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Barandillas y lectura adjunta para comunidad linked in
1. El compromiso del elegido
Dra. María del Carmen Platas Pacheco
21 de enero de 2018
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El compromiso del elegido
De todos es conocido que el sistema político mexicano es uno de los más
costosos y burocráticos que existen en el mundo, su gestación y operación ha
sido producto de una larga historia vinculada a la hegemonía en el gobierno
de un partido político, próximo a celebrar su 90 aniversario, y al anhelo de
democracia insatisfecho y plagado de corrupción; estando tan cercano el
arranque formal de las campañas polìticas, es de llamar la atención lo ocurrido
con la aspiración a la candidatura independiente por la presidencia del
gobernador de Nuevo León.
A nadie escapa el hecho que México es un país de leyes, que tiene por su
Constitución Política un alto aprecio y respeto, y que todas las acciones entre
gobernados y gobernantes han de regirse dentro de ese marco jurídico e
institucional que hace posible el así llamado estado de derecho, tan presente
en los discursos políticos y en las reflexiones académicas.
Tal como fue ampliamente difundido por medios impresos y electrónicos en
cientos de miles de spot de las autoridades electorales, los aspirantes a
candidaturas independientes, tuvieron que cumplir en tiempo y forma con una
inmensa cantidad de requisitos para poder concretar de manera formal su
aspiración y así lanzarse a la cruzada nacional por la recolección de cerca de
un millón de firmas de apoyo.
Resulta por lo menos extraño que un servidor público, en este caso
gobernador, en ejercicio de su encargo, pretenda competir por otro cargo
tambien de elección, sin renunciar al primero. La lógica del razonamiento más
elemental advierte la contradicción en que incurre al violentar la seguridad
jurídica respecto de su identidad como gobernador o como aspirante a una
candidatura independiente.
Las leyes en México han sido hechas para dar certeza a los ciudadanos y a las
autoridades, de manera que quien desempeña un cargo de elección popular,
en este caso un gobernador en funciones, no puede pretender, como de hecho
ha ocurrido, una especie de renuncia temporal a la manera de una licencia,
para simultáneamente aspirar a otro cargo también de elección popular.
2. El compromiso del elegido
Dra. María del Carmen Platas Pacheco
21 de enero de 2018
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Haber sido electo por los ciudadanos para un cargo público, es un honor y una
responsabilidad que jurídicamente no admite renuncias temporales, y no
aplica el supuesto de licencia, prevista para los casos de enfermedad y nunca
en tiempo mayor a seis meses. Pretender tal como ha ocurrido conservar el
cargo de gobernador, ahora con licencia y simultáneamente ser aspirante a
una candidatura independiente por la presidencia, al parecer violenta por lo
menos el principio elemental del razonamiento lógico, porque en este caso, la
misma persona es gobernador con licencia y pre candidato a otro puesto de
elección popular.
Son muchas y de difícil respuesta las preguntas que esta situación atípica e
ilógica motiva, entre otras, ¿es legal el registro del aspirante a la candidatura
presidencial que simultáneamente es gobernador con licencia?, para efectos
de la contienda, ¿son válidas las firmas de apoyo obtenidas por el gobernador
con licencia en funciones de aspirante a una candidatura independiente?, ¿con
estos hechos, la seguridad jurídica y el estado de derecho se han violentado?,
¿ cuál es el argumento de ética política suficiente para sostener que servir con
obras de buen gobierno a los ciudadanos de un estado, puede ser canjeado
por una aspiración de la misma naturaleza pero de mayor extensión?, ¿los
ciudadanos tienen o no derecho a ser gobernador por quien elegieron?
La dinámica electoral y de motivación respecto del voto ciudadano se
desalienta ante casos como este, como estamos viendo la compleja historia de
México en su camino a la democracia y los cientos de miles de millones de
pesos que se gastan en pre campañas y campañas, no alcanzan para
comprender que así como el ciudadano al votar elege, tambien el elegido al
postularse elige servir a sus electores por el tiempo que dure su encargo.
3. El agua, la ley y el derecho
Dra. María del Carmen Platas Pacheco
13 de enero de 2018
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El agua, la ley y el derecho
Todas las formas de la vida, incluyendo la humana son posibles gracias al agua,
esta elemental verdad es de experiencia inmediata, se trata de un bien
indispensable, que a lo largo de la historia ha sido incomprendido y
políticamente manipulado.
La composición del Planeta Tierra, también llamado Planeta Azul se expresa en
la proporción 70% agua y 30% tierra, en el análisis de esa proporción, resulta
que del 70% de agua planetaria, es decir el 97.5 es agua salada y sólo el 2.5 es
agua dulce, ahora bien, de ese 2.5 de agua dulce, el 75% es agua de hielo y se
encuentra en los Polos y el restante 25% es agua de lagos, ríos y lluvia que en
su mayoría se pierde y con facilidad se contamina, de esta elemental reflexión
resulta la toma de conciencia respecto de la relevancia del calentamiento
global por efecto de la contaminación y sobre calentamiento del planeta, el
agua que se derrite de los Polos, es la reserva de agua dulce del planeta y al
perder su consistencia de hielo entra en contacto con los océanos aumentando
el nivel del mar y perdiendo su condición de potabilidad y aprovechamiento
para la vida terrestre, particularmente la humana.
En el año 2012, la ONU realizó importantes gestiones diplomáticas para que
fuera elevado a la condición de derecho humano el acceso al agua en
condiciones de calidad y cantidad, consecuentemente los países miembros,
México incluido, así lo consignaron en sus ordenamientos jurídicos, de manera
que a decir de esa declaración, toda persona tiene derecho de acceso al agua
para consumo personal y doméstico en forma saludable, suficiente y accesible.
La innegable buena intención de la ONU y de los países miembros al hacer
conciencia sobre la relevancia vital del agua, desde luego es evidente, pero la
fuerza y contundencia de esas reflexiones y declaraciones, no poseen el poder
de modificar el estado actual de insalubridad y carencia de infraestructura que
en la mayoría de los casos conculca para millones de seres humanos su
derecho humano al agua.
La ley es expresión del derecho como signo inequívoco de la racionalidad
societaria, siendo tan valioso su poder ordenador de la convivencia humana,
4. El agua, la ley y el derecho
Dra. María del Carmen Platas Pacheco
13 de enero de 2018
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lo cierto es que ninguna ley posee el poder de garantizar derechos por más
sensibles y vitales que estos sean; todo derecho es en esencia un vínculo de
obligatoriedad que constriñe a las partes en torno de eso que les es debido, de
manera que si existe el derecho humano al agua y es obligación del Estado
proporcionarlo, debe existir para el usuario el deber de pagar por el consumo
que realiza, entender al Estado en su función de gobierno como administrador
y gestor del bien común, supone para los ciudadanos consumidores del agua
hacer uso responsable y razonable de este bien que por su naturaleza es
escaso y esencial para la vida.
Las declaraciones de derechos deben ser entendidas como instrumentos de
gestión política que se proponen llamar la atención sobre ciertos aspectos
sensibles que deben ser atendidos de mejor manera para el bien común, pero
debe reflexionarse con seriedad y profundidad respecto de la viabilidad de
pretender que las acciones de políticas declarativas en verdad posean efectos
creadores de derechos, entre otras razones para evitar la incoherencia social
que resulta de ser, en teoría un ciudadano poseedor de derechos humanos,
que la autoridad encargada de otorgarlos no puede cumplirlos; a los millones
de seres humanos, muchos de ellos mexicanos sin acceso real y cotidiano al
agua en condiciones de suficiencia, cantidad y calidad de poco o nada les sirve
saber de la existencia de ese derecho humano declarativo, pero no efectivo.
Dra. María del Carmen Platas Pacheco
mcplataspacheco@gmail.com
5. “Alcancé el pináculo del éxito en el mundo de los negocios. A los ojos de
los demás, mi vida es el epitome del éxito. Sin embargo, además del trabajo,
tengo pocas alegrías. Al final, la riqueza es el único hecho de la vida que
conozco.
En este momento, recostado en una cama enfermo y repasando mi vida entera,
me doy cuenta que la riqueza y el reconocimiento del que tanto me
enorgullecí , palidecen y carecen de significado de cara a la muerte inminente.
En la oscuridad, veo las luces verdes de las máquinas que me mantienen con vida
y siento el aliento de la muerte respirar cada vez más cerca de mí…
Ahora sé, que una vez que logramos acumular riqueza, debemos perseguir otras
cosas no relacionadas…
Tal vez relaciones, tal vez arte, tal vez los sueños abandonados de la
juventud. Perseguir la abundancia sin descanso solo te convertirá en un ser
retorcido, como yo.
6. Mi riqueza ya no me la puedo llevar, sólo me llevo las memorias que me dio el
amor. Es la verdadera riqueza que te acompañará y te dará la fuerza y la luz
para seguir adelante. Y recuerden, nadie necesita una Stylus. Lo material que se
pierde, se puede recuperar, pero hay algo que nunca se puede recuperar
cuando se pierde… la vida.
En cualquier etapa de la vida que te encuentres, recuerda que llegará el
momento de enfrentar la hora en que se cierran las persianas. Atesora el amor de
tu familia y amigos. Trátate bien. Aprecia a los demás”.