1. MÚSICA Y PROBLEMAS DE DESARROLLO
(Don Campbell)
Según las estadísticas, tres de cada cien niños nacen con anormalidades que afectarán
gravemente a su salud. Es posible que a partir de los seis meses hasta pasado el año empiece a
manifestarse algún problema de desarrollo que antes estaba latente. Tal vez has observado que tu
hijo de siete a doce meses todavía no reconoce los nombres de objetos comunes, no se vuelve a
mirarte cuando lo llamas por su nombre, no imita los sonidos que haces cuando le hablas, o no emite
sonidos aparte de llorar para atraer tu atención. Es posible que entre el año y los dos años todavía no
sea capaz de señalar las imágenes de un libro cuando las nombras, o no entienda preguntas sencillas,
como por ejemplo «¿Dónde está tu osito?». O tal vez el pediatra ha detectado un problema y ha
empezado a hablarlo contigo.
Ciertamente en los casos de problema auditivo, síndrome de Down, hiperactividad, parálisis
cerebral e incluso autismo, el tratamiento del sistema auditivo, con su efecto en el desarrollo de
muchas partes del cerebro, será parte importante del plan terapéutico. Los musicoterapeutas y otros
profesionales que trabajan con niños retrasados en su desarrollo emplean cada vez más la música
para corregir problemas como el retraso del desarrollo motriz, la mala tonicidad muscular, la
hiperactividad y los trastornos en los procesos sensoriales. En los casos en que el problema de
audición sólo es una parte de una cantidad de problemas, la audición del niño recibirá (o debería
recibir) atención prioritaria.
«Gabe tiene tres años y, como muchos niños con síndrome de Down, sufre de pérdida de
audición de tipo fluctuante», escribe Katherine Morehouse en la revista Hearing Health. «Un día parece
que lo oye todo y al siguiente nada.» Adoptado a los ocho meses, llegó a casa de sus padres Fran y Jay
Johnson con una grave pérdida auditiva a consecuencia de infecciones de oídos no tratadas, y sin
absolutamente nada de comunicación verbal. Desde el principio Fran y Jay adoptaron una postura
firme respecto a la audición y desarrollo del lenguaje de su hijo. Morehouse explica: «Cuando el
pediatra le dijo "Esperemos a ver qué dice un especialista respecto a los conductos ventiladores",
Fran se puso firme: "Hagámoslo ya". Cuando otro médico le comentó que la audición era el menor de
los problemas de Gabe, ella cambió de médico e insistió en que le pusieran audífonos. Sabía que el
niño necesitaba oír todo lo posible para su desarrollo del habla y del lenguaje. Gabe ha llevado
audífonos desde los dieciocho meses, y estos han tenido un efecto espectacular en su capacidad de
reconocer e imitar sonidos ambientales y fonéticos. Muchos niños con el síndrome de Down tienen
dificultad para la comunicación oral. Incluso los que no tienen problemas auditivos muchas veces
sólo empiezan a emitir sonidos de habla inteligible a los cuatro años o más. Los padres de Gabe no
esperaron sentados a que "no hablara"; dieron pasos activos para asegurarse de que desarrollara sus
habilidades lingüísticas de manera natural mediante la interacción con su familia y con otros niños».
Muchos niños autistas han experimentado una enorme mejoría gracias a los beneficios de la
música, entonación y ritmo. Hay mucha controversia respecto a qué causa el autismo; bien podrían
ser muchas las causas. En todo caso, el autismo, que afecta al funcionamiento del cerebro, ocurre en
alrededor de 15 de cada 10.000 nacimientos. Es un trastorno muy discapacitador, que suele aparecer
durante los primeros tres años de vida. Sin embargo, con un diagnóstico temprano, es posible
2. tratarlo. Estudios recientes indican que los ejercicios de integración auditiva (AIT)1
, en que se escucha
música especialmente modulada, son muy beneficiosos para el autismo. En general, el método AIT
consiste en escuchar por auriculares una hora diaria durante diez a veinte días. En los centros del
doctor Alfred Tomatis, niños autistas de muchos países encuentran mejoría en sesiones de escucha
de grabaciones de música de Mozart de alta frecuencia y de la voz de sus madres. Los estudios
sugieren que este ejercicio podría aliviar los síntomas del autismo al reducir el nivel del
neurotransmisor serotonina en el cerebro.
Los estudios también han demostrado que la terapia de música improvisada mejora el
comportamiento comunicativo de los niños autistas. Las clínicas de Musicoterapia Nordoff-Robbins
de Gran Bretaña, Alemania, Australia y Nueva York ofrecen tratamiento para niños autistas y con
otros tipos de discapacitación grave." En estas clínicas, bajo la dirección del doctor Clive Robbins, se
trata a los pacientes en sesiones semanales individuales o en grupos, según sean las necesidades de
cada niño. El método Nordoff-Robbins se basa en las propiedades únicas de la música como medio
de comunicación para pacientes de una amplia gama de trastornos discapacitadores. Su objetivo es
«hacer posible a niños con problemas de desarrollo salir del mundo solitario en que están
atrapados». El doctor Paul Nordoff, compositor y profesor de música estadounidense, y el doctor
Clive Robbins, educador especial británico, idearon el método juntos. «Son muchas las cosas que no
pueden hacer estos niños», dice el doctor Robbins. «Queremos saber qué pueden hacer.»
También se emplea con frecuencia el método de sincronización rítmica asistida (REI)2
. Este
método consiste en escuchar redobles de tambor con muchas variaciones de ritmo y frecuencia, de
modo que las ondas cerebrales del paciente sincronicen con los redobles; también se ha visto que
esta técnica reduce la ansiedad y la agresividad de niños autistas, y les mejora la capacidad de
escucha, la duración de la atención y la interacción social; también alivia los síntomas del trastorno
de falta de atención.
En resumen, la música y el ritmo producen alivio permanente a algunos niños con
problemas de desarrollo y alivio de síntomas a muchos, muchos más. Si descubres que tu hijo está
afectado por alguno de estos problemas, habla con su médico y con otros especialistas acerca del
papel que puede tener el sonido en su vida.
1
AIT: siglas de Auditory Integration Training, ejercicios o sesiones de integración auditiva. (N. de la T)
2
REI: siglas de Rhythmic Entrainment Intervention, sincronizad6n rítmica asistida. (N. de la 1)