La Peste Negra fue una pandemia de peste bubónica que asoló Europa entre 1347 y 1353, matando aproximadamente a un tercio de la población europea. Se originó en Asia y llegó a Europa a través de rutas comerciales, propagándose rápidamente debido a las malas condiciones de higiene. Los síntomas incluían bubones inflamados, fiebres altas y delirio. Se estima que entre 30-60% de los europeos murieron, vaciando pueblos enteros y acelerando cambios sociales y
2. La peste negra o muerte negra se refiere
a la pandemia de peste más devastadora
en la historia de la humanidad que
afectó a Europa en el siglo XIV y que
alcanzó un punto máximo entre 1347 y
1353; se estima que la misma fue causa
de muerte de 25 millones de personas
tan solo en Europa (aproximadamente
un tercio de la población del continente
en aquel entonces) y unos 40 a 60
millones más en Asia.
3. De acuerdo con el conocimiento
actual, la pandemia irrumpió
en primer lugar en Asia, para
después llegar a Europa, a
través de las rutas comerciales.
Introducida por marinos, la
epidemia dio comienzo en
Mesina, Italia. La peste se
extendió desde Italia por
Europa afectando a Francia,
España, Inglaterra, Alemania,
Hungría y finalmente el
noroeste de Rusia.
4. El gran crecimiento demográfico que el mundo
feudal había vivido durante la Plena Edad
Media había puesto en cultivo tierras cada vez
de menor calidad y de bajo rendimiento, lo que
provocó una paulatina caída de la
productividad y una creciente malnutrición. En
este contexto llegó un bacilo que en otra
situación habría sido recibido con fuertes
defensas fisiológicas y no habría provocado
gran mortandad, pero que esta vez encontró un
sistema inmunitario debilitado.
Contexto
6. Hubo quienes imaginaron que la peste podía tener un origen
astrológico como la alineación planetas, los eclipses,
cometas, etc.; o bien geológico, como erupciones volcánicas y
sísmicos.
Únicamente en el siglo XIX se superó la idea de un origen
sobrenatural de la peste. Se dio un fuerte impulso a la
investigación científica, y fue así como los bacteriólogos
Kitasato y Yersin, descubrieron que el origen de la peste era
la bacteria Yersinia pestis, que afectaba a las ratas negras y a
otros roedores y se transmitía a través de los parásitos que
vivían en esos animales, en especial las pulgas, las cuales
contagiaban a los humanos con su picadura.
El contagio era fácil porque ratas y humanos estaban
presentes en graneros, molinos y casas.
Origen
7. El miedo no tardó en transformarse en pánico. Se adoptaron hábitos
extraños. Algunos azotaban sus cuerpos, mientras peregrinaban de ciudad
en ciudad proclamando que la peste era un castigo de Dios. Otros en cambio
se dedicaron a la persecución de extranjeros y minorías, o de quienes se
autodenominaban brujos, curanderos y gitanos. Los judíos casi no se
contagiaban por su higiene. Eso resultó muy sospechoso y fueron acusados
de envenenar las fuentes de los cristianos, y también fueron salvajemente
perseguidos, torturados y quemados en hogueras
8. La bacteria rondaba los hogares durante un período
de entre 16 y 23 días antes de que se manifestaran los
primeros síntomas de la enfermedad. Transcurrían
entre tres y cinco días más hasta que se produjeran
las primeras muertes.
La enfermedad se manifestaba en las ingles, axilas o
cuello, con la inflamación, supuraciones y fiebres
altas que provocaban en los enfermos escalofríos,
rampas y delirio.
El ganglio linfático inflamado recibía el nombre de
bubón o carbunco, de donde proviene el término
«peste bubónica».
Síntomas
10. La forma de la enfermedad más corriente era la
peste bubónica primaria, pero había otras
variantes:
La peste septicémica, en la cual el contagio
pasaba a la sangre, lo que se manifestaba en
forma de visibles manchas oscuras en la piel –de
ahí el nombre de «muerte negra» que recibió la
epidemia–
La peste neumónica, que afectaba el aparato
respiratorio y provocaba una tos expectorante
que podía dar lugar al contagio a través del aire.
La peste septicémica y la neumónica no dejaban
supervivientes.
11. El principal medio de contagio de la
peste eran las picaduras de las pulgas,
que campaban a sus anchas en una
sociedad con tan poca higiene como la
medieval.
La enfermedad afectó a personas de
todo tipo y condición.
Contagio
12. Desde los puertos a las zonas interiores, la
terrible plaga procedente de Asia se extendió
por toda Europa en poco tiempo, ayudada por
las pésimas condiciones higiénicas, la mala
alimentación y los elementales conocimientos
médicos.
13. La transmisión se produjo a través de barcos
y personas que transportaban los fatídicos
agentes, las ratas y las pulgas infectadas,
entre las mercancías o en sus propios
cuerpos, y de este modo propagaban la
peste, sin darse cuenta, allí donde llegaban.
Las grandes ciudades comerciales eran los
principales focos de recepción.
15. Se estima que entre el 30 % y el 60 % de la
población de Europa murió desde el
comienzo del brote a mitad del siglo XIV.
Algunas localidades fueron totalmente
despobladas, con los pocos supervivientes
huyendo y expandiendo la enfermedad
aún más lejos.
Consecuencias
16. La peste provocó una contracción del área
cultivada en Europa, lo que hizo descender
profundamente la producción agraria.
La repentina escasez de mano de obra barata
proporcionó un gran incentivo para la
innovación que ayudó a traer el fin de la
Edad Media. Algunos argumentan que causó
el Renacimiento.
La epidemia se repitió en sucesivas oleadas
hasta 1490. Ninguno de los brotes
posteriores alcanzó la gravedad de la
epidemia de 1348.
17.
18. Durante los decenios que siguieron a la gran
epidemia de 1347-1353 se produjo un notorio
incremento de los salarios, a causa de la
escasez de trabajadores. Hubo, también, una
fuerte emigración del campo a las ciudades,
que recuperaron su dinamismo; lo que dio un
nuevo impulso a la economía rural. Así,
algunos autores sostienen que la mortandad
provocada por la peste pudo haber acelerado
el arranque del Renacimiento y el inicio de la
«modernización» de Europa.