SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 1
Torremolinos información
                                                                                    DEL 3 AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2011                                                           Cultura 11


 Tribunas
—TORREMOLINOS ONÍRICO—




                             Las oscuras nubes de
                                  la soledad
LA MENTE no siempre es objeto de si misma; en algunas ocasiones, nuestros recuerdos ejercen un gran peso
sobre ella. Simón Cano Le Tiec intenta plasmar sobre Torremolinos lo que el subconsciente es capaz de generar,
pues en esta ciudad, abundan los recuerdos y las muestras del pasado que permiten formar esas ideas.

                                                                                                                                                                                           INFORMACIÓN




SIMÓN CANO
LE TIEC
TORREMOLINOS




A        quel paraje... tan olvidado
         donde sólo las fuerzas del
         viento le daban alguna hu-
manidad. Mirábamos a las pro-
fundidades que se alejaban de
nuestra mirada, aquellas en las que
no nos atrevíamos a caminar, de-
bido a que sería el abandono de
la esperanza a encontrar un ápi-
ce de compasión en estas desér-
ticas tierras.
    De modo, que antes de seguir
buscando entre las inmensidades
terrestres, preferimos continuar
avanzando contra la fuerza men-
tal que nos lo impide, aquella que
sólo busca descansar entre el soli-
tario mundo que le rodea.
    Entre tanta desesperación,
nuestra mente continuaba bus-
cando la explicación lógica a un
lugar donde sólo pudiésemos en-
contrarnos a nosotros mismos, un
lugar donde nos sentíamos iden-
tificados con la soledad que nos
rodeaba. Similar era el reflejo de
un espejo donde sólo aparece un
alma escondida bajo un mar de
incertidumbres.
    Pero cuando observamos la fría     “Y entonces, ante la satisfactoria faz de aquel hombre, nos dimos cuenta de que Anthony Quinn nos daba un peculiar rescate moral”
mirada del sol, apuntándonos con
una extraña brisa veraniega, ve-               “Era sólo entonces            suelo, y nos agarramos fuerte-            cartas a su fallecida esposa. Las es-   nosotros le estábamos entregan-
mos alzarse, sobre aquellos oscu-                                            mente a la cornisa de la azotea. Es       cribía con el mismo afecto que el       do como acto de empatía, igual
ros suelos, una sobrecogedora es-         cuando, mirando desde              en ese momento, donde la tensión          que tenía cuando estaba viva. Y se      que hizo él al salvarnos de aque-
tructura onírica que lograba dis-       la azotea del Pez Espada,            y la frialdad de la muerte comen-         negaba a encontrarse sólo, y sin        lla caída en lo más profundo del
traer nuestra mirada hasta hacer          veíamos alzarse sobre la           zaban a compaginarse formando             embargo no lo podía evitar, por-        temor humano.
de ella un mero sub-producto de          tierra baldía, las luces de         una orquesta ante la cual el más          que en el fondo lo estaba.                 Girábamos el cuello y observá-
la mente.                                                                    valiente podría sucumbir, vemos              Y entonces, ante la satisfactoria    bamos que Anthony ya no estaba
    Sin embargo, algo mucho más                 la noche, mientras           acercarse a aquel hombre, rozan-          faz de aquel hombre, nos dimos          junto a nosotros, y sentíamos que
extraño captó nuestra siguiente            aparecían las viviendas           do nuestras manos con sus botas:          cuenta de que Anthony Quinn             habíamos visto todo aquello que
atención. La figura de un hombre                   sobre las cuales          La soledad no siempre se puede            nos daba un peculiar rescate mo-        pudimos ver en una ocasión, pero
que esperaba a realizar su ansiada        podríamos haber caído,             evitar, amigo mío, sin embargo,           ral, mientras nos tendía la mano        que nos negamos a observar, por
tarea, nos miraba desde la entra-                                            las personas que pueden hacerlo           para ayudarnos a recobrar el sen-       miedo, o por cualquier otra ra-
da del edificio, con una mueca en           de una forma u otra. ”           tienen esa obligación. Uno no pue-        tido que perdimos en su mo-             zón.
su faz, que comenzaba a resultar                                             de evadirse de su propio mundo            mento.                                     Todo lo que podíamos presen-
exasperante. De modo, que nos                                                por no identificarse con él.                 Era sólo entonces cuando, mi-        ciar era la ilusión de un mundo al
acercamos a él, y nos frena la en-                                              Seguíamos observando el vacío,         rando desde la azotea del Pez Es-       que temimos, o que no llegamos
trada al edificio: Diga, ¿acaso us-                                          mientras aquel hombre se alzaba           pada, veíamos alzarse sobre la tie-     a comprender, pero gracias a la
ted se siente mejor cuando sólo                                              sobre nosotros sin tendernos la           rra baldía, las luces de la noche,      mano que Anthony nos tendió,
puede verse a si mismo, y no a los                                           mano para ayudarnos: Una vez,             mientras aparecían las viviendas        nos dimos cuenta de que no to-
que le rodean? ¿Se siente mejor                                              conocí a un agente federal, Mi-           sobre las cuales podríamos haber        dos los que se arrodillan, saben le-
cuando está sólo?                                                            chael Sullivan, que había perdido         caído, de una forma u otra.             vantarse.
    Entonces, sentimos un enorme                                             a su mujer, tras un altercado con            Contemplar aquel esplendor              Nosotros lo hicimos, mientras
peso en las manos, que realizaban                                            la mafia de Boston. Pero él, se ne-       lumínico mientras Anthony hacía         retrocedíamos ante aquel espec-
un portentoso ejercicio, mientras                                            gaba a admitir que en el mundo            lo mismo, agachando la cabeza           táculo, sin darle la espalda a la re-
nuestros ojos observan que noso-                                             que le rodeaba, donde él respira-         para entender que aquella visión        alidad de la que intentamos esca-
tros mismos nos alzamos ante el                                              ba ira y rabia, estaba sólo. Escribía     era únicamente una ilusión, que         par.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (18)

Dossier crónicas del más allá
Dossier crónicas del más alláDossier crónicas del más allá
Dossier crónicas del más allá
 
Intocable
IntocableIntocable
Intocable
 
El corazón delator
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delator
 
Sofocles antigona
Sofocles antigonaSofocles antigona
Sofocles antigona
 
El extraño
El extrañoEl extraño
El extraño
 
DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO (1973) Emil Cioran
DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO (1973) Emil CioranDEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO (1973) Emil Cioran
DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO (1973) Emil Cioran
 
Señor Nadie - Narcisista
Señor Nadie - NarcisistaSeñor Nadie - Narcisista
Señor Nadie - Narcisista
 
El jorobado-del-notre
El jorobado-del-notreEl jorobado-del-notre
El jorobado-del-notre
 
RENIEGO DEL PORVENIR (1957-1972) Emil Cioran (Diario)
RENIEGO DEL PORVENIR (1957-1972) Emil Cioran (Diario)RENIEGO DEL PORVENIR (1957-1972) Emil Cioran (Diario)
RENIEGO DEL PORVENIR (1957-1972) Emil Cioran (Diario)
 
Sem3 nivel1 riveramontejo
Sem3 nivel1 riveramontejoSem3 nivel1 riveramontejo
Sem3 nivel1 riveramontejo
 
Tu dices lo que yo te diria
Tu dices lo que yo te diriaTu dices lo que yo te diria
Tu dices lo que yo te diria
 
Desdoblamiento+astral
Desdoblamiento+astralDesdoblamiento+astral
Desdoblamiento+astral
 
Pensamientos de famosos
Pensamientos de famososPensamientos de famosos
Pensamientos de famosos
 
my family!
my family!my family!
my family!
 
Diario de ramón_melquisedec_luján_ternera
Diario de ramón_melquisedec_luján_terneraDiario de ramón_melquisedec_luján_ternera
Diario de ramón_melquisedec_luján_ternera
 
Juan ramon molina
Juan ramon molinaJuan ramon molina
Juan ramon molina
 
El pozo y el péndulo
El pozo y el pénduloEl pozo y el péndulo
El pozo y el péndulo
 
El pozo y el péndulo. Edgar Allan Poe
El pozo y el péndulo. Edgar Allan PoeEl pozo y el péndulo. Edgar Allan Poe
El pozo y el péndulo. Edgar Allan Poe
 

Similar a Artículo Nº 6 de Simón Cano Le Tiec

Artículo nº 5 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 5 de Simón Cano Le TiecArtículo nº 5 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 5 de Simón Cano Le TiecSimon43
 
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos Información
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos InformaciónSimón Cano Le Tiec publica en Torremolinos Información
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos InformaciónSimon43
 
Artículo nº 7 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 7 de Simón Cano Le TiecArtículo nº 7 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 7 de Simón Cano Le TiecSimon43
 
Cuaima vida toco berry pf
Cuaima vida toco berry pfCuaima vida toco berry pf
Cuaima vida toco berry pfPablo Fierro
 
Recitandopaz2º
Recitandopaz2ºRecitandopaz2º
Recitandopaz2ºnluqsan
 
Diez sombras en la noche!
Diez sombras en la noche!Diez sombras en la noche!
Diez sombras en la noche!Vampiire1211
 
Vivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedettiVivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedettiJACOLONEL
 
El pozo y el péndulo.
El pozo y el péndulo.El pozo y el péndulo.
El pozo y el péndulo.paula lescano
 
el libro de la imaginación
el libro de la imaginaciónel libro de la imaginación
el libro de la imaginaciónHernan Bergero
 
Contigo en la distancia - Primeras páginas.
Contigo en la distancia - Primeras páginas.Contigo en la distancia - Primeras páginas.
Contigo en la distancia - Primeras páginas.Penguin Random House
 
De extraños y abandonados 2015
De extraños y abandonados   2015De extraños y abandonados   2015
De extraños y abandonados 2015Susita Fran
 

Similar a Artículo Nº 6 de Simón Cano Le Tiec (20)

Artículo nº 5 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 5 de Simón Cano Le TiecArtículo nº 5 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 5 de Simón Cano Le Tiec
 
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos Información
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos InformaciónSimón Cano Le Tiec publica en Torremolinos Información
Simón Cano Le Tiec publica en Torremolinos Información
 
Artículo nº 7 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 7 de Simón Cano Le TiecArtículo nº 7 de Simón Cano Le Tiec
Artículo nº 7 de Simón Cano Le Tiec
 
Cuaima vida toco berry pf
Cuaima vida toco berry pfCuaima vida toco berry pf
Cuaima vida toco berry pf
 
La pala
La palaLa pala
La pala
 
Recitandopaz2º
Recitandopaz2ºRecitandopaz2º
Recitandopaz2º
 
Diez sombras en la noche!
Diez sombras en la noche!Diez sombras en la noche!
Diez sombras en la noche!
 
Crónico Amor Platónico
Crónico Amor PlatónicoCrónico Amor Platónico
Crónico Amor Platónico
 
Vivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedettiVivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedetti
 
POEMAS DE OTOÑO
POEMAS DE OTOÑOPOEMAS DE OTOÑO
POEMAS DE OTOÑO
 
El pozo y el péndulo.
El pozo y el péndulo.El pozo y el péndulo.
El pozo y el péndulo.
 
Bataille-Historia del ojo
Bataille-Historia del ojoBataille-Historia del ojo
Bataille-Historia del ojo
 
25. junio 2010
25. junio 201025. junio 2010
25. junio 2010
 
el libro de la imaginación
el libro de la imaginaciónel libro de la imaginación
el libro de la imaginación
 
Variaciones i-
Variaciones  i-Variaciones  i-
Variaciones i-
 
Contigo en la distancia - Primeras páginas.
Contigo en la distancia - Primeras páginas.Contigo en la distancia - Primeras páginas.
Contigo en la distancia - Primeras páginas.
 
De extraños y abandonados 2015
De extraños y abandonados   2015De extraños y abandonados   2015
De extraños y abandonados 2015
 
Libro demonios interiores 2014
Libro demonios interiores 2014Libro demonios interiores 2014
Libro demonios interiores 2014
 
Susanita (una vida compleja)
Susanita (una vida compleja)Susanita (una vida compleja)
Susanita (una vida compleja)
 
Susanita (una vida compleja)
Susanita (una vida compleja)Susanita (una vida compleja)
Susanita (una vida compleja)
 

Más de Simon43

El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John Rawls
El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John RawlsEl prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John Rawls
El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John RawlsSimon43
 
Contractualismo, relaciones abiertas y Kant
Contractualismo, relaciones abiertas y KantContractualismo, relaciones abiertas y Kant
Contractualismo, relaciones abiertas y KantSimon43
 
El efecto de alienación, McLuhan y la MTV
El efecto de alienación, McLuhan y la MTVEl efecto de alienación, McLuhan y la MTV
El efecto de alienación, McLuhan y la MTVSimon43
 
Filosofía, sociología y Trap
Filosofía, sociología y TrapFilosofía, sociología y Trap
Filosofía, sociología y TrapSimon43
 
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec
'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec
'Melancholia' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec
 'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec 'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec
'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec
'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec
'El ilusionista' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec
'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec
'Contagio' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec
'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec
'La Cosa' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec
'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec
'Intruders' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec
'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec
'Larry crowne' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 
'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch' Por Simón Cano Le TiecSimon43
 

Más de Simon43 (20)

El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John Rawls
El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John RawlsEl prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John Rawls
El prisma del trabajo sexual desde el Estado gentil de John Rawls
 
Contractualismo, relaciones abiertas y Kant
Contractualismo, relaciones abiertas y KantContractualismo, relaciones abiertas y Kant
Contractualismo, relaciones abiertas y Kant
 
El efecto de alienación, McLuhan y la MTV
El efecto de alienación, McLuhan y la MTVEl efecto de alienación, McLuhan y la MTV
El efecto de alienación, McLuhan y la MTV
 
Filosofía, sociología y Trap
Filosofía, sociología y TrapFilosofía, sociología y Trap
Filosofía, sociología y Trap
 
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec
'Un método peligroso' Por Simón Cano Le Tiec
 
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec
'30 minutos o menos' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec
'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec
'Melancholia' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec
 'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec 'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec
'Las Aventuras deTintín' Por Simón Cano Le Tiec
 
'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec
'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec
'El ilusionista' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec
'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec
'Contagio' Por Simón Cano Le Tiec
 
'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec
'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec
'La Cosa' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec
'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec
'Intruders' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec
'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec
'Larry crowne' Por Simón Cano Le Tiec
 
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec
'No habrá paz para los malvados' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
'Noche de miedo' Por Simón Cano Le Tiec
 
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec
'El Árbol de la vida' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch: Cerdos y Diamantes' Por Simón Cano Le Tiec
 
'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec
'Snatch' Por Simón Cano Le Tiec
 

Artículo Nº 6 de Simón Cano Le Tiec

  • 1. Torremolinos información DEL 3 AL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2011 Cultura 11 Tribunas —TORREMOLINOS ONÍRICO— Las oscuras nubes de la soledad LA MENTE no siempre es objeto de si misma; en algunas ocasiones, nuestros recuerdos ejercen un gran peso sobre ella. Simón Cano Le Tiec intenta plasmar sobre Torremolinos lo que el subconsciente es capaz de generar, pues en esta ciudad, abundan los recuerdos y las muestras del pasado que permiten formar esas ideas. INFORMACIÓN SIMÓN CANO LE TIEC TORREMOLINOS A quel paraje... tan olvidado donde sólo las fuerzas del viento le daban alguna hu- manidad. Mirábamos a las pro- fundidades que se alejaban de nuestra mirada, aquellas en las que no nos atrevíamos a caminar, de- bido a que sería el abandono de la esperanza a encontrar un ápi- ce de compasión en estas desér- ticas tierras. De modo, que antes de seguir buscando entre las inmensidades terrestres, preferimos continuar avanzando contra la fuerza men- tal que nos lo impide, aquella que sólo busca descansar entre el soli- tario mundo que le rodea. Entre tanta desesperación, nuestra mente continuaba bus- cando la explicación lógica a un lugar donde sólo pudiésemos en- contrarnos a nosotros mismos, un lugar donde nos sentíamos iden- tificados con la soledad que nos rodeaba. Similar era el reflejo de un espejo donde sólo aparece un alma escondida bajo un mar de incertidumbres. Pero cuando observamos la fría “Y entonces, ante la satisfactoria faz de aquel hombre, nos dimos cuenta de que Anthony Quinn nos daba un peculiar rescate moral” mirada del sol, apuntándonos con una extraña brisa veraniega, ve- “Era sólo entonces suelo, y nos agarramos fuerte- cartas a su fallecida esposa. Las es- nosotros le estábamos entregan- mos alzarse, sobre aquellos oscu- mente a la cornisa de la azotea. Es cribía con el mismo afecto que el do como acto de empatía, igual ros suelos, una sobrecogedora es- cuando, mirando desde en ese momento, donde la tensión que tenía cuando estaba viva. Y se que hizo él al salvarnos de aque- tructura onírica que lograba dis- la azotea del Pez Espada, y la frialdad de la muerte comen- negaba a encontrarse sólo, y sin lla caída en lo más profundo del traer nuestra mirada hasta hacer veíamos alzarse sobre la zaban a compaginarse formando embargo no lo podía evitar, por- temor humano. de ella un mero sub-producto de tierra baldía, las luces de una orquesta ante la cual el más que en el fondo lo estaba. Girábamos el cuello y observá- la mente. valiente podría sucumbir, vemos Y entonces, ante la satisfactoria bamos que Anthony ya no estaba Sin embargo, algo mucho más la noche, mientras acercarse a aquel hombre, rozan- faz de aquel hombre, nos dimos junto a nosotros, y sentíamos que extraño captó nuestra siguiente aparecían las viviendas do nuestras manos con sus botas: cuenta de que Anthony Quinn habíamos visto todo aquello que atención. La figura de un hombre sobre las cuales La soledad no siempre se puede nos daba un peculiar rescate mo- pudimos ver en una ocasión, pero que esperaba a realizar su ansiada podríamos haber caído, evitar, amigo mío, sin embargo, ral, mientras nos tendía la mano que nos negamos a observar, por tarea, nos miraba desde la entra- las personas que pueden hacerlo para ayudarnos a recobrar el sen- miedo, o por cualquier otra ra- da del edificio, con una mueca en de una forma u otra. ” tienen esa obligación. Uno no pue- tido que perdimos en su mo- zón. su faz, que comenzaba a resultar de evadirse de su propio mundo mento. Todo lo que podíamos presen- exasperante. De modo, que nos por no identificarse con él. Era sólo entonces cuando, mi- ciar era la ilusión de un mundo al acercamos a él, y nos frena la en- Seguíamos observando el vacío, rando desde la azotea del Pez Es- que temimos, o que no llegamos trada al edificio: Diga, ¿acaso us- mientras aquel hombre se alzaba pada, veíamos alzarse sobre la tie- a comprender, pero gracias a la ted se siente mejor cuando sólo sobre nosotros sin tendernos la rra baldía, las luces de la noche, mano que Anthony nos tendió, puede verse a si mismo, y no a los mano para ayudarnos: Una vez, mientras aparecían las viviendas nos dimos cuenta de que no to- que le rodean? ¿Se siente mejor conocí a un agente federal, Mi- sobre las cuales podríamos haber dos los que se arrodillan, saben le- cuando está sólo? chael Sullivan, que había perdido caído, de una forma u otra. vantarse. Entonces, sentimos un enorme a su mujer, tras un altercado con Contemplar aquel esplendor Nosotros lo hicimos, mientras peso en las manos, que realizaban la mafia de Boston. Pero él, se ne- lumínico mientras Anthony hacía retrocedíamos ante aquel espec- un portentoso ejercicio, mientras gaba a admitir que en el mundo lo mismo, agachando la cabeza táculo, sin darle la espalda a la re- nuestros ojos observan que noso- que le rodeaba, donde él respira- para entender que aquella visión alidad de la que intentamos esca- tros mismos nos alzamos ante el ba ira y rabia, estaba sólo. Escribía era únicamente una ilusión, que par.