TALLER DE DEMOCRACIA Y GOBIERNO ESCOLAR-COMPETENCIAS N°3.docx
Piedad Mayo.pdf
1. PIEDAD
E D I C I Ó N 3 | V O L . 1 | M A Y O D E 2 0 2 2
2. CONTENIDO
SOBRE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN
Por San Luis de Monfort
pag. 4
MADRE DE DIOS
Por San Bernardo de Claraval
pag. 6
LOS CINCO PRIMEROS
SÁBADOS
pag. 7
DEVOCIÓN DE LOS CINCO
PRIMEROS SÁBADOS DE MES
pag. 11
EL HALLAZGO DE LA SANTA
CRUZ DE CRISTO
pag. 16
DEVOCIÓN DE LOS MIL JESÚS
pag. 19
3. ¡SANTO ES!
700 años de canonización de San Angelo,
Carmelita y Mártir
pag. 24
QUINARIO A SAN ÁNGELO
pag. 26
300 AÑOS DE TRASLACIÓN DE
SAN JUAN DE MATA
pag. 30
CINCO VIERNES A SANTA
MARÍA MAGDALENA DE PAZZI
pag. 33
4. SOBRE LA DEVOCIÓN A
MARÍA SANTÍSIMA
P O R S A N L U I S D E M O N F O R T
La devoción a María es tan antigua como el
mundo y tan prolongada como la historia.
Nació el mismo día en que, en medio de la
catástrofe del paraíso, fue anunciada al
mundo como la corredentora del linaje
humano. El mismo Jesús, mientras estuvo en
la tierra, fue el maestro de esa devoción
consoladora que tantas horas felices y tantos
consuelos inefables depara a los
desgraciados peregrinos de la tierra. La
devoción no es más que una expresión del
amor interno. Y ¿quién dio manifestaciones
más tiernas y elocuentes de amor hacia
María que su divino Hijo? Cuando pendiente
del cuello de María imprimía en sus mejillas
ternísimos ósculos de amor; cuando corría a
refugiarse en el regazo de su madre para
dormir allí el sueno de los ángeles; cuando la
acompañaba en sus veladas y compartía con
Ella el fruto del trabajo; cuando, en fin,
próximo a espirar en la cruz, la recomendó a
la solicitud del más amado de sus discípulos,
¿qué otra cosa hacía Jesús sino enseñarnos
a amar a María?
Para que la devoción a María sea verdadera, es
preciso que viva y se manifieste dentro y fuera
del hombre; que viva en el corazón y que se
manifieste en las obras. Si de alguna de estas
dos condiciones careciese, seria o un cuerpo sin
alma o un alma sin cuerpo.
Nuestra devoción debe consistir en honrarla,
amarla y servirla. Debemos honrarla porque ha
sido sublimada a la más excelsa grandeza. Toda
dignidad merece ser honrada, y ¿quién puede
sobrepujar en dignidad a la que ha sido Madre
de Dios? A ella, pues, debemos tributarle un
culto sólo inferior al de Dios pero superior al de
los ángeles y de las santos porque a todos ellos
sobrepasa en dignidad, grandeza y excelencia.
Debemos amarla, porque si la grandeza me rece
respeto, la bondad despierta amor y confianza.
¿Quién más amable y bondadosa que María?
Pero nuestro amor sería estéril si no se
manifestase por medio de nuestras obras:
por eso debemos servirla, como un hijo sirve
a su madre y un súbdito a su señor. Sólo
con estas condiciones nuestra devoción será
verdadera y atraerá sobre nosotros las
bendiciones de María.
5. “DIOS CREÓ UN DEPÓSITO DE
TODAS LAS AGUAS Y LO
LLAMÓ MAR, Y CREÓ UN
DEPÓSITO DE TODAS LAS
GRACIAS Y LA LLAMÓ MARÍA”
SAN LUIS DE MONFORT
6. MADRE DE DIOS...
«María da el nombre de Hijo al Dios y Señor de
los Ángeles, cuando le dice: “Hijo mío, ¿por qué
has obrado así con nosotros?”. ¿Cuál de los
Ángeles se habría atrevido a ello? Bástales, y lo
tienen por gran honor, el que, siendo espíritus,
hayan sido elevados por gracia a la categoría de
Ángeles y llamados con este nombre, según dice
David: “El cual hace a sus espíritus Ángeles”.
Pero María, consciente de su maternidad, no
vacila en dar el nombre de Hijo a aquél a quien
sirven los Ángeles con temor; y en cuanto a Dios,
no tiene reparo en ser tratado como lo que
realmente se ha dignado ser. Porque añade el
Evangelista: “Les estaba sometido”. ¿Quién
estaba sometido? ¿A quiénes? Dios a los
hombres; Dios, sí, aquél a quien están sujetos los
Ángeles, a quien los Principados y Potestades
obedecen, estaba sometido a María.
De ambas cosas admírate; considera qué sea más
admirable, si la benignísima dignación del Hijo o la
excelentísima dignidad de la Madre. Ambas
constituyen un milagro. Que Dios se someta a una
mujer, es un acto de humildad sin igual y que una
mujer mande a un Dios, puedes ver en ello una
sublimidad sin par. En alabanza de las Vírgenes se
canta que siguen al Cordero dondequiera que vaya.
Ahora bien: ¿de qué alabanzas juzgas digna a la que
le precede? Aprende, oh hombre, a obedecer;
aprende, tú, que eres tierra, a estar sumiso; aprende,
oh polvo, a sujetarte. Hablando de tu Hacedor, dice el
Evangelista: “les estaba sometido”. ¡Avergüénzate,
ceniza soberbia! Dios se humilla, ¿y tú te exaltas?
Dios se sujeta a los hombres, ¿y tú, deseando
dominarlos, pretendes ser más que tu Hacedor?
Dichosa Tú, oh María, en quien no sufrieron
mengua la humildad ni la virginidad: virginidad
singular, que lejos de empañarse con la
fecundidad, recibió de ella mayor lustre; humildad
verdaderamente privilegiada, no menguada, sino
realzada por la virginidad fecunda; fecundidad
incomparable, acompañada a la vez de la
virginidad y de la humildad. ¿Hay nada aquí que
no sea admirable, extraordinario y único? Puesto
a comparar tales prodigios, y de resolver qué es
más de admirar, si la fecundidad de la Virgen o la
virginidad de la Madre; si la excelsitud a que se
eleva la maternidad, o la humildad con que acoge
este encumbramiento, consideramos mucho
mejor poseerlas todas a poseer tan sólo alguna
de ellas. ¿Y qué tiene de particular que Dios, que
a nuestros ojos, y según la Sagrada Escritura, es
admirable en sus santos, haya manifestado serlo
tanto en su Madre? Venerad esposos, la pureza
en una carne corruptible; en cuanto a las santas
Vírgenes, admirad en una Virgen la fecundidad; y
nosotros, hombres todos, imitemos la humildad
de la Madre de Dios».
San Bernardo de Claraval
Homilía I sobre las alabanzas de la Virgen Madre
7. LOS CINCO PRIMEROS
SÁBADOS DE MES
Lucía de Fátima entra en religión muy joven. El 25 de
Octubre de 1925 llega al convento de las hermanas
Doroteas en Pontevedra, donde nuevamente será
testigo de las apariciones de la Santísima Virgen.
En la tarde del 10 de Diciembre de 1925, la joven
postulante está retirada en su celda, y recibe la visita
de la Virgen y a su lado, rodeado por una nube
luminosa, el Niño Jesús. La Santísima Virgen le
muestra un Corazón rodeado de espinas que Ella tiene
en su mano.
El Niño Jesús dice:
«Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre.
Está cercado de las espinas que los hombres ingratos
le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga
un acto de reparación para sacárselas».
Luego, nuestra Madre del Cielo le dice:
«Mira, hija Mía, Mi Corazón cercado de espinas que
los hombres ingratos me clavan sin cesar con
blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura
consolarme y di que a todos los que, durante cinco
meses, en el primer Sábado, se confiesen, reciban la
Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan
compañía durante quince minutos, meditando en los
Misterios del Rosario con el fin de
desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la
muerte con las gracias necesarias para su
salvación».
Lucía consultó a Nuestro Señor acerca de la
confesión para los Primeros Sábados y preguntó si
valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: «Sí;
todavía con más tiempo, con tal que Me reciban en
estado de gracia y tengan intención de desagraviar
al Inmaculado Corazón de María»
.Resaltemos aquí que esta demanda de la Comunión
en los primeros sábados es paralela a la del Sagrado
Corazón de Jesús a Santa Margarita María para los
primeros viernes. También, es conveniente
comprender que la intención primera de la devoción
reparadora de los cinco primeros sábados no es la
de obtener la gracia de la perseverancia final, esto
es, ser asistido en la hora de la muerte para llegar al
Cielo (como es la de los nueve primeros viernes);
sino la de consolar el Corazón de Nuestra Madre del
Cielo retirándole las espinas que nosotros mismos le
hemos puesto por nuestra tibieza, como también las
que los herejes, impíos y apóstatas traspasan en Su
Corazón; mediano que, la Santísima Virgen promete
asistencia en el momento donde nuestra alma
comparecerá ante Dios.
8. CINCO: ¿POR QUÉ?
Esto se realiza en Cinco Sábados porque, según
le revelara Jesús el 29 de Mayo de 1930 en Tuy,
hay cinco especies de ofensas y blasfemias
contra ei Inmaculado Corazón de María:
1.- las blasfemias contra la Inmaculada
Concepción
;
2. - blasfemias contra la Virginidad de María;
3. - las blasfemias contra su Maternidad divina,
y el rechazo de reconocerla igualmente como
Madre de los hombres
los que procuran meter en el corazón de
los niños la indiferencia, el desprecio, e
incluso el odio, contra esta Madre
inmaculada;
los que la ultrajan directamente en sus
santas imágenes.
- La Confesión:
Para cada Primer Sábado es
necesaria una confesión con
intención reparadora. Se puede hacer
cualquier día, antes o después del
Primer Sábado, siempre y cuando se
reciba la Comunión en estado de
gracia.
CONDICIONES
Hay cuatro condiciones para ganar el
privilegio de los Cinco Primeros Sábados de
mes.
1.
La vidente le preguntó a Nuestro Señor: «Mi
Jesús, ¿y las (personas) que se olviden de
formular esta intención (reparadora)», a lo
que Jesús respondió: «Pueden formularla en
la confesión siguiente, aprovechando la
primera ocasión que tengan para
confesarse».
Las otras tres condiciones deben cumplirse
en el propio Primer Sábado, a no ser que
algún sacerdote, por motivos justos,
conceda que se pueda hacer en el domingo
siguiente.
2. - La Comunión Reparadora.
3. - El Rosario.
9. En todas estas cuatro prácticas se debe tener la
intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de
María.
Este fue el mensaje frecuentemente
reiterado de la Madre de Dios a los
pastorcitos. Además del rezo del Rosario
los cinco primeros sábados, rezadlo cada
día de vuestra vida. Ítem, imitad el
ejemplo de la pequeña Jacinta Marto y
esforzaros en hacerlo rezar cada tarde en
familia. Nuestra Señora tenía siempre un
rosario en sus manos durante las
apariciones.
Ella pidió también a los tres niños rezar
una oración especial luego de cada
decena: «Después de cada Gloria Patri de
cada decena, diréis la oración siguiente:
Oh mi Jesús perdónanos, líbranos del
fuego del Infierno, alivia a las almas del
Purgatorio, principalmente a las mas
abandonadas»
Después de cada decena de nuestro
rosario, recitemos esta bella oración, la
cual está en perfecta armonía con el
espíritu de las apariciones de Fátima. Es
de la mayor importancia que la meditación
sobre los Misterios al recitar las oraciones
del rosario es una condición esencial para
rezarlo bien; de otra manera, se convertirá
fácilmente en una simple repetición
mecánica de palabras.
4. - La meditación, durante 15 minutos, de
un solo misterio, de varios o de todos.
También vale una meditación o
explicación de tres minutos antes de cada
uno de los 5 misterios del Rosario que se
está rezando.
11. DEVOCIÓN DE LOS CINCO SÁBADOS
EN HONRA DEL INMACULADO
CORAZÓN DE MARÍA SANTÍSIMA
C O N L I C E N C I A E C L E S I Á S T I C A
P U E B L A D E L O S Á N G E L E S , A Ñ O D E 1 8 6 6
I M P R E N T A D E R I V E R A
Por la señal ✠…
ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
(Para los cinco sábados)
Trinidad Santísima, Omnipotente Dios, Trino en
vuestras divinas personas y Uno en vuestra
adorable esencia: yo os doy alabanzas infinitas por
el tesoro de gracias incomprensibles, con que
adornasteis desde su animación santísima el
Corazón Purísimo de la celestial María, escogida
por vos desde la eternidad por Hija, Madre y
Esposa vuestra, y por lo tanto privilegiada de
carismas, dones y grandezas de vuestra Majestad
infinita, cuantas no puede penetrar el
entendimiento humano, y que la hicieron el
encanto de vuestras divinas miradas, el recreo de
vuestra bondad, y el objeto dignísimo de vuestra
singular dilección. Yo os suplico humildemente ¡Oh
Beatísima Trinidad! Por este Corazón Inmaculado,
vergel preciosísimo, en que florecieron del modo
más admirable y estupendo las fragantes y
odoríferas flores de todas las virtudes, os dignéis
concederme perdón y absolución plenísima de
todas mis maldades, un corazón de fuego para
amaros, de dulzura y caridad para con mis
prójimos, de rigor y dureza para conmigo mismo, y
de frialdad e insensibilidad para todo lo de la tierra.
Haced Señor, que comience una vida nueva, una
vida toda del espíritu, reconcentrada en vos, en
la que procurando únicamente morir a mí y a todo
lo que no sois vos, repare mis ingratitudes, y
amándoos con todo el ardor de mi alma, consiga
la inefable dicha de exhalar a vuestros divinos
pies mi último suspiro, en un ímpetu de dolor por
haberos ofendido, y de esta manera, sea
admitida en vuestra gloria, para cantaros con los
bienaventurados: Santo, Santo, Santo, por toda
la eternidad. Amén.
SÁBADO PRIMERO
ORACIÓN
Madre dulcísima de mi corazón, piadosísima y
purísima María, que, a costa de tantos dolores,
os visteis constituida al pie de la Cruz, por Madre
nuestra, yo contemplo vuestro purísimo Corazón
lleno de la más cruel amargura, al prever las
ingratitudes con que había yo de corresponder
vuestro amor y finezas, dándoos por el primero,
olvido e indiferencia, y por las segundas,
agudísimos dolores con mis repetidas ofensas a
vuestro Soberano Hijo. La vista de esta mi
estregada conducta sería capaz de entregarme al
desaliento y aun la desesperación, sino me
alentará a la tierna confianza que me inspira
12. -Refugio de los pecadores.
-Protectora de los justos.
-Abogada de la Iglesia.
-Madre de todos los fieles.
-Después de Jesús, esperanza de los
agonizantes.
-Reina de los Ángeles.
-Reina de todos los santos.
-Madre de misericordia.
-Vida, dulzura y esperanza nuestra.
L/: ¡Oh santísimo y mu y adorable Corazón
de María, madre de Dios!
R/: Arda en nuestro corazón, el amor divino
que os abraza
ORACIÓN: Dios de bondad, que llenasteis
el corazón de la madre virgen María de los
mismos sentimientos y ternuras que ardían
en el pecho de Jesús, vuestro Hijo por la
salvación de los pecadores, concedernos a
todos los que honramos el sagrado
Corazón de María una perfecta
conformidad de sentimientos, semejantes a
los de Jesús, que con vos vive y reina en
unidad del Espíritu santo Dios por siglos de
siglos. Amen.
SÁBADO SEGUNDO
ORACIÓN
Abogada clementísima de los míseros hijos
de Adán, que, con entrañas llenas de
clemencia, estáis incesantemente
intercediendo ante la Majestad Eterna del
Señor, para conseguirnos el perdón de
nuestros pecados, el remedio de nuestras
necesidades, la preservación de infinitos
males y la consecución de nuestra eterna
felicidad.
vuestro Corazón de Madre, en que siempre
me habéis abrigado para preservarme de
los azotes de la divina indignación
provocada por mi con tantas maldades. Si,
divina María, vos habéis hecho
constantemente conmigo oficios de Madre la
más tierna, aun cuando no he sido otra cosa
que el verdugo deicida de vuestro Santísimo
Hijo: ¿Pues no eh de confiar en vuestro
amor y protección, ahora que clamo
arrepentido a vuestros pies mi perdón?
Alcanzádmelo queridísima Madre mía,
olvidad mis desaciertos, dirigidme una
mirada de ternura, y haced que en lo de
adelante, sea yo un verdadero hijo vuestro,
atento solo a alabaros, serviros y contentar
vuestro purísimo Corazón, con mi fidelidad
en observar la ley santa del Señor, para
que, por este medio, vaya a disfrutar la vista
de vuestra divina hermosura el los alcázares
de la gloria. Amén.
Se rezan cinco Aves Marías al Corazón
Inmaculado, y luego lo siguiente:
ELOGIOS DEL CORAZÓN DE MARÍA
-Corazón de María, siempre sin mancha. R/:
Arda en nuestro corazón, el amor divino
que os abraza
-Lleno de gracia.
-Digno sagrario de la muy adorable Trinidad.
-Tabernáculo del Verbo encarnado.
-En todo animado del Espíritu santo.
-Trono ilustre de la gloria.
-Abismo y prodigio de la más profunda
humildad.
-Holocausto perfecto del amor divino.
-Traspasado y clavado en la cruz con Cristo.
-Asiento de la misericordia.
-Consuelo de los afligidos.
13. para que podamos evadirnos de los castigos
de su divina justicia, tantas veces irritada por
nuestras culpas, acogiéndonos a ese Refugio
Santo, en donde se embotan los filos de la
espada que fulmina el Padre Celestial contra
los infractores de sus divinos preceptos! Mis
temores se desvanecen, mi esperanza se
reanima y mi alma se regocija y alienta al
saber y considerar que la Reina del cielo, la
gran Madre de Dios, ha querido ser y
llamarse del Refugio de los pobres
pecadores, y por eso, mío muy especial,
pues soy el mayor de todos. ¿Cómo os
agradeceremos, ¡Oh princesa soberana!
vuestra ternura y amor para con nosotros,
ingratos hijos vuestros? Mi corazón se
deshace en deseos de manifestaros su
reconocimiento, y, sin embargo, por una
espantosa miseria, no hace otra cosa que
desagradaros con sus infidelidades
continuas. Amparadnos ¡Oh dulce Refugio
nuestro! hacednos agradecidos a vuestro
amor y ternura, y en la hora de nuestra
muerte, escondednos en vuestro Santo
Corazón, para que viéndonos el Señor
defendidos de Vos, nos reciba en su seno
paternal, y nos lleve a adorarlo y a alabaros
a vos en la felicidad de la gloria por toda la
eternidad. Amén.
SÁBADO CUARTO
ORACIÓN
Intercesora constante del desgraciado
género humano, soberana Virgen María: yo
os adoro y doy infinitas gracias y alabanzas
por las incesantes mercedes que
continuamente estáis alcanzando de la
Majestad infinita del Ser Eterno, con vuestros
graciosos ruegos, para todos los miserables
que gemimos en esta tierra de dolor.
¿Qué será de nosotros piadosísima María, si
no os tuviéramos por nuestra infatigable
abogad a la diestra de vuestro Divino Hijo?
¿Cuánto mayores fueran nuestras penalidades,
nuestras desgracias y nuestras calamidades?
¿Cómo podríamos sustraernos de la vibradora
espada de la justicia divina, si vos no
estuvierais interponiéndoos entre ella y
nosotros, conteniendo la vengadora mano del
Altísimo con vuestros ruegos? ¡Oh Divina
Madre de Dios! defensora y protectora nuestra,
seguid, seguid abogando por nosotros,
miserables desterrados en este valle de luto y
miserias: nuestra causa la ponemos en
vuestras manos, y por más criminal que ella
pueda ser, no ha de perderse corriendo de
vuestra cuenta. Volved favorable hacia
nosotros a nuestro Divino Juez, presentándole
por nuestro demérito y cargos terribles sus
méritos infinitos, los vuestros incomprensible y
los muchos dolores que os hemos costado, y
que vos ofrecisteis y aceptasteis gustosa por
nuestra salvación, bien seguros de que, si así
lo hacéis, como lo esperamos de vuestro
corazón maternal, conseguiremos la inefable
dicha de ir a alabar en la patria celestial las
infinitas misericordias del Señor, al par que
vuestra benigna clemencia. Amén.
SÁBADO TERCERO
ORACIÓN
Refugio seguro de los pecadores, dulcísima
Virgen María: ¡Que consuelo tan inefable
inunda mi alma al considerar este tierno título
con que habéis querido llamaros para excitar
nuestro amor y nuestra confianza en vos! ¡Que
firmeza y seguridad no tengo en mis conflictos,
temores y ciudadanos, al mirar que vuestro
purísimo Corazón es la sagrada ciudad de
Refugio que el Señor nos ha concedido
14. ¡Oh María, augusta y soberana Madre de
Dios y nuestra! extended vuestra mano
compasiva para sostenernos, y no permitáis
naufraguemos en tan desecha tormenta
como estamos sufriendo en nuestra
trabajosa peregrinación. Amparadnos, pues
sois nuestra Madre, nuestra Abogada,
nuestra intercesora, nuestro amparo,
nuestro remedio, nuestro consuelo y todo
nuestro bien, después de Dios. A ti
clamamos, no nos desampares, vuélvete
hacia nosotros, pues a ti suspiramos,
abríganos en tu Corazón purísimo, pues es
nuestro refugio, y cuando llegue la hora
terrible de nuestra muerte, consuélanos con
tu amable presencia, y mostrándonos al
dulcísimo fruto de tu virginal vientre, recibe
nuestras pobrecitas almas en tus benignas
manos, y llévalas con seguridad al descanso
eterno de la gloria. Amén.
Los Ángeles y cortesanos del cielo, os bendigan
por vuestra inmensa caridad, y yo, postrado
humildemente a vuestras dulcísimas plantas, os
suplico, ¡Oh Madre e Intercesora nuestra! fijéis
vuestros benignos ojos en nuestro pobre
corazón. Mirad el mío, Señora, ved cuan lleno
está de si mismo, cuan agitado de sus pasiones,
cuan solícito para sus comodidades, cuan tibio
en vuestro servicio y cuan frío e insensible en el
amor de su Dios. ¡Oh María! poned termino a
tantas miserias, mudadme este corazón carnal
en un corazón semejante al vuestro. Dadnos
humildad, pureza, caridad, y un encendido amor
a vuestro Divino Hijo y a Vos, su dignísima
Madre. Amor os pedimos, Señora, encended
este sagrado fuego en nuestro helado corazón,
para que consuma todas nuestras
imperfecciones, nos comuniques todas las
virtudes, y desprendiéndonos del mundo, de
nosotros mismos, y de todo lo que no es de
Dios, solo aspiremos al cielo, solo a el se dirijan
nuestros afectos, y de esta manera, tengamos
un fin dichoso, que sea principio de una felicidad
interminable en la gloria, donde sin velos ni
sombras, podamos recrearnos con la visión
beatífica de nuestro Dios Trino y Uno, que sea
alabado por los siglos de los siglos. Amén.
SÁBADO QUINTO
ORACIÓN
Amparo firmísimo de los que en vos esperan,
amadísima Madre mía, poderosísima Reina de
los Ángeles, dignaos inclinar ese vuestro divino
rostro que el encanto del cielo, hacia vuestros
pobres hijos, que desfallecidos en este miserable
mundo con tantas calamidades como lo
circundan, se encuentran casi sin tener donde
poner el pie con seguridad, pues todo se halla
lleno de lazos, peligros y desgracias sin fin.
16. EL HALLAZGO
DE LA SANTA
CRUZ DE
CRISTO
3 de Mayo
El viaje se había realizado con objeto de encontrar
el Santo Sepulcro, que se hallaba perdido. Se inició
la búsqueda debido al culto de la cruz, desde la
muerte de Jesucristo.
Según la Leyenda dorada de Santiago de la
Vorágine, cuando la emperatriz —que entonces
tenía ochenta años— llegó a Jerusalén, hizo
someter a interrogatorio a los judíos más sabios del
país para que confesaran cuanto supieran del lugar
en el que Cristo había sido crucificado. Después de
conseguir esta información, la llevaron hasta el
supuesto Monte de la calavera (el Gólgota), donde
el emperador Adriano, 200 años antes, había
mandado erigir un templo dedicado a la diosa
Venus. Se cree que en realidad el Gólgota era una
antigua cantera abandonada con un macizo rocoso,
poco útil para la construcción, que quedó sin utilizar
y constituyó posteriormente el patíbulo donde
colocaban las cruces los romanos. Esta cantera
estaba fuera de la muralla, pero cercana a ella.
Santa Elena ordenó derribar el templo y excavar en
aquel lugar, en donde según la leyenda encontró
tres cruces: la de Jesús y la de los dos ladrones.
Como era imposible saber cuál de las tres cruces
era la de Jesús, la leyenda cuenta que Elena hizo
traer un hombre muerto, el cual, al entrar en
contacto con la cruz de Jesucristo, la Vera Cruz,
resucitó. El hallazgo de la reliquia se conmemoraba
antiguamente en el mes de mayo con el nombre de
fiesta de la Invención de la santa Cruz.
La emperatriz y su hijo Constantino hicieron
construir en el lugar del hallazgo un fastuoso
templo, la llamada Basílica del Santo Sepulcro, en
la que guardaron la reliquia. Mucho después, en el
año 614, el rey persa Cosroes II tomó Jerusalén y,
tras la victoria, se llevó la Vera Cruz y la puso bajo
los pies de su trono, como símbolo de su desprecio
a la religión de los cristianos.
En el 327 la emperatriz, madre de
Constantino, fue peregrina en Jerusalén y
quiso buscar la Santa Cruz.
La historia narra el hallazgo de tres
cruces en una antigua cisterna, junto con
los clavos (de los que uno está montado
en la Corona férrea en Monza, un
segundo está en la Catedral de Milán y el
tercero en Roma) y del titulus, el cartucho
–querido por Pilato- que contenía la
condena en tres idiomas (un fragmento se
encuentra en Roma, en la iglesia de la
santa Cruz). Un milagro permitió
identificar la cruz de Cristo.
Cuenta la leyenda que hacia el año 326 la
emperatriz Elena de Constantinopla
(madre del emperador Constantino I el
Grande) hizo demoler el templo de Venus
que se encontraba en el monte Calvario,
en Jerusalén, y excavar allí hasta que le
llegaron noticias de que se había hallado
la Vera Cruz.
17. Tras quince años de luchas, el emperador
bizantino Heraclio lo venció definitivamente en
el año 628. Poco después, en una ceremonia
celebrada el 14 de septiembre de ese año, la
Vera Cruz regresó a Jerusalén, llevada en
persona por el emperador a través de la ciudad
procesionalmente. Dice la leyenda que cuando
el emperador, vestido con gran magnificencia,
quiso cargar con la reliquia, fue incapaz de
hacerlo, no siéndole posible hasta que no se
despojó de todas las galas a imitación de la
pobreza y la humildad de Cristo. Desde
entonces, ese día quedó señalado en los
calendarios litúrgicos como el de la Exaltación
de la Santa Cruz.
18. “LA CRUZ ES EL CAMINO QUE
CONDUCE DE LA TIERRA AL CIELO.
QUIEN SE ABRAZA A ELLA CON FE,
AMOR Y ESPERANZA SE SIENTE
TRANSPORTADO A LO ALTO, HASTA EL
SENO DE LA TRINIDAD.”
SANTA TERESA DE LA CRUZ
19. PIADOSA DEVOCIÓN DE LOS
MIL JESÚS
ACTO DE CONTRICCIÓN
Misericordiosísimo Dios y Señor mío, yo la más vil
de vuestras criaturas, postrado ante vuestro divino
acatamiento, y arrepentido de mi mala vida, digo
con todas las veras de mi corazón, que me pesa de
haberte ofendido solo por ser quien sois y porque
os amo sobre todas las cosas, solo porque sois
digno de ser amado y servido. Propongo con
vuestra gracia confesar todos mis pecados y nunca
más ofenderos. ¡Oh quien siempre os hubiera
amado! Pequé Dios mío, ten misericordia de mí.
MÚSICA
Sin Cruz no hay gloria alguna,
ni eterno llanto con Cruz,
Santidad y Cruz es una.
No hay timbre ni honor sin Cruz,
Ni Santo sin Cruz alguna.
Se besa el suelo diciendo:
Adorámoste, Señor mío Jesucristo y te
bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
JACULATORIA
Oh Cruz Santísima, Oh instrumento escogido por
la Divina Providencia para obrar en ti los misterios
de nuestra redención, yo te venero y reverencio.
PRIMER MISTERIO
Padre nuestro…
En vez de las aves Marías se dice diez veces:
L/: Abominable Satanás, poder en mí no
tendrás
R/: Porque en el día de la Cruz, dije mil veces:
Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús,
Jesús, Jesús, Jesús.
Esto se hará de esa forma en los siguientes
misterios.
MÚSICA
Adorote Cruz bendita,
Rica Joya, Margarita,
Oh dulce y Santo Madreo,
En ti creo y te venero
Pues en ti murió el cordero.
20. SEXTO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Iris de paz es la Cruz,
y la Cruz es el consuelo
del que por la Cruz camina,
y en llevar la Cruz se afina
por esa Cruz sube al cielo.
SÉPTIMO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Báculo fuerte y seguro es la Cruz,
alma querida, aquel resignado
solo atiende, solo mira,
seguir con ella su amado.
OCTAVO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Del cristiano pueblo, la Cruz es honor,
es señal dulce y divina,
y del infierno terror,
Tal es Cruz y suaviza´
de la penitencia el horror.
NOVENO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Por la escala de la Cruz
al cielo subir pretendes,
que es la escala de Jacob,
según Agustín entiende,
ese madero sagrado.
SEGUNDO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Desde el Ara de la Cruz
un Cordero te convida alma,
que, a su imitación, si lograr quieres
la vida, le sigas por su Pasión.
TERCER MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Comió del árbol vedado, Adán,
y nos dio la muerte
pero en otro Árbol Sagrado,
nos dio el dulcísimo Amado,
vida, gracia y felicidad.
CUARTO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Si quieres, alma, dar su fruto,
y cual vara florecer,
empeño propio ah de ser,
con la vara de la Cruz,
ir propiamente a Jesús.
QUINTO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Para escapar de la pena,
si quieres no perecer,
y vida eterna te agrada,
acogida has de tener en la Cruz
Arca Sagrada.
21. PRECES A LA SANTA CRUZ
Señor, ten piedad de nosotros R/: Ten piedad de
nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Dios Padre Creador del Cielo
Dios Hijo Redentor del Mundo
Dios Espíritu Santo
Santísima Trinidad que eres un solo Dios
Cruz Santa R/: Por ella Señor, líbranos de todo
mal
Cruz Digna.
Cruz Preciosa.
Cruz Peregrina.
Cruz admirable.
Cruz enriquecida con el tesoro de la Sangre de
Jesucristo.
Arca Soberana mejor que la de Noé.
Arca Fuerte contra las astucias del demonio.
Arca Santa en que se salvó el género humano del
diluvio de las culpas.
Vara mejor que la de Aarón, que sembrada en la
tierra nos dio fruto de Eterna Vida.
Vara del mejor Moisés, Cristo, con que obró tantos
prodigios.
Llave Preciosa con que se nos abrieron las puertas
de los cielos.
Escala firme para subir al cielo.
Señal y Divisa del Cristiano pueblo.
Insigne defensa contra los enemigos.
Árbol Eternal plantado en medio del Paraíso
Árbol Fecundo del cual sus semillas producen
Santos.
Altar donde se celebró el sacrificio más agradable
ante el Divino Acatamiento.
Instrumento escogido del Eterno para celebrar en ti
el sacrificio del Cordero Inmaculado.
Supremo Remedio de los males.
Instrumento de Paz entre Dios y los hombres.
Báculo fuerte y seguro con que se sostiene nuestra
fé.
DÉCIMO MISTERIO
Padre nuestro…
Abominable Satanás… (como en el primer misterio)
MÚSICA
Jesús para librarte de Cruz,
muertes escogió,
oh que fineza, que amor
quien es de la vida autor,
su vida por ti la dio.
Ahora se rezan un Padre nuestro y las tres Aves
Marías de la forma siguiente:
-Por el Poder y la Gloria que el Padre Eterno dio a
María Santísima, su predilecta Hija, Virgen
Purísima antes del parto, avívanos Señora la virtud
de la Fé: Ave María.
-Por la Sabiduría y Virtud con que el Hijo de Dios
ilustró el alma de su Santísima Madre, Señora
nuestra, Virgen Purísima en el parto, aliéntanos
Señora, la virtud de la Esperanza: Ave María.
-Por el amor con que el Espíritu Santo inflamó el
corazón amantísimo de su amadísima esposa,
Nuestra Señora, Virgen Purísima después del parto,
enciéndenos Señora, la virtud de la Caridad: Ave
María.
-Dios te Salve María Santísima, Templo y Sagrario
de la Santísima Trinidad, Dios te sale María
Santísima, concebida sin mancha de pecado
original, Dios te Salve Castísimo San José.
MÚSICA
Adórote Santa Cruz,
Puesta en el monte Calvario,
Pues en ti se puso a Jesús,
para darnos eterna luz
y librarnos del contrario.
Se reza la Salve y luego las siguientes:
22. nuestros enemigos visibles e invisibles, de todas
las tentaciones, especialmente las que son contra
la fé, esperanza y caridad, que seamos humildes y
mansos de corazón, para que perseverando en
vuestra santidad y gracia, podamos imitar a vuestro
dilectísimo Hijo, que murió por nosotros en ese
santo Madero, después de haberme sujetado a las
mayores pruebas e ignominias, a si mismo, os
suplicamos que por el sacrificio que se consumó en
él, deis libertad a la Iglesia Universal y al Pontífice
que la gobierna, paz y unión entre los príncipes
Cristianos, Victoria contra los infieles y herejes, y
conversión de ellos al gremio de la Santa Iglesia,
que contritos abracen a tu Cruz los pecadores
endurecidos, que deis a las almas del Purgatorio el
descanso eterno, y que todos merezcamos lograr
los frutos que nos consiguió ese Santo Árbol de la
Cruz, muriendo en el nuestro amantísimo Redentor
Jesús, para que llevando la vida con santa
resignación, la Cruz de nuestro estado, muramos
en vuestra gracia y consigamos gozaros
eternamente en la Gloria. Amén.
ORACIÓN
¡Oh Santísima Cruz! ¡Oh inocente y piadoso
cordero! ¡Oh pena grave y cruel! ¡Oh pobreza de
Cristo mi Redentor! ¡Oh llagas muy lastimadas! ¡Oh
corazón traspasado! ¡Oh sangre de Cristo
derramada! ¡Oh muerte de Cristo amarga! ¡Oh
dignidad de mi Dios, digna de ser reverenciada!
Ayúdame, Señor, para alcanzar la vida eterna en la
hora de mi muerte. Amén.
Fuego en que se consumió el sacrificio del
obediente Isaac, Jesús.
Madero Santo, que echado en las amargas aguas
del Marat, las convirtió en dulces.
Terror del Infierno
Medio por el que nos vino la filiación de Hijos de
María.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo, Perdonadnos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo, Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo, Ten piedad de nosotros.
L/: Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R/: Y muerte de Cruz por salvarnos.
SALUTACIÓN A LA SANTA CRUZ
Salúdote Arca Soberana, mejor que aquella que por
mandato de Dios, fabricó el patriarca Noé para que
el y los suyos se libraran de la común plaga del
diluvio, en la cual el linaje humano se reparó de la
común perdida y de la indignación de Dios. Oh
Santísima Cruz, Oh excelentísimo Leño en el cual
fuimos todos los hijos de Adán, libres de la mayor
plaga, que es el cautiverio del demonio, y redimidos
de la culpa, yo humildemente postrado, te venero y
reverencio con profunda humildad, pido a Dios
nuestro Señor, se digne darnos su gracia, para que,
asiduos a ti, Arca Sagrada, podamos navegar por el
hondo y borrascoso mar de este mundo, sin
zozobras, y arribar al puerto seguro de la Gloria.
Amén.
OFRECIMIENTO
Eterno Dios, Creador de todas las cosas y Padre
Misericordiosísimo, nosotros indignos siervos tuyos,
te ofrecemos humildemente este santo rosario, en
memoria de aquel sacrificio que se celebró en el
Leño de la Cruz, rogándote, poderosísimo Señor,
que por ese mismo Santo Leño, seamos librados de
23. ALÉGRATE, ÁNGELO, A
QUIEN EL SEÑOR HA
ESCOGIDO POR PREDICADOR
DE LA VERDAD CONTRA LOS
VICIOS Y HEREJÍAS; Y POR
LUSTRE DE LA IGLESIA CON
TUS VIRTUDES
24. ¡SANTO ES!
7 0 0 A Ñ O S D E L A C A N O N I Z A C I Ó N D E S A N A N G E L O ,
C A R M E L I T A Y M Á R T I R
Sus padres eran judíos, descendientes de
San David a los que la Virgen María se les
apareció y les conminó a convertirse, y les
anunció el nacimiento de gemelos, a los
que llamarían Ángelo y Juan. Nacieron en
abril de 1186, y me salto toda la infancia,
llena de prodigios, renuncias y actos
heroicos. Joven ya, decidió entrar en
religión, entró en la Orden Carmelita, en el
convento de Santa Ana, radicado en la
supuesta casa de la santa, en las afueras
de Jerusalén junto su hermano el Beato
Juan de Jerusalén. Fue Ángelo destinado
al Monte Carmelo, donde fue perfecto
religioso, abstinencia total, cuaresmas y
penitencias, milagros de todo tipo. En 1219
llegó a Sicilia, luego de por un milagro,
convertir a los piratas moros que le iban a
asesinar.
Predicó en Messina y Civitavecchia, donde
conoció a Honorio III, que le pidió fuera a
Roma, a predicar para él mismo y para el
pueblo.
Estaba Ángelo predicando un sermón en San
Juan de Letrán, cuando supo por revelación
que estaban allí los santos patriarcas Santo
Domingo Guzmán y San Francisco de Asís,
Ángelo no los conocía, pero al subir al púlpito
dijo que, entre los que escuchaban "había
dos nuevas y firmes columnas de la Iglesia".
Predicó tan bien, que ambos santos quisieron
conocerlo y "como si siempre se hubieran
conocido, se abrazaron". Y los tres
compartieron varias profecías.
Luego de esto, Ángelo fue a Nápoles, Sicilia,
Calabria, Agrigento, dejando conversiones y
milagros en todos estos sitios. Llegó a Licata,
donde el 25 de abril de 1220 predicó
públicamente contra el Conde Berengario,
que vivía públicamente con una amante,
llamada Margarita.
Esta se convirtió, dejó al conde y quiso una
vida de penitencia. Berengario, furioso,
esperó para tomar venganza.
25. El 5 de mayo (como le había dicho San
Juan Bautista a Ángelo en una visión),
estando predicando en la iglesia de Santos
Felipe y Santiago, Berengario se acercó al
santo y le asestó cinco puñaladas en el
pecho. El pueblo se enfureció, pero Ángelo
pidió perdonaran a su agresor, como él
mismo lo hacía. Este perdón heroico, más
que los resplandores, cantos celestiales y
una paloma blanca que salió de su interior,
ya bastan para que desde ese momento
fuera considerado santo. Allí reposan sus
veneradas reliquias hasta hoy.
Por Ramón Rabre Jordá
55
26. DEVOTO QUINARIO CON QUE LAS ALMAS
DEVOTAS DE SAN ANGELO, CARMELITA,
GLORIOSO MÁRTIR DE JESUCRISTO,
PODRÁN PREPARARSE A CELEBRAR LA
FIESTA DE TAN GRAN SANTO
D I S P U E S T O P O R F . J . A . T . C . E . P A R A G L O R I A D E D I O S ,
A U M E N T O D E L A D E V O C I Ó N C R I S T I A N A , Y
A P R O V E C H A M I E N T O E S P I R I T U A L D E T O D O S .
ACTO DE CONTRICION
Dulcísimo Jesús de mi corazón, Salvador y redentor
mío amabilísimo, autor y consumador de nuestra fe,
que con ella fortalecéis, aun a las almas más
débiles, y los hacéis superiores a los tormentos y
suplicios más imponentes y crueles: aquí tenéis,
Señor a un miserable pecador, que, a pesar de su
indignidad, os quiere adorar con todas las efusiones
de un corazón enternecido. Mis deméritos son
infinitos, pero valoren, Señor, mis pobres oraciones,
los relevantes méritos de vuestro ínclito soldado y
padre mío san Ángelo; y por su intercesión dignaos
concederme lo que más me convenga. Pequé, Oh
Dios mío, pero ya abomino la culpa, y me pesa de
haber sido ingrato a vuestro amor. Concededme el
perdón, y no me neguéis la gracia que especialmente
pido en este quinario, si se dirige a vuestra mayor
gloria, y bien de mi alma. Amen.
ORACION PARA TODOS LOS DIAS
Gloriosísimo padre y protector mío san Ángelo, hijo
predilecto de la reina de los ángeles María
santísima, a cuya predilección debéis el nombre
celestial con que fuisteis agraciado, que indica la
virtud instintiva que adorna vuestra alma pura, y los
ardores seráficos de vuestro candoroso corazón.
Dechado de santidad, compendio de todas las
virtudes cristianas y religiosas,
taumaturgo del Carmelo, mártir de Jesucristo,
rendidamente os suplico, por tantos gloriosos
timbres que os distinguen en la: Iglesia militante y
triunfante, roguéis por mí a la soberana Madre de
Dios, para que se digne encaminar hacia mí sus
amorosas miradas; y me alcance de su hijo
Jesucristo, mi Señor la gracia que necesito para vivir
santamente; y que después de esta vida, goce el
descanso dulcísimo de la gloria. Amen.
DIA PRIMERO
ORACION
Todo poderoso y eterno Dios, sabiduría increada, y
amor inmenso, que sois admirable en vuestros
santos, y en cada uno de ellos renováis vuestra
imagen que alteró el pecado. Perfectísimamente
delineada vemos vuestra mano en vuestro
gloriosísimo mártir san Ángelo, tallo hermoso del
árbol de la vida, que vuestra purísima madre plantó
en el Carmelo. Gracias infinitas os sean dadas por lo
mucho que lo engrandecisteis. (Aquí se varia la
oración todos los días)
*Pues fue obra de vuestra predilección, que la
soberana Reina de los ángeles, después de haber
sacado a sus padres de las tinieblas del judaísmo, y
llamándolos a la vida de la fe, les anunciase cuán
grande sería en vuestros ojos el hijo que les
prometía
27. y que el nombre de Ángel con que debía ser
agraciado fuera indicio del candor de su corazón,
y de los altos destinos para que lo aprestabais.
Haced, oh Señor, que mi alma sea fiel imitadora
de tan gran santo, en la devoción a vuestra
divina madre María, y en la práctica de todas las
virtudes; a fin de que, oyendo y conociendo
vuestra voz, como otra de vuestras ovejas, os
siga á do quiera me llaméis, y como discípulo
vuestro esté con vos en el cielo. Amen.
Aquí se rezarán cinco Padre nuestros, Ave
María y Gloria Patri, con las siguientes
coplillas, en memoria de las cinco llagas que
recibió el santo en su martirio:
Un respetuoso portento
Nos hace admirar María,
Mostrándose autora y guía
De Ángelo en su nacimiento.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
Al santo la confusión
Del mundo y su vanidad
Le hace, en la flor de su edad
Entrarse en la religión.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
Después de todo el fervor
Que en la clausura observó
En un desierto emprendió
Toda aspereza y rigor.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
Una luz tan peregrina
Dios a luz quiso sacar,
Y le ordenó predicar
La católica doctrina.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
Como un ángel destinado
Por Dios a extender la fe,
Lo hizo, y su corona fué
El morir martirizado.
Padre nuestro, Ave María y Gloria
OFRECIMIENTO
Jesús de mi corazón, Verbo del divino Padre, luz
indeficiente, que ilumináis a todos los hombres que
vienen a este mundo, león de la tribu de Judá, que
vencisteis al enemigo con vuestra cruz, y renováis
esta victoria en cada uno de vuestros soldados: rey
de los siglos inmortal, que os complacéis con los
obsequios y cultos que tributamos a vuestros santos.
Recibid, oh Señor, con agrado los que consagramos a
la memoria de vuestro invicto atleta san Ángelo
concedednos cariñoso lo que os pido, para todos sus
devotos, al devolveros su alma santísima, entre los
dolores de su martirio, que es, que sean admitidas
ante vuestra Majestad todas nuestras peticiones. ¡Oh!
y qué dicha tener tan grande intercesor! ¡oh! ¡y quién
no invocará a vuestro siervo, para sentir aligerarse las
cruces con que nos oprime el mundo! Pero no es
esta, especialmente la gracia que os pedimos;
menguadas fueran, oh Señor, y propias de corazones
mezquinos estas demandas. Pedimos vuestra gracia,
pedimos vuestra amistad, pedimos la mansión
dichosa de la gloria, en donde esperamos veros y
gozaros con el Padre, y el Espíritu santo, por siglos
eternales. Amen.
DIA SEGUNDO
* Pues fué obra de vuestra predilección, que, como
verdadero hijo de los profetas, repudiase
prematuramente el mundo y sus placeres, mirando
como estiércol los halagos y lucimientos, que sin
avaricia le prodigaba; y escogiese por su única
porción y herencia los abatimientos del claustro, a que
lo llamabais, cifrando toda su ambición en adornarse
con el tosco sayal que forma el noble blasón de los
hijos de vuestra madre del Carmelo. Haced, oh Señor,
que mi alma sea fiel imitadora de tan gran santo en
huir las ocasiones, despreciar los prestigios con que
el mundo nos intenta tiranizar, y aborrecer las
malicias de una carne de pecado para que extraño
siempre a todo lo que puede apartarme de Vos, viva
una vida angelical, para ser como los ángeles de Dios
en el cielo. Amen.
28. DIA TERCERO
* Pues fué obra de vuestra predilección, haberlo conducido
a la soledad del desierto, en donde sin estorbo alguno,
oyó, por cinco años continuos, las palabras que se dignó
hablarle vuestra Majestad. Vuestro Espíritu lo impulsó, oh
Dios mío, a sus traerle del dulce trato con los ángeles en
carne del Carmelo, para tener su comunicación íntima con
Vos y los ángeles del cielo, y para aprestarse, cual otro
Moisés, o su santo patriarca Elías, con santa
contemplación, penitencias y vigilias, para las grandes
empresas a que lo destinara vuestra adorable providencia.
Haced, o Señor, que mi alma sea fiel imitadora de tan gran
santo, en buscar siempre el retiro, do le habléis al
corazón. Y que emprendiendo con resolución los rigores
de la penitencia llore mis culpas, blanqueando, por este
medio, aquella vestidura que me dio la madre Iglesia, y
blanqueada con la caridad, será el vestido nupcial de mi
alma, con el cual entrará en las bodas eternas del
Cordero. Amen.
DIA CUARTO
* Pues fué obra de vuestra predilección, que, como
verdadero hijo del grande Elías, celase siempre por
vuestra gloria, y pegase fuego al mundo con su
predicación. Ángelo verdadero y mensajero fiel de
vuestra voluntad, vuela de un hemisferio a otro, con las
alas de la obediencia y de la caridad, para enseñar a
todos vuestros caminos: guerra contra las potestades
tartáreas, de cuyas fauces saca la presa, como David
que la arrebata al oso y al León; y arrostra mil y cien mil
peligros para daros a conocer y haceros adorar de
vuestras criaturas. Haced, oh Señor, que mi alma sea fiel
imitadora de tan gran santo en el celo por vuestra gloria,
cooperando con todas mis fuerzas a la conversión de los
pecadores, y a la salvación de las almas, a fin de que,
conservando pura la mía, entre en la remuneración de la
eterna gloria. Amen.
DIA ÚLTIMO
* Pues fué obra de vuestra predilección, que a la corona
que le labraron su admirable sabiduría y sus angelicales
virtudes, juntase la palma del martirio. Vos, oh Salvador
mío, le llamasteis á tanto honor, de fecundar la
predicación evangélica con su sangre diciéndole: “Animo,
soldado mío, sal a la palestra, como mi precursor el
Bautista, y serás coronado con la diadema del triunfo”
¡Oh! y ¡qué gloria ser llamado a dar su sangre por Vos,
en desquite de la vuestra, que fué derramada por
nosotros y por nuestra salud! Qué timbre tan glorioso
poder decir con el gran Pablo: «Yo traigo esculpidas en
mi cuerpo las llagas de mi señor Jesús.» Haced, oh
Señor, que mi alma sea fiel imitadora de tan gran santo,
confesándoos delante de los hombres, por mi Dios y
Salvador, mereciendo así que. me confeséis ante el
trono de vuestro divino Padre: y que siempre firme en la
confesión de vuestra fe, como; vuestro siervo y padre
mío san Ángelo, no me arredren los peligros de esta
vida, antes sí suba animoso con vos al Calvario, para
subir después al monte santo de la gloria. Amen.
29. SI LAS ÍNTIMAS PREOCUPACIONES DE
CADA CUAL SE LEYERAN ESCRITAS
SOBRE SU FRENTE, ¡CUÁNTOS QUE
CAUSAN ENVIDIA NOS MOVERÍAN
LÁSTIMA!
San Juan de Mata
30. 300 AÑOS DE LA TRASLACIÓN
DE N. P. SAN JUAN DE MATA
San Juan de Mata, fundador de la Orden de
la Santísima Trinidad para la redención de
los cautivos cristianos, murió en el Santo
Tomás in Formis, Roma, el 17 de diciembre
de 1213. Fue enterrado en un sepulcro de
mármol en la iglesia conventual, en el que
grabaron este texto: "En el año de la
Encarnación del Señor, 1197, en el
pontificado del señor papa Inocencio III, en
el primer año, el 17 de Diciembre, por señal
de Dios fue instituida la Orden de la Santa
Trinidad y de los Cautivos por el hermano
Juan, bajo propia Regla, concedida a él por
la Sede Apostólica. Fue sepultado el mismo
hermano Juan en este lugar, el año del
Señor 1213, el mes de diciembre, el día 21".
Más de 100 años veneraron los religiosos
las reliquias de su amado fundador, hasta
más de 150 años. En 1378 comenzó el
cisma de Occidente, y la Iglesia quedó
escindida en dos facciones, dos
obediencias; una a Urbano VI, papa italiano
y otra a Clemente VII, antipapa francés.
El General de los Trinitarios y los religiosos
franceses se pusieron de parte del antipapa, lo
que provocó que en1379 Urbano VI echara a
los religiosos trinitarios de Roma, y les
expropiara su querida casa de Santo Tomás in
Formis. El convento pasó a manos del
Capítulo Canonical de la basílica de San
Pedro del Vaticano. Y allí quedaron las santas
reliquias. En 1417, llegado el fin del cisma con
la elección de Martín V, el convento no
regresó a sus dueños, sino que siguió siendo
propiedad de San Pedro. En el siglo XVI el
convento e iglesia amenazaban ruina, por lo
que el General de la Orden pidió a San Pio V
(30 de abril) les devolviese el convento, para
restaurarlo y dar debido culto a su Fundador.
San Pío V mandó al Capítulo de San Pedro
que devolviera el convento a sus dueños, y así
se habría hecho si el santo papa no hubiera
fallecido el 1 de mayo de 1572.
El malestar por el abandono del sepulcro del
santo fue colmando la paciencia de los
religiosos trinitarios.
7 D E M A Y O
31. En 1598 San Juan Bautista de la
Concepción (14 de febrero) escribirá:
"sienten sus religiosos tan gran amor hacia
el Fundador que, si pudieran ir millares de
leguas por buscar sus santas reliquias
fueran". En el siglo XVII se comenzó a
promover la canonización equivalente de
Juan de Mata. Para estas fechas tres
comunidades trinitarias están establecidas
en Roma: San Carlino “alle Quattro
Fontane”, con trinitarios descalzos, en Santa
Francisca Romana los calzados y los
trinitarios reformados franceses,
establecidos en San Dionisio.
Vamos, que por convento no era. Su
interés estaba ceñido al cuerpo del santo,
abandonado en el casi derruido convento.
Hartos de aquello, el 18 de marzo de 1655
los trinitarios calzados Gonzalo de Medina
y José Vidal van a Santo Tomás in Formis,
rompen una ventana de la iglesia, abren la
sepultura y toman los huesos de San Juan
de Mata. En su lugar dejaron un papel que
decía que robaban las reliquias movidos
por el celo por la Orden, y el dolor que les
provocaba el ver los huesos del santo en
una iglesia que no era la apropiada,
estando medio derruida. Guardaron las
reliquias en un arca forrada de brocado y la
sellaron.
En 1686 los frailes descalzos reclamaron
las reliquias para si, para darles la debida
veneración pública, aunque antes pidieron
y obtuvieron la certificación de autenticidad
de las mismas por Inocencio XIII, el 16 de
septiembre de 1721. Se dividieron entre los
calzados y los descalzos, y algunas
porciones se llevaron a Roma (a San Pedro
y a Santo Tomás in Formis), a Tolosa y
Portugal.
En 1722 los trinitarios descalzos
depositaron las reliquias en una bella urna
barroca de plata y pedrería y el 7 de mayo
del mismo año la trasladaron
solemnemente a la iglesia madrileña de la
Santísima Trinidad. Fue una traslación
rodeada de fastos, novena y predicación.
Dicha iglesia es la actual "Jesús de
Medinacelli".
Por Ramón Rabre Jordá
32. "YA QUE ME HAS DADO EL
DOLOR, CONCÉDEME
TAMBIÉN EL VALOR".
SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI
33. DEVOCIÓN DE LOS CINCO
VIERNES
DEDICADOS A
SANTA MARÍA MAGDALENA
DE PAZZIS
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Desde el trono de vuestra gloria ¡oh serafín de amor y
verdadera gloria del Carmelo, María Magdalena de
Pazzis!, dirigid una mirada compasiva sobre nosotros,
que, postrados ante vuestra imagen, imploramos
vuestra misericordia y auxilio. Somos pecadores, es
cierto, y tantas veces ingratos a los divinos beneficios
y rebeldes por el pecado a vuestro Esposo Jesús, nos
hemos hecho indignos de vuestra protección. Mas no
por esto hemos dejado de pertenecer al número de
vuestros devotos ni queremos desesperar de nuestra
salvación, conociendo cuán grande es vuestro afán
en convertir a los pecadores. Apoyados, pues, en
esta confianza ¡oh gloriosa Santa! y arrepentidos de
nuestras pasadas culpas, os pedimos vuestro socorro
para que, vueltos por vuestra intercesión, cual hijos
pródigos, a los amorosos brazos de la gracia,
hagamos en adelante todos los esfuerzos para
conservarla cuidadosamente en el corazón, pudiendo
ella sola guiamos al puerto seguro de la felicidad
eterna. Mas, persuadidos que, sin la práctica de las
virtudes cristianas, jamás nos será posible agradar al
Señor, concedednos, especial Protectora nuestra,
aliento y valor para seguir fielmente vuestros
esclarecidos ejemplos, a fin de que podamos llegar a
ser caros y aceptables ti Dios y recibir aquellos
santos dones de que Él os colmó. Amén.
VIERNES PRIMERO
CONSIDERACIÓN
Considera Alma Cristiana, como María Magdalena de
Pazzis, enamorada de la Pasión de Jesús, deseando
ser traspasada con su Esposo, mereció participar los
acervos tormentos de su dolorosa Pasión. Alégrate,
con la Santa, y suplícala te alcance del Señor,
devoción a su Santísima Pasión
GOZOS
Luce tanto en tierra y cielo
Que en santidad peregrina
Es Magdalena Divina
Gloria y honra del Carmelo.
Al monte, desde el jardín,
Sube Magdalena ufana,
Vuelta en Divina, de Humana
De Mujer en Serafín,
Su celo y amor, sin fin
Publican la tierra y cielo.
Vistiendo el traje de Elías,
Su celo también hereda,
Tan unida a Cristo queda,
Que en continuas alegrías
La aclaman las Jerarquías,
En su remontado vuelo.
34. Quiere probar su valor,
Con evidencias, Dios mismo,
Metiéndola en un abismo
De tentación y dolor,
Lleva con perfecto amor
El trabajo y desconsuelo.
En premio de su victoria
Que reporta del demonio,
Fue evidente testimonio
Darle prendas de su Gloria
El esposo, y en memoria,
Corazón, anillo y velo.
Sus llagas también recibe,
Por más prueba, Magdalena
Sufriendo su acerba pena,
Porque en Jesús solo vive,
Como esposa ya la escribe,
En el libro del consuelo.
Esmáltale el corazón,
Con oro y sangre, agustino,
De lo humano y lo divino,
Hace en ella ostentación,
Este favor fue ocasión,
De más amor, y más celoso.
Favores le comunica,
Tan singulares, su esposo,
Que está contento y gozoso,
Como a voces lo publica,
De verla con ellos rica,
Y heredera de su cielo.
L/: Ruega por nosotros Santa María Magdalena
R/: Para que seamos dignos de las promesas de
Cristo.
ORACIÓN: Señor Dios, tú que amas la virginidad,
has enriquecido con dones celestiales a tu virgen
Santa María Magdalena de Pazzi, cuyo corazón se
abrazaba en tu amor, concede a cuantos
celebramos hoy su fiesta, imitar los ejemplos de su
caridad y su pureza. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
VIERNES SEGUNDO
CONSIDERACIÓN
Considera, como el nuevo Serafín de amor, viendo en un
Éxtasis las grandes culpas con que los pecadores
ofendían a Dios, tanto Se aflige, Que llora con la mayor
vehemencia tres horas continuas. Pero la consoló Jesús,
desposándose con ella, con un precioso Rubí, que sacó
de su Divino Costado. Alégrate pues, con su Esposa
feliz, y pídele su auxilio, para alcanzar lágrimas, para
llorar todas tus culpas.
VIERNES TERCERO
CONSIDERACIÓN
Considera, como queriendo Jesús declarar Reyna a su
querida Esposa, se le apareció glorioso, y la corono con
su propria Corona de Espinas, comunicándola todos los
viernes los tormentos de su Pasión, los que sufría la
Santa, con el mayor gozo de su Alma. Alégrate con la
Santa, ya coronada Reina de las penas, y suplícale su
asistencia, para sufrir las tribulaciones con alegría.
VIERNES CUARTO
CONSIDERACIÓN
Considera como esta prodigiosa Reina, estando en
profunda contemplación, meditando, por una parte, la
grandeza de Dios, y por otra, la ingratitud de los
pecadores, sintió la mayor pena de su Corazón, y tanto
enamoró a Jesús, que con su propia mano la dio su
Corazón. Gózate con la Santa, y transformado en Jesús,
y pídele te alcance uniformidad con la Divina Voluntad, y
el desprenderte de todo afecto al mundo.
VIERNES QUINTO
CONSIDERACIÓN
Considera, como siendo la Santa combatida de terribles
tentaciones de impureza, después de ásperas
penitencias, recurrió a María Santísima; la consoló como
Madre, y le puso un Velo muy blanco, asegurándola que
no tendría jamás semejantes tentaciones. Alégrate pues,
con la Santa, por su pureza Angélica, y ruégale que te
asista, para conseguir en todas las tentaciones, victoria.