Figuras de control de los codigos deontologicos - Presentacion
1. Universidad Bicentenario De Aragua.
Vicerrectorado Académico
Facultad De Ciencias Administrativas Y Sociales.
Escuela De Comunicación Social.
Núcleo Valle De La Pascua, Edo. Guárico.
Realizado por:
Ariana Miranda Campos, CI: 26.944.344
Facilitador: Adrian Belisario.
7mo Trimestre Comunicación Social
Noviembre de 2017.
2. Función y
Utilidad
El texto de los diferentes códigos deontológicos
viene acompañado de un conjunto de órganos que se
crean en el interior del medio de comunicación para
dar validez y garantías de cumplimiento de los valores
incluidos en estos. Además, la creación de estos
mecanismos sirve para conectar a los profesionales de
la información con la opinión pública. Se procede a
abrir una comunicación entre periodistas y audiencia
que dé credibilidad por parte de los primeros sobre los
principios aprobados en los códigos; y facilite, para los
segundos, el acercamiento, la crítica y la valoración de
una profesión muchas veces alejada y mitificada.
Los principales órganos de control del
quehacer informativo dentro del medio de
comunicación y de contacto con la ciudadanía
son: la figura del defensor del lector o
telespectador (el ombudsman), el consejo de
prensa y el libro de estilo. Los tres acompañan
al código deontológico en su labor de
autorregulación de la profesión periodística, y
lo hacen dotando a esta actividad de nuevos
sistemas de control que pretenden perfilar la
labor del profesional de la información.
3. El derecho a expresarse libremente es uno de los más
fundamentales, ya que es esencial para luchar por el
respeto y promoción de todos los demás derechos
humanos. Por tanto, la Libertad de expresión se refiere
a materias opinables, mientras que la libertad de
información son hechos noticiables. El mayor contenido
institucional que tendría el derecho a la información
también es una característica que las distingue, si bien
es cierto que las dos son indispensables para la
formación de una opinión pública libre.
Es el derecho a recibir información y la potestad que tiene todo el mundo para
poder difundir información.Esta libertad de expresión tiene dos niveles
cualitativamente diferentes:
a) La función de informar sobre un hecho real, que sea de interés público y
que transmita un mensaje veraz. Aunque cumpla los otros dos requisitos, si
el propio mensaje no es veraz, es imposible que sea informativo.
b) La función de opinar es tan importante como la libertad de información,
porque de nada valdría ésta si luego no hay una opinión al respecto de la
misma. Opinar es emitir juicios de valor individuales y subjetivos. La libertad
de opinar es muy importante para el mantenimiento de la democracia, ya que
sin ella no se podrían llevar a cabo dignamente los derechos humanos.
4. El correcto ejercicio de la
actividad profesional periodística y
sus limitaciones en el campo de la
moral se han visto alterados por la
entrada en escena de la publicación
de informaciones en Internet. La
explosión de contenidos en el
soporte digital ha propiciado la
consolidación de los usuarios como
los nuevos protagonistas
mediáticos. Esto ha provocado la
aparición de informaciones poco
fiables y sin contrastar, que en
muchas ocasiones incumplen las
normas del código deontológico que
los periodistas acogen en su
profesión.
Los medios de comunicación tradicionales han dejado de ser el único
intermediario informativo entre los organismos públicos, las
organizaciones privadas y los ciudadanos. Por lo tanto, los periodistas
han dejado de ser los únicos individuos con posibilidad de informar.
Todo esto complica la aplicación real de unas autorregulaciones y
unos códigos deontológicos que siempre han estado envueltos de
controversia, incluso en el seno de la profesión periodística.
Los códigos deontológicos tradicionales de la profesión
periodística inciden en los siguientes aspectos:
1. Aceptación explícita del código deontológico
2. El periodista debe explicar la verdad
3. El periodista debe respetar a las fuentes y a los
sujetos de la información
4. El periodista no debe mezclar información y opinión
5. El periodista no debe mezclar información y
publicidad
6. Los periodistas deben respetar los derechos de
autor
5. Internet y la
libertad de
Prensa
Es cierto que con la
numerosa proliferación de
contenidos digitales en la
Web es más difícil llevar a
cabo una regulación
periodística correcta. En
muchas ocasiones no se
cumplen los códigos
deóntológicos
profesionales, pero
también hay que señalar
que son numerosas las
ventajas que presenta este
nuevo y cada vez más
consolidado medio.
La versatilidad y las
múltiples posibilidades de
acceso que posee Internet
la hacen más democrática,
pero a la vez más
vulnerable.
Se ha convertido en el medio
con menor protección hacia
colectivos de alta
sensibilidad como menores
de edad, minorías étnicas,
sexuales, etc. Ante la
proliferación de contenidos
conflictivos en la Red, se
abre de nuevo la histórica
dialéctica entre los que se
muestran convencidos del
establecimiento de una
censura real para la Red, y
los que creen que si se
acotan las temáticas se
limita la libertad de
expresión.
la situación de los
contenidos en Internet es
sensiblemente diferente a
otras fuera de la Red
porque es más complejo
de controlar tanto el
material publicado, como
su distribución.
La información en la Red
es, por tanto, una nueva
realidad que no podemos
obviar: llega a infinidad de
lugares y personas en
unos segundos. Esto es
algo que podría resultar
beneficioso para la
sociedad, sin embargo, se
registran numerosos
casos en los que se viola
la libertad de prensa.
Internet es uno de los
medios más vulnerables a
la privación de libertad a la
hora de informar.