La historia trata sobre Rosita, una mona perezosa en la escuela de la selva. Aunque le cuesta concentrarse y hacer sus deberes, el profesor de educación física, Don Leonardo, diseña una clase para sacar lo mejor de cada alumno. Le pide a Rosita que coja un plátano de un árbol alto, lo cual logra con éxito. Esto le da confianza en sí misma y empieza a esforzarse más en la escuela, descubriendo que le gusta bailar. Mejora sus notas y relaciones gracias
1. (Audio-Cuento)
Todo el mundo necesita aprender. Pequeños y grandes, niños
y niñas, y para eso están los maestros, para facilitar y guiar
ese aprendizaje.
@Miqueas_Molina
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2. Había una vez, en la selva amazónica, más concretamente en la jungla, una escuela para
animales. La escuela KingKong, donde se aprende un mogollón.
A esta escuela, llevaban todos los animales a sus pequeños hijos, para que les formasen en
valores, para que jugasen y se les diera cobijo. Se socializaran con los demás, aprendieran a
convivir con razas, tamaños y colores distintos a los propios, y adquirieran los saberes
necesarios para la vida en la jungla.
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3. Los días pasaban, y cada uno a su ritmo avanzaba. Unos más rápidos, otros más lentos, pero
todos contentos. Estaba el elefante Dante, la lagartija Pija, incluso la jirafa Rafa.
Sin embargo, había una monita muy especial. Se le conocía como Rosita, la mona vaga y
gordita. Y es que no hacía nada en todo el día, y hasta en clase se quedaba dormida. Siempre
llegaba tarde al colegio, no estaba pendiente a los quehaceres, y ni que hablar de los deberes.
Traía locos a los profesores, haciendo trastadas de todos los colores.
4. El director del colegio, inteligente, estudioso y metódico, el Señor lagarto,
concertó reuniones con los padres de Rosita, para ver cómo ayudarles,
puesto que iba a darles un infarto.
Sus esfuerzos fueron en vano, pues en casa la actitud de Rosita era muy
parecida, atrevida, remolona y consentida.
5. La seño de mates, Doña serpiente, no sabía ya que hacer con
esta mona tan desobediente.
El Señor búho, maestro de lengua, decía: “a esta mona, no hay
quien la entienda”.
6. Un buen día, Don Leonardo, el Señor guepardo, profe de Educación Física, se propuso a preparar la clase que
darían la mañana siguiente. Leonardo, era muy cercano a los alumnos, entusiasta y creativo, y siempre pensaba
en ellos de manera individual, buscando sacar lo mejor de cada uno. Sabía que la Educación Física le gustaba a
la gran mayoría, y no podía entender como Rosita parecía no disfrutar de ella. Además, el resto de compañeros
siempre de ella se reían, pues parecía que nada bien hacía
Se propuso preparar una sesión donde cada uno de sus alumnos disfrutase, y su autoestima creciese. Quizá así
Rosita, al creer en ella misma, y disfrutar, cogiese gusto por la asignatura y el colegio, y al mismo tiempo, el
resto de compañeros verían que ella también tenía habilidades.
7. Fue asignando a cada uno una tarea, difícil, pero que sabía podrían conseguir, y todos iban
saliendo contentos.
Dejó para el final a Rosita, y le encomendó algo que ninguno de sus compañeros podía conseguir,
algo muy difícil, coger un plátano de uno de los árboles más altos de la escuela. Los compañeros,
el leoncito, el cocodrilito, la gacelita, eran totalmente incapaces de hacerlo, así que dieron por
hecho que Rosita obtendría un nuevo fracaso.
8. Rosita miró al árbol, miro al Señor guepardo, y dijo: “yo no puedo, eso está muy alto”. Nunca lo había intentado, estaba
acostumbrada a que sus padres los plátanos le dieran en mano.
Tras un poco de ánimo del profe lo intentó, pero con poca confianza. Fue trepando rama a rama, sin creer lo que su cuerpo era
capaz de hacer, poco a poco subía y subía, se balanceaba y disfrutaba, miraba a sus compañeros, que quedaban asombrados. Llegó
hasta arriba, cogió el plátano, y ya no bajó normalmente, le había gustado tanto que bajó balanceándose entre ese árbol y el que se
hallaba a su lado.
Cuando llegó abajo todos le aplaudieron. Su cara era de felicidad. Todos querían estar cerca de ella, para que les contase lo que
había sentido y como lo había hecho.
9. De este modo, Rosita empezó a hacer amigos, a ir con ganas al colegio, pues
siempre esperaba las clases que Leonardo tan bien preparaba.
Empezó a llegar más temprano, ya no se dormía, incluso mejoró en el resto
de asignaturas, pues empezó a ver que era capaz de conseguir cosas.
10. Leonardo siguió observándola durante semanas y vio que antes de ir al cole y después, lo que
hacía era escuchar música con sus cascos rosa, y danzar al ritmo de la música. Así que dijo, “ya
lo tengo, esto va a ser el empujoncito definitivo para Rosita”.
La siguiente clase se titulaba: “Los ritmos de la selva”. A Rosita, le encantó la clase, estaba
acostumbrada a moverse al ritmo de la música, incluso podía ayudar a los compañeros. Rosita
había pasado de ser la mona vaga y gordita a la mona bailonga y bonita.
11. Al igual que ella ayudaba a sus
compañeros, ellos la ayudaban en
otras materias, así que mejoró
muchísimo. Se pasaba el día de árbol
en árbol, o bailando, así que su peso
disminuyó, empezó a comer mucha
fruta que encontraba en los árboles, y
se sentía muy feliz con su cuerpo.
Mejoró mucho la relación con sus
padres, que no entendían que había
pasado. Rosa iba contenta al colegio, se
levantaba y vestía feliz, y volvía
contando maravillas. En casa ya no era
una vaga, era la que más ayudaba.
Incluso llego a crear su propia canción
y baile. En la selva tropical…
12. MORALEJA:
La educación es clave, tanto en la casa como en la escuela, sin ella no vamos a ningún lado. La
Educación Física es el ambiente ideal para crecer como persona, desarrollarse de manera intelectual,
social, afectiva y física.
Un buen profesor es alguien que cree en lo que hace, a quién le apasiona la educación y la enseñanza.
Alguien creativo y paciente, que busca sacar lo mejor de cada alumno, que enseña desde el afecto.
Los Ingredientes esenciales de toda propuesta educativa han de ser la creatividad, la afectividad, la
individualización, los contenidos de salud, la enseñanza en valores y el respeto. Importante la inclusión
de las TIC y trabajar desde las necesidades y lo que le gusta a los alumnos.
13. Si te ha gustado, o si no, compártelo, comenta, contacta
conmigo para darme tus impresiones.
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