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COLEGIO NUEVO PENSAR - ANTROPOLOGÍA – Profesora Adriana Pereyra
¿ANTROPOLOGÍA?
Ingresando a una manera de ver...
IMAGÍNENSE QUE… Nos encontramos esperando a alguien debajo
del Gran Reloj que se encuentra en lo alto del Hall Central de la
estación terminal de trenes. Es una hora con poco tránsito, casi no
circulan personas, pero alguien se para a nuestro lado y se ubica
casi hombro con hombro junto a nosotros. Eso nos intranquiliza,
pero no parece perturbar a nuestro vecino. Molestos, optamos por
corrernos a unos pasos de distancia de él...
Un antropólogo estudió cómo utilizan el espacio distintos
pueblos y descubrió, entre muchas otras cosas, que en
todos existe una distancia íntima y una distancia social, y
que sus alcances varían hasta el punto que la intimidad para
unos es distancia social para otros. Otros antropólogos
analizan porqué las sociedades modifican con el tiempo el uso del espacio. Por qué vivimos en
departamentos que creemos cómodos pero que para nuestros tatarabuelos serían sucuchos
con dependencias y que para nuestros bisnietos, probablemente, serán mansiones señoriales.
Durante la conquista del Amazonas muchos sacerdotes fueron asesinados por los pueblos a los
que iban a evangelizar. Algunos de ellos murieron por no haber interpretado correctamente las
señales de su “rebaño”. Los pobres clérigos creyeron que había cristianos porque encontraban
cruces instaladas en los senderos de la selva.
Si hubieran estudiado Antropología hubieran sabido que los símbolos tienen distinta
significación en cada pueblo. En este caso las cruces eran una declaración de guerra y la muerte
segura para todo aquél que al encontrarlas no volviera sobre sus pasos.
Estos son solo algunos de los problemas que estudia el antropólogo. No alcanzaría un libro para
mencionar todos los sitios en los que penetra su mirada: temas económicos, psicológicos,
legales, simbólicos, ecológicos, lingüísticos, políticos; trabaja sobre el pasado, el presente y el
futuro; analiza pequeñas y grandes sociedades; discute el sentido de las jerarquías, de los
sistemas simbólicos, etc.
Entonces, ¿qué es un antropólogo?
Es aquel científico social que se pregunta ¿cómo llegaron los grupos humanos a ser cómo son?
¿En qué aspectos son semejantes y en cuáles diferentes, y a qué se deben estas semejanzas y
diferencias?
Claro que a medida que uno comienza a profundizar aparecen otras preguntas: ¿Qué es lo
“bueno” y qué es lo “malo”? ¿Qué es natural y qué es aprendido en nuestras conductas? ¿Cómo
probamos lo que decimos? ¿Qué problemas compartimos y cuáles son específicos a cada grupo?
¿Cuál es la influencia que tiene el individuo en la sociedad y ésta sobre aquel?
Existen otras disciplinas también tratan de dar cuenta de estos
planteos (Historia, Sociología, Lingüística, Psicología), pero la
antropología lo hace interrogando al fenómeno cultural no sin
antes discriminar aquellos aspectos que le impiden visualizar la
mejor respuesta (prejuicios, naturalización)
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Para empezar a pensar como un antropólogo, podemos clarificar algunos conceptos:
1) Hechos naturales vs. Hechos culturales o sociales:
o Es NATURAL lo que se produce independientemente de la acción humana (los océanos, los
bosques…). Los hechos naturales tienen como características que son necesarios,
inmodificables, definitivos. Necesarios, es decir que si no se cumplen corre peligro la vida
(comer, dormir, descansar, etc.). Inmodificables, es decir que no los puedo cambiar, a lo
sumo podré postergarlos un tiempo. Definitivos, es decir que son así, no tienen vuelta de
hoja, están resueltos de esa forma.
o Es CULTURAL lo que se produce por la acción humana (objetos, ideas, instituciones…). Lo
cultural es construido y adquirido.
Sin embargo, la distinción no siempre es tan sencilla. Piensen en estos ejemplos:
Una planta pertenece al ámbito de lo natural. Pero una planta podada y plantada para separar
dos propiedades, es un hecho cultural.
Tener hambre y comer es un hecho natural, pero la manera en que los seres humanos satisfacen
esa necesidad (gastronomías típicas, costumbres asociadas al acto de comer, etc.) es un hecho
cultural.
Las variaciones climáticas estacionales pertenecen al mundo de lo natural, pero creer que el
verano (o el invierno) es la estación más linda del año, es un hecho cultural.
Tener un cuerpo y determinada anatomía es un hecho natural. Creer que un cuerpo es lindo, o
feo, si tiene determinadas características, es un hecho cultural
Si las situaciones sociales estuvieran predeterminadas, si fueran así sin más (como ocurre con
los hechos naturales), no tendrían sentido la ética ni la moral los cuales son aspectos que nos
obligan a elegir y decidir una conducta. La situación en la vida en sociedad no está pre-
determinada ni es estática. Puede cambiar.
La sociedad en que vivimos (y cualquier otra sociedad) no siempre fue así como la conocemos
hoy, fue evolucionando, cambiando y transformándose con la acción (individual o en grupos) de
los hombres que nos precedieron.
Con respecto a lo que la sociedad crea a través del tiempo (pasado, presente o futuro), ya sea
organizaciones, costumbres, valores, principios, partidos, religiones, leyes, modas, ideologías,
clases sociales, sistemas económicos, regímenes políticos, instituciones varias, etc., se trata de
construcciones sociales, no sujetas a leyes de la naturaleza como la fuerza de gravedad o las
leyes de la termoquímica o las leyes de la herencia genética. Lo que los hombres construyen con
sus acciones otros hombres pueden modificarlo o deconstruirlo.
2) Los procesos de naturalización
Con el paso del tiempo, lo cultural, que es lo construido por el ser humano, pasa a parecernos
natural, a través de lo que se denomina PROCESOS DE NATURALIZACIÓN (nos parece natural
no comer insectos, cuando para otras sociedades lo “natural” es comerlos / nos parece “natural”
que un cuerpo delgado nos parezca bello, cuando en otras épocas la delgadez estaba asociada
a la fealdad y no a la belleza). Nos parece “natural” ver a la gente a nuestro alrededor utilizando
un celular, cuando en realidad no tiene nada de natural…
Si naturalizamos algún hecho que no es natural sino social, quiere decir que le
estamos adjudicando las características de un hecho natural. Si decimos que es
natural que haya pobres, estamos diciendo que es un hecho que lo marca la
vida, la naturaleza, que no lo podemos cambiar ni modificar ni evitar, por lo
tanto no me preocupo por tratar de mejorar esa situación. Si observamos los
hechos que se repiten diariamente en nuestra vida cotidiana, veremos que a la
mayoría de ellos los naturalizamos.
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3) El sentido común
En Antropología llamamos “sentido común” a todo
aquello que a nosotros, o a una sociedad, le parece:
obvio, lógico, sensato, natural.
El sentido común es un conocimiento que se elabora en
base a percepciones que creemos comunes a todos y
que suponemos obvias.
Por ejemplo: Percibimos que el sol sale por el este y se oculta
por el oeste.
En una época esta era una afirmación verdadera tanto para el
científico como para cualquier persona. Cuando se profundizó,
se advirtió que nuestra percepción no alcanza y se terminó por
comprender que no es el sol el que gira alrededor nuestro sino
nosotros alrededor del sol, y ambos en el universo. Hoy en día
forma parte de nuestro sentido común que la tierra gire
alrededor del sol, aunque aún nuestra concepción cotidiana de
lo que es la materia y el universo diste de la que tiene un
astrónomo o un físico.
De tal forma, las nociones de sentido común son el
fruto de convivir en un medio social desde que
nacemos; son explicaciones aprendidas sobre
costumbres y conductas humanas; son, en definitiva,
las que imponen significado a nuestra interacción
cotidiana, modelándola en el sentido admitido por el
propio grupo.
Saber cuántas lunas tiene Marte o cómo resolver
polinomios no parece ser indispensable en nuestro
desempeño cotidiano, pero conocer qué es lo bueno y
qué lo malo, qué tocar y qué no, quién es como nosotros
y quién es diferente es imprescindible para nuestra
actuación social. Este conocimiento, que es previo a todo
nuevo conocimiento, es parte de enseñanzas que
recibimos desde niños, y está sostenida por una gran
carga valorativa (“feo”, “lindo”, “normal”, “anormal”,
“limpio”, “sucio”, etc.) que guía tanto nuestras relaciones
con los demás como nuestra intención de saber.
Debido a que estas nociones resultan tan primarias y afectivas son difíciles de discriminar y
generalmente se les adjudica un estatus de naturaleza innata (los hechos de la naturaleza que
vimos en el punto anterior) que, como estamos viendo, no poseen.
Pareciera que el sentido común se forma de una vez y para siempre, pero esto no es así. Como
todo proceso cultural es dinámico e implica que el nuevo conocimiento una vez adquirido pasa
a ser el fundamento de conocimientos posteriores.
“Si antes de salir de casa uno
echa una mirada hacia fuera y
descubre que está nublado, es
probable que tome un
paraguas. Si uno decide ir a la
playa, es probable que lleve un
traje de baño, bronceador,
toalla y previamente hubiese
decidido ponerse a dieta. Todo
esto gracias al denominado
Sentido Común. Es gracias al
sentido común que podemos
orientarnos o movernos en el
espacio, gracias a él también
podemos llegar a determinar
qué hacer si nos perdemos o
cómo comportarnos si estamos
en un restaurante, en un bar,
etc.. Si se va la luz, si nos
regalan una planta, si las llaves
se nos quedan dentro de la
casa cuando ya estamos
afuera, etc., sabemos qué
hacer. Sabemos cómo sortear
los dilemas o las peripecias a
las que nos enfrentamos
precisamente porque
contamos con algo que se
llama Sentido Común.”
Juan Soto Ramírez, Sentido común y
vida cotidiana. Disponible en:
http://www.uam.mx/difusion/casadelt
iempo/09_iv_jul_2008/casa_del_tiemp
o_eIV_num09_63_66.pdf
Sentido común y
vida cotidiana.
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RESUMIENDO: el sentido común es un
razonamiento construido a partir de
percepciones compartidas por el grupo cultural
de pertenencia. Este conjunto de ideas sobre el
mundo tiene las siguientes características:
1. Guían nuestra actuación y comprensión
cotidiana en el marco de las
interpretaciones y expectativas
motivacionales.
2. Dan significado (aun siendo erróneo) a
la interacción social.
3. Valoran los comportamientos de grupos
y personas.
Esto es posible debido a que estas ideas:
1. Constituyen la base de nuestro
conocimiento conformando
esquemas o paradigmas
dinámicos adaptables a nuevas
circunstancias.
2. Por lo tanto son difíciles de
identificar porque parecen
obvias y naturales.
3. Debido a que son aprendidas
desde que nacemos.
Un antropólogo es un científico social
que investiga y explica lo que
diferentes culturas y sociedades
consideran el sentido común.
Esto implica un problema específico que
enfrentan los antropólogos en su trabajo: ellos
también, como seres pertenecientes a una
cultura y época determinada, explican las
conductas sociales de acuerdo a determinado
“sentido común”.
Es difícil explicar lo desconocido de manera
objetiva, y no a partir de nuestras propias
valoraciones. Pero para ser objetivos en una
investigación de un hecho social, debemos
cuestionar el sentido común y emplear el
método científico.
Cuando “cuestionamos” el sentido común, tratamos de no pensar que “las cosas son así”, de
no “dar por sentado” nada. Es decir: desnaturalizamos. Nos hacemos preguntas sobre las cosas
que nos parecen naturales pero que, como vimos, en realidad son construcciones o hechos
sociales. Y al cuestionarlas, hacemos un trabajo de “deconstrucción”: nos preguntamos, por
ejemplo: ¿de dónde viene esta costumbre o esta idea? ¿Qué significado tiene? ¿Por qué las
cosas se hacen así?
Sentido común y
enfermedades
Aplicado a las enfermedades, el
“sentido común” se refiere a las
ideas o creencias que tenemos
acerca de por qué estamos
enfermos, o acerca de qué
conductas o situaciones nos
ponen en riesgo, o a quién acudir
en caso de enfermedad.
Es decir: LAS CREENCIAS SE
TRANSFORMAN EN PRÁCTICAS
(en acciones o maneras de
comportarnos en la realidad)
Por ejemplo, si el sentido común
de una persona o comunidad
consiste en creer que las
enfermedades son el efecto de
una maldición, es posible que: no
vaya al médico en primer lugar,
sino al curandero; o no crea que
puede contagiar a otros, dado que
es una daño personal que está
sufriendo.
Las causas de "sentido común"
atribuidas a la enfermedad
parecen intervenir de manera
importante en la manera en que
las personas reaccionan,
emocional y conductualmente,
ante la enfermedad. Por ejemplo,
(…) cuando los individuos
atribuyen la causa de sus
síntomas a la edad y no a una
enfermedad, muestran menos
angustia y tienden a retardar la
búsqueda de tratamiento.
León, M., REPRESENTACIONES DE LA
ENFERMEDAD ESTUDIOS PSICOSOCIALES Y
ANTROPOLÓGICOS. Boletín de Psicología,
No. 77, Marzo 2003, 39-70
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ACTIVIDADES
A. De acuerdo a lo que trabajamos en esta primera clase:
1. Explicá en qué consisten los hechos naturales y los hechos sociales.
2. Explicá qué son los procesos de naturalización, y en qué consisten o cómo se describen
(cuáles son sus características)
3. Escribí una lista de 5 situaciones que en nuestra sociedad estén o suelan estar
“naturalizadas”.
4. ¿Cuál es la relación entre los procesos de naturalización y el sentido común?
5. Explicá qué significa desnaturalizar y deconstruir, y por qué son importantes.
6. ¿Por qué te parece que es importante tomar conciencia de los procesos naturalizados en
nuestra sociedad? Justificá tu respuesta.
7. Teniendo en cuenta todo lo que leíste en este apunte, ¿cómo explicarías esta frase: “La
antropología es la principal herramienta de la humanidad para conocerse a sí misma”?
B. Después de leer la siguiente nota, realizá un escrito en el que analices y expliques su
contenido aplicando los conceptos de sentido común y construcción social.
https://www.clarin.com/rn/ideas/Bienvenido-tribu-kaulong_0_B1-ZLon5wXg.html
Bienvenido a nuestra tribu
Antropología. El análisis biológico de la historia humana es un campo en el que el estadounidense Jared
Diamond es pionero y best-seller. Sepa por qué.
El pueblo kaulong de Nueva Bretaña tenía un recurso extremo para resolver el problema de las
familias que estaban de luto. Hasta la década de 1950, las mujeres que quedaban viudas en la
isla ubicada frente a Nueva Guinea eran estranguladas por los hermanos de su esposo o, en su
ausencia, por uno de sus propios hijos varones. La costumbre no disponía ninguna otra forma
de proceder. El incumplimiento significaba deshonor, y las viudas se aseguraban de exigir la
estrangulación tan pronto como expiraban sus maridos.
El impacto en las familias era emocionalmente devastador, como aclara Jared Diamond en su
último libro, The World Until Yesterday (El mundo hasta ayer). “En un caso, la viuda –cuyos
cuñados estaban ausentes– ordenó a su hijo que la estrangulara”, cuenta. “Pero él no tuvo
ánimo para hacerlo. Fue horrible. Así que, para avergonzarlo al punto de querer matarla, la viuda
fue por todo el pueblo gritando que su hijo no quería estrangularla porque quería acostarse con
ella”. Humillado, el hijo luego mató a la madre.
El estrangulamiento de las viudas ocurría porque los kaulong creían que los espíritus de los
hombres necesitaban la compañía de mujeres para sobrevivir a la vida de ultratumba. Es una
idea grotesca pero por cierto no la única fantástica que haya imperado en las sociedades
tradicionales, afirma Diamond. Otros hábitos eran el infanticidio y el estallido de guerras entre
vecinos, aunque esto se compensaba con muchos casos de cuidado y compasión, en particular
por los ancianos, y una preocupación por el medio ambiente que avergüenza a Occidente.
“Prácticamente hemos dejado de vivir en sociedades tradicionales”, explica Diamond cuando
nos encontramos. “Pero esa era la única forma de vida que conocieron los seres humanos
durante sus primeros 6 millones de años en el planeta. (…)