La autora trabajó como monitora en una ludoteca donde tuvo la oportunidad de enseñar y aprender de los niños. Un día, llegó una niña nueva llamada Marina de 6 años que dijo que no sabía escribir, solo usar su tableta. Sin embargo, cuando hizo actividades de lengua en su tableta, la autora se sorprendió al ver que Marina podía escribir sin problemas. La madre explicó que Marina había aprendido a escribir antes en la tableta que con lápiz y papel. Esto llevó a la autora a cuestionarse
1. UNA EXPERIENCIA PARA CONTAR
Hace ya dos veranos, tuve la increíble oportunidad de poder trabajar como
monitora en una ludoteca. Fue una grata experiencia, no solo por poder
enseñar y ayudar a los más pequeños, sino por todo lo que aprendí yo con
ellos.
Al tener la oportunidad de poder publicar en ésta revista, quería compartir
con todos vosotros una de las tantas anécdotas que tuve en aquel verano con
estos niños.
Una mañana, como otra
cualquiera, del mes de Julio del
2014, llegó a la ludoteca una
alumna nueva, recuerdo que se
llamaba Marina, de 6 años.
Como a todos los demás, le dije
que había que hacer tareas
antes de comenzar con los
juegos y manualidades que
hacíamos allí; con lo cual le
entregué una ficha de lengua
para que repasase los
contenidos vistos durante el periodo de colegio, y me dijo que no sabía
escribir, que ella traía su Tablet y era ahí donde hacia ejercicios y actividades.
Entonces se lo comuniqué a mi “jefa”, ella me dijo que ya le había avisado la
mamá de la niña, pero que se le había pasado decírmelo. Así que volví a
entrar al aula de ludoteca y Marina estaba haciendo actividades de lengua
con su Tablet, actividades en las que tenía que escribir para redactar las
respuestas a las preguntas. Y para mi sorpresa, vi como la niña escribía en
la Tablet sin ningún tipo de dificultad.
A la hora de la salida, las dos de la tarde, estuve comentándole a su madre
todo lo sucedido en la mañana, y su argumento fue que su hija había
aprendido antes a escribir en la Tablet que con papel y lápiz.
Entonces, concluí, que cada uno es libre de cómo educar a sus hijos, pero ¿es
bueno otorgarle tan excesiva importancia a las TIC?