cantidades de polvo o de material
particulado, también dispersa fuertemente la luz de las
frecuencias menores, esto hace que el cielo sea menos
azul y tenga una apariencia blanquecina.
Esto se debe a las partículas emitidas por los motores
de los automóviles, fábricas e industrias, entre otros. Las
partículas más grandes absorben y no remiten luz y se
produce una especie de bruma café, lo que disminuye
la intensidad de la belleza de nuestro cielo.