Un traumatismo grave puede provocar una coagulopatía traumática aguda debido a la activación de la proteína C, alteración del glucocáliz endotelial y consumo de fibrinógeno y disfunción plaquetaria. El sangrado no controlado causado por esta coagulopatía inducida por trauma es responsable del 25% de muertes por trauma, y representa una cuarta parte de las hemorragias en pacientes traumatizados, aunque solo se diagnostica el 25% de los casos.