1. Colegio privado concertado por el Gobierno de Navarra
1 - Escribe el texto siguiente en tercera persona:
Al empezar septiembre mi madre nos mandó a mi abuelo y a mí a comprar un
cuerno que me faltaba en la trenca. Me lo arrancó el año pasado el Orejones
López de un mordisco, un día que no le quise dar bocadillo. Él se rompió un diente
y yo me quedé sin cuerno. A él le consoló su madre y a mí la mía me dio una
colleja de las de efecto retardado, de las que te duelen a la media hora
aproximadamente. Ese día aprendí que si quieres meterte a una madre en el bote
es mucho mejor que te rompas algo de tu propio cuerpo a que te rompas algo de
la ropa. Lo de la ropa lo llevan fatal.
Manolito gafotas. Elvira Lindo
2 – Escribe el texto siguiente en primera persona:
Leopoldo José Alberto Enrique Maximiliano de Hernanzgil y Llorenz no era feliz. Y a
menudo tenía la sensación de que su larga lista de nombres era la causa de su
infelicidad.
Lo notó el primer día de colegio cuando el Director lo acompañó a clase, lo
presentó a sus compañeros y le señaló el lugar donde debía sentarse.
Al principio pensó que iban a aplaudirle, como le pasó aquel día que fue al
hospital a visitar a unos niños que habían tenido un accidente. Le dio muchísima
vergüenza y hubiera sido terrible para él que también en el colegio le aplaudieran.
Pero nadie lo hizo. Al contrario, se hizo un gran silencio. Sus compañeros se
quedaron callados cuando saludó y se fue al pupitre.
Me llamo Pipe. Lucía Baquedano
3 – En el siguiente texto busca los verbos de movimiento:
Aglaya, aunque no estaba preparada, la siguió. Más aún, cuando salió a las
ramas, tomó un atajo que sólo ella conocía y, trepando velocísima, llegó al nido
del águila antes que la perra. Le dio otra ojeada al contenido: cinco bonitos
huevos, gordos como pomelos. Después se escondió en el sitio de costumbre.
Pero no llegó águila alguna y, como de costumbre, al rato Dorotea se levantó y
se fue. Aglaya se aproximó al nido… y tuvo que agarrarse fuerte a sus bordes
para no caerse. Dentro había seis huevos. ¡Seis!
4 - Completa el diálogo siguiente:
Antonio se asusta cuando oye la voz resonando allí mismo, a sus pies, en el fondo
de la zanja. Ahora dice:
- ¡Gracias a Dios! ¡Al fin consigo que se acerque alguien! Llevo aquí no sé cuánto
tiempo gritando y ¡ nada!
-
La respuesta suena de lo más natural.
- Soy yo, Rafa.
-
- Un chico del barrio Nuevo.
2. Colegio privado concertado por el Gobierno de Navarra
-
- Ya os lo explicaré. Ahora¡ ayudadme a salir! Tú, chico, ¿cómo te llamas?
-
- Échame una mano, por favor.
Antonio no sólo le echa una mano, sino también todo el brazo. Nada. Después se
tumba en el suelo y se inclina sobre el borde de la zanja.
5 – Completa este diálogo:
Días atrás, necesitando remozar un poco mi ropero con algún traje de primavera,
me fui a un almacén de ropas. Allí me tomaron las medidas y me dieron a elgir tres
o cuatro modelos de diferentes colores.
- Éste – dije yo.
-
Yo lo intenté con la mejor voluntad del mundo, pero me fue imposible conseguirlo.
- No quepo- le dije al vendedor.
-
- ¿Mi medida?- exclamé, asombrado.
-
- ¿Y la barriguita, amigo mío? ¿Quiere usted decirme qué hago con ella?
-
- ¿Cómo cosa mía?
-
-
6 – Coloca el guión correctamente en este diálogo:
Balanceándose sobre las cuatro patas subía hacia mí un enorme oso. Era un cara
pelada pero yo no sabía nada acerca de esa especie.
Ahora voy a darle un susto me dije y me oculté entre los árboles
Esperé hasta que sólo estuvo a unos cien pies de distancia y entonces salí
súbitamente de mi escondrijo.
¡Ooh, ooh! Le grité confiando en que se volvería y echaría a correr.
Lo que hizo fue levantar la cabeza para mirarme bien y siguió avanzando.
¡Ooh, ooh! Volví a gritar con más fuerza que antes.
Pero el oso continuó aproximándose.
7 – Ordena estas oraciones para crear un texto coherente:
3. Colegio privado concertado por el Gobierno de Navarra
8 – Ordena estos fragmentos
9 - Oriol Serrat entró en la habitación. (...) Su mujer y su hija, envueltas en la claridad
lechosa que se filtraba por las blancas celosías entornadas, estaban sentadas en el
saloncito contiguo a la habitación donde yacía Maruja y hablaban en voz baja.
- ¿Cómo está?- preguntó él.
4. Colegio privado concertado por el Gobierno de Navarra
- Igual – dijo la señora Serrat, que sacaba pañuelos y algunas prendas de vestir
de una bolsa - No hace más que llamar a un tal Manolo... ¿Has desayunado?
- ¿Y quién es ése?
- Ya puedes figurarte. ¿Has desayunado?
- Sí, mujer.
- Es su novio, mamá - intervino Teresa.
Juan Marsé. Últimas tardes con Teresa.
1 – El autor ha empleado unas veces los verbos anunciadores del discurso y, otras
veces, no. ¿Qué verba dicendi utiliza? Si hubiera que sustituir esos por otros,
¿cuáles podrían ser?
2 - ¿Sabes quiénes pronuncian las tres réplicas en las que no se advierte
expresamente quién es cada uno de los interlocutores? ¿Por qué?
3 - Cuenta por escrito un chiste dialogado que conozcas: deberás emplear con
moderación los verba dicendi.
10 – Sustituye los verbos dijo o dijeron por otros que indiquen con mayor precisión qué
es lo que hace el personaje cuando habla. Los verbos que puedes utilizar son:
admitir, desaprobar, ofrecer, indicar, observar, preguntar, gritar, protestar (lo
puedes utilizar dos veces), contestar, replicar.
La mesa estaba puesta delante de la casa, bajo un árbol, y la Liebre de Marzo y el
Sombrerero estaban tomando el té. Entre ellos había un lirón, profundamente
dormido, sobre el cual apoyaban los codos, a mod de cojín, y hablaban por
encima de su cabeza. “Muy incómodo para el lirón” – pensó Alicia- “Claro que,
como está dormido, probablemente ni se entera”
Aunque la mesa era grande, los tres se apretujaban en uno de los extremos.
- ¡No hay sitio! ¡No hay sitio! – dijeron al ver llegar a Alicia.
- ¡Hay sitio de sobra! –dijo indignada Alicia y se sentó en un gran sillón, en un
extremo de la mesa.
- Sírvete algo de vino- dijo la Liebre de Marzo.
Alicia miró por toda la mesa, pero allí sólo había té.
- No veo ningún vino.
- No lo hay –dijo la Liebre de Marzo.
- Pues entonces, tal ofrecimiento es una descortesía de su parte- dijo indignada
Alicia.
- También lo es de tu parte sentarte sin seer invitada- dijo la Liebre de Marzo
- No sabía que la mesa era de su propiedad- dijo Alicia- Está servida para más
de tres personas.
- Tú necesitas un buen corte de pelo- dijo el Sombrerero. Había estado
examinando a Alicia con mucha curiosidad y ésta fue su primera intervención.
- Y usted debería aprender a no hacer comentarios personales- dijo Alicia con
severidad- : resulta muy grosero.
El Sombrerero, al oír esto, abrió de par en par los ojos, pero se limitó a decir:
- ¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?
5. Colegio privado concertado por el Gobierno de Navarra
11 -
12 - Utilizando los conectores del texto anterior, inventa tú un texto narrativo. Los
conectores son:
- Lo primero
- Cuando
- Hasta que
- Como
- De pronto
- Entonces