1. Unidad II. Escenario natural
2.1 El ecosistema
El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre
ellas y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la
competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo
de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas
y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio, resultan en
el flujo de materia y energía del ecosistema.
Llamamos ecosistema al sistema físico y biológico formado por una comunidad de
seres vivos que habita en un medio físico delimitado. Es decir, se trata de un conjunto de
factores físicos y biológicos particulares de un medio ambiente concreto. Dicho esto, existe,
en este ecosistema, una relación de interdependencia entre los diferentes elementos que lo
componen. De esta manera, un cambio en un eslabón de la cadena, puede tener consecuencias
en otro eslabón completamente diferente y aparentemente lejano. Esta alteración puede llegar
a suponer una ruptura del equilibrio ecológico del planeta.
2.2 Flujo de energía
Para que un ecosistema pueda funcionar, necesita de un aporte energético que llega a
la biosfera en forma, principalmente de energía lumínica, la cual proviene del sol y a la que
se le llama comúnmente flujo de energía (algunos sistemas marinos excepcionales no
obtienen energía del sol sino de fuentes hidrotermales).
El flujo de energía (como la del sol) es aprovechado por los productores primarios u
organismos fotosintéticos (plantas y otros) para la síntesis de compuestos orgánicos que, a su
vez, utilizan los consumidores primarios o herbívoros, de los cuales se alimentan los
consumidores secundarios o carnívoros.
De los cadáveres de todos los grupos, los descomponedores obtienen la energía
necesaria para subsistir. De esta forma se obtiene un flujo de energía unidireccional en el cual
2. la energía pasa de un nivel a otro en un solo sentido y siempre con una pérdida en forma de
calor.
Los diferentes niveles que se establecen (organismos fotosintéticos, herbívoros,
carnívoros y descomponedores) reciben el nombre de niveles tróficos.
Todos los seres vivos que habitan en un ecosistema necesitan materia y energía para
ejecutar sus funciones vitales y, así, desarrollar sus ciclos de vida. Los seres vivos de un
ecosistema se agrupan en niveles tróficos según la forma en la que obtienen materia y energía,
distinguiendo los siguientes niveles:
Productores: formado por organismos autótrofos encargados de captar y usar
la energía solar para transformar la materia inorgánica en orgánica.
Consumidores: son los organismos heterótrofos que se alimentan de los
productores obteniendo así la materia y energía necesarias. Estos se dividen
en consumidores primarios, consumidores secundarios y consumidores
terciarios, según su relación de depredación.
Descomponedores: el grupo de los organismos descomponedores incluye las
bacterias y hongos que descomponen y transforman los restos orgánicos e
inorgánicos en materia que será posteriormente usada para los productores.
De esta manera, la energía fluye en un ecosistema al ser captada y fijada en forma de
materia por los productores e irse transfiriendo a niveles tróficos superiores, siempre a través
de relaciones de depredación, dando lugar al flujo de materia y energía de los ecosistemas.
El sol es la principal fuente de energía para la mayoría de los ecosistemas del planeta
Tierra. Pero, si el sol da la energía necesaria, ¿cómo se da el flujo de energía en los
ecosistemas? Este es el proceso:
La energía solar es absorbida y fijada en materia mediante fotosíntesis por los
productores, componentes de la base de la cadena trófica; la energía fijada mediante el
3. proceso de fotosíntesis equivale solo el 1% de la cantidad total de energía solar que llega a
la superficie terrestre.
Esta energía, junto con la materia en forma de biomasa, es transferida en los siguientes
niveles tróficos hasta llegar a niveles superiores con una eficacia de entre 10-20% entre un
nivel y otro, dando lugar al flujo de materia y energía del ecosistema.
La energía dentro de un ecosistema se va disipando a medida que avanza por el
ecosistema, es decir, es poco a poco liberada al medio en cada nivele trófico en forma de
calor a través del proceso de respiración celular. Estas pérdidas de energía entre los diferentes
niveles tróficos limitan la longitud de las cadenas tróficas y la biomasa que alcanzará los
niveles tróficos superiores. De esta manera, el flujo de energía en un ecosistema es
unidireccional, es decir, avanza en dirección única desde los productores hasta los niveles
tróficos superiores.
Por el contrario, la materia que resulta de cada nivel trófico (cadáveres de seres vivos,
restos de sus organismos, excrementos, ramas, hojas secas...) se va acumulando en el suelo
y queda a disposición de los organismos descomponedores que, a su vez, también liberan la
energía en forma de calor al medio.
Estos descomponedores se encargan de transformar esta materia orgánica y
devolverla al medio en forma de materia inorgánica, la cual será otra vez utilizada por los
organismos autótrofos para entrar en la red trófica. Por lo tanto, se distingue un ciclo de
materia cerrado y flujo de energía unidireccional.
Unas de las características del flujo de energía en los ecosistemas más importantes es
que, por un lado, la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma y que, por otro lado,
este cambio de forma conlleva una pérdida de la energía en forma de calor.
Ejemplos del flujo de energía en los ecosistemas
La estructuración de los ecosistemas en niveles tróficos y su flujo de energía ocurre
de manera parecida tanto en ecosistemas terrestres como marinos, con la excepción de
algunos organismos marinos que no usan el sol como fuente de energía. Para dejar claro el
4. concepto tratado en este artículo nos centraremos en el sistema terrestre y, específicamente,
en el ejemplo de red trófica del bosque. Por lo general, en un bosque se pueden identificar
los siguientes componentes de la red trófica:
Productores: los árboles, los arbustos y las plantas.
Consumidores primarios: los conejos, los ratones y las ardillas.
Consumidores secundarios: desde el zorro al halcón.
Carroñeros: los zorros y los buitres.
Descomponedores: los insectos, los hongos y las bacterias, entre otros
microorganismos varios.
2.3 Biósfera
La biósfera, (del griego bios = vida, sphaira, esfera) es la capa del planeta Tierra en
donde se desarrolla la vida. La capa incluye alturas utilizadas por algunas aves en sus vuelos,
de hasta diez kilómetros sobre el nivel del mar y las profundidades marinas como la fosa de
Puerto Rico de más de 8 kilómetros de profundidad. Sin embargo, estos son los extremos, en
general, la capa de la Tierra con vida es delgada, ya que las capas superiores de la atmósfera
tienen poco oxígeno y la temperatura es muy baja, mientras que las profundidades de los
océanos mayores a 1,000 m son oscuras y frías. De hecho, se ha dicho que la biósfera es
como la cáscara de una manzana en relación a su tamaño.
En ecología, la biosfera es el sistema formado por el conjunto de los seres vivos
propios del planeta Tierra, junto con el medio físico que les rodea y que ellos contribuyen a
conformar. Este significado de "envoltura viva" de la Tierra, es el de uso más extendido, pero
también se habla de biosfera, en ocasiones, para referirse al espacio dentro del cual se
desarrolla la vida.
La biosfera está distribuida cerca de la superficie de la Tierra, formando parte de la
litosfera, hidrosfera y atmósfera. La biosfera es el ecosistema global. Al mismo concepto nos
referimos con otros términos, que pueden considerarse sinónimos, como ecosfera o
biogeosfera. Es una creación colectiva de una variedad de organismos y especies que,
5. interactuando entre sí, forman la diversidad de los ecosistemas. Tiene propiedades que
permiten hablar de ella como un gran ser vivo, con capacidad para controlar, dentro de unos
límites, su propio estado y evolución.
La biosfera se subdivide, a su vez, en las diferentes capas de la Tierra donde existe
vida. Las capas de la biosfera son:
Litosfera
La litosfera comprende la zona terrestre de la biosfera. Esta zona proporciona el
sustento y minerales necesarios para sostener la vida. En esta capa viven las bacterias hasta
los grandes mamíferos.
Hidrosfera
Esta es la parte acuática de la biosfera. A diferencia de otras, todas sus porciones son
compatibles con la vida. En el medio acuático habitan casi todos los grupos taxonómicos de
plantas y de animales
Atmósfera
Esta capa se extiende hasta 2.000 metros sobre la superficie terrestre. En ella habitan
las aves y otras formas de vida. La atmósfera tiene también un papel muy importante sobre
la configuración de la biosfera, ya que sus regiones más bajas contienen los gases esenciales
para la respiración de plantas y animales, desvía la radiación solar y establece los patrones
climáticos.
2.3.1 Hidrósfera
La hidrosfera se define como el conjunto de partes líquidas presentes en la Tierra. Se
encuentran cambiando su estado físico (sólido, líquido y gaseoso) constituyendo el ciclo
hidrológico, regulando el clima, moldeando el relieve y haciendo posible la vida en el planeta.
Como hidrósfera, o hidrosfera, se denomina el conjunto de las aguas que se
encuentran en el planeta Tierra. Como tal, es una palabra que se compone de la raíz hidro-,
proveniente del griego ὑδρο- (hydro-) que significa ‘agua’, y del vocablo, también griego,
σφαῖρα (sphaira), que traduce como ‘esfera’.
6. En este sentido, la hidrósfera comprende, según la Geografía, las aguas que se
encuentran en océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, así como las aguas subterráneas y las que
están congeladas, ya en los glaciares, ya en los casquetes polares.
La hidrósfera cubre tres cuartas partes de la superficie terrestre, siendo que 97% lo
representa el agua salada (océanos, mares), y el restante 3% (ríos, lagos, aguas subterráneas)
está constituido por las aguas dulces.
La hidrosfera se compone de un total aproximado de 1.4 billones de km3 de agua.
Esta cantidad de agua se distribuye en la Tierra de esta forma:
El 97% en mares y océanos.
El 2.5% en forma de agua dulce.
El 0.5% restante se distribuye entre el resto de localizaciones.
2.3.2 Litósfera
Se denomina litosfera a la capa más superficial de la esfera terrestre. La palabra
litosfera es de origen griego lithos que significa 'piedra' y sphaira que expresa 'esfera'.
La litósfera o litosfera es la capa más sólida y superficial del planeta Tierra, o sea, la
más rígida y externa de todas. Comunica la superficie en la cual vivimos los seres humanos
con la astenosfera, la siguiente capa en profundidad. Suele considerarse como la unión de la
corteza terrestre con la capa superior del manto.
El nombre de la litósfera proviene de las palabras griegas lithos (“piedra”) y sphaíra
(“esfera”). Esta capa varía en el promedio de su espesor. No es simple determinar con
exactitud dónde empieza y dónde termina, y por eso podemos hablar de dos tipos de litósfera,
que son:
Litósfera continental. Conformada por la corteza continental (es
decir, los continentes) y la región más externa del manto terrestre, en su mayoría está
compuesta por piedras de tipo granítico, y alcanza alrededor de los 120 km de espesor.
7. Litósfera oceánica. Que es la porción de la corteza terrestre que
conforma los fondos oceánicos, es mucho más delgada que la continental (apenas 65
km de espesor) y está conformada en su mayoría por rocas basálticas.
Además:
La litosfera térmica constituye la parte del manto donde predomina
la convección de calor, por lo que se puede afirmar que la litosfera posee una
temperatura definida y cierta fracción de la temperatura de ambiente o del solidus del
manto.
En cuanto a la litosfera sísmica, según los estudios sismológicos se
evidencia una reducción en la velocidad de propagación de las ondas secundarias y
una elevada atenuación de las ondas primarias.
Por otro lado, la litósfera se encuentra fragmentada en distintos bloques conocidos
como placas tectónicas o placas litosféricas, sobre las cuales se halla la corteza terrestre.
Dichas placas pueden desplazarse a razón de unos pocos centímetros al año.
Su movimiento se debe a que se encuentran sobre los materiales más viscosos que
conforman el manto terrestre. Se ocasionan fricciones las unas a las otras, que conocemos
como sismos. A este mismo fenómeno le debemos la orogénesis (formación de montañas y
accidentes geográficos) y el magmatismo o vulcanismo.
2.3.3 Atmósfera
La atmósfera es una capa homogénea de gases concentrada alrededor de un planeta o
astro celeste y mantenida en su lugar por acción de la gravedad. En algunos planetas,
compuestos mayormente por gas, esta capa puede ser particularmente densa y profunda.
La atmósfera terrestre alcanza unos 10.000 km de distancia de la superficie del
planeta, y alberga en distintas capas los gases necesarios para preservar la temperatura
planetaria estable y permitir el desarrollo de la vida. Las corrientes de aire presentes en ella
8. se encuentran estrechamente relacionadas con la hidrósfera (el conjunto de agua planetaria),
y se afectan de manera recíproca.
Nuestra atmósfera puede dividirse en dos grandes regiones: homósfera (los 100 km
inferiores) y heterósfera (desde los 80 km hasta el borde exterior), de acuerdo a la variedad
de gases que integran cada una, mucho más variados y homogéneos en la primera, y
estratificados y diferenciados en la segunda.
El origen y la evolución de la atmósfera datan desde los inicios mismos del planeta,
en los que una gruesa capa de gases primigenios permaneció alrededor del planeta,
constituida más que nada por hidrógeno y helio provenientes del sistema solar. Sin embargo,
el enfriamiento paulatino de la Tierra y la aparición muy posterior de la vida fueron
cambiando la atmósfera y variando su contenido hasta alcanzar el que hoy conocemos, a
través de procesos como la fotosíntesis y quimiosíntesis o la respiración.
Características de la atmósfera
La atmósfera terrestre está compuesta por diversos tipos de gases, cuyo mayor
porcentaje de masa se acumula en los primeros 11 km de altura (95% del aire se encuentra
en su capa inicial) y cuya masa total ronda los 5,1 x 1018 kg.
Los principales gases que la integran (en la homósfera) son el nitrógeno (78,08%),
oxígeno (20,94%), vapor de agua (entre 1 y 4% a nivel superficial) y argón (0,93%). Sin
embargo, otros gases se hallan presentes en cantidades minoritarias, como el dióxido de
carbono (0,04%), neón (0,0018%), helio (0,0005%), metano (0,0001%), entre otros.
Por su parte, la heterósfera se compone de capas diferenciadas de nitrógeno molecular
(80-400 km), oxígeno atómico (400-1100 km), helio (1100-3500 km) e hidrógeno (3500-
10.000 km).
La presión y temperaturas atmosféricas disminuyen con la altura, por lo que las capas
exteriores son frías y poco densas.
Importancia de la atmósfera
9. La atmósfera cumple un rol vital en la protección del planeta y por lo tanto
también de la vida. Su densidad desvía o atenúa las formas de radiación electromagnética
provenientes del espacio, así como los eventuales meteoritos y objetos que pudieran impactar
con su superficie, la mayoría de los cuales se disuelve por el roce con los gases al ingresar a
ella.
Por otra parte, en la estratósfera se halla la capa de ozono (ozonósfera), una
acumulación de este gas que impide el acceso directo de la radiación solar a la superficie
terrestre, manteniendo así la temperatura del planeta estable. Al mismo tiempo, la masa de
gases impide la rápida dispersión del calor hacia el espacio, en lo que se denomina “efecto
invernadero”.
Podemos subdividir la atmósfera terrestre en distintas capas, tomando en cuenta
sus características particulares.
En primer lugar, encontramos la tropósfera, que es donde todos vivimos y, por lo
tanto, la más cercana a nuestro planeta. En esta capa se ubica la mayor densidad de los gases,
y en ella tienen lugar los fenómenos meteorológicos, como las lluvias y las nubes. Su altura
varía entre los 11 y los 18 km.
La estratósfera, por su lado, alcanza unos 50 km de altura. Allí encontramos la capa
de ozono u ozonósfera, cuya función es protegernos de las radiaciones ultravioletas del Sol.
Luego, a una altura aproximada de 80 km, nos topamos con la mesósfera. En esta
zona, la temperatura puede llegar a disminuir, conforme aumenta la altitud, hasta los -90 °C.
Por su parte, la termósfera o ionósfera alcanza hasta 500 km de altura. Aquí es donde
los meteoritos se desintegran. Además, es una excelente conductora de electricidad, lo que
facilita las transmisiones de ondas de radio y televisión. Sus temperaturas pueden ir desde
los -70 °C hasta los 1.500 °C.
Finalmente, la exósfera comienza de los 500 km de altura en adelante. Es la zona más
alejada de la Tierra y, por lo tanto, donde menos concentración de gases encontramos. Es
nuestra frontera con el espacio exterior.
10. Nuestro planeta está constituido por tres capas que lo envuelven externamente: la
hidrósfera, la litósfera y la atmósfera.
La hidrósfera comprende el conjunto de las aguas que se encuentran en la superficie
terrestre (océanos, mares, ríos, lagos, lagunas y aguas subterráneas).
La litósfera, por su parte, es la capa externa de la Tierra; está conformada por
materiales sólidos, y tiene un espesor que fluctúa entre los 20 y 70 km en la corteza
continental, y los 10 km en la corteza oceánica; aproximadamente 30% de la superficie total
de la litósfera se encuentra emergida.
La atmósfera es la capa gaseosa que envuelve las dos anteriores; tiene un espesor
aproximado de mil kilómetros, funciona como un regulador de la temperatura terrestre y nos
protege de la radiación solar; en ella tienen lugar los procesos meteorológicos y se encuentran
gases que son imprescindibles para la vida.
Nuestro planeta tierra es el único planeta en el sistema solar donde existe la presencia
de agua y las condiciones idóneas para que exista la vida está conformado por elementos
naturales, renovables, no renovables e inagotables que el ser humano está haciendo uso
excesivamente irracional y sin conciencia del daño irreversible hacia el planeta tierra con los
cuales los seres vivos hemos sobrevivido por miles de años sin embargo el uso inadecuado
de estos recursos ha logrado modificar su clasificación.
Desgraciadamente desde que el ser humano existe en la faz de la tierra a aprovechado
y con forme el tiempo va pasando la forma de uso de los mismos se ha vuelto más
inconsciente. Los seres humanos somos los únicos que ocasionamos el desequilibrio en la
naturaleza y los ecosistemas alterando el ciclo natural de la vida y la naturaleza dañando la
conservación del suelo y aguas así como la contaminación del aire, espacio y atmósfera.
Claro que todo empezó con vivir más cómodamente con facilitarnos la vida y satisfacer las
necesidades del ser humano sin importar que los procesos para llegar a esto crearan a una
población consumista e inconsciente sobre el uso excesivo insaciable de los recursos que no
son sustentables para el planeta esta inconsciencia ha sido tal que recursos que se
consideraban inagotables o renovables se han eliminado por completo de la faz de la tierra.
La hidrosfera litosfera y atmosfera forman parte de los recursos naturales y todos son
11. elementos inseparables de los seres vivos, uno de los motivos fundamentales que afectan
estos recursos y acusan un importante deterioro ambiental se lo contribuimos al vertiginoso
aumento poblacional que se hadado más en las últimas décadas. El aumento de la
sobrepoblación y el crecimiento de las ciudades trae consigo problemas muy graves y
actividades humanas que exigen cada vez en mayor número una demanda de recursos
naturales.
Tanto la hidrósfera, la litósfera y la atmósfera son esenciales para el desarrollo de
la vida en el planeta.
2.3.4 Ciclos biogeoquímicos (C, H, O, N, P)
El término ciclo biogeoquímico deriva del movimiento cíclico de los elementos que
forman los organismos biológicos y el ambiente geológico en donde interviene un cambio
químico. Pero mientras que el flujo de energía en el ecosistema es abierto, puesto que al ser
utilizada en el seno de los niveles tróficos para el mantenimiento de las funciones vitales de
los seres vivos se degrada y disipa en forma de calor, no sigue un ciclo y fluye en una sola
dirección. El flujo de materia es cerrado ya que los nutrientes se reciclan. La energía solar
que permanentemente incide sobre la corteza terrestre, permite mantener el ciclo de dichos
nutrientes y el mantenimiento del ecosistema. Por tanto, estos ciclos biogeoquímicos son
activados directa o indirectamente por la energía que proviene del sol.
Se refiere en resumen al estudio del intercambio de sustancias químicas entre formas
bióticas y abióticas. La materia circula desde los seres vivos hacia el ambiente abiótico, y
viceversa.
Esa circulación constituye los ciclos biogeoquímicos, que son los movimientos de
agua, de carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre y otros elementos que en forma
permanente se conectan con los componentes bióticos y abióticos de la Tierra. Las sustancias
utilizadas por los seres vivos no se "pierden" aunque pueden llegar a sitios donde resultan
inaccesibles para los organismos por un largo período. Sin embargo, casi siempre la materia
se reutiliza y a menudo circula varias veces, tanto dentro de los ecosistemas como fuera de
ellos. Nuestro planeta actúa como un sistema cerrado donde la cantidad de materia existente
12. permanece constante, pero sufre permanentes cambios en su estado químico dando lugar a la
producción de compuestos simples y complejos. Es por ello que los ciclos de los elementos
químicos gobiernan la vida sobre la Tierra, partiendo desde un estado elemental para formar
componentes inorgánicos, luego orgánicos y regresar a su estado elemental. En las cadenas
alimentarias, los productores utilizan la materia inorgánica y la convierten en orgánica, que
será la fuente alimenticia para todos los consumidores.
La importancia de los descomponedores radica en la conversión que hacen de la
materia orgánica en inorgánica, actuando sobre los restos depositados en la tierra y las aguas.
Esos compuestos inorgánicos quedan a disposición de los distintos productores que inician
nuevamente el ciclo. Los ciclos biogeoquímicos más importantes corresponden al agua,
oxígeno, carbono y nitrógeno. Gracias a estos ciclos es posible que los elementos principales
(carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre) estén disponibles para ser
usados una y otra vez por otros organismos.
Un ciclo biogeoquímico es el movimiento de los elementos nitrógeno, oxigeno,
azufre, fósforo y agua, entre otros elementos que se da a través de los seres vivos y el
ambiente.
Los ciclos biogeoquímicos son procesos naturales que reciclan elementos en
diferentes formas químicas desde el medio ambiente hacia los organismos, y luego a la
inversa. Agua, carbón, oxígeno, nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos,
conectando los componentes vivos y no vivos de la Tierra. Un ciclo se refiere al intercambio
de nutrimentos de un ser vivo con el ambiente o de éste con los organismos. Por ejemplo, el
agua que para beber pudo haber sido parte de una nube o resultado de la transpiración de
algún ser vivo.
La energía fluye direccionalmente a través de todos los ecosistemas de la Tierra,
entrando habitualmente en forma de luz solar y saliendo en forma de calor. No obstante, los
componentes químicos que son parte de los seres vivos se reciclan.
Así, los átomos de tu cuerpo llevan mucho, mucho tiempo reciclándose a través de la
biosfera y, durante el trayecto, han formado parte de multitud de organismos y compuestos
no vivos.
13. Los elementos más comunes en las moléculas orgánicas toman una amplia variedad
de formas químicas. Pueden almacenarse por períodos cortos o largos de tiempo en la
atmósfera, en la tierra, en el agua o debajo de la superficie terrestre, así como en los cuerpos
de los seres vivos.
La conexión y los movimientos existentes entre los elementos vivos y los no vivos es
lo que se conoce como un ciclo biogeoquímico. Un nombre que refleja la relevancia de la
química, la geología y la biología a la hora de entender estos ciclos.
Tras su muerte, cualquier organismo vivo se descompone y, a través de un proceso
químico, los elementos resultantes de tal descomposición se depositan en la biosfera,
reciclándose para ser usados con posterioridad por otro organismo vivo.
Se denomina como ciclos biogeoquímicos la conexión y movimientos que existen
entre los elementos vivos y los no vivos con el fin de que la energía fluya a través de los
ecosistemas.
La palabra biogeoquímico está compuesta por términos que derivan del
griego: bio que significa "vida", y geo, que indica "tierra". Por tanto, biogeoquímico es un
término que señala los movimientos cíclicos de los elementos biológicos vitales para la
vida. Geológicos porque ocurren en la tierra y la atmósfera, y químicos porque se trata de
elementos naturales.
Los ciclos biogeoquímicos más importantes son el ciclo hidrológico, el ciclo del
nitrógeno, el ciclo del carbono, el ciclo del oxígeno, el ciclo del azufre y el ciclo del fósforo.
Ciclo del Carbono
El ciclo del carbono se estudia con más facilidad como dos ciclos más pequeños
interconectados:
Uno que comprende el intercambio rápido de carbono entre los organismos vivos
Y otro que se encarga del ciclo del carbono a través de los procesos geológicos a largo
plazo
14. Aunque los veremos de manera separada, es importante tomar en cuenta que estos
ciclos están enlazados entre sí. Por ejemplo, las reservas de CO2 atmosférico y oceánico que
son utilizadas por los organismos vivos son las mismas que los procesos geológicos reciclan.
Como una breve descripción, el carbono existe en el aire mayoritariamente como
dióxido de carbono —CO2— gaseoso, el cual se disuelve en el agua y reacciona con las
moléculas de esta para producir bicarbonato: HCO3. La fotosíntesis que llevan a cabo las
plantas terrestres, las bacterias y las algas, convierte el dióxido de carbono o el bicarbonato
en moléculas orgánicas. Las moléculas orgánicas producidas por los organismos
fotosintetizadores pasan a través de las cadenas alimenticias, y la respiración
celular convierte nuevamente el carbono orgánico en dióxido de carbono gaseoso.
El almacenamiento de carbono orgánico a largo plazo ocurre cuando la materia que
proviene de los organismos vivos es enterrada profundamente bajo la tierra o cuando se
hunde hasta el fondo del océano y forma rocas sedimentarias. La actividad volcánica y, en
tiempos más recientes, la quema de combustibles fósiles, devuelven este carbono orgánico al
ciclo.
Es uno de los elementos más importantes de la naturaleza. Combinado con oxígeno
forma dióxido de carbono y monóxido de carbono. La atmósfera contiene alrededor de 0.03
% de dióxido de carbono. Es el elemento básico de los compuestos orgánicos (hidratos de
carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). El carbono también forma parte de sales
llamadas carbonatos, como el carbonato de sodio y el carbonato de calcio, entre otras. El
carbono, como dióxido de carbono, inicia su ciclo de la siguiente manera:
Durante la fotosíntesis, los organismos productores (vegetales terrestres y acuáticos)
absorben el dióxido de carbono, ya sea disuelto en el aire o en el agua, para transformarlo en
compuestos orgánicos. Los consumidores primarios se alimentan de esos productores
utilizando y degradando los elementos de carbono presentes en la materia orgánica. Gran
parte de ese carbono es liberado en forma de CO2 por la respiración, mientras que otra parte
se almacena en los tejidos animales y pasa a los carnívoros (consumidores secundarios), que
se alimentan de los herbívoros. Es así como el carbono pasa a los animales colaborando en
la formación de materia orgánica.
15. Los organismos de respiración aeróbica (los que utilizan oxígeno) aprovechan la
glucosa durante ese proceso y al degradarla, es decir, cuando es utilizada en su metabolismo,
el carbono que la forma se libera para convertirse nuevamente en dióxido de carbono que
regresa a la atmósfera o al agua.
Los desechos de las plantas, de los animales y de restos de organismos se
descomponen por la acción de hongos y bacterias. Durante este proceso de putrefacción por
parte de los descomponedores, se desprende CO2. En niveles profundos del planeta, el
carbono contribuye a la formación de combustibles fósiles, como el petróleo. Este importante
compuesto se ha originado de los restos de organismos que vivieron hace miles de años.
Durante las erupciones volcánicas se libera parte del carbono constituyente de las rocas de la
corteza terrestre. Una parte del dióxido de carbono disuelto en las aguas marinas ayuda a
determinados organismos a formar estructuras como los caparazones de los caracoles de mar.
Al morir, los restos de sus estructuras se depositan en el fondo del mar. Con el paso del
tiempo, el carbono se disuelve en el agua y es utilizado nuevamente durante su ciclo. Los
océanos contienen alrededor del 71% del carbono del planeta en forma de carbonato y
bicarbonato. Un 3% adicional se encuentra en la materia orgánica muerta y el fitoplancton.
El carbón fósil representa un 22%. Los ecosistemas terrestres, donde los bosques constituyen
16. la principal reserva, contienen alrededor del 3-4% del carbono total, mientras que un pequeño
porcentaje se encuentra en la atmósfera circulante y es utilizado en la fotosíntesis.
Ciclo del Hidrógeno
El ciclo del hidrógeno es aquel proceso en el que el hidrógeno se desplaza por medio
del agua alrededor de la tierra, siendo así parte esencial de la composición química y atómica
de este elemento.
La hidrosfera obtiene hidrógeno solo del agua, elemento formado exclusivamente por
la combinación del oxígeno e hidrógeno. Durante la síntesis fotográfica, el hidrógeno se
produce por la disociación del agua que forma glucosa después de peinar con dióxido de
carbono.
Las plantas proporcionan alimento para los herbívoros y estos animales obtienen
glucosa y proteínas de las plantas solamente. El hidrógeno forma carbohidratos, que es una
fuente importante de energía para el ser vivo, y estos carbohidratos llegan como alimento.
Existen innumerables tipos de seres vivos en la Tierra. Todos estos están compuestos
básicamente de carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno. Los animales obtienen estos
elementos de la naturaleza y los procesos como formación, crecimiento y descomposición
normalmente ocurren en ella.
Varios ciclos suceden como resultado de cada uno de estos procesos, y debido a ellos,
están ligados entre sí, estableciendo un equilibrio.
Los átomos de hidrógeno se pueden almacenar como un gas o un líquido de alta
presión. El hidrógeno se almacena a menudo como hidrógeno líquido porque ocupa menos
espacio que el hidrógeno en su forma normal de gas.
Cuando un átomo de hidrógeno se une a un átomo fuertemente electronegativo que
existe en la vecindad de otro átomo electronegativo con un par solitario de electrones, hace
un enlace de hidrógeno, que forma una molécula. Dos átomos de hidrógeno forman una
molécula de hidrógeno, H2 para abreviar.
17. El hidrógeno es un componente clave de muchos ciclos biogeoquímicos, incluyendo
el ciclo del agua, el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno y el ciclo del azufre. Debido a
que el hidrógeno es un componente de la molécula de agua, el ciclo del hidrógeno y el ciclo
del agua están profundamente ligados.
Las plantas también recombinan agua y dióxido de carbono del suelo y
la atmósfera para formar glucosa en un proceso conocido como fotosíntesis. Si se consume
la planta, las moléculas de hidrógeno se transfieren al animal de pastoreo.
La materia orgánica se almacena en los suelos a medida que la planta o el animal
muere, y las moléculas de hidrógeno son liberadas de nuevo a la atmósfera por oxidación.
1- Evaporación
La mayor parte del hidrógeno en nuestro planeta se encuentra en el agua, por lo que
el ciclo del hidrógeno está ínfimamente relacionado con el ciclo hidrológico. El ciclo del
hidrógeno comienza con la evaporación de la superficie del agua.
2- Condensación
La hidrosfera incluye la atmósfera, la tierra, las aguas superficiales y las aguas
subterráneas. A medida que el agua se mueve a través del ciclo, cambia el estado entre las
fases líquida, sólida y de gas.
El agua se mueve a través de diferentes reservorios, incluyendo el océano, la
atmósfera, las aguas subterráneas, los ríos y los glaciares, por los procesos físicos de
evaporación (incluyendo la transpiración de la planta), sublimación, precipitación,
infiltración, escorrentía y flujo sub superficial.
3- Transpiración
Las plantas absorben el agua del suelo a través de sus raíces para luego bombearla y
suministrar nutrientes a sus hojas. La transpiración representa aproximadamente el 10% del
agua evaporada.
18. Esta es la descarga de vapor de agua de las hojas de las plantas en la atmósfera. Es un
proceso que el ojo no puede ver, a pesar de que las cantidades de humedad que implica son
significativas. Se cree que un roble grande puede transpirar 151.000 litros por año.
La transpiración es también la razón por la cual hay mayor humedad en lugares con
mucha cobertura vegetal. La cantidad de agua que se transpira a través de este proceso
depende de la planta en sí, la humedad en el suelo (suelo), la temperatura circundante y el
movimiento del viento alrededor de la planta.
4- Precipitación
Es la caída del agua en cualquier forma a la tierra que da paso a la infiltración, que es
el proceso en el cual el agua se absorbe en el suelo o fluye por la superficie. Este proceso se
repite una y otra vez como parte de los ciclos terrestres que mantienen los recursos
renovables.
Se utiliza principalmente para crear agua. El gas de hidrógeno puede usarse para la
reducción de mineral metálico.
Las industrias químicas también lo utilizan para la producción de ácido clorhídrico.
El mismo gas hidrógeno es necesario para la soldadura atómica de hidrógeno (AHW).
Hay una variedad de usos para el hidrógeno. Es el elemento más ligero y puede ser
utilizado como un agente de elevación en los globos, aunque también es altamente
inflamable, por lo que puede ser peligroso. Esta propiedad y otras hacen al hidrógeno
adecuado para su uso como combustible.
Dado que el hidrógeno es altamente inflamable, especialmente cuando se mezcla con
oxígeno puro, se utiliza como combustible en los cohetes. Estos, usualmente, combinan
hidrógeno líquido con oxígeno líquido para hacer una mezcla explosiva.
El hidrógeno es uno de los combustibles más limpios porque al hacer ignición el
resultado es agua simple. Esta es una de las principales razones del porqué hay esfuerzos para
crear los motores que pueden accionarse mediante el uso de este gas.
19. Aunque el hidrógeno es altamente inflamable, también lo es la gasolina. Aunque se
debe tener cuidado, la cantidad de hidrógeno usada en un automóvil no presentaría más
peligro que la cantidad de gasolina usada.
A pesar de ser uno de los combustibles más limpios del planeta, su alto costo para la
producción en masa hace imposible en un futuro cercano usarlo para automóviles de uso
comercial y doméstico.
Cuando el hidrógeno se calienta a temperaturas extremas, los núcleos de sus átomos
se fusionarán para crear núcleos de helio. Esta fusión resulta en la liberación de una enorme
cantidad de energía, llamada energía termonuclear. Este proceso es lo que crea la energía
del sol.
Los generadores eléctricos utilizan el gas como refrigerante, lo que ha llevado a
muchas plantas a utilizarlo como agente de verificación de fugas. Otras aplicaciones incluyen
procesamiento y producción de amoníaco.
El amoníaco es parte de muchos productos de limpieza para el hogar. También es un
agente de hidrogenación utilizado para cambiar las grasas no saturadas insalubres a aceites
saturados y grasas.
20. Ciclo del Oxígeno
El ciclo del oxígeno o ciclo biogeoquímico del oxígeno, es la cadena de reacciones y
procesos que describen la circulación del oxígeno en la atmósfera, la litosfera y la biosfera,
de forma cíclica. Se trata de un ciclo gaseoso, lo que quiere decir que el oxígeno está
depositado principalmente en la atmósfera y no en la corteza terrestre, y es utilizado
directamente desde ella, sin estar combinado con otro elemento.
A modo de resumen o explicación del ciclo del oxígeno breve, podemos decir que, a
través de la respiración, los seres aerobios captan el oxígeno atmosférico o disuelto en agua
y lo incorporan a sus procesos metabólicos, obteniendo como resultado dióxido de carbono
y agua, elementos que se reincorporan a sus respectivos ciclos biogeoquímicos. Además, las
plantas y las algas también realizan la fotosíntesis, proceso en el que consumen CO2 y liberan
oxígeno hacia la atmósfera. Y, asimismo, el oxígeno de la atmósfera oxida los minerales de
la corteza terrestre.
A continuación, os dejamos este esquema del ciclo del oxígeno dibujo muy sencillo
de entender, y en el siguiente apartado, ya os explicamos más detalladamente el ciclo del
oxígeno etapas o pasos.
21. Antes de entrar de lleno con los pasos del ciclo biogeoquímico del oxígeno, hay que
señalar que el ciclo del oxígeno presenta dos tipos de procesos: un ciclo lento o geológico y
un ciclo rápido o biológico. Los ciclos lentos o geológicos, son aquellos que forman parte
del proceso geológico de la Tierra como, por ejemplo, el ciclo hidrológico. Por otro lado,
los ciclos rápidos o biológicos, son aquellos que forman parte de los procesos biológicos de
los seres vivos. Ejemplo de ciclos rápidos o biológicos del oxígeno, son la respiración y la
fotosíntesis.
Una vez dicho esto, podemos dividir, para explicarlo, el ciclo del oxígeno en los
siguientes pasos, fases o etapas:
Atmosférica:
Comenzamos cuando el oxígeno se halla en la atmósfera, formando parte del aire, y
puede ser tomado por los seres vivos aeróbicos.
El O2 le confiere un carácter oxidante a la atmósfera. Se formó por fotolisis de H2O,
formándose H2 y O2.
Cabe recordar que además de en la atmósfera, el oxígeno también está almacenado y
disponible disuelto en el agua de mares, ríos y océanos; aunque nos refiramos a esta etapa
del ciclo del oxígeno como “atmosférica”.
Fotosíntesis:
En esta etapa, los organismos fotosintéticos (plantas, algas y otros organismos que
contienen clorofila u otro pigmento fotosintetizador), captan luz solar, dióxido de carbono y
agua, a fin de obtener energía y nutrientes, y en este proceso, liberan oxígeno al medio.
Respiración:
Ahora, los organismos aeróbicos toman el oxígeno de la atmósfera y expulsan
dióxido de carbono y vapor de agua, como productos de este proceso tan importante para la
vida. En el interior de los organismos, el oxígeno es llevado a las células y a los tejidos para
permitir su funcionamiento.
Retorno:
22. Por último, el oxígeno regresa de nuevo a la atmósfera a través del dióxido de carbono
expulsado en la respiración y la liberación de oxígeno limpio debido a la fotosíntesis.
El ciclo del oxígeno tiene una importancia enorme para nuestro planeta, sin él, la vida
como la conocemos no existiría, y nosotros tampoco. El oxígeno resulta
igualmente clave para que la combustión y la oxidación de elementos se realice en la
naturaleza. También, una parte del oxígeno es consumida durante la descomposición de los
seres vivos a la litosfera.
En la atmósfera, una parte del oxígeno se convierte en O3, que forma la capa de
ozono que protege nuestro planeta de la radiación solar ultravioleta; pero también en
el peligroso ozono troposférico.
Y en los cuerpos de agua (mares, ríos, lagos y océanos), el oxígeno disuelto también
es tomado por los organismos aerobios. Aquí, el oxígeno condiciona las propiedades
rédox de los sistemas acuáticos. Oxida materia biogénica dando dióxido de carbono y agua.
Cuando su nivel es muy bajo, ya sea por la proliferación de bacterias o algas que lo consumen
todo, por contaminación u otra razón, aparece lo que se llama hipoxia, en la que apenas hay
vida acuática.
Finalmente, con respecto a las características del ciclo del oxígeno, como dijimos,
este elemento se encuentra tanto en la atmósfera como en las masas de agua, disponible para
ser tomado por los organismos. Las plantas y las algas son productores de oxígeno, no
obstante, en los mares y océanos se produce la mayor cantidad.
Este ciclo biogeoquímico posee un patrón multicíclico, donde cada elemento
involucrado tiene una función igualmente cíclica bien definida, intercalándose con el ciclo
del agua y el ciclo del carbono.
Por último, decir que el oxígeno en sí presenta ciertas propiedades físicas y químicas
únicas, como que es una molécula incolora, inodora e insípida; se puede condensar a -183ºC
en un líquido de color azul muy tenue, y solidificarse a -219ºC, convirtiéndose en un bloque
de tono azulado y algo blando, y si se solidifica y condensa, se transforma en un elemento
paramagnético.
23. Ciclo del Nitrógeno
El ciclo del nitrógeno es el circuito biogeoquímico que suministra nitrógeno a los
seres vivos y lo mantiene circulando en la biósfera. El nitrógeno que forma parte de la
atmósfera en forma de N2 no puede ser utilizado por los animales y las plantas y, por esta
razón, es necesario un mecanismo para convertir el N2 a formas utilizables. De este
mecanismo son responsables algunas bacterias. Así, el ciclo del nitrógeno está compuesto
por procesos bióticos y abióticos. El ion amonio (NH4
+) y el ion nitrato (NO3
–) forman
algunas de las presentaciones (utilizables por los animales y las plantas) más importantes de
este elemento en el ciclo, así como el nitrógeno diatómico en estado gaseoso (N2).
Es uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes para el equilibrio de la vida ya
que el nitrógeno (N) es un elemento químico sumamente abundante en la composición
de la materia orgánica y en la atmósfera terrestre (78 % de su volumen).
24. En este ciclo se encuentran interrelacionados los diferentes niveles de seres vivos,
autótrofos y heterótrofos, los minúsculos organismos descomponedores de la materia
orgánica, y el inmenso volumen de nitrógeno de la atmósfera.
El ciclo del nitrógeno puede resumirse de la siguiente manera:
Fijación del nitrógeno. El nitrógeno atmosférico se convierte en
óxidos de nitrógeno por la acción de los rayos, lo que ayuda a su incorporación a los
suelos. Por otra parte, este elemento gaseoso es fijado por las bacterias y otros
procariontes mediante procesos metabólicos diversos, que lo convierten en distintos
compuestos aprovechables, como el amoníaco (NH3) y el ion amonio (NH4
+). Estos
microorganismos se pueden hallar en el suelo y el agua, o bien como simbiontes de
las plantas. Dichas moléculas nitrogenadas son aprovechadas por las plantas, que
componen con ellos diversas moléculas orgánicas.
Transmisión a los animales. Siguiendo el orden de la cadena trófica,
el nitrógeno en las plantas pasa a los animales herbívoros y luego a los carnívoros,
esparciéndose entre los distintos eslabones de la pirámide alimentaria. El exceso de
nitrógeno es expulsado de sus cuerpos mediante la orina, rica en amoníaco, volviendo
así al suelo para continuar con el ciclo.
Nitrificación. El amoníaco del suelo proveniente de la orina de los
animales o de la acción de las bacterias fijadoras sirve de alimento a otro tipo de
microorganismos de acción nitrificante, o sea, que descomponen el amoníaco y lo
oxidan a nitritos (NO2
–), y luego los nitritos se oxidan a nitratos (NO3
–).
Descomposición desnitrificante. Estos compuestos sirven, a su vez,
de alimento a otro tipo de procariontes, esta vez de metabolismo desnitrificante, o
sea, que descomponen los iones nitrito y nitrato, y obtienen energía para vivir y
liberando de vuelta a la atmósfera el nitrógeno en estado gaseoso, para que el ciclo
pueda recomenzar.
El ciclo del nitrógeno es un circuito vital para la existencia de la vida tal y como
la conocemos, ya que las formas de vida como los animales, las plantas e incluso el ser
humano somos incapaces de fijar el nitrógeno a partir de su forma gaseosa (N2), a pesar de
25. que lo necesitamos enormemente para producir aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos y
ADN.
El ciclo del nitrógeno no varía mucho cuando ocurre en el agua, o sea, en la superficie
de lagos, mares y ríos. El nitrógeno puede llegar al agua por escurrimiento, como resultado
de su uso en los fertilizantes hechos por los humanos o naturales. En otros casos, se trasmite
por las cadenas tróficas marinas, en las que intervienen muchos animales acuáticos y
terrestres (en caso de alimentarse de animales acuáticos).
Del modo que sea, este ingreso de sustancias orgánicas nitrogenadas se reparte entre
los distintos depredadores, dejando un residuo de materia nitrogenada en el suelo oceánico,
donde es descompuesta por diversos tipos de microorganismos. Así, el ciclo microscópico
entre nitrificantes y desnitrificantes se repite y vuelve a liberar el nitrógeno gaseoso a la
atmósfera.
26. Ciclo del Fósforo
La proporción de fósforo en la materia viva es bastante pequeña, pero el papel que
desempeña es vital. Es componente de los ácidos nucleicos como el ADN. Se encuentra
presente en los huesos y piezas dentarias. En la fotosíntesis y en la respiración celular,
muchas sustancias intermedias están combinadas con el fósforo, tal el caso del trifosfato de
adenosina (ATP) que almacena energía. El fósforo es el principal factor limitante del
crecimiento para los ecosistemas, porque su ciclo está muy relacionado con su movimiento
entre los continentes y los océanos.
La mayor reserva de fósforo está en la corteza terrestre y en los depósitos de rocas
marinas. El fósforo se encuentra en forma de fosfatos (sales) de calcio, hierro, aluminio y
manganeso. La lluvia disuelve los fosfatos presentes en los suelos y los pone a disposición
de los vegetales. El lavado de los suelos y el arrastre de los organismos vivos fertilizan los
océanos y mares. Parte del fósforo incorporado a los peces es extraído por aves acuáticas que
lo llevan a la tierra por medio de la defecación (guano). Otra parte del fósforo contenido en
organismos acuáticos va al fondo de las rocas marinas cuando éstos mueren. Las bacterias
fosfatizantes que están en los suelos transforman el fósforo presente en cadáveres y
excrementos en fosfatos disueltos, que son absorbidos por las raíces de los vegetales.
Ciclo del fósforo en tierra firme
El fósforo es tomado en forma de fosfatos por los seres vivos, gracias al proceso de
meteorización de las rocas, ya que las rocas, al descomponerse, liberan fosfatos.
Estos fosfatos pasan a través del suelo a los vegetales, y de estos a los animales que
se alimentan de las plantas o de otros animales que los hayan obtenido, y son devueltos al
suelo a través de sus excrecencias.
Ya en el suelo, los descomponedores actúan sobre los excrementos animales,
volviendo a producir fosfatos.
Asimismo, el fósforo también puede ser liberado durante la descomposición de
cadáveres. De allí, pasa a los organismos vegetales en forma de fosfato orgánico.
27. El ser humano es también responsable de la movilización del fósforo cuando explota
rocas que contienen fosfatos.
Ciclo del fósforo en el mar
Una parte de los fosfatos llega al mar transportado por las corrientes hídricas
terrestres. Allí son tomados por las algas, los peces y las aves marinas; estas últimas, al
excretar, producen guano, un tipo de abono aprovechado por la agricultura, rico en fosfato.
Por su parte, en el fondo del mar, los restos de los animales marinos dan lugar a rocas
fosfatadas. De las rocas, se libera fósforo en el suelo, que es a su vez aprovechado por las
plantas y los animales que se alimenten de estas.
El fósforo no toma forma de fluidos volátiles (como sí ocurre con el nitrógeno, el
carbono y el azufre), lo que le permitiría pasar del mar a la atmósfera y de esta a la tierra.
Por eso, solo hay dos formas en que el fósforo que ha llegado al mar retorne a los
ecosistemas terrestres:
Por acción de las aves marinas, que lo devuelven a tierra a través de sus excrementos
Mediante el levantamiento de los sedimentos del océano a tierra firme, proceso
geológico que puede llevar miles de años.
Las plantas sólo pueden absorber el fósforo que necesitan si las raíces lo adquieren
en formas iónicas simples (H2PO4
- y HPO4
2-) de la disolución del suelo. Por consiguiente, el
valor de cualquier enmienda del suelo cuya finalidad sea suministrar fósforo depende de su
capacidad para liberarlo en estas formas iónicas a la disolución del suelo.
Con la salvedad del nitrógeno, el crecimiento inadecuado de las unidades formadoras
del cultivo se debe más a una falta de fósforo que a una falta de cualquier otro elemento.
Todas las células de todas las plantas dependen del fósforo y su distribución en toda
la planta se rige por la necesidad. El fósforo en las plantas es móvil al contrario de otros
elementos como el calcio, el hierro y muchos otros elementos.
El fósforo se redistribuye dentro de las plantas cuando el fósforo disponible en el
suelo aparece como limitante.
28. 2.3.5 Biodiversidad
La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente
concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de
especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio
determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas
especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los
procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y
paisajes.
La biodiversidad comprende los distintos tipos de vida que puedes encontrar en un
área: la variedad de animales, plantas, hongos e incluso microorganismos como bacterias que
conforman nuestro mundo natural. Cada una de estas especies y organismos trabajan
29. conjuntamente en los ecosistemas -como una red- manteniendo el equilibrio y la vida. La
biodiversidad sustenta todo lo que necesitamos para sobrevivir en la naturaleza, incluyendo
agua potable, medicamentos, alimentos y seguridad.
La diversidad biológica, o biodiversidad, se manifiesta en todos los niveles de la
organización (genes, especies, ecosistemas y paisajes) y se puede ver en todas las formas de
vida, hábitats y ecosistemas (tropical, bosques, océanos y mares, ecosistemas de sabana,
tierras húmedas, tierras áridas, montañas, etc.).
2.4 Estrategias de sustentabilidad para el manejo de recursos naturales
1.- Unión global
Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS)
Es indispensable la interacción de los gobiernos del mundo y de las organizaciones
no gubernamentales (ONGs) ambientalistas con organismos internacionales como la
Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) de la ONU.
La CDS cumple funciones de coordinación entre la ONU y las naciones para alcanzar
la transición hacia el desarrollo sostenible. Esto se genera a través del diseño de políticas
públicas para la conservación de los recursos naturales nacionales, regionales y locales, tales
como:
– Los cuerpos de agua superficiales y subterráneos.
– El suelo.
– El aire.
– Los bosques.
– La diversidad biológica.
– La integridad de los ecosistemas existentes.
30. 2.- Compromiso regional
Alianzas regionales
La existencia de alianzas entre organismos gubernamentales, privados, ONGs y de la
sociedad civil en general, asegura la continuidad de los programas de conservación ambiental
regionales.
Sustentación legal
Debe existir legislación en cada país que promueva las buenas prácticas industriales
y urbanas, para evitar la contaminación y la sobreexplotación ambiental.
También deben existir organismos para el seguimiento y el control de todas las
actividades que impliquen posibles daños ambientales.
3.- Conocimiento del capital natural
La conservación y el uso racional de los recursos naturales comienzan con un estudio
riguroso de su disponibilidad en el ambiente, lo cual se denomina estudio de línea base.
Este tipo de estudio permite conocer el capital natural existente y su estado
(contaminado, agotado o no). De esta forma es posible estimar la capacidad de carga del
ambiente y las tasas de explotación posibles, buscando que estén en equilibrio con sus tasas
de reposición natural.
4.- Formación y compromiso de la sociedad civil
Deben establecerse campañas continuas de divulgación de la información ambiental
pertinente para generar receptividad y sensibilidad en la población con respecto a este tema.
31. Estas campañas deben divulgar los estudios de línea base locales y generar el
compromiso de mejorar las condiciones ambientales con programas a corto, mediano y largo
plazo.
5.- Acciones individuales
La sumatoria de pequeñas acciones cotidianas locales genera verdaderos cambios
trascendentales globales.
La forma de apoyar la transición hacia la sustentabilidad es informándonos y
compartiendo información que esté relacionada con la perseveración y el buen uso de los
recursos naturales.