2. Los estudiantes que asisten a un
IE, de cualquier nivel, solo
aprenden si es que quieren
aprender. Si intencionalmente
se proponen y están motivados.
3. Muchos docentes que diseñan estrategias
innovadoras en clase y consiguen los mismos
resultados que aquellos que utilizan estrategias
y metodologías menos sofisticadas y
modernas con una diferencia poco
significativa en el logro de los resultados
esperados.
6. Esto significa conversar con ellos. ¿De qué? De sus vidas,
de su familia, de sus intereses y preocupaciones.
Debe conocer el contexto en el que cada uno se
desenvuelve. ¿Para qué?, para que les trate como personas,
con cariño, con preocupación individual. Demostrarles que
le interesan como seres únicos e irrepetibles, que cada uno
de ellos en clase es diferente e importante.
Solo de esta manera los estudiantes se acercarán a los
profesores, le tomarán confianza y cariño y podrán
compartir con él sus más íntimas necesidades.
7. En otras palabras, no podemos pretender que
nuestros estudiantes sepan algo (desarrollen su
inteligencia), si no quieren hacerlo (tengan
voluntad).
El querer, depende de la voluntad. Lo ideal es
que nuestros alumnos quieran ser, hacer, saber,
y bien, sean personas con capacidad de elegir y
decidir, es decir, sean responsables, solo así
estarán preparados y triunfarán en la vida.
8. En segundo lugar, el profesor, con todo el
conocimiento que tiene de sus estudiantes,
debe conseguir que quieran los que deben
hacer o lo que tiene que hacer. El querer, en
el sentido más amplio de la palabra, será el
único medio para vencer todos los
obstáculos y les da la posibilidad de
entusiasmarse, ilusionarse, convencerse de
hacer lo que deben.
9. CÓMO DESARROLLAR EN NUESTROS ESTUDIANTES
ESA VOLUNTAD FIRME QUE LOS LLEVE A QUERER
TODO LO QUE DEBEN HACER:
10. MOTIVACIÓN
MOTIVACIÓN
1.- Motivándoles para que todo lo que
hagan los hagan bien. Con una constante
consideración positiva de sus posibilidades,
que le lleve a exponer con sencillez lo que
saben y lo que no saben, lo que pueden y lo
que no pueden, lo que quieren y lo que no
quieren.
11. MOTIVACIÓN
MOTIVACIÓN
2.- Es importante que el
profesor no sea negativo,
regañe menos, que no sea
aguafiestas, que con esa
actitud se crea resistencia;
debe valorar más y mejora
el trabajo y el esfuerzo de
sus estudiantes.
12. MOTIVACIÓN
MOTIVACIÓN
3.- No podemos educar la
voluntad de nuestros estudiantes
sin los docentes no somos
optimistas; el optimismo induce a
ganar confianza en sí mismo,
constituyéndose en un refuerzo
que empuja, para trabajar y se
responsables de sus actos.
13. MOTIVACIÓN
La simpatía: de esa manear la
persona del educador es más
atractiva.
Comprensión: No se puede
generalizar ni simplificar los
estereotipos, cada uno es cada
uno.
Se forma la voluntad de nuestros
estudiantes con el ejemplo: el profesor
debe ser constante, fiel, sincero, veraz,
día a día, a través de los meses y de los
años; el alumno es un observador
excepcional, no se le escapa nada,
menos aún nuestros defectos. No nos
podemos dar el lujo de fallarles, ellos se
fijan y confían en nosotros, y para los
más pequeños somos sus héroes.
14. 4.- Conseguir que nuestros alumnos adquieran hábitos
buenos, que no se los logra al azar, es necesario
enseñarles, orientarles y dirigirlos, para que después
ellos los realicen solos. Los hábitos de forman por la
repetición constante de actos buenos, que más tarde se
convierten en virtudes. Enseñarles el orden para que
sean ordenados, a decir la verdad para que sean
sinceros, etc.
15. 5.- Los docentes debemos saber que una persona no puede
desarrollarse sobre unos estímulos no recibidos, aunque no es
condición suficiente que se reciban los estímulos, tiene que
querer, sobre todo cuando ese estímulo es bueno y le ayuda
para mejorar.
En definitiva, los profesores debemos formar la voluntad de
nuestros estudiantes, no limitarnos a transmitir conocimientos:
“La voluntad necesita ser formada y educada”. Requiere de
ejercicio diario y de un proceso paulatino pero constante.
16. 6.- Los profesores debemos plantar objetivos
amplios, que superen solo el saber, que estén
fundamentados además en el querer; si quieren
estudiar, hacer bien las cosas, tener hábitos buenos,
no hay dificultad para saber, para aprender.
Fernando Corominas (2003, p.15) explica que: “Con
voluntad sana y fuerte es más sencillo alcanzar lo
que nos propongamos”.
17. Bibliografía
Corominas, F. Cómo Educar la Voluntad. Colección Hacer Familia Hoy. 14ª, septiembre 2014. Editorial: Palabra.
García Hoz V (1993) Introducción general a una pedagogía de la persona. Rialp. Madrid
García, V. (1988). La obra bien hecha, fundamento de la educación de la voluntad. En VV. AA. Dimensiones de la
voluntad (pp. 89-97). Madrid: Dossat.
Jara, A. (2009). Elaboración de una propuesta para la Educación de la Voluntad de las jóvenes estudiantes del 5°
grado de Educación Secundaria de la I.E.N. Rosa Flores de Oliva, siguiendo los Principios Pedagógicos del P.
Tomás Morales Pérez en el año 2008 [Tesis de licenciatura en filosofía y religión]. Chiclayo: Universidad Santo
Toribio de Mogrovejo.
Rojas, E. (2010). La conquista de la voluntad. Cómo conseguir lo que te has propuesto. Madrid: Planeta.
Sacristán, D. (1988). La importancia del esfuerzo en el proceso educativo. En VV. AA. Dimensiones de la voluntad
(pp. 115-141). Madrid: Dossat.
REVISTA ELECTRÓNICA DIÁLOGOS EDUCATIVOS. AÑO 2, N° 03, 2002 ISSN 0718-1310 78 ¿CÓMO
EDUCAR LA VOLUNTAD EN EL CONTEXTO CULTURAL ACTUAL? Lucía Santelices Cuevas Pontificia
Universidad Católica de Chile Chile lsanteli@puc.cl