1. CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
POR DONDE IR O DEL COMO IR
Todo el discurso que precede a esta sección de nuestra investigación lleva
consigo, de manera latente, la explicación de la ruta expedicionaria y del cómo
transitarla, sin embargo cumpliendo con las formalidades y rigurosidades
académicas de la Universidad, en las siguientes líneas explicaré, con la taxatividad
del protocolo de investigación, todo el transitar metodológico de esta expedición
investigativa.
De acuerdo con todo el desarrollo del problema objeto de estudio, como de
su marco teórico referencial, es evidente que estamos ubicados en el paradigma
cualitativo, esto si tomamos en cuanto que nuestra realidad no es observable
espacialmente, ni mucho menos puede ser objetivada, sino que la vamos a construi r
discursivamente, desde un mundo de vida que la textualidad hermenéutica pondrá
de relieve con toda rigurosidad metodológica.
La intencionalidad de mis pasos investigativos se pueden explicar desde el
rigor del método, palabra que proviene de dos raíces griegas: “Meta” y “Odos”,
traducen éstas movimiento y camino a seguir, respectivamente; en consecuencia
con el método estaré indicando mis movimiento para trazar el camino a seguir, y
eso es lo que vamos hacer en lo adelante, indicar los pasos del camino que me
permitirán alcanzar mis objetivos de investigación. Desde coherentes y válidas
argumentaciones espero dar luces a los efectos de demostrar que el por donde ir y
el cómo ir están perfectamente consustanciados con la naturaleza de nuestra
investigación.
En ese sentido comenzaremos por anunciar que navegaremos por la
fenomenología del texto escrito. Tomaremos el camino de vida que hay en ellos;
vida como expresión fenomenológica o también conocido como camino histórico;
2. Porque para Husserl (2004), la fenomenología es el saber necesario para la revisión
de la forma de vida, ya que, según él, el problema del mundo es el problema del
sentido del mundo, y del hombre que actúa en el mundo, porque existimos
extraviados en el mundo cuando olvidamos re-construir el sentido de la vida. Pero
dejemos que su misma palabra nos indique en esta bitácora de viaje la carta de
navegación:
La fenomenología ha de ponerse ante la vida, a título de
ejemplares, procesos puros de conciencia, ha de dar a estos
procesos una perfecta claridad, dentro de esta claridad ha de
analizarlo y aprehender sus esencias, ha de perseguir sus
relaciones esenciales que se ven con evidencia intelectual, ha
de formular lo intuido en cada caso mediante fieles expresiones
conceptuales, cuyo sentido dependa puramente de lo intuido, de
lo visto. (p.148)
En este proceso propio e inédito de producir teorías en el navegar
fenomenológico, propiciaremos un diálogo con cada texto escrito, para analizarlo y
aprehender sus esencias, para ello colocaremos en paréntesis (epojé) todo lo que
se refiera a los elementos de la naturaleza óntica, que sin desconocerlas, no serán
nuestros asomos intelectuales. En esa dirección, tomaremos los sentidos latentes y
patentes del discurso escrito en cada uno de los autores tomados como referentes
teóricos, para pasar de una descripción literal a una perspectiva interior, que
permita, posteriormente, ir a un proceso de producción de teorías. Trataremos de
fenomenalizar los textos en tanto textos escritos; es decir, estableceremos formas
de lectura que permitan leer el texto en el sentido que muy bien nos reflexiona y
conmina Larrosa (2003). Esto permitirá ir más allá de la praxis de la mera
descripción formal de lo que el texto dice o de las ideas que expresa. Buscará el
investigador que éstas se manifiesten en sus propios espacios de vida o de la del
otro, quien en primera instancia es a quien va dirigida esta expedición investigativa.
3. En consecuencia de lo que se trata es de fenomenalizar texto y vida para construi r
una estética de la existencia.
Para salirnos de la mera descripción textual, combinaremos los estudios
teoréticos, su intencionalidad e idealidad con la construcción de prácticas de vida
emancipadoras y liberadoras. La idea es conciliar los contenidos encriptados en
constructos teóricos con abiertos espacios de vida, por eso no solo se trata de la
fenomenalización del texto, sino también pensar en cómo puede fenomenalizarse
para nosotros el texto. En ese sentido, se establecerá un constructo comunicativo
entre el investigador y el texto.
Vallés (1999) citando a Ruiz Olabuenaga e Ispizúa, (1989: 69), en
concordancia con lo que pretendemos hacer, nos refiere lo siguiente:
(…) A todos estos textos se les puede entrevistar mediante preguntas
implícitas y se les puede “observar” con la misma intensidad y
emoción con la que se observa un rito nupcial, una pelea callejera,
una manifestación popular. En este caso la lectura es una mezcla de
entrevista/observación y puede desarrollarse como cualquiera de
ellas. (P 120)
Esa triangulación de técnicas de recolección de información, nos permitirá,
en el desarrollo de esta investigación, tener desde la lectura una relación
fenoménica con el texto y sus autores; una relación con el mundo y que el mundo
del texto se muestre, aparezca desde sus sospechosos sentidos. También
buscaremos que en el transcurrir del proceso lector y consecuentemente escritural,
nos cambie la forma de oír, ver, tocar, oler, gustar que, como nos enseña Larrosa
(2003), nos modifique siendo lectores de otros, y de nosotros mismos, toda vez que
el acto lector lleva implícito el sacarnos de la mismidad, de los rutinarios espacios
4. del cuerpo y del espíritu para hacernos otro; es decir, que el acto fenoménico se dé
tanto con el texto como con el investigador.
En función de irle dando solidez y grosor a los mástiles que soportan las
velas de la embarcación que hemos decidido tomar, se hace necesario hacer
algunas consideraciones reflexivas sobre la condición de lector que asumiré en este
trayecto investigativo, para apropiarme de pensamiento epistémico y de
pensamiento teórico, para luego pasar a una segunda ruta metodológica con el acto
predicativo de las teorías a construir.
Las resonancias de toda lectura se oyen cuando hemos contrastado lo ajeno
con lo propio, lo de muchos con lo nuestro. A decir del autor de “Pedagogía Profana”
(ibid) las palabras ajenas y las propias se funden, y por más que queramos, se hace
imposible el intento de separarlas. Cuando me exprese serán ellos textos
metabolizados e integrados a mi cuerpo, dándole movimiento a mi vida. Textos,
palabras de otros que susurran a mis oídos, vueltos y envueltos en palabras que
desde esta escritura atestiguan mi pertenencia a la humanidad, en un tránsito que
atraviesa dudas y seducciones ante propuestas de certezas.
La lectura será principio y medio de este estudio, con ella se podrá alcanzar
nuestra propia lectura, esa que pueda traspasar los límites del texto leído y trasvasar
a nuestro campo objeto de estudio (Ser-Escuela) formas de vida que hagan posible
la construcción de una estética de la existencia, de tal manera que, desde este
estudio el investigador tendrá lectura propia que se expresará en escritura o
reescritura de los autores cuidadosamente seleccionados, mediante ejercicio
dialogante de quienes han universalizado su pensamiento y que la comunidad de
seres sensibles, dada al estudio del ser, ha tomado como válidas, para que sigan el
propósito general y nuestros ejes discursivos.
Siguiendo el mismo orden de ideas, asumimos que la lectura nos forma, nos
hace ser lo que somos, aunque paradójicamente la letra es de otro y de muchos,
también porque a ella le es inherente la extraordinaria capacidad de traer de la mano
el flujo de la vida en toda su ambigüedad. Sus aportes para las deliberaciones sobre
5. la interpretación del mundo, de la vida, de los humanos seres son infinitos. Ella en
sí misma es un recurso pedagógico para formar en la sabiduría de las cosas ciertas
o ambiguas, concretas o abstractas.
Estudiar transversa totalmente y por todos los costados el proceso de leer y
escribir. Larrosa a manera de retruécano nos afirma que se escribe lo que se ha
leído, lo que al leer, nos ha hecho escribir, hasta sacarnos una palabra propia que
diga lo que el texto ha dicho y hasta lo que no ha sido capaz de decir. Palabras del
filósofo Larrosa (2003):
Escribes lo que has leído, lo que al leer, te ha hecho escribir. Lees
palabras de otros y mantienes con ellas una relación de exterioridad.
Te pones en juego en relación a un texto ajeno, lo entiendes o no, te
gusta o no, estás de acuerdo o no. Sabes que lo más importante no
es ni lo que el texto dice ni lo que tú seas capaz de decir sobre el
texto. El texto solo dice lo que tú lees. Y lo que tú lees no es ni lo que
comprendes ni lo que te gusta, ni lo que concuerda contigo. En el
estudio, lo que cuenta es el modo como, en relación con las palabras
que lees, tú vas a formar o transformar tus palabras, las que tú leas,
las que tú escribas. Tus propias palabras y que nunca será tuyas. (p.
2)
El proceso se completará cuando empecemos a salir de la noche para entrar
al día que da luces a la palabra nuestra. Entre oscuridades y sombras emergerá la
voz propia que tiene su génesis en el texto leído. En ese devaneo de oscuridades y
claridades medianeras transcurrirá el estudio nuestro de cada día para fuente y
sustento de esta investigación. Eso es lo que permitirá que avancemos firme y con
velas hinchadas rumbo a nuestra ruta de navegación, en algunos momentos sobre
un mar en calma chicha en otros agitado y tormentoso.
Cómo dejar por fuera en toda esta expedición que viviremos el borronear
constante de quitar, añadir, recomponer, hasta que al fin columbre en esta escritura
una voz, a partir de otras muchas voces, y empiece a experimentar todas las
6. posibilidades que entre ellas y la nuestra existen, para configurar otro texto. En
consecuencia, los efectos que ejercerá la lectura serán ilimitados, entendiendo que
ella no solo formará parte de una competencia intelectiva a lograr, sino en una
relación siamés de texto-lector. Para ello se harán lecturas profundas y vivas, que
en ella afloren fantasma, miedos, se le develen sus máscaras, que en ese texto se
nos proyecten mundos posibles, formas de verlo, de asumirlo y de vivirlo. Es desde
ahí que, consideramos, puede surgir en un acto poiético, el otro.
Luego de anunciar el paradigma y enfoque de la investigación y dar los
argumentos necesarios de justificación, paso a referirme a detalles de orden técnico
de mis pasos y movimientos en la investigación, en primera instancia la escogencia
de los textos será hecha de acuerdo a los objetivos trazados y los temas que se
derivan de ellos. En ese sentido optaré por decisiones muestrales de autores
representativos, quienes con la debida autoridad y universalidad de su pensamiento
le darán validez al corpus textual escogido, y en razón de que hay en todos ellos
pensamientos y teorías sociológicas que han circulado por el mundo académico e
influido en investigadores de todas latitudes, por lo que su utilidad en la producción
de teorías es incuestionable en los ámbitos de la academia.
Esas decisiones muestrales de autores me permitirán oír la voz de sus
textos, para luego, entonces, utilizar técnicas e instrumentos artesanales de la
hermenéutica textual como fichajes de resúmenes, subrayado, extractado y
comentarios digitales, con ello elaborar una matriz hermenéutica, para luego,
después de un proceso de cribado y limpieza, que hagan posible el proceso de
categorización y la subsiguiente descripción densa o posterior producción de teorías
de la estética de la existencia, desde las prácticas de sí. Dicho de otro modo, en
virtud de este proceso se identificarán las categorías emergentes o implícitas
subyacentes en el discurso, a partir de las cuales se realizará la “Teorización de
Altura” o “Teoría Fundamentada”, para emplear las frases que Strauus y Corbin
(2002) adoptan para designar el modo de producción de teorías, inherentes a este
tipo de investigación fenomenológica.
7. De cara al tipo de investigación, es válido señalar los criterios éticos y de
acreditación o verosimilitud de la investigación. Respecto al primer aspecto se ha
creído pertinente anexar recaudos que avalen la ejecución de la investigación tales
como cuadros y matrices hermenéuticas, así como testimonios para garantizar la
legitimidad y carácter inédito de la investigación y, al respecto, a la autoría
intelectual de las fuentes consultadas. En relación al segundo aspecto, referido a la
verosimilitud, las temáticas centrales de este estudio serán sometidas a arbitraje,
en forma de avance, ponencias y artículos que se presentarán en eventos y revistas
del campo de la educación.
Finalmente, el autor tiene la expectativa de que la investigación en curso, se
constituya en un aporte teórico, para introducir una concepción ética novedosa y de
mucha actualidad, que sirva de referencia para nuevas investigaciones.