22. Chelcos y sus gordas y curvilíneas piedras
Don Floro muy resuelto posando en los peñascos.
23. Chelcos posee un paisaje muy pintoresco
Las piedras del corral de Doña Dorita servían para los
visitantes a Chelcos como para las crías de cabritos
24. Ese chiquero generaba una belleza indefinida.
Los animalillos generaban en las almas infantiles,
pureza, candor y mansedumbre.
26. Las herraduras se aliaban con el paisaje,
la fragua y el yunque dura
Funcionaba detrás de la casa de don Julio, el que
estaba enclavada en el centro mismo del pueblo.
27. Una hilera de laureles amalgamaba paletas...
entre los rosas intensos y los rojos violentos.
Hacían de cercos, gracias a la calidez del clima
y el agua cantarina y resbaladiza del estanque.
28. Los umbrales todavía las tienen
Custodian que la suerte llegue, que no se
escape y se multiplique a montones.
33. Ir a la casa de doña Alcira no significaba
para las niñas ningún rezongo.
Las serpenteadas callecitas y los altos cañaverales
eran cómplices
34. El paisaje conspiraba ser un armonioso prólogo
a una morada, de gente cariñosa y gentil.
El llanisto árbol, el algarrobo, enlazaba
fidelidades junto a las casitas de Chelcos.
35. Frescura de aires y de almas
Vergeles en huertas, con empalizadas artesanales,
hacían a la sencillez y a la calidad humana.
36. El agua fresca de un cántaro de greda
recibía la correntada de brisas.
Los cántaros muy bien ubicados en ese mágico extremo
que tenían las casas, con sus galerías bien orientadas.
38. Una galería con suelo alisado de tierra, albergaba a
unas bajas sillitas y escaños de bellas maderas
...jergones de rabiosos colores... en los posabrasos y
espaldaderas, se estiraban como al descuido
39. ¿Qué motivaciones tenía esta familia
para elegir ese sitial?
Un camino único en detalles y en figuras fantasmagóricas.
40. ¿Qué motivaciones tenía esta familia
para elegir ese sitial?
Un camino único en detalles y en figuras fantasmagóricas.
41. ¿Qué motivaciones tenía esta familia
para elegir ese sitial?
Un camino único en detalles y en figuras fantasmagóricas.
42. Aún gastados por la luz y por un cuidadoso
ajetreo... componían una bella mixtura.
Doña Rubia atesoraba una esencia cargada de generosidad, de
espontaneidad, como de afabilidad ante sus visitantes.
44. La familia del director también
ocupaba el espacio de Chelcos.
Don Florentino y su esposa Dolores
45. La familia del director también
ocupaba el espacio de Chelcos.
Lucy, Kela y Juancito...acompañaron al director
de la escuela Nº 34
46. La escuela chalet amablemente se
incorporaba al paisaje rural..
El edificio se ensambló a la cultura del cuidado de lo público y
del bien común, como al trabajo de la tierra.
47. Vistosas flores al frente, dibujaban
colores en un destacado jardín.
Las flores contrastaban con el rojo de las tejas, en un techo a dos
aguas y con blancas ventanas de firme y burilada madera.
48. El docente tenía que ser maestro,
porque debía aliarse en ejemplos .
Cargaba con el fuego de la superación...embanderado en el
progreso y sostenido con la autoridad del cargo.
49. El docente tenía que ser maestro,
porque debía aliarse en ejemplos .
Cargaba con el fuego de la superación...embanderado en el
progreso y sostenido con la autoridad del cargo.
50. A mis padres.
A los originarios pobladores de Chelcos.
Al hombre y a la mujer de campo.