2. VINOS SIN ALCOHOL
• Vinos con graduación alcohólica similar a la
cerveza y se afianzan como nuevo nicho de
mercado. Con detractores y fanáticos, se
consiguen en casi todos los países del mundo.
4. VINOS SIN ALCOHOL
• Los procesos disponibles en el mundo para “remover” el
alcohol de un vino son varios, algunos más invasivos que
otros. Los tres más usados son la ósmosis inversa, la
evaporación a baja temperatura y la centrifugación.
• Estos refrescos a base de vino o vinos desalcoholizado son
justamente bebidas cotidianas, sin grandes alardes de
calidad, para un consumo desestructurado, que conservan
las virtudes medicinales de sus hermanos mayores, tanto
como una buena parte de su sabor. Sea como vectores que
introduzcan nuevos consumidores al universo del vino o
como bebidas que apenas tendrán un rincón aparte, la
única verdad sobre los vinos desalcoholizados es que son
una realidad en el mundo. Y ahora, también en la
Argentina.
6. VINOS SIN ALCOHOL
•
• Bien fríos. Sin grandes pretensiones, aceptan
el hielo hereje con cariño y por sus burbujas
evidentes tiene más bien un perfil fiestero que
festivo. Si sos un amante del vértigo de lo
nuevo, en esta bebida vas a encontrar algo
diferente y tajante. Neo seguramente tendrá
amantes sin fisuras y detractores a ultranza.
8. VINOS SIN ALCOHOL
• Los vinos desalcoholizados son ideales para los bebedores
que no encuentran en el vino su elección preferida. En La
Riojana piensan que Neo, “tiene un público objetivo entre
las mujeres y jóvenes, que buscan acercarse al mundo del
vino con productos frescos, livianos y principalmente fáciles
de beber,” de acuerdo con Roberto Monsalvo, el jefe de
Marketing y Comunicación de la bodega. Los mismos
desalcoholizados salen a disputarle mercado a los frizantes,
pero se presentan como productos bien distintos. Por sus
características, la principal diferencia es la baja graduación
alcohólica, casi igual que una cerveza, una bebida que es de
consumo masivo especialmente entre los más jóvenes.
10. VINOS SIN ALCOHOL
• Con ese mismo argumento, la prestigiosa bodega Miguel Torres
acaba de lanzar en España una prueba piloto con Natureo, un vino
desalcoholizado, que busca competir con el poco glamoroso
Sandevid, un refresco a base de vino que ya tiene fieles seguidores
en la península ibérica. Pero no son los únicos. En Francia, las
marcas Pol Vignan y Côte de Vincent tienen toda una línea de
productos cero alcohol cuyo precio ronda los diez euros por botella.
Mientras que en Australia y Nueva Zelanda se desarrollan también
etiquetas de este tipo, como los que comercializa la empresa
Aotearoa, con su marca Alcohol Fre (sí, leyeron bien, sin doble e). El
paraíso está en Estado Unidos. En el país del norte existen al menos
diez bodegas que los elaboran, entre ellas algunas del famoso Napa
Valley, algo así como la cuna del vino en ese país. Ariel Winery es la
más prestigiosa y ya cuenta con varios premios por la calidad de sus
vinos de poca graduación.
12. VINOS SIN ALCOHOL
• Probamos Neo. No hay que buscar en él el sabor del vino,
ya que no intenta emularlos en nada. Es una bebida suave y
frutal, elaborada con uvas. Y esa es la sensación que se
tiene al beberlos: la de un refresco más que una bebida
alcohólica. Quienes gusten de los frizantes o los
espumantes dulces encontrarán en Neo dos buenos
productos ready to drink. El blanco, a base de Torrontés,
tiene una lejana reminiscencia de la uva en la nariz,
mientras que en boca es dulzón y refrescante a la vez. Una
bebida ideal para bajar grados centígrados en el verano –en
eso se parece a la cerveza- con un gusto propio de postres.
El tinto pega en el mismo poste, con la diferencia de que
resulta cálido a la boca, quizás por su base de Malbec.