Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Comunidades Alternativas
1. VIII Congreso SEAE Bullas (Murcia) 2008 Comunicación
NUEVOS ESCENARIOS EN EL MUNDO RURAL:LAS COMUNIDADES
ALTERNATIVAS
F. Ruiz Escudero
Instituto de Sociología y Estudios (ISEC) de la Universidad de Córdoba. Edificio
Gregor Mendel, Campus de Rabanales - Crta. de Madrid, Km 396, 14071 Córdoba,
paruies@yahoo.es.
RESUMEN
El mundo rural está experimentando numerosas transformaciones. El modelo de
desarrollo urbano-industrial, que se ha seguido a nivel global, ha provocado una
profunda desorganización en las comunidades rurales. Las dinámicas de despoblación
del campo o la erosión sociocultural producto de la anterior, son sólo dos de los
efectos posibles que observamos en el medio rural. La necesidad de neutralizar dichas
consecuencias negativas del modelo económico global exige también respuestas
académicas que planteen enfoques alternativos de desarrollo rural sustentable. Ante
esta problemática y respondiendo reactivamente ante ella, surgen experiencias que
introducen una perspectiva social crítica al actual modelo de globalización mediante
pequeñas iniciativas fundamentadas principalmente en una vuelta al campo. En este
sentido, el estudio realizado entre junio 2006 y septiembre 2007 pretende detener su
análisis en una nueva realidad de experiencias de repoblación del medio rural ibérico,
habiéndose realizado un levantamiento de la pluralidad de estas iniciativas (a través
de diferentes fuentes como la búsqueda bibliográfica, informantes clave, datos
secundarios), siendo cercanas al centenar. El estudio refleja una importante diversidad
de propuestas alternativas en el medio rural de la península ibérica: ecoaldeas,
colectividades rurales, pueblos okupados, asentamientos… Iniciativas jóvenes en
cuanto a permanencia en el tiempo, pero innovadoras en su concepción y repartidas
por toda la geografía peninsular, especialmente en zonas de montaña e interior
peninsular. A pesar de la heterogeneidad de cada uno de dichos proyectos
“comunitarios”, es de destacar que todos ellos parten de enfoques holísticos que
incluyen elementos agroecológicos de análisis; ya que entienden el manejo ecológico
de los recursos naturales y de las actividades productivas asociadas a éste desde un
amplio sentido, considerando las cuestiones socioeconómicas y culturales ligadas a él.
No cabe duda de que estas experiencias entran a formar parte de los nuevos
escenarios y procesos en el medio rural y su estudio invita a una reflexión sobre
renovadas estrategias de desarrollo rural sustentable.
Palabras clave: desarrollo rural sustentable, agroecología, despoblación, ecoaldeas.
INTRODUCCIÓN: LA NECESARIA RECUPERACIÓN DE NUESTROS CAMPOS
Nuestros campos están siendo testigos de innumerables transformaciones. Sin lugar a
dudas, el medio rural ha sido el gran damnificado del modelo de desarrollo urbano-
industrial a escala global. Los profundos cambios de los que han sido testigos nuestros
campos son indicadores de cómo las zonas rurales se han adaptado a los vientos
urbanos de consumo. La pérdida de población en las zonas rurales es sólo una de las
manifestaciones del modelo de globalización neoliberal. Desde el proceso
industrializador, iniciado en la última mitad del siglo pasado, la población rural ha
experimentado importantes desplazamientos. La actividad industrial ha sido atrayente
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de los activos agrarios a las ciudades, produciendo sustanciales cambios en los
pueblos y zonas de montaña peninsulares. El final de la autarquía económica y la
apertura de las fronteras en los años 60, van a acelerar el proceso por el que España
deja de ser eminentemente agraria. Según Camarero Rioja, será entre los años 1955 y
1965 cuando se produzca el mayor despoblamiento rural. Sin embargo,
posteriormente, en los años 90, comienza, según este mismo autor, un proceso en el
medio rural por el que se romperá la relación biunívoca entre ruralidad y agricultura
para abrir camino a una tendencia obligada de progresiva diversificación de las
actividades, y, a la vez, de la ruralidad (Camarero, 1991). Se empezará a hablar
entonces, desde los círculos académicos, de una nueva ruralidad.
Pero a pesar de esta tendencia a redefinir nuevamente la ruralidad, cabe señalar que
el campo español continua inmerso en una profunda depresión de sus usos y oficios
tradicionales. Como comentan Carlos Moya y Josechu Mazariegos, estamos sumidos
en un proceso de transnacionalización del territorio donde aparecen como vestigios la
cultura rural. Se da paso a una renovada cultura rural, las masas de urbanos tienen
también su escape en el campo, en un pueblecito... El medio rural está, en muchos
casos, siendo receptor de oleadas de urbanitas venidos de las ciudades, lo que
acrecienta su dependencia respecto al medio urbano. Este hecho junto a la escasa
población rural, comentada anteriormente, terminan generando una relación campo-
ciudad dependiente. Según Camarero Rioja, el campo "al disminuir su función
productiva en favor de la reproducción de las poblaciones urbanas, ha aumentado su
dependencia."
Desde nuestra óptica, precisamos de un equilibrio territorial que nos permita mantener
nuestros paisajes y gentes y poder alimentarnos desde lógicas locales, participativas y
coevolutivas con el medio (perspectiva de la soberanía alimentaria). El enfoque de
este trabajo parte, en consecuencia, de la convicción de que, como apunta Sylvia
Pérez-Vitoria, precisamos de los campesinos y la cultura campesina como actores
clave de resistencia frente a los valores de la modernidad, necesitamos en definitiva
que nuestro territorio mantenga un tejido social activo, necesitamos, en consecuencia,
nuestros pueblos poblados de vida. Y en este sentido, observamos que resurgen unas
nuevas realidades en el medio rural (que podemos englobar bajo el paraguas de
comunidades alternativas), de experiencias caracterizadas por su crítica social y su
planteamiento novedoso con aspectos comunitarios y ecológicos importantes. A estas
experiencias innovadoras y tremendamente heterogéneas de desarrollo rural
sostenible vamos a dedicarle preferencia en este trabajo, entendiendo que resulta
imprescindible dinamizar y equilibrar las divisiones "de los espacios de producción y
reproducción que imponen las sociedades posindustriales" (Camarero, 1991:23). Las
experiencias de okupación, ecoaldeas, comunidades varias que podemos encontrar
repartidas por la geografía peninsular se presentan como una pluralidad de iniciativas
prácticas cuya finalidad es revertir esa dinámica social y plantear alternativas reales a
ese medio rural denostado.
CONSIDERACIONES TEÓRICAS: APORTACIONES EN PRO DE OTROS MUNDOS
POSIBLES
El conjunto de “nuevas” experiencias que se aglutinan bajo el paraguas de la
alternatividad rural, tienen algunos elementos comunes si realizamos una primera
aproximación al objeto de estudio. Percibimos que el discurso de todas ellas parte de
una perspectiva social crítica y reactiva a la sociedad postmoderna que les tocó vivir,
partiendo de concepciones de vida basadas en la autosuficiencia, la cooperación, la
solidaridad y el respeto mutuo, entre otros valores. A pesar de la enorme
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heterogeneidad que podemos encontrar de experiencias alternativas en el medio rural
(ver apartado 3), podemos aventurar algunas contribuciones teóricas que entroncan
con las visiones críticas en pro de otros mundos posibles. Para esta ocasión y de
forma breve, podemos considerar dos aportaciones que, en buena medida, enlazan
con las prácticas cotidianas de estos proyectos de vida comunitaria: el paradigma de la
convivencialidad y el enfoque del decrecimiento.
Paradigma de la convivencialidad
Uno de los aportes más interesantes, a mi modo de ver, en la configuración de otros
mundos posibles es la propuesta de Iván Illich, con su paradigma de la
convivencialidad, que podríamos calificar como muestra de ecologismo radical
temprano. Dicho paradigma supone una crítica al conjunto de las estructuras y valores
del modelo de sociedad urbano-industrial en el que vivimos, al tiempo que expone los
puntos básicos de lo que será su propuesta política de sociedad, desarrollada en su
libro La convivencialidad. Illich considera la etapa industrial como un proceso muy
negativo que ha culminado en un modelo de producción en masa que lleva a la
autodestrucción del planeta y los seres que habitan en él, palabras éstas que pueden
ejemplificarse claramente con el avance del cambio climático en nuestros días. En
este sentido, propone evitar esta etapa industrial y tender hacia un modo de
producción basado en el equilibrio post-industrial, fundamentado en lo que a
continuación se expone sucintamente. Illich plantea la necesidad de limitar el
crecimiento y establece una serie de escalas y límites naturales que se deben respetar
en todo crecimiento social. Un nuevo mundo no puede concebirse sin tener presente
las escalas y límites naturales. Según este autor, es importante no rebasar los
umbrales naturales para mantener el equilibrio global del planeta. En este sentido,
habla del equilibrio multidimensional de la vida humana, donde la relación hombre-
naturaleza se dé de forma natural en un proceso coevolutivo. El autor define la
sociedad convivencial como aquella en que “la herramienta (pieza fundamental en la
construcción social, véase cualquier bien material) moderna está al servicio de la
persona integrada a la colectividad y no al servicio de un cuerpo de especialistas. Es la
sociedad en la que el hombre controla la herramienta y no al revés” (Illich, 1974:13).
La cualidad correspondiente a esta sociedad es la austeridad, entendida como virtud
de elección de los placeres que no degradan la relación personal (Illich, 1974). En
consecuencia, este autor concibe la austeridad como vida y alegría.
Los postulados de este autor son recogidos e implementados, en muchos casos, por
los protagonistas de las ecoaldeas y comunidades sostenibles, por lo que se erige
como una lectura básica para la comprensión de los modos de vida y las dinámicas de
construcción de modelos de sociedad sustentable y convivencial.
El decrecimiento
Una propuesta teórico-práctica, muy en consonancia con el paradigma de la
convivencialidad de Iván Illich y que actualmente está teniendo una cierta repercusión
dados los tiempos que vivimos de crisis civilizatoria (Tello, 1999), es la contribución
que, desde diferentes ámbitos, se realiza en pos del decrecimiento. Esta aportación
tiene su origen en tierras francesas donde un grupo de personas perteneciente a la
asociación parisina “La ligne d´horizon - les amis de Fraçois Partant”, comenzaron a
hablar de la necesidad de frenar el crecimiento económico en el que estamos
inmersos. Desde este colectivo se realizan numerosas actividades, conferencias
(como la que dio lugar a la publicación del libro “Défaire le développement, refaire le
monde”) y publicaciones variadas en torno a la necesaria concienciación y cambio de
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paradigma para poder seguir conviviendo en la Tierra. Entre los autores más
importantes de esta teoría del decrecimiento podemos citar algunos, François Partant,
Serge Latouche, Gilbert Rist... Para estos autores, los ritmos de crecimiento humano
son tales que (como recoge la propuesta del encuentro estatal de ecoaldeas celebrado
a finales de agosto de 2006, “Decrecer para que tod@s podamos crecer”) es preciso
desacelerar el crecimiento para poder continuar viviendo en este planeta de recursos
finitos. Como comenta uno de los mayores precursores de las propuestas del
decrecimiento, Serge Latouche, "para salvar el plantea y asegurar un futuro aceptable
a nuestros hijos, tenemos no sólo que moderar las tendencias actuales, sino salir del
desarrollo y del economicismo como tenemos que salir, también, de la agricultura
productivista que es parte integrante de éste para terminar con las vacas locas y las
aberraciones transgénicas". En esta misma línea, y continuando con la argumentación,
Latouche comenta como "el decrecimiento debería estar organizado no solamente
para preservar el medio ambiente sino también para restaurar un mínimo de justicia
social sin la cual el planeta está condenado a la explosión. Supervivencia social y
supervivencia biológica aparecen, así, estrechamente ligadas. Los límites del capital
natural no suponen solamente un problema de equidad intergeneracional sino también
un problema de equidad entre los miembros actualmente vivos de la humanidad".
Una de las críticas esgrimidas contra los precursores de esta contribución por el
decrecimiento es la idea de que si decrecemos las economías se vienen abajo y
retrocedemos socialmente; la vuelta a las cavernas suele ser un recurso utilizado para
ilustrar esta postura. Ante este razonamiento, Latouche explica que "el decrecimiento
no significa necesariamente un inmovilismo conservador. La evolución y el crecimiento
lento de las sociedades antiguas se integraban en una reproducción alargada bien
temperada, siempre adaptada a las constricciones naturales. Emprender el
decrecimiento significa, en otros términos, renunciar al imaginario económico, es decir,
a la creencia de que más es igual a mejor."
Sin lugar a dudas, en los proyectos rurales comunitarios hay mucho de decrecimiento
en la medida que se parte de un replanteamiento de las necesidades de consumo
acorde con el medio que se habita y las posibilidades del mismo.
SURGIMIENTO DE NUEVAS REALIDADES SOCIALES EN EL MEDIO RURAL:
ECOALDEAS Y OKUPACIONES.
Las experiencias comunitarias que queremos presentar en este trabajo son iniciativas
que conectan con diferentes expresiones del movimiento comunitario repartidas a lo
largo de la historia, pero construidas sobre contextos actuales. Como se comentaba
anteriormente, una de las características que encontramos a la hora de hacer una
prospección por este tipo de experiencias es la enorme pluralidad de iniciativas que
hallamos. La diversidad de experiencias nos induce a pensar en la complejidad del
entramado de iniciativas que se dan en el medio rural. Bajo la denominación de
ecoaldea (terminología muy reciente), o mejor dicho de lo que representan las
ecoaldeas como experiencias de vida natural, sustentable y simple, encontramos
numerosas denominaciones y calificaciones. La diversidad de estas etiquetas viene
dado por la pluralidad tanto de personas como de formas de plantear los proyectos de
vida en el campo. Así, encontramos proyectos que se autodenominan comuna,
colectividad agraria, asentamiento, pueblo ecológico o ecoaldea (Fig. 1). Sin embargo,
en todos ellos podemos observar que hay un elemento común: la búsqueda de formas
de vida más entrelazadas, más convivenciales, más comunitarias.
Para el abanico de experiencias que podemos encontrar en el medio rural
(entendiendo que es en este marco donde queremos centrar nuestro enfoque, ya que
podemos encontrar experiencias similares a las apuntadas en zonas urbanas o
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periurbanas), para este trabajo vamos a centrarnos en dos articulaciones que
aglutinan a algunas de las experiencias alternativas de desarrollo rural sostenible en la
península ibérica: la red ibérica de ecoaldeas y las experiencias de okupación rural.
La Red Ibérica de Ecoaldeas.
La RIE es una especie de coordinadora de las propuestas que avanzan hacia el
desarrollo de comunidades sustentables en España. Su heredero más inmediato se
encuentra en el Movimiento Rural Alternativo (MAR, asociación de repobladores de
todo el territorio nacional que nació en 1984), movimiento extinto que, en cierta forma,
ha sido recuperado por el movimiento de ecoaldeas. Su origen camina de la mano de
los encuentros estatales de ecoaldeas, lugares donde se intercambian, comparten y
relacionan personas y proyectos de distintas partes de la geografía peninsular. En
verano de 1999, en un pueblecito del prepirineo oscense, Artosilla, se celebró el II
Encuentro Estatal de ecoaldeas. Fue ese momento un espacio de encuentro donde
diferentes colectivos que trabajaban en el medio rural se conocieron. En dicho
encuentro se decidió crear una estructura de coordinación mínima entre los colectivos
que allí se encontraban (Cooperativa de viviendas Valdepiélagos (Madrid), Asociación
La Osa (Asturias), Municipio ecológico de Amayuelas de Abajo (Palencia), Asociación
La Semilla (Cádiz), Proyecto de Cooperación Nueva Tierra (Sevilla), Instituto de
Permacultura Montsant (Tarragona) y Asociación la Carrucha Cultural (Huesca, ahora
Asociación Selba)). En cierta forma, estos colectivos fueron el germen de la futura Red
Ibérica de Ecoaldeas. En la feria de Biocultura de Madrid, en el año 2000, se organizó
la primera Asamblea constituyente de la RIE con la asistencia de numerosos
colectivos, entre otros: Amayuelas (Palencia), La Carrucha Cultural (Huesca), La Osa
(Asturias), Permacultura Montsant (Tarragona), Valdepiélagos (Madrid), Matavenero
(León), La Garrotxa (Girona), Vettonia (Salamanca), Jardines de Acuario (Murcia),
GEA, Bajo el Asfalto está la Huerta (Madrid), Cosas de la Luna (Madrid), Mas Noguera
(Castellón) o Los Arenalejos (Málaga). Algunos de los colectivos reunidos en dicha
asamblea se habían dado ya cita en el encuentro estatal de ecoaldeas en Artosilla y
otros se unieron al proyecto. En los sucesivos años, hasta llegar a la actualidad, se
han realizado asambleas internas en todos los encuentros estatales de ecoaldeas
celebrados hasta la fecha. Normalmente, los miembros de la RIE se reúnen cuatro
veces al año en diferentes ecoaldeas donde se planifican las actividades y se
comparten experiencias y problemas de los proyectos. Actualmente, la RIE se
encuentra en fase de consensuar unos estatutos y constituirse como asociación sin
ánimo de lucro.
Para formar parte de la RIE sólo es necesario compartir la filosofía de la propia red de
caminar hacia el desarrollo de comunidades sustentables. Como aparece en su propia
página web "no existen ecoaldeas perfectas, ni en España ni en ningún país europeo,
y por tanto no se trata de que los colectivos que quieran unirse a la red ibérica de
ecoadeas lo sean completamente. Basta con que haya en ellos una intención de
avanzar en el desarrollo de comunidades sostenibles." Actualmente, los diferentes
proyectos que se encuentran dentro de la RIE son los siguientes: como ecoaldeas
Valle de Sensaciones, Valle Conde de los Pinos y Valdepiélagos; y como asociaciones
trabajando por la sustentabilidad, encontramos tres iniciativas: Proyecto Cultivando,
Permacultura Cantabria y la asociación Selba. Los proyectos que están dentro de la
RIE, como ya hemos indicado, son sólo un esbozo de otras muchas experiencias
similares que no se encuentran dentro de la RIE, por diferentes motivos que no vamos
analizar ahora y que requerirían un análisis más profundo.
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La Okupación rural.
Junto a la RIE, aparecen otras redes de colectivos que, aunque trabajan hacia la
consecución de objetivos cercanos a los planteados anteriormente, conforman otras
coordinadoras de encuentros e intercambios. Es el caso de los Encuentros estatales
de Okupación rural y su revista "La llamada del cuerno" donde se aglutinan
experiencias que, desde la okupación, plantean alternativas al sistema capitalista de
apropiación y destrucción de los recursos naturales. Son encuentros muy cercanos a
la situación de las okupaciones efectuadas, tanto en centros sociales como en
diferentes pueblos, situados principalmente en Cataluña, Aragón, Navarra y Euskadi.
Su historia va de la mano de la Federación Anarquista de Colectividades del Campo
(FACC); surgida en 1990 a partir de un grupo de colectivos de diferentes partes de la
península (Los Arenalejos (Málaga), A Noitiña (León), Manzanares (Soria)) que vieron
la necesidad de coordinación entre comunidades rurales. Entre los objetivos que se
propusieron estaban el apoyo mutuo de los proyectos, intercambio de experiencias y
productos, formación personal o la creación de una caja de resistencia ante posibles
problemas. Se realizaron algunos encuentros donde se trataron diversos temas como
el modo de funcionamiento de la propia federación, convivencia, papel de la mujer... y
se elaboraron varios boletines. En 1993, la dificultad de continuar con las actividades
de la FACC (factor geográfico de la distancia, entre otros) hizo que la federación se
disolviera. A pesar de su corta duración, desde los colectivos se extraen conclusiones
interesantes "a partir de estos encuentros la gente se conoció y los colectivos
siguieron y siguen en contacto. Nos parece importante aprender de esta corta pero
intensa experiencia de la que se pueden sacar muchos puntos positivos y alguno
negativo para superar en el futuro" (Colectivo Malayerba: 1999). Desde el actual
movimiento de okupación se han organizado numerosas actividades y encuentros
como el celebrado en Can Pascual, del 28 de junio al 1 de julio de 2006, y se continua
elaborando la revista "La llamada del cuerno", cuatrimestral, donde se recogen las
actividades, reflexiones de algunos colectivos y diferentes artículos sobre temáticas
variadas como crisis energética, modelos autogestionarios de necesidades básicas,
propuestas de autosuficiencia…
CONCLUSIONES.
Este pequeño trabajo introductorio pretende visibilizar los nuevos escenarios que se
están dando en nuestro medio rural. El estudio se enmarca, en consecuencia, en las
reflexiones en torno al devenir y revalorización del medio rural ibérico a través del
surgimiento de estas novedosas experiencias de desarrollo rural sostenible
enmarcadas en el paraguas de la alternatividad rural. Pensamos, desde una lógica
agroecológica, que, ante la decadente realidad que sufre las personas que viven en el
campo y nuestros campos mismos, es necesario revigorizar, recuperar y redignificar la
vida en las zonas rurales. Asimismo y ante los crecientes problemas
medioambientales y energéticos de nuestros días, experiencias que, como las
sucintamente expuestas en esta comunicación, pretenden volver a lo local, a producir
ecológicamente, a trabajar la autosuficiencia… muestra la extrema actualidad y
pertinencia de estas iniciativas dentro de enfoques que redefinan nuevas estrategias
de desarrollo rural sustentable agroecológico.
Las iniciativas que están surgiendo son, en buena medida, una realidad social que
está abriéndose camino ante las innumerables insatisfacciones y exclusiones que
genera el sistema. Son iniciativas que incorporan visiones novedosas y rescatan
modos, manejos y estilos que entroncan con la vida de generaciones pasadas. Se
configuran como experiencias que plantean formas de vida saludables y ecológicas,
poco agresivas con el medio ambiente y que trabajan generando alternativas de vida,
7. VIII Congreso SEAE Bullas (Murcia) 2008 Comunicación
como por ejemplo, recuperando actividades tradicionales en modelos de economías
locales. Son personas, colectivos, nuevas caras, en un mundo rural necesitado de
vida. Como se apunta en este trabajo, la diversidad es, a mi modo de ver, el indicador
más relevante de este complejo universo rural. Tanto las experiencias que intentamos
estudiar como las personas que lo integran son portadoras de proyectos que aunque
coinciden, en muchos aspectos en su crítica a la sociedad de consumo, discrepan, en
algunas cuestiones a la hora de visualizar su comunidad, de ahí la complejidad que
envuelve al propio objeto de estudio.
La aparición de nuevos escenarios en el medio rural a través de diferentes
experiencias de vida en comunidad, implican, sin lugar a dudas, una reflexión en torno
a las estrategias de desarrollo rural sustentable y nos animan a analizar críticamente
estas nuevas prácticas sociales y ecológicas, estos nuevos prismas y modelos de
convivencia.
BIBLIOGRAFÍA
Illich, Ivan, 1974. La convivencialidad. Barcelona. Ed. Barral. p. 13.
Pérez-Vitoria, S., 2005. Le retour des paysans. Arles. Actes Sud.
Colectivo Malayerba, 1999. Colectividades y ocupación rural. Madrid. Ed: Traficantes
de sueños. p. 76.
Camarero Rioja, A., 1991: «Tendencias recientes y evolución de la población rural en
España», en Política y Sociedad, nº 8, pp.13-24.
Moya, C. y Mazariegos, J.V., 1991: «Viajes y retornos de una y otra parte», en Política
y Sociedad, nº 9, pp. 97-107.
Plataforma Rural (España). Nuevos desafíos para una sociedad que necesita pueblos
con vida, en: <www.nodo50.org/plataformarural> [Consulta: 15 jul. 2008].
Latouche, S. (dir), 2003. Défaire le développement, refaire le monde. Paris.
L´Aventurine.
Latouche, S: «A bas le développement durable!, Vive la décroissance conviviale!», La
ligne d´horizon, en: <www.decroissance.org> [Consulta: 20 may. 2007].
RIE, en: <www.ecoaldeas.org> [Consulta: 10 feb. 2007].
Tello, E., 1998. Ecopacifismo: una visión emergente. En Mellón, J. A. Ideologías y
Movimientos Políticos. Madrid. Tecnos.
8. VIII Congreso SEAE Bullas (Murcia) 2008 Comunicación
FIGURA y TABLA
Asentamiento
Comuna Colectividad
SOL
Ecoaldea TERMINOLÓGICO Comunidad
DE LAS NUEVAS
EXPERIENCIAS
Pueblo Okupado RURALES Pueblo ecológico
Proyecto comunitario
Figura 1. Sol terminológico del abanico las experiencias alternativas de desarrollo
rural sostenible. Fuente: Elaboración propia (2007).
Tabla 1. Breve directorio de ecoaldeas y comunidades sustentables en España.
PROYECTOS DE VIDA EN LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
COMUNIDAD
Matavenero Bembimbre, León
Colectividad A Noitiña León
Pueblo okupado de Rala Aoiz, Navarra
Pueblo okupado de Arizkuren Aoiz, Navarra
Pueblo okupado de Artanga Aoiz, Navarra
Pueblo okupado de Lakabe Valle de Arce, Navarra
Comunidad rural-urbana dispersa Alcoy, Alicante
Comunidad de Turballos Muro de Alcoy, Alicante
Ecoaldea Valle de los Pinos El Hoyo de Pinares, Ávila
Ecotopia Acebo, Cáceres
Ecoaldea Caña Dulce Coín, Málaga
Ecoaldea Los Arenalejos Alozaina, Málaga
Pueblo recuperado de Ibort Huesca
Pueblo recuperado de Sieso Huesca
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Pueblo recuperado de Artosilla Huesca
Pueblo recuperado de Aineto Huesca
Pueblo recuperado de Solanilla Huesca
Ecoaldea El Pardal Villacarrillo, Jaén
Ecoaldea Jardines de Acuario Totana, Murcia
Ecoaldea Lliurona Girona
La garrotxa Lleida
Mas Lluerna Lleida
Clua Artesa de Segre, Lleida
Pueblo recuperado de Aulàs Sort, Lleida
Permacultura Montsant Cornudella, Tarragona
Can Pascual Barcelona
Can Masdeu Barcelona
Proyecto Els Isards Sant Hilary Sacalm, Girona
Pueblo ecológico de Amayuelas Amayuelas de Abajo, Palencia
Proyecto Valle de Sensaciones Yator, Granada
Beneficio Órgiva, Granada
Ecoaldea Escanda Pola de Lena, Asturias
Proyecto Arpa Viva Oscos, Asturias
Pueblo okupado de Navalquejigo Madrid
Comunidad Amor y Vida El Escorial, Madrid
Valdepiélagos Madrid
Proyecto Equi-libre Santa Bárbara, Tarragona
Colectividad de Manzanares Peralejos de los Escuderos, Soria
Fuente: Elaboración propia (2007)