Son muchas las problemáticas que se tejen entorno a la educación, pero particularmente siempre me ha inquietado el concepto que tiene la gran mayoría de los padres de familia cuando dejan en solo la escuela la responsabilidad de educar, y más aún cuando piensan que la escuela es un “garaje”.
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Escuela para aprender o garaje para cuidar
1. LA ESCUELA Y EL GARAJE
ESCUELA PARA APRENDER O GARAJE PARA CUIDAR
(ENSAYO)
Esp. EDNA LUZ BACCA PACHÓN
CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES DEL NOROESTE CESUN
FACULTAD DE CIENCIAS DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
BOGOTÁ – COLOMBIA
NOVIEMBRE, 2014
2. LA ESCUELA Y EL GARAJE
ESCUELA PARA APRENDER O GARAJE PARA CUIDAR.
Son muchas las problemáticas que se tejen entorno a la educación, pero
particularmente siempre me ha inquietado el concepto que tiene la gran mayoría de los padres
de familia cuando dejan en solo la escuela la responsabilidad de educar, y más aún cuando
piensan que la escuela es un “garaje”. Por ello, con el objetivo de indagar más a fondo y
porqué nó dar alternativas de solución, el presente escrito lo desarrollaré partiendo de mi
tesis: “la escuela no es un garaje” para tal fin, definiré el concepto de escuela y posteriormente
desarrollaré algunas ideas que le permitirá al lector comprender mis postulados a la luz de
alternativas de solución que terminarán con la conclusión desde una mirada pedagógica y
epistemológica.
Escuela:
La escuela es una comunidad y como tal, es un espacio de encuentro entre familia y
docentes, allí la participación de los padres es esencial si lo que se pretende es hacer un
trabajo colaborativo en aras de mejorar la calidad en la educación. En esa medida; los únicos
beneficiados siempre serán los estudiantes, pero; ¿cómo lograr una participación activa de
los padres en la escuela?
Los padres se sienten preocupados por la educación de sus hijos, exigen calidad, se
sienten angustiados ante la responsabilidad de educar, se frustran por no saber dar respuestas
a los problemas educativos de sus hijos, pero esta situación que viven no es consecuente
frente al llamado del docente para resolver diferentes situaciones escolares.
3. LA ESCUELA Y EL GARAJE
A mediados de noviembre en toda institución educativa se está cerrando el año
escolar, en esa época; es cuando aparecen los padres de familia a recibir los resultados finales
de cada uno de sus hijos. Algunos de ellos estarán satisfechos porque alcanzaron los
desempeños propuestos y obtuvieron las bases necesarias para ser promovidos al siguiente
año escolar. Para otros; los resultados no serán los esperados, sus hijos presentan dificultad
en una o más asignaturas y pueden tener comprometido el año. Con estos antecedentes;
empieza a surgir una serie de cuestionamientos por no denominarlos reclamos por parte de
los padres hacia los maestros. Cuestionamientos como: ¿Por qué mi hijo (a) no alcanzo los
objetivos del año? ¿Por qué no sabía que mi hijo (a) no estaba cumpliendo con sus
actividades académicas? Entre otros.
Las respuestas a estas preguntas en la mayoría de los casos las tienen ellos mismos
ya que durante todo calendario escolar no mostraron interés por su hijo (a). en la actualidad
me atrevería a decir que un 80% de los padres demuestran desinterés por asistir a las
reuniones programadas por las instituciones educativas, que es realmente el espacio en el
cual se le contextualiza al padre el proceso que lleva su hijo.
Son muchas las razones que exponen para justificar una inasistencia. Causas como
(la falta de tiempo, no hay flexibilidad en sus lugares laborales o simplemente se les olvida).
Bajo esta circunstancias las instituciones, en aras de buscar otras alternativas para poder
hablar con los padres, flexibilizan sus horarios laborales y deciden programar una serie de
reuniones en diferentes horarios, jornadas (mañana, tarde) días de la semana incluyendo
algunos sábados. Y al ver que tampoco asisten confirmo mi tesis.
4. LA ESCUELA Y EL GARAJE
“La escuela no es un garaje donde deja a su hijo en la mañana y lo recoge en la
tarde”.
Con lo expuesto anteriormente es importante aclarar que las instituciones escolares
es un espacio más en el que se manifiesta los síntomas de una realidad social compleja y
contradictoria (Ortega 2001), en otras palabras las escuelas no son centros comerciales o de
información, son los mejores centros de vida donde los estudiantes fomentan sus valores y
construyen aprendizajes para su vida.
Autores como Prados Ángeles y López Hortensia en su documento “Análisis del
enfoque actual de la cooperación padres y escuela” (2006) la jornada laboral de los padres
es la mayoría de las veces incompatible con la jornada escolar. Esto imposibilita su
participación en las actividades escolares de sus hijos, trayendo como consecuencia
desinterés y aumento de los conflictos en la escuela.
En este contexto; es necesario el apoyo y compromiso de los padres con las
actividades que la escuela programa ya que desde mi experiencia en el quehacer pedagógico,
he demostrado que son las actitudes, la disposición y compromiso de los padres los que
afectan directamente la actitud tomada por el estudiante ante su rendimiento académico.
Su participación en la escuela es una herramienta de gran ayuda para realizar un
seguimiento de la situación académica y convivencial de sus hijos. También son excelentes
para mejorar la comunicación entre padres-maestros de esta forma se asegura y se orienta
mejor la ayuda que el niño necesita. “… cuando los padres de participan activamente en el
centro escolar, los hijos incrementan su rendimientos académico, además la institución
mejora su calidad educativa” (Martínez González, 1992).
5. LA ESCUELA Y EL GARAJE
Habitualmente la relación docente-padres se limitan a la entrega de boletines
(calificaciones), a la organización de algún evento y en especial a informes de situación tanto
en el aspecto académico como en el de convivencia, en muy pocas; es un espacio que se
convierte en ocasiones para analizar relaciones afectivas entre padres e hijos.
Por otro lado, la labor del docente cumple un papel fundamental en la relación
docente-padres-estudiantes, ya que aparte de desarrollar una cátedra, impartir conocimientos
y propiciar la construcción de aprendizajes, está comprometido con el fortalecimiento de
valores, la construcción de una ética y una identidad que deberá responder a una conciencia
individual, a la familia, a la sociedad y la cultural.
La carencia de los padres en esta relación lleva al educador a convertirse en
psicólogo, trabajador social y hasta en psicoanalista asumiendo de esta manera nuevas
responsabilidades que van desde lo moral hasta la parte legal y penal. Todo esto a raíz que
los padres han entregado por completo a la escuela y por ende al docente la educación de sus
hijos, olvidando que la educación en casa. Por eso es bueno recordar que en la escuela no se
cuida, únicamente se educa y se ayuda al crecimiento integral de un ser humano que debe
responderle a una sociedad que va a pasos agigantados.
Prados y López (2006), sostiene que los se podría mejorar los resultados a final de
un año académico si los padres aumentan su participación en la escuela en dos tareas
puntuales: La primera: tutorías de padres y su participación en actividades puntuales; la
primera entendida como la comunicación libre y sincera entre padres y maestros para tener
efectos positivos en la formación integral de alumnos, la segunda el apoyo que prestan los
6. LA ESCUELA Y EL GARAJE
padres a actividades de la escuela específicamente al quehacer diario del estudiante, es decir
en la colaboración que le pueden brindar para realizar sus actividades extra aula.
Según el informe de la Unesco de la Comisión Internacional sobre Educación para el
S XXI (1996), la educación se basa en cuatro columnas fundamentales: Aprender a conocer,
Aprender a ser, Aprender a hacer y Aprender a vivir en comunidad es decir el buen
entendimiento entre padres y escuela es fundamental para el desarrollo del niño en las
dimensiones cognitivas, afectivas y conductuales, por lo tanto la responsabilidad de la
educación de los niños es un deber irrenunciable de sus padres, son los maestros quienes los
ayudan (Hernández Prados, 2005) .
Con esto pretendo que quede una total claridad acerca de la importancia de asistir a
las reuniones programadas en las instituciones educativas, de los padres de familia. Aunque
existen disculpas para no asistir a estas reuniones que son voluntarias y se argumente el
excesivo trabajo, los malos horarios, entre otros, son argumentos que, aunque en a veces
sean válidas, la mayoría de las veces son disculpas.
Finalmente y a manera de conclusión Los padres deben balancear sus prioridades
personales en sus hijos, así podrán participar en las reuniones y actividades de la escuela,
para mejorar la calidad de educación de sus hijos, pero también; es importante su
participación en las actividades extraescolares para que el estudiante se sienta apreciado
mejorando el tiempo compartido en familia.
No se puede olvidar que la escuela la hacen los padres de familia, los estudiantes y
los maestros, dependen ellos que la calidad de la Educación sea cada día mejor
7. LA ESCUELA Y EL GARAJE
BIBLIOGRAFIA
Hernández Prados M.A (2005). La tarea de educar en la familia X congreso de Educación
Familiar: Fortalezas y debilidades de la familia en una sociedad de cambio. Universidad
de las Palmas de Gran Canaria.
Martínez González, RA (1992). La participación de los padres en el centro escolar: una forma
de intervención comunitaria sobre las dificultades escolares. Bordón
Ortega, P (2001). Conflicto, violencia y educación. Murcia: Obra Social y Cultural.
Prados Ángeles y López Hortensia (2006). Análisis del enfoque actual de la cooperación
padres y escuela. Universidad de Oviedo, Aula abierta 87 (2006) 3-26