El documento describe las ventajas de la lectura y cómo se puede fomentar el hábito de la lectura en los niños y jóvenes. Señala que la lectura es una de las herramientas más extraordinarias para potenciar el desarrollo intelectual y el bienestar humano, pero que sigue siendo una de las actividades menos practicadas. También explica que si los padres y educadores logran despertar el deseo de leer en los niños, estos podrán aprender a comunicarse mejor y desarrollar un pensamiento crítico.
2. 1. Las ventajas de saber leer
Uno de los mayores deleites del intelecto humano es la lectura,
aunque la lectura sigue siendo una de las actividades menos
practicadas.
Se cree que por los menos el 80% de la gente que “sabe leer y
escribir” casi nunca lee nada.
• La actividad productiva del espíritu a través de la lectura es
quizá una de las herramientas más extraordinarias para
potenciar nuestro trabajo intelectual y de bienestar humano.
• En toda actividad humana, si no se llena de ilusiones, de
ideales, de objetivos claros para una convivencia sana, no
resulta fácil llegar a adquirir el hábito de leer.
3. Si los padres de familia y educadores lograron despertar en los
niños y jóvenes el deseo y gozo de leer, se puede, con toda
seguridad, esperar mucho de ellos; por ejemplo, que aprendan
a tener una excelente competencia comunicativa; y que a la
par que leen para instruirse, están aprendiendo a formarse para
adquirir un pensamiento crítico.
Si el lector adquiere el hábito de leer, la lectura será una
actividad elegida libremente: y, justamente, por ser libre, le
posibilitará la capacidad de pensar, de mejorar el lenguaje, de
interrelacionarse y enriquecer las relaciones personales, de
expresar sus puntos de vista con espíritu crítico.
La lectura, en definitiva, cambia y enriquece el sentido de
nuestra vida, llegando a ser un medio de entretenimiento y
distracción, impulsa a satisfacer la curiosidad intelectual y
científica.
4. 2. Leer es una pasión
• Las lecturas bien elegidas favorecen el desarrollo de
las virtudes, que promueven ver a la vida de diferente
manera. Leer mucho creará un espíritu propio de
grandeza y de modestia, análisis y de reflexión, de
actividades libres pero también de compromiso.
• La lectura afina y refina el espíritu estético y educa la
sensibilidad, el carácter y la efectividad.
• Cuando una lectura se vuelve una actividad
deseada, no impuesta, voluntariamente elegida, el
lector tendrá la certeza y la disposición anímica para
gozar y sufrir, para pensar con rigor y discernir, para
enriquecerse y transformarse.
5. • La pasión de la lectura no nace sola. Es necesario,
al inicio poner todo el esfuerzo humano hasta
adquirir el precioso hábito lector.
• Para que los niños y jóvenes se puedan contagiar
con este hábito es necesario leer pasajes selectos o
contando una historia de un libro seleccionado,
pero esto debe ser con entusiasmo, con deleite,
con fervor, para que descubran toda la riqueza
valorativa que encierra el texto; y que sobre todo
logren experimentar el goce del lector al transmitir
lo que sienten al momento de leer.