2. Las primeras descripciones de los sujetos dependientes fueron de índole peyorativa con
palabras como pasividad, ineficacia, inutilidad, degenerado, de voluntad débil y docilidad
excesiva, que durante el siglo XIX eran signos de un desarrollo moral deficiente. Aunque era
frecuentemente observada el TPD no fue incluido en los primeros sistemas de clasificaciones.
Esto cambia con la definición que provee el psicoanálisis al respecto
El TPD -junto con el tipo de personalidad pasivo-agresiva- tuvo su primera clasificación
durante la segunda guerra mundial la cual fue “Reacción inmadura” Esta fue definida como:
“Un tipo neurótico de reacción a las tensiones militares de rutina, que se manifiesta como
desamparo o respuestas inadecuadas, pasividad, obstruccionismo o estallidos agresivos"
(Anderson, 1966, p g. 756). Luego fue brevemente mencionada en el DSM-1 (1952) como
subtipo pasivo-dependiente del trastorno pasivo-agresivo para luego ser ignorada
completamente en el DSM-II (1968) cuyo categoría más parecida era el trastorno de
personalidad por inadecuación.
En 1969 Millon aprovechando las polaridades activo-pasivo, placer-dolor, si mismo-otro,
desarrollo un sistema clasificatorio con ocho tipos básicos de personalidad. Una de ellas era la
pasivo dependiente, la cual supone una búsqueda de placer y evitación del dolor, espera
pasiva de que otras personas proporcionen refuerzo. Millon modifico esta clasificación hasta
que se convirtió en la que apareció en el DSM-III (1980)
3. El DSM IV nos ofrece una clasificación de los distintos trastornos de la personalidad. Primero son clasificados en
tres categorías: Sujetos raros y excéntricos; sujetos inmaduros y sujetos temerosos.
Dentro de esta última categoría se encuentra el trastorno por dependencia el cual se caracteriza
principalmente por una necesidad de que se encarguen de uno.
Los criterios de diagnóstico del DSM IV son:
Tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo asesoramiento y
reafirmación por parte de los demás
Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida
Tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o
aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas
Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a la falta de confianza
en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de motivación o de energía)
Va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de
presentarse voluntario para realizar tareas desagradables
Se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados a ser incapaz de
cuidar de sí mismo
Cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le proporcione el cuidado
y el apoyo que necesita
Está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo
4. Psicodinámica
De acuerdo a la teoría psicoanalítica, la personalidad dependiente está caracterizada por una fijación
en la etapa oral, ya sea por indulgencia o por frustración.
Fenichel (1945) por ejemplo, expuso que la fijación en la etapa oral llevaba a una identificación con la
figura materna resultando en una inhabilidad para cuidarse a sí mismo pero también a un deseo de ser
una figura materna para otros.
Mecanismos de defensa de la personalidad dependiente
Introyección: Al mirar dentro de sí mismos los sujetos dependientes ven inadecuación e
incompetencia lo que alimenta su idea de inferioridad, esto los lleva a la actitud dependiente de
creerse incapaces de cuidarse a sí mismos y por tanto buscar que otros lo hagan, ante esta idea los
sujetos buscan incorporar las fortalezas del otro y de esa forma fusionarse con la personalidad
deseada.
Idealización: La persona de la cual el sujeto depende pasa a ser un individuo sin defectos que
posee características solo favorables y que le provee al sujeto protección y calma.
Negación: La introyección de la figura idealizada no siempre es suficiente para eliminar toda
ansiedad entonces el sujeto niega los sentimientos de aprensión o negativismo que la introyección
no pudo.
5. Interpersonal
Harry Stack Sullivan (1947) describió la personalidad inadecuada como individuos que aprendieron
impotencia de sus figuras parentales y requieren de un individuo más fuerte para tomar sus decisiones.
Timothy Leary (1957) sistematizo muchos de los aspectos de la teoría de Sullivan. Junto a sus
asociados, Leary desarrollo El Circulo Interpersonal el cual describe la conducta interpersonal a través
de un continuo desde normal a anormal. Leary caracterizo al dócil-dependiente como una persona
confiada, conformista en un nivel adaptativo y como impotente dependiente en un nivel más
patológico.
Al negar las diferencias y al evitar expresiones de poder los sujetos dependientes entregan el control
de sus vidas a otros, bajo la creencia de que solos los otros poseen las habilidades suficientes para
atravesar la vida. Al actuar débiles, expresar duda, y comportarse de manera complaciente y sumisa
los sujetos buscan la respuesta interpersonal complementaria de los otros de protección, y muestras
de fuerza y confianza.
Extendiendo las ideas de Leary y sus asociados, Benjamín (1996) expuso que la vida del sujeto
dependiente empieza con cuidados, calidez y cariño como formas normales de relación pero luego los
padres se rehúsan a dejar que el niño se desarrolle autónomamente ya sea porque disfrutan de la
intimidad que un niño dependiente ofrece o porque temen que la frustración, en cualquier forma,
luego traiga problemas. Al principio los cuidados de las figuras parentales generan confianza pero
cuando el niño crece estos niveles de cuidado, inevitablemente, se transforman en control, en lo que
Benjamin llama “Cuidado Incesante” o “Crianza Implacable” el control llama a la sumisión y al mismo
tiempo todos los esfuerzos por autonomía son recompensados con culpa.
6. Cognitivismo
La estrategia interpersonal diseñada por los sujetos dependientes para asegurarse
cuidados y protección tiene importantes consecuencias negativas sobre su imagen y
desarrollo cognitivo. La fachada de impotencia que proyectan eventualmente se filtra
hasta su concepto de si mismo. Se describen a sí mismos como inadecuados, frágiles,
débiles o incompetentes, pero esos adjetivos luego “se vuelven carne” Cuando sus
incapacidades se vuelven demasiado obvias pueden manifestar pánico o ansiedad. Para
mantener su vulnerabilidad controlada muchos sujetos prefieren no mirar dentro de sí
mismos mucho, limitando su conciencia y conocimiento a las cosas más placenteras de
la vida.
Muchos sujetos no son cognitivamente sofisticados, ante los ojos de los otros parecen
inocentes, como niños, una imagen que ellos mismos refuerzan al minimizar sus logros.
Como siempre alguien los ayuda estos sujetos desarrollan pocas habilidades que van
más allá de las más básicas formas de afrontamiento. A veces ni siquiera eso, por lo
cual los más patológicos no pueden a veces ni sostener un trabajo mientras que otros
más adaptados pueden mantener trabajos siempre y cuando sea dentro de dominios
restringidos pero generalmente estas habilidades están a la disposición de mantener la
relación dependiente.
7. Cont. Cognitivismo
Fleming (1990) noto un numero de distorsiones cognitivas que mantienen el
trastorno, pero solo dos son cruciales, primero los sujetos se ven como
inadecuados e impotentes segundo esas presuntas deficiencias los llevan a
concluir que necesitan buscar a alguien que los pueda ayudar a lidiar con los
problemas de la vida. Hasta aquí es solo una repetición de lo que han
aprendido estos sujetos durante su infancia. Sin embargo entre la premisa y
la conclusión hay varios errores lógicos que distorsionan la realidad y por
tanto invalidan sus argumentos. Dentro de estas distorsiones está el
pensamiento dicotómico, si no los cuida alguien, están completamente solos
en el mundo, así como si no están seguro de cómo resolver un problema
entonces eso significa que ellos no pueden solucionarlo de ninguna manera.
El pensamiento dicotómico lleva a otra distorsión cognitiva, la tendencia a
catastrofizar, especialmente en relaciones.
Un segundo aspecto de la cognición de los sujetos dependientes es su estilo
cognitivo el cual consiste de patrones, los cuales son más probables de
mantenerse globales y difusos. Una persona sana con capacidad de
introspección constantemente busca dentro de sí mismo para crear ideas
definitivas sobre quién es. Los sujetos dependientes raramente miran dentro
de sí por lo cual sus ideas sobre su identidad son vagas.
8. La perspectiva evolutiva y de desarrollo neurológico
En la teoría evolutiva (Millon 1990; Millon y Davis 1996) la personalidad
dependiente es formulada con un patrón pasivo-agresivo de acomodación,
esto es que se apoyan en otros para hacer su vida significativa. Buscan a
otros que los protejan y nutran durante toda su vida y a la vez mina su
posibilidad de independencia para no alejarse de esas personas de las cuales
dependen.
A pesar de la influencia del aprendizaje también podríamos decir que ciertos
dotes biológicos también pueden influir en un tipo de personalidad pasiva
dependiente. Todos los infantes son completamente dependientes de sus
padres durante la primera infancia, en los primeros meses los niños
aprenden que ciertos objetos están asociados con experiencias de
gratificación y placer, entonces se adhieren a estos objetos que proveen
refuerzos positivos. Pero es posible que este circuito normal se vuelva
patológico si los objetos de refuerzo son muy escasos o tan profundamente
asentados que interfieren con el desarrollo normal del niño. También así si
los refuerzos son suficientes pero solo provienen de una sola fuente.
9. Este trastorno comparte algunas características con otros trastornos de la
personalidad y aunque la dependencia se presenta en otros trastornos lo que
la diferencia del resto es el comportamiento sumiso y adhesivo.
En el Trastorno límite de la personalidad aparece también el miedo al
abandono pero la reacción de este ante él es diferente, siendo esta
sentimientos de vacío emocional, rabia, etc., mientras que en el TPD se
reacciona con mas sumisión y disponibilidad.
En el trastorno histriónico, al igual que en el TDP, aparece la necesidad
de reafirmación y aprobación pero la reacción ante esto en el TH es un
comportamiento extravagante mientras que en el TDP es dócil.
En el trastorno por evitación aparecen también los sentimientos de
inferioridad e hipersensibilidad a las críticas pero el comportamiento que
esto genera es uno de evitación hasta que se sienten seguros de ser
aceptados mientras que en el de dependencia se toma una actitud más
de búsqueda de vínculos reafirmantes.
10. Enfoques del tratamiento: La autonomía, está comprendida como poder actuar con independencia de
los demás pero siendo también capaz de desarrollar relaciones estrechas e intimas (Birtchnell, 1984)
Se utiliza un enfoque cooperativo estructurado el cual nos permite alentar al paciente a tomar un
papel mas activo en el abordaje de sus problemas. A veces se confecciona una agenda como ejercicio
de iniciativa. El terapeuta debe dejar claro que se espera, en el caso de la confección de una
agenda, que el paciente todas las semanas proponga ítems para la agenda y después de esto todas las
semanas pregunta por ellos, y espera las sugerencias del paciente para avanzar en la terapia esto
fomenta la participación activa. También se juega con la disposición a agradar de estos sujetos
poniéndola a favor de terapeuta.
“Establecer metas y específicas es una parte temprana crucial del tratamiento, de modo que el
proceso en esa dirección se puede aducir como prueba poderosa para refutar el supuesto subyacente
del dependiente que esta desvalido. Después de todo, uno de los mejores modos de refutar esta
creencia consiste en reunir pruebas concretas de la capacidad personal” (Beck, 1995 p. 188)
Turkat y Carlson (1984) explican como el paciente junto al terapeuta pueden desarrollar un lista
ordenada jerárquicamente de acciones independientes cada vez mas difíciles. Cada acción lograda
refuerza la creencia del paciente de que puede hacer, por lo menos, algunas cosas sin depender de
alguien.
Además de entrenar a los sujetos en diversas habilidades generales Overholser (1987) recomienda
enseñarles habilidades de autocontrol como las desarrolladas por Rehm (1977) Este entrenamiento
esta compuesto por tres componentes básicos: La auto observación, la cual consiste en registrar las
conductas especificas; la autoevaluación, la cual consiste en observar la propia actuación en relación
con la normas de actuación; y por ultimo el auto refuerzo, el cual consiste en proporcionar refuerzo
adecuados a la actuación con respecto a la norma (léase recompensas adecuadas a las actitudes
deseadas).
11. Es posible que tengan miedo de avanzar muy de golpe en la terapia. En ese caso es muy útil
confeccionar una lista de desventajas y ventajas de cambiar y explorar las desventajas de no hacerlo.
Si se logra identificar lo que se perdería, según el sujeto, al volverse mas autónomo, es posible hallar
un sustituto mas constructivo. Estas ideas dicotómicas que tienen lo sujetos con TDP, sobre como ser
independiente significa estar solo, y ser dependiente significa ser desvalido, son temas cruciales a
explorar puesto que pueden significar para el sujeto que ser independiente es estar aislado. Un
ejercicio útil para esto es hacer una línea que vaya desde la dependencia hasta la independencia para
mostrarle los matices que hay de por medio.
A pesar de esto en algún punto de la terapia el sujeto debe explorar la creencia de que si se vuelve
mas independiente puede ser abandonado. Un modo útil de cuestionarla es llevar a cabo pequeños
experimentos conductuales específicos en los que el sujeto se comporte mas capazmente y observe la
reacción que esto genera en los demás.
Llegando al final de la terapia algunos sujetos puede experimentar ansiedad y sentirse amenazados por
esto, puesto que creen que no podrán lograrlo sin la ayuda del terapeuta. Para poner a prueba esta
creencia el terapeuta puede llevar a cabo como experimento conductual el espaciar las sesiones por
ejemplo de semanales a quincenales. Así el sujeto puede comprobar que no pierde los cambios
adquiridos en esas dos semanas.
Otra técnica seria ofrecerle al sujeto sesiones de refuerzo o de ayuda cuando las crea necesarias,
saber que se tiene esa posibilidad facilita la transición hacia el final de la terapia.
12. En el trastorno por dependencia la hostilidad no es una
actitud que se manifieste en si. El temor de perder a la
persona de la cual se depende es tan grande que los
posibles desacuerdos e impulsos violentos son reprimidos
o evitados ya que podrían llevar a una separación de la
parte de la cual se depende en la relación.
Uno de los criterios del DSM lo especifica: “Tiene
dificultades para expresar el desacuerdo con los demás
debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación.”