En un mundo cada vez más cambiante, exigente y competitivo, el éxito pareciera centrarse más en la obtención de logros externos y materiales que en la búsqueda de una vida más integral y equilibrada. Esta búsqueda del reconocimiento, tener una posición económica excelente o un buen lugar en la sociedad se están considerado como los mejores valores con los que podamos vivir.