El documento discute la importancia de enseñar para la comprensión en lugar de la memorización. Sostiene que es mejor enseñarle a los niños a pensar y darles herramientas para el aprendizaje racional. También argumenta que el currículo debe vincularse con las experiencias e intereses de los estudiantes y que la labor del maestro es guiar a los estudiantes a reflexionar y analizar para que comprendan.