El documento explica conceptos como paradigmas, modos de producción del conocimiento (modo 1 y modo 2), e imaginarios sociales. Define paradigmas como conjuntos de creencias que forman una visión del mundo en un período histórico. Explica las diferencias entre modo 1 (conocimiento tradicional) y modo 2 (nuevo modo transdisciplinario y aplicado). Finalmente, describe imaginarios sociales como sistemas de valores y conductas compartidos socialmente que influyen en las instituciones.
2. PARADIGMAS
En el presente trabajo comenzaremos
haciendo referencia acerca del concepto
paradigma, tomaremos al autor Khun para
luego interiorizarnos en su teoría, encargada
de abarcar el proceso por el que pasan cada
uno de los paradigmas, hasta llegar a la
transformación de uno nuevo; luego,
abordaremos los diferentes modos de
producción del conocimiento: modo1 y
modo2.
Realizaremos una pequeña diferenciación
entre ambos, haciendo mayor hincapié en las
características del nuevo modo de producción
del conocimiento, por ultimo desarrollaremos
el concepto de imaginario social, quienes son
los responsables de que este se produzca
(productores), la función que tiene dentro de
la sociedad y como afecta a la misma, sin
dejar de lado sus características principales.
3. ¿Que son los paradigmas?
Los paradigmas son un conjunto de conocimientos y creencias que
forman una visión del mundo (cosmovisión), en torno a una teoría
hegemónica en determinado periodo histórico. Cada paradigma se
instaura tras una revolución científica, que aporta respuestas a los
enigmas que no podían resolverse en el paradigma anterior. Una de las
características fundamentales, su inconmensurabilidad: ya que ninguno
puede considerarse mejor o peor que el otro. Además, cuentan con el
consenso total de la comunidad científica que los representa.
4. FUNCIONES DE LOS
PARADIMAS
Los paradigmas cumplen una doble función, por
un lado, la positiva que consiste en
determinar las direcciones en las que ha de
desarrollarse la ciencia normal, por medio de
la propuesta de enigmas a resolver dentro del
contexto de las teorías aceptadas. Por otro
lado la función negativa del paradigma, es la
de establecer los límites de lo que ha de
considerarse ciencia durante el tiempo de su
hegemonía. Según Thomas Khun: "cada
paradigma delimita el campo de los problemas
que pueden plantearse, con tal fuerza que
aquellos que caen fuera del campo de
aplicación del paradigma ni siquiera se
advierten".
Las teorías que se inscriben en un paradigma no
pueden traducirse en términos de las teorías
que forman el paradigma posterior; cada
revolución científica es un cambio total de la
percepción del mundo y por lo tanto viene
acompañado de un cambio paradigmático.
5. Según Khun:
Un rasgo característico, es la importancia dada al
carácter revolucionario del progreso científico,
donde una revolución implica el abandono de una
estructura teórica y su reemplazo por otra,
incompatible con la anterior.
Thomas Kuhn expresa su idea acerca del
progreso de la ciencia por medio del siguiente
esquema abierto:
(Presencia – Ciencia Normal – Crisis –
Revolución – Nueva Ciencia Normal – Nueva
Crisis)
6. COMO ESTA CONSTITUIDO
Está constituido por supuestos
teóricos, leyes y técnicas de
aplicación que deberán adoptar los
científicos que se mueven dentro
de una determinada comunidad
científica. Los que trabajan dentro
de un paradigma, ponen en
práctica la ciencia normal. Es
probable que al trabajar en ella,
desarrollarán el paradigma en su
intento por explicar el
comportamiento de aspectos del
mundo, resulten dificultades. Si
estas dificultades se hacen
inmanejables, se desarrollará un
estado de crisis. Ésta se resolverá
con el surgimiento de un
paradigma completamente nuevo,
el cual cobrará cada vez mayor
adhesión o aceptación por parte de
la comunidad científica, hasta que
finalmente se abandone el
paradigma original.
7. Este cambio no es continuo, sino por el contrario
es discontinuo y constituye una revolución
científica. El nuevo paradigma enmarcará la
nueva actividad científica normal, hasta que
choque con dificultades y se produzca una nueva
crisis y una nueva revolución y por lo tanto el
surgimiento de un nuevo paradigma.
Cada revolución es la oportunidad de pasar de un
paradigma a otro mejor. Si se desarrolla una
crisis, el pasaje de un paradigma a otro se hace
necesario, y este paso es esencial para el
progreso de la ciencia.
8. Si no hubiera
"revoluciones", la ciencia
quedaría atrapada o
estancada en un solo
paradigma y no se
avanzaría más allá de él.
No es una evolución hacia
un objetivo determinado
sino, un mejoramiento
desde el conocimiento
disponible, cada
paradigma nuevo es un
instrumento para resolver
enigmas.
9. Producción del conocimiento
Actualmente esta surgiendo una
nueva forma de producción del
conocimiento, sobre la cual se
constituyen una nuevas
tendencias, estas no serán
catalogadas por nosotros como
buenas o malas. Estas tendencias
se suponen no individualmente
sino en su interacción y
combinación una mutación en el
modo de producción del
conocimiento. A lo largo de toda la
historia ah existido una pauta
recurrente, según la cual aquellos
que son partícipes de la
hegemonía, describirán como
erróneas u equivocas todas las
innovaciones intelectuales, hasta
que en algún punto sean asumidos
por estos, y llegando a
considerarlas finalmente como
propias.
10. Este fenómeno tiene origen
en que es necesario
empezar a describir las
características de lo
nuevo en termino de lo
viejo, sino al ser una
hegemonía dominante,
todas las demás
afirmaciones se juzgarán
tomando a esta como
referencia, quizás no se
podrá producir nada
reconocible como
conocimiento fuera de la
forma socialmente
dominante. No podemos
hacer oídos sordos a que
ha empezado a surgir un
conjunto característico
de prácticas y tales son
diferentes a los que
dominan el modo1.
11. Tendremos que mencionar,
que llamaremos modo1 al
conocimiento tradicional y
llamaremos modo2 al
nuevo modo de producción
del conocimiento. El
modo1, es idéntico con lo
que se conoce o que se
quiere dar a entender por
ciencia, sus normas
determinaran que sé
considerada como
problemas significativos, a
quien se le permitirá
practicar ciencia, que será
lo que constituya la buena
ciencia. Las formas de
prácticas que se adhieren
a estas prácticas son
tomadas como científicas,
mientras que, las que las
violan no lo son.
12. Cuando hablamos de modo1, hablamos de
científicos y ciencia, mientras, que cuando
asemos referencia del modo2, los
términos que se utilizan son más
generales, esto no quiere decir que los
practicantes del modo 2 no se comporten
de acuerdo a las normas establecidas por
el método científico.
13. Diferencias entre modo1 y 2
El modo1 plantea y soluciona problemas en un
contexto gobernado por los intereses de una
comunidad específica. Algunos rasgos más
importantes son: es disciplinar, homogéneo,
jerárquico, etc. A diferencia del modo1, el
modo2 se lleva a cabo en un contexto de
aplicación, algunas de sus características
son: ser transdiciplinar, heterogéneo,
heterarquico, transitorio y socialmente
responsable y reflexivo.
14. Diferencias entre modo1 y 2
El modo 2 incluye un conjunto más amplio de
practicantes el cual es temporal y
heterogéneo, los cuales colaboran sobre un
problema específico y localizado. El
conocimiento tiene la intención de ser útil para
alguien. La producción del conocimiento se
difunde a través de la sociedad (conocimiento
socialmente distribuido) La producción de
conocimiento socialmente distribuido tiende
hacia la creación de una red global, cuyo
numero de interconexiones se expande
continuamente mediante la creación de nuevos
lugares de producción.
15. La resolución de problemas estará mas aya
de cualquier disciplina individual que
constituya a la misma (transdisciplinar), los
descubrimientos realizados (resultados) se
encontraran fuera de los confines de
cualquier disciplina concreta y los
practicantes no tienen que regresar a ella
para encontrar convalidación de los
mismos. Hay que mencionar que el modo2,
ha evolucionado a partir de la matriz
disciplinar del modo1, el conocimiento
producido con estas condiciones, se
caracteriza por tratar de obtener un uso o
realizar una acción,
16. por dirigirse hacia la aplicación en su más amplio
sentido; el nuevo modo supone la existencia de
diferentes mecanismos de generar conocimiento
y de comunicarlo; al tener mas actores
procedentes de disciplinas diferentes, debido a su
trasdisciplinaridad inherente, se incrementa
mucho la difusión posterior y la producción de
nuevo conocimiento, a través de técnicas,
instrumentación y del conocimiento tácito que
avanza hacia nuevos contextos de aplicación y
uso. Hay que mencionar que el modo2 no
suplanta, sino que más bien complementa al
modo1. La transdisciplinaridad del modo2, se
corresponde con un movimiento que va mas allá
de las estructuras disciplinares de la constitución
de la agenda intelectual,
17. en la manera de desplegar los recursos y las formas
en que se organiza la investigación, se comunican y
se evalúan los resultados. Para que quede
institucionalizado el nuevo modo de producción de
conocimiento, tiene que darse en una determinada
serie de condiciones básicas. La búsqueda de
compresión debe estar guiada por modelos
acordados y conjuntos de técnicas experimentales,
su articulación debe seguir cánones del método
empírico, sus conclusiones se tienen que poder
comunicar a una comunidad más amplia, y otros
deben poder replicarlas. Para calificarse como tal,
el conocimiento tiene que formar un repertorio
organizado, y sus métodos de trabajo tienen que
ser transparentes.
18. El modo2 depende críticamente de las
emergentes tecnológicas y de las
telecomunicaciones, y por lo tanto
favorecerá a aquellos que se pueden
permitir utilizarlas. Con el transcurso
de los años los científicos han
aprendido a ejercer un gran ingenio a
la hora de traducir sus propios
intereses investigadores en el
lenguaje apropiado para otras
agendas.
19. Lo que ha generado una conciencia de
los problemas existentes mas allá de
las preocupaciones inmediatas de las
especialidades concretas. Trabajar en
un contexto problemático tiende a
permitir que se aprecie mejor la
importancia de la transdiciplinariedad,
y también suavizada las distinciones
entre la ciencia pura y aplicada, entre
lo que es una investigación orientada
por la curiosidad y lo que es una
investigación orientada por el
cumplimiento de la misión.
20. El mantenimiento de los modos de producción
del conocimiento se ve debilitado en la
medida en que los imperativos de un
contexto problemáticos exigen la
cooperación o trabajar junto con otros
practicantes, ya sea en el ámbito nacional o
global. En la investigación disciplinar del
modo1 se utiliza el termino paradigma para
denotar el consenso provisional entre un
conjunto relevante de practicantes Es el
resultado de un modo particular de
organización e indica una forma de ver las
cosas, de definir y dar prioridad a ciertos
conjuntos de problemas.
21. Imaginario social
Los imaginarios sociales producen valores, las
apreciaciones, los gustos, los ideales y las
conductas de las personas que conforman
una cultura. El imaginario es el efecto de
una compleja red de relaciones entre
discursos y practicas sociales, interactúa
con las individualidades. Sé constituye a
partir de las coincidencias valorativas de las
personas, se manifiesta en lo simbólico a
través del lenguaje y en el accionar
concreto entre las personas.
22. (Practicas sociales) El imaginario comienza a
actuar como tal, tan pronto como adquiere
independencia de las voluntades
individuales, aunque necesita de ellas para
materializarse. Se instala en las distintas
instituciones que componen la sociedad,
para poder actuar en todas las instancias
sociales. El imaginario no suscita
uniformidad de conductas, sino más bien
señala tendencias. La gente, a partir de la
valoración imaginaria colectiva, dispone de
parámetros apócales para juzgar y para
actuar.
23. Los juicios y las actuaciones de la gente,
inciden también en el depósito del
imaginario, el cual funciona como idea
regulativa de las conductas. Las ideas
regulativas, no existen en la realidad
material, pero existen en la imaginación
individual y en el imaginario colectivo,
producen materialidad, es decir, efectos de
la realidad. Uno de los componentes
fundamentales del imaginario social es el
sistema de la lengua. Cada grupo humano
que se define con alguna finalidad comparte
un denominador común, en este caso el
discurso, que no es lo mismo que compartir
un idioma.
24. Las reglas que disciplinan los discursos surgen de las
funciones específicas de cada grupo. Los sujetos
cambian de discurso cada vez que cambian de
roles o instituciones. La eficacia del discurso
depende del éxito en conseguir los objetivos, los
discursos deben estar avalados por las prácticas.
Tanto los paradigmas como los imaginarios
sociales al ser productos humanos, no permanecen
estable o duradero a lo largo de la historia, sino
por el contrario, ambos se van modificando
constantemente, independientemente uno del otro.
Los medios masivos de comunicación intervienen
en forma activa en las ideas regulativas de las
conductas, saberes de nuestro tiempo y finalmente
en la formación de subjetividades, tal como sucede
con la formación o construcción del sujeto SIDA.
25. Conclusión
Para concluir tenemos que mencionar, ya sea
por los paradigmas o por los imaginarios
sociales, continuamente nuestras
conductas, valores, apreciaciones, gustos y
los ideales, están siendo sujetadas, a las
practicas sociales de nuestro tiempo, lo cual
significa estar plegado al sistema de valores
y supuestos de una tradición cultural.
Estamos sujetados a prácticas sociales-
discursivas de nuestra época. Cada época
tiene cierta disponibilidad para lo que se
puede hacer y decir sin alterar demasiado
el dispositivo.
26. (Por ejemplo: si una persona se siente mal, enferma,
nuestro imaginario social indica que lo mejor es
consultar o recurrir con un medico, el imaginario
social "marca" que esa actitud es adecuada; Pero si
lo mimo le sucede a una persona indígena, el
imaginario social le "marca", consultar con el
chaman) Hay que mencionar que el imaginario no
esta impuesto por la sociedad, sino que cada
individuo participa inconscientemente primero para
formar el imaginario individual, que luego se
transforma en colectivo, en la medida que exista
coincidencia valorativa entre las otras personas.
Este cobra forma propia cuando se libera de las
individualidades, y por lo tanto adquiere
independencia respecto de los sujetos.
27. El imaginario colectivo se constituye a partir
de los discursos, las practicas sociales y
los valores que circulan en una sociedad.
El imaginario actúa como regulador de las
conductas (adhesión o rechazo), es un
dispositivo móvil, cambiante, impreciso y
contundente a la vez. Produce
materialidad, es decir, produce efectos
concretos sobre los sujetos y su vida de
relación. Por otro lado, hay que mencionar
que para que se puedan resolver nuevos
problemas a través de la nueva forma de
producción del conocimiento, modo2, tiene
que haber un cambio paradigmático y del
imaginario social en la ciencia, para poder
darle un espacio donde interactúen
investigadores que lo consideren necesario
a través de este modo.
28. Aunque los modos1 y 2 son modos
distintos de producción, interaccionan
uno con el otro. Los especialistas
formados en las ciencias disciplinares
entran en la producción de
conocimiento del modo2. Aunque
algunos pueden regresar a su base
disciplinar original, otros elegirán
seguir un sendero de resolución
compleja de problemas que viene
determinado por una secuencia de
contextos de aplicación.
29. Renovando sus Paradigmas
Personales
La influencia del paradigma personal en las EFCs
y Habilidades Psíquicas
El objetivo principal de este curso es promover el
entendimiento del paradigma personal y cómo
éste afecta el desarrollo de nuestras habilidades
psíquicas. En una breve definición, nuestro
paradigma personal – maneras de pensar – es lo
que determina la manera en que vemos el
mundo. Es también la base de comparación de
nuestras experiencias. Usando una analogía
simple, podemos comparar el paradigma personal
con las gafas a través de las cuales miramos el
mundo. Si estas lentes tienen rayones o
deformaciones, nuestra experiencia será
distorsionada y menos precisa.
30. Por paradigmas se entienden el conjunto de
conceptos que conforman la estructura
mental a través de la cual los seres
humanos perciben tanto al mundo exterior
y sus sensaciones, como sus experiencias
personales. Este conjunto de conceptos es
el producto de la experiencia, el
entrenamiento, la enseñanzas y patrones
culturales existentes en una sociedad. Estos
se generan tanto a nivel individual, como
así también a nivel social. En este último
caso estamos hablando de paradigmas
vigentes en una sociedad a un momento
dado.
31. Se suele representan los paradigmas como
anteojos mentales a través de los cuales
contemplamos y/o percibimos la realidad.
Sin estos anteojos no podemos contemplar
el entorno, pero nuestra concepción del
entorno no necesariamente responde a esa
realidad sino más bien a un plano al cual se
ajustan las percepciones.
Ahora bien, éstas percepciones pueden no
ser adecuadas o compatibles con un
determinado contexto o situación.
32. En tanto una sociedad tiene capacidad
de cambio, los paradigmas van
evolucionando para adaptarse a los
nuevos requerimientos de manera tal
de hacer factible la supervivencia tanto
de los individuos como de la sociedad
en su conjunto. Muchas veces la falta
de adecuación de los paradigmas a las
nuevas realidades van quitando
capacidad de supervivencia a los
individuos, volviéndolos más frágiles y
carentes de competitividad.
33. Así desde mediados de la década de los
setenta los industriales de Detroit no
pudieron ver la amenaza japonesa
pues tenían como paradigmas ideas
tales como la de ser los mejores del
mundo en materia automotriz, ser los
que mejor interpretaban las
necesidades de los consumidores
americanos, disponer de ventajas
competitivas irrebatibles y la creencia
de ver en los productos japoneses
artículos baratos de mala calidad.
34. Algo parecido se está viviendo actualmente
entrado el Siglo 21 en lo atinente a la
gestión de los recursos humanos. Estos
recursos esenciales y fundamentales para la
marcha y vida de toda organización continúa
administrándose bajo los paradigmas propios
de una época pasada, muy pasada.
Pues bien la realidad era otra totalmente
diferente, y los directivos de las automotrices
tardaron en tomar nota de ésta
equivocación. Este es un buen ejemplo de
cómo una conceptualización errónea de la
realidad puede llevar a las empresas a una
difícil situación, sino más aún a la ruina.
35. Una época en la cual los niveles culturales,
conocimientos y entrenamientos del
personal estaban muy por debajo de los
actuales, una época en la cual no existía la
cantidad de información existente
actualmente, una época en la que los
consumidores se adaptaban a la oferta y
no como lo es actualmente en la cual la
empresa debe constantemente adaptarse
a las nuevas y mayores exigencias de los
consumidores. Aquella era una época
signada mundialmente por las barreras
comerciales, al contrario de la actual
existencia de mercados globales.
36. Dentro de estas nuevas realidades los
directivos y también sus empleados deben
cambiar sus paradigmas, ya no sólo para
aspirar al éxito sino como mínimo poder
participar de dicha competencia. Sólo
basta tener en consideración que a partir
del año 2000 se considera que cada veinte
meses se duplicará la información
existente. La pregunta es: están los
directivos y personal preparados para
desaprender y reaprender de manera
continua?
37. Yendo totalmente en contra de los conceptos más
comunes de la gestión de personal, en la mayoría
de las empresas occidentales surgen desde
diversas perspectivas y autores la necesidad de
reformular ciertos principios fundamentales.
Entre los nuevos conceptos y metodologías a
poner en práctica para volver más competitiva a
las empresas tenemos:
Todo el personal debe participar activamente de
la calidad, los servicios y las ventas,
contribuyendo desde diversas perspectivas y
actividades a los objetivos fundamentales de la
organización, como así también de la plena
satisfacción de los clientes internos y externos.
38. Como se dijo anteriormente la calidad es obra de
todos y no de un sector especialmente dedicado
al control de calidad. El personal debe mediante
el autocontrol, la prevención, la actividades
grupales y los sistemas de sugerencia contribuir a
mejorar constantemente los niveles de calidad y
productividad de la empresa.
El personal deja de especializarse sólo en una
tarea para pasar a desarrollarse íntegramente en
las diversas actividades que hacen a la totalidad
de los procesos, pasando a tener importancia
primordial la polivalencia de todo el personal,
inclusive a nivel directivo.
Hacer factible la mejora continua en los niveles
de productividad, con el apoyo y, la participación
plena y activa de todo el personal, exige de parte
de los directivos asegurar los puestos de trabajo.
39. Gestionar la motivación conjuntamente con los
conocimientos técnicos y la capacidad de
creatividad de modo tal de incrementar la
creatividad e innovación aplicada en la empresa.
Hacer participe al personal de las utilidades
generadas, y como premio al trabajo en equipo.
Hacer prevalecer el trabajo en equipo de la
organización como un todo, en contra de las
actitudes individualistas y heroicas.
Hacer partícipe al personal en lo atinente a la
planificación, coordinación y organizaciones de
sus labores.
Dejar de ver la capacitación como un gasto para
pasar a considerar la misma como una inversión.
40. Informar en tiempo y forma de la marcha
de la empresa a todo el personal, sin
esconder nada y confiando plenamente en
el mismo.
Poner especial hincapié en la capacitación
del personal en aspectos tales cómo:
Las técnicas de resolución de problemas y
toma de decisiones.
Trabajo en equipo.
Herramientas de gestión.
Mapas Mentales, Pensamiento Lateral,
Inteligencia Emocional y Programación
Neuro-Lingüística entre otras.
41. Economía Digital.
Hoy la mayoría de las empresas continua en actitudes totalmente
Hoy la mayoría de las empresas continua en actitudes totalmente
contrapuestas a las descriptas, por ello la necesidad imperiosa de
un cambio de mentalidad, de una redefinición y actualización de
los paradigmas a los efectos de lograr por parte de la empresa
una ventaja competitiva.
Aquellas empresas que actúen de manera contrapuesta a la forma
en que lo hacen la mayoría obtendrá ventajas tanto absolutas
como relativas de carácter significativo, justamente por llevar a
cabo aquellas acciones que permitiendo mejorar su performance
no son imitadas por los competidores.
Poner en práctica estos cambios requieren no sólo de una
importante concientización a nivel dirigencial, sino también de
generar tanto estrategias como tácticas destinadas a su puesta en
marcha.
Vivimos en una época en la cual el cambio de paradigmas resulta
fundamental en todos los órdenes, siendo necesario poner un muy
especial énfasis en los cambios de mentalidad concernientes a la
gestión del personal, pues en ello se basan los demás cambios
estratégicos, sean estos en relación a cuestiones tecnológicas,
comerciales o financieras.
42. Importantes investigadores en materia de
psicología y creatividad informan
fehacientemente que el promedio de los
individuos no hace uso más que del 1% de
sus capacidades. Sí, es así como lo ha
leído. Imaginemos el potencial de
crecimiento en la productividad tanto a
nivel empresa como a nivel sociedad que
tendría mejorar los sistemas de educación
y capacitación, la eliminación de las
barreras a la creatividad e innovación, el
fomento de la imaginación, y la mejora en
los sistemas de comunicación.
43. Las capacidades mentales son inmensas y recién
ahora se está empezando a descubrir sus
capacidades y potencialidades. El directivo que
entienda y comprenda ello tendrá una importante
arma en sus manos a los efectos de lograr
ventajas competitivas consistentes. El secreto es
que la mayoría se concentra apenas en las
potencialidades y capacidades de sus estructuras
y equipos (maquinarias – instalaciones),
desconociendo el enorme potencial
desaprovechado en cuanto a sus recursos
humanos, lo cual implica hacer un uso de las
experiencias, conocimientos, aptitudes,
capacidades creativas y de innovación, lo cual no
sólo beneficiará a la empresa, sino también
mejorará la calidad de vida de su personal.
44. El hecho de comprender y cambiar nuestra
forma de pensar puede tener un impacto
positivo en el desarrollo de las
proyecciones lúcidas y las habilidades
psíquicas. Durante este curso, también
discutiremos características,
estableceremos comparaciones y
señalaremos técnicas para identificar y
cambiar el paradigma personal.
Algunos de los tópicos a discutirse:
o Paradigma personal y Auto-Percepción
o Mejora de sus EFCs y habilidades
psíquicas al reconocer y vencer su forma
de pensar
45. o Conocimiento de modelos mentales
inconscientes que limitan estados
alterados de conciencia
o Técnicas para evaluar y reciclar los
paradigmas personales
o Teoría y práctica de los valores
personales
o Paradigmas y Holopensene
Personal: Reciclaje intraconciencial
46. Paradigma Emergente
El premio Nobel Hya Prigogine afirmó que “estamos en un
momento apasionante de la historia, tal vez en un punto
decisivo de giro”, que Fritjof Capra llama “el Punto Crucial”
y que se caracteriza por el surgimiento de una nueva visión
de la ciencia que se resiste a encajar en el esquema
newtoniano, excesivamente mecanicista. De alguna manera
hemos pasado de un “paradigma de relojería” en donde
todo estaba mecánicamente predeterminado, fijo y lineal, a
uno mucho más abierto, flexible, holístico y ecológico que
exige de todos “una transformación fundamental de
nuestros pensamientos, de nuestras percepciones y de
nuestros valores. Este pensamiento del paradigma
emergente lleva consigo un cambio de la mentalidad
occidental y consiguientemente una profunda modificación
de la mayoría de las relaciones sociales, así como de las
formas de organización.- Un cambio que como asegura F.
Capra “va mucho más allá de las medidas superficiales de
reajustes económicos y políticos tomados en consideración
por los dirigentes actuales”.
47. Joost Kuitenbrouwer sintetiza así lo que debe
significar el nacimiento de esta nueva conciencia:
“Los descubrimientos de la teoría cuántica y de la
relatividad, es decir, de la nueva física, que
señalan que no hay objetividad y que somos
nosotros mismos, por la calidad y modo de
nuestra percepción, quienes generamos y
creamos la realidad tal y como ella se
desenvuelve, implican una ruptura
epistemológica radical con la percepción
mecanicista anterior. No podemos interpretar,
entender el mundo, hablar del mundo, sin
examinarnos, sin llegar a entendernos a nosotros
mismos... Es esta conciencia la que nos obliga a
examinar dentro de nosotros mismos las fuentes
de la violencia y a descubrir estilos de vida
cualitativamente distintos. Hay una creciente
conciencia, independiente de posiciones políticas
e ideológicas, de que existe una relación concreta
existencial mutua entre nosotros, nuestras
maneras de ser y la calidad del mundo en que
vivimos”.
48. La profundidad de los cambios globales que con
tanta rapidez se suceden en esta década; la
acumulación tecnológica basada en la intensidad
del conocimiento; la automatización y
robotización de la producción; la
transnacionalización del comercio; la revolución
de la informática, de la biotecnología y de las
telecomunicaciones ponen de manifiesto que la
historia de la humanidad ha entrado en una etapa
sin precedentes y con imprevisibles repercusiones
para las sociedades en el siglo XXI.
Este nuevo escenario mundial que implica la
pérdida del paradigma que presidía nuestro
accionar hasta el momento, significa por lo
mismo un espacio inédito que requiere de nuevas
respuestas en todos los órdenes, político,
económico, ecológico, cultural y muy en especial
en el educativo.
49. Debemos asumir el paradigma
emergente:
El destino de la humanidad depende de la
capacidad que tengamos de asumir el desafío
frente a “los nuevos modos de ser, de sentir, de
pensar, de valorar, de actuar, de rezar”, que
necesariamente conllevan, según Leonardo Boff,
“nuevos valores, nuevos sueños y nuevos
comportamientos asumidos por un número cada
vez mayor de personas y comunidades”.
El cambio de paradigma supone un modo
nítidamente nuevo de enfocar antiguos
problemas. No podemos solucionar los problemas
actuales con las soluciones de ayer porque eso
estaría indicando nuestra incongruencia y, tal
vez, nuestra testarudez y nuestra falta de ética
con nosotros mismos y con los demás.
50. Como se ha repetido muy
gráficamente con Mc Luhan
“nuestra forma de pensar es linealizada y
secuencial. Nos comportamos como si
estuviéramos mirando el futuro por un espejo
retrovisor. Nos negamos a mirarlo de frente. Por
inercia o rigidez nos resistimos a saltar al nuevo
escenario”.
Como que para vencer esa resistencia es
necesario saber conjugar armónicamente nuestra
intuición y nuestra razón. Edgar Morin nos invita
a rescatar nuestra cotidianidad poética. “Vivir
poéticamente es vivir para vivir”; y añade: “sin
dejar de ser prosaico vivamos poéticamente”.
Para la superación del pasado es interesante
considerar que el presente, de hecho, ya es
pasado y lo que percibimos como futuro, de
hecho, ya es presente.
51. “Los poetas, artistas y escritores de
ciencia-ficción no son pronosticadores del
futuro sino reporteros sensibles de las
implicaciones del presente. Debemos
soñar el futuro viviendo intensa y
prácticamente el presente. Pero tengamos
confianza porque en esta “embarcada” no
estamos solos. Hay muchos conspirando
en el paradigma emergente, promoviendo
una nueva educación” [Nueva Etica.
Francisco Gutiérrez].
Visualicemos cinco implicaciones
inherentes al nuevo paradigma que nos
presentan algunos de los autores y
autoras más conocidos por sus aportes en
este caminar científico.
52. Necesidad de abrir caminos
nuevos:
“Hoy vivimos una encrucijada histórica que algunos
consideran como una “bifurcación catastrófica”: Ante esta
situación se nos plantea un dilema; o seguimos los viejos
caminos o abrimos caminos nuevos. En el viejo caminar
seremos conducidos por el poder institucional de la
ideología de las ciencias y las religiones. En el caminar por
nuevos caminos, el poder proviene de la dinámica de las
interacciones. Nos encontramos en el punto de tensión
máxima entre dos culturas:
• una mecánica, individualista y egocéntrica: cultura de la
inmutabilidad y de la institucionalización.
• Otra fluida, autoorganizada, interactuante y con muchas
formas de conocer y actuar.
Necesitamos pasar de una mentalidad mecanicista, gobernada
por estructuras hechas y normativas impuestas, a una
dimensión de procesos autoorganizados”
53. Seamos protagonistas de nuevas
formas culturales
“Mientras sobreviene la transformación, la cultura
en decadencia se niega a cambiar, aferrándose
cada vez más a sus anticuadas ideas; las
instituciones sociales dominantes, por su parte,
se niegan a ceder el papel protagonista a las
nuevas fuerzas culturales. Pero inevitablemente
decaerán y se desintegrarán, mientras la nueva
cultura continuará ascendiendo, y a la larga
asumirá el papel protagonista. Al acercarse el
punto crucial, la comprensión de que cambios
evolutivos de esta magnitud no pueden evitarse
con actividades políticas a corto plazo nos da una
mayor esperanza para el futuro”. [Fritjof Capra]
54. Necesidad de abrirse a la
comprensión de la naturaleza
“Las enormes perturbaciones de la sociedad
contemporánea forzarán a una
transformación hacia un sistema nuevo,
más coherente. Un renovado amor por la
naturaleza y por cada persona, una
comprensión de la unidad espiritual del
universo parecen emerger con esa nueva
visión del mundo. Avizoro un mundo
donde haya lugar para una persona mas
completa e integral. Esta es, al menos, mi
más profunda esperanza”. [Carl Rojers]
55. Necesitamos un nuevo tipo de
diálogo
“En el que de verdad seamos capaces de escucharnos
mutuamente. El reto al que hoy se enfrenta la humanidad es
único. Para afrontarlo hace falta una gran oleada creativa, que
incluya una nueva visión de la humanidad, la cultura y la
sociedad.
Algo semejante debió ocurrir en el Renacimiento, pero el estallido
de energías humanas que hoy necesitamos habrá de ser aún más
profundo y extenso”. [David Bohm]
“Como señaló George Leonard, lo único que podemos decir con
certeza del futuro es que nos sorprenderá, por mucho que nos
esforcemos en imaginarlo. Al igual que la crisálida ignora a la
mariposa, los europeos del siglo XII no habrían imaginado el
Renacimiento, ni los romanos, la Edad Media. Pero hoy nuestra
encrucijada es más compleja que en cualquier otra época; nunca
se jugó tanto en tan poco tiempo, nunca hubo tantas posibilidades
ni tantos seres humanos a los que pudieran afectar. El futuro, en
cualquier caso escapa a las predicciones de los ordenadores, y
quizá sólo puede ser oteado – sin detalle – por nuestro ojo
intuitivo”. [Del libro Nueva Conciencia (Integral)]
56. El nuevo paradigma pide una
educación diferente
Una reforma educativa no programática sino
paradigmática:
“El problema crucial de nuestro tiempo es la necesidad de
afrontar estos desafíos desde un nuevo tipo de educación...
Se trata de una reforma, no programática, sino
paradigmática, que concierne a nuestra aptitud para
organizar el conocimiento: conocer lo humano no es
sustraerlo del universo sino situarlo en él...
Paradógicamente, en la actualidad son las ciencias
humanas las que aportan la contribución más débil al
estudio de la condición humana... Debemos interrogar al
ser humano desde su doble naturaleza; biológica y cultural.
Unos pensadores científicos han ocupado el lugar que dejó
vacío una filosofía acurrucada sobre sí misma y que cesó de
reflexionar sobre los conocimientos aportados por las
ciencias.
57. Por eso que la educación necesita ser
repensada no solo desde “la iluminación
que le prestan las ciencias humanas, la
reflexión filosófica, sino que hemos de dar
un especial énfasis a las ciencias naturales
renovadas y reestructuradas que son la
cosmología, las ciencias de la Tierra, la
ecología, la biología molecular porque son
las que permiten insertar y situar la
condición humana en el cosmos, en la
Tierra, en la vida”. [Edgar Morin. La Mente
bien Ordenada]
58. Los tres principios que fundamentan el
cambio educativo son los mismos de la
física cuántica
“En el átomo y en el universo vemos principios
como el de la atracción, relación, movimiento,
fusión, interdependencia y unidad. Todos estos
principios emanan de la física. La educación
holística se basa en esos mismos principios; por
eso que no es una moda sino que tiene una sólida
base científica”.
“Podemos y debemos crear una educación sobre
una base enteramente distinta, pero para hacerlo
se requerirá demoler totalmente el sistema
actual... Creo que probablemente vamos a tener
un colapso económico-ecológico antes de que
surja una nueva forma de educación que
reemplace la manera antigua”.
59. “Me preguntan si creo que los nuevos
paradigmas de la ciencia pueden cambiar
a corto plazo a las universidades.
Respondo: no estoy seguro que lo logren a
corto plazo pero veo sin embargo nuevas
universidades en el horizonte y algunas
otras que ya están operando. La
universidad a la que yo estoy afiliado es
de nuevo paradigma: Es el Instituto de
Estudios Integrales de California. Hay
otras universidades que están trabajando
con esta nueva visión y están surgiendo
varias más pero aún son muy escasas”.
[Philip Snow Gang. Director Ejecutivo de la
Global aliance for transforming Education
(Gate)]
60. Principio de autoorganización
Este principio es clave para conocer el paso del
modelo mecánico de la física estática de Newton,
al modelo dinámico de la física cuántica que
explica los procesos de los sistemas naturales y
sociales como los flujos permanentes de
autoorganización.
La etapa del modelo mecánico que enfatizó el
orden establecido, uniformidad, control externo,
estabilidad, seguridad y equilibrio está siendo
superada por una nueva cuyas características,
según Prigogine, son la divergencia, dinamicidad,
incertidumbre, interacción, conectividad,
interrelación, autoorganización.
61. La realidad cotidiana desde la dimensión cuántica
“no responde a cosas” reales, sino más bien a
miríadas de posibilidades de incontables
realidades. Lo real puede ser controlado y
gobernado, lo posible debe ser deseado,
inspirado, recreado. Estamos frente a dos
comportamientos, ó dos modos de ser, no solo
diferentes sino con frecuencia contrapuestos.
Si, como dice Humberto Maturana, “las conductas
humanas se constituyen desde los deseos, desde
las aspiraciones, desde las envidias, desde los
enojos, desde el amor, es decir, desde las
emociones y no desde la razón, el potencial
existencial está dentro de nosotros mismos como
lo están los flujos cíclicos de materia y energía
generadores de la miríada de posibilidades que
como co-creadores debemos traer a la
existencia”.
62. Principio de Interdependencia:
La interdependencia es un concepto clave para
comprender los procesos de realización humana
pues como afirma Phip Snow, la interdependencia
es el poder espiritual que otorga sentido a todo el
universo y consiguientemente a todos los
elementos que conformamos ese universo. El
éxito de los procesos vitales depende del tipo de
interrelaciones que logremos establecer entre los
diferentes elementos que conformamos el todo.
Como asegura F. Capra “todos los miembros de
un ecosistema están interconectados en una
basta y complicada red de relaciones que
conforman la trama de la vida”. Nosotros los
humanos, lo mismo que los demás seres, somos
lo que somos, como consecuencia de esas
relaciones.
63. La interdependencia es un principio de la física
cuántica según el cual las cosas y los sucesos
que, en la física clásica, fueron concebidos como
separados, como fragmentados en el espacio y en
el tiempo, de hecho, están íntimamente
integrados, escalonados en un proceso
interrelacionado. Es precisamente la física
cuántica “la que hace resaltar la relación
dinámica como base de todo lo que nos
proporciona un punto de vista del yo humano que
es libre y responsable, que responde a otros y a
su medio ambiente, esencialmente relacionado y
naturalmente comprometido y en todo momento
creativo”. (El yo cuántico).
Son las relaciones siempre dinámicas las que
determinan la interdependencia de los diferentes
elementos que integran la realidad
64. La forma como debemos interactuar es uno de los
aspectos fundamentales del quehacer cotidiano y
del sentido de ese quehacer y por lo tanto del
comportamiento humano. Como asegura Jonas
Salke, la relación es el fenómeno más importante
en el universo... y precisamente para comprender
la realidad es preciso encontrar el sentido de las
conexiones fundamentales que forman el
trasfondo de toda existencia.
En este orden de ideas “la interdependencia sería
esa intrincada red de relaciones en donde el éxito
del sistema como un todo depende del éxito de
cada parte, y al revés, el éxito de cada parte
depende del éxito del sistema como un todo”.
Gracias a la interdependencia se logra el sano
equilibrio, así como la interacción dinámica entre
estabilidad y crecimiento.
65. El mundo lo configuramos en el significado
computacional al construir esa red fluida
de relaciones. El mundo no está hecho de
antemano. La cotidianidad, es ese espacio
en el cual todo es posible porque al
construir la realidad, construyéndonos a
nosotros mismos, depende tanto de la
realidad como de la configuración que a
cada instante le debemos dar a nuestro
devenir vital. Solo por nuestra
responsabilidad como seres humanos
podremos llegar a esa red ininterrumpida
de configuraciones vitales.
66. Principio de Sostenibilidad:
Los principios de autoorganización e
interdependencia se complementan con el
principio de sostenibilidad y viceversa. “La
sostenibilidad es esencialmente la posibilidad que
tiene cada organismo, cada especie y cada
sistema para conservar su estabilidad en un
proceso que con frecuencia resulta muy
vulnerable y delicado pues depende de los
recursos, que requiere y que es preciso que
adquiera, para su propio desarrollo”
(Alfabetización Ecológica). En este aprendizaje,
dentro del propio entorno, juega un papel
primordial la cooperación y la sociabilidad que
debe darse entre todos los elementos o
componentes que conforman el propio
ecosistema y como resultado de las relaciones
significativas con otros ecosistemas.
67. La ecología profunda da la razón de las
muchas y variadas fluctuaciones de los
ciclos ecológicos que muchas veces al no
poder autoregular sus relaciones ponen en
peligro su ciclo vital. Lo mismo sucede en
el ser humano como individuo y como ser
social. Se habla mucho en el día de hoy de
la gravedad de traspasar los límites de la
tolerancia. Leonardo Boff, en su libro
“Ecología: grito de la tierra, grito de los
pobres” insiste en la urgencia de no
hacernos sordos ante la agresión ecológica
de nuestro planeta Tierra y la agresión
cada vez más feroz, hacia los excluidos.
68. La educación es un proceso vivo y
dinámico:
El proceso educacional actual, está
descolocado y ajeno a las expectativas del
estudiante de cualquier parte del planeta.
Mientras las universidades imparten
conocimientos recientemente puestos al
día, la presuposición de las premisas con
que se hace, están basadas en nociones
ancladas en un paradigma obsoleto.
69. “Aunque cueste verlo, a primera vista, el
sistema educacional, incluyendo el
universitario y la investigación científica,
no son otra cosa que instituciones
industriales dedicadas a transmitir la
instrucción y la información. Están
modeladas como fábricas, cada paso del
proceso está programado. La mayoría de
las disciplinas se han vuelto estériles y
obsoletas, porque el paradigma
mecanicista y reduccionista en que están
basadas ha sido superado por el nuevo
paradigma de concepción sistémica, auto-
organizado, dinámico y holístico” [A.N.
Baungartner]
70. Deberíamos rediseñar todo el
sistema:
“Una cosa que veo que algunos de nosotros
vamos a tener que hacer, es tratar de
diseñar estructuras nuevas, aunque la
gente no esté lista para ellas. La solución
no está en meterle parches y remiendos
aquí y allá y esperar que el sistema
educativo siga funcionando. Tenemos que
rediseñar todo el sistema. Inventar todo lo
nuevo que podamos y pensar sobre cómo
van a ser las nuevas estructuras para que,
cuando por fin se desmoronen las
antiguas, estar preparados para cuando
tengamos que reemplazarlas.
71. Parte de la dificultad que ahora enfrentamos es
presenciar el derrumbe de la estructura antigua y
no tener nada nuevo para sustituirla. Estoy
seguro que las nuevas estructuras van a ser
ecológicas. Ese, creo, será el modelo, además en
toda disciplina académica los pensadores de
vanguardia son gente de sistemas. De la ecología
y de la teoría de sistemas es de donde están
naciendo las nuevas estrategias. Dentro de esta
dimensión recomiendo un trabajo
multidisciplinario (transdisciplinario): que
trabajen artistas, politólogos, sociólogos,
educadores, economistas, científicos... porque la
ecología en realidad es el corazón de lo que va a
ser este nuevo modelo. Si tú no estás abierto a
ella, yo no te puedo convencer, pero quizá una
buena noche te despiertes diciendo: ”si, sí, ahora
ya entiendo”. [Edward T. Clark].
72. Regenerar la capacidad de
reflexión:
“La calidad de la educación es el resultado
de la conspiración (coinspiración), no del
sometimiento a la exigencia. Mucho se
dice que la Universidad es un centro de
excelencia, donde los académicos deben
cumplir con el saber científico, técnico y
artístico, mediante la investigación, y que
sólo las personas de más alta jerarquía
académica deben ser miembros de ella.
73. Yo pienso que es un error plantearse una
universidad en esos términos. La calidad
del quehacer universitario como centro de
formación en la acción y la reflexión con
conciencia social y ecológica de los
ciudadanos de un país, debe resultar de la
seriedad con que sus miembros realizan
en sus conversaciones universitarias
cotidianas, los propósitos que la inspira.
La universidad desaparece como tal
cuando deja de cumplir su labor
generadora de capacidad de reflexión y de
conciencia de responsabilidad social y
ecológica” [Humberto Maturana Sentido de
lo Humano)]
74. CIENCIAS TEOLÓGICAS Y CONCEPTO
DE PARADIGMA
La razón práctica para tratar el paradigma
La importancia de abordar el concepto de
paradigma desde la teología viene de dos razones
poderosas y urgentes. La primera se asienta en el
objetivo de todo cristiano que es el de actuar en
la construcción del Reino anunciado por Jesús.
Los cristianos no somos de “este mundo”, no
queremos las cosas como están porque no se
ajustan al Reino anunciado por Jesús. Nos duele
que el informe sobre el desarrollo humano de las
Naciones Unidas constate una creciente
concentración de la riqueza en menos manos.
Que la distancia entre ricos y pobres sea cada vez
mayor.
75. Que el 20 por ciento de la población mundial
consuma el 85 por ciento de la riqueza que
produce el planeta. Y que ello signifique que el 80
por ciento de los habitantes de la tierra se tienen
que contentar con el 15 por ciento de los bienes
que se producen en todo el mundo. Que mientras
hoy se produce un 10 por ciento más de los
alimentos que necesitamos para vivir toda la
humanidad, sin embargo mueren de hambre
35.000 niños cada día. Que la economía está
“organizada” de tal manera que produce, cada
veinticuatro horas, por lo menos 70.000 muertos.
No ha habido guerra ni catástrofe natural en la
historia de la humanidad que ni de lejos se
acerque a semejante cruel crimen de lesa
humanidad. Como cristianos debemos contribuir
a cambiar esta realidad. Pero para poder
cambiarla no basta con anunciar el Reino, es
necesaria una práctica liberadora a la manera de
Jesús.
76. Si a esta realidad histórica se ha llegado por omisión ante las
injusticias y los egoísmos, por cierta ceguera, por falta de
conciencia, por falta de sensibilidad y de claridad sobre los
procesos que la provocaron, ahora tenemos la posibilidad
de comprender sus causas, de entender mejor los
mecanismos de este presente indeseable para cambiarlo. Y
es en el corazón de ese esfuerzo por una mayor
comprensión que nos topamos con la noción de Paradigma.
La realidad que queremos transformar no es fácil de
percibir en toda su dimensión. “Es como el agua que el pez
no puede ver porque jamás ha estado fuera de ella; no
sabe que vive en ella. Nosotros, como el pez, vivimos
inmersos en “la realidad” que damos por supuesta, sin
tener clara conciencia de que no se trata estrictamente de
“la realidad” sino de un conjunto de ideas, supuestos,
esquemas y modelos que tomamos por reales, no siendo
más que un “Paradigma”1.
Si queremos hacer efectiva nuestra acción, si queremos
orientarla por el buen camino, tendremos que enfrentarnos
tarde o temprano con el paradigma que la sostiene
77. La segunda razón para considerar el Paradigma en teología
viene de una doble hipótesis, sugerida por la socióloga
chilena Cecilia Dockendorf. Por un lado, con Marilyn
Ferguson, piensa que “la mayoría de los problemas no
pueden resolverse al nivel en que vienen planteados”2.
“Esto significa que no podemos buscarle soluciones
económicas a los problemas económicos, ni políticas a los
problemas políticos, ni sociales a los problemas sociales.
Esta estrategia, más allá de ser una estrategia sintomática
(...) opera en base a una dinámica de confrontación en que
la solución a un problema se busca por la vía de negar la
situación de la que forma parte oponiéndole otra distinta,
pero en su mismo nivel. Estamos tan acostumbrados a esta
lógica de confrontación o de péndulo (es parte de nuestro
paradigma) que nos es difícil imaginar una vía de solución
de problemas diferente”3. Los problemas que se le
plantean a la ciencia teológica no escapan a este axioma.
No podemos buscarle soluciones estrictamente teológicas a
los problemas teológicos.
78. La afirmación de que la mayoría de los problemas
no pueden resolverse al nivel en que vienen
planteados, refiere a un mecanismo típico que
todos usamos cuando abordamos la realidad: lo
primero a que atinamos -por facilidad o
simplificación- es a fraccionarla ignorando en la
captación su interrelación con los diversos
ámbitos en que esa realidad se nos presenta. Un
problema de orden económico, por ej., no puede
ser solucionado estrictamente en el campo de la
economía, porque todo problema económico es a
la vez también un problema social, político,
antropológico, psicológico y teológico. Lo mismo
podemos afirmar de un problema teológico.
Nunca podrá ser solucionado en el marco estricto
de la teología, habrá que apelar a las otras
ciencias que aborden la complejidad e
interrelación que tiene ese “problema teológico”.
79. Habrá que enfrentar una nueva epistemología (en el sentido
de los fundamentos y métodos del conocimiento científico)4
no sólo en el orden teológico, sino también en el de las
otras ciencias que vengan en ayuda para el conocimiento
de esa realidad que queremos entender. Aquí la
hermenéutica como técnica interpretativa, o de lectura
interpretativa, se vuelve una herramienta privilegiada, así
como también, y quizás más, la mayéutica, con su función
liberadora en cuanto que no consiste tanto en la
transmisión de una determinada teología, de una
determinada tradición o de unos determinados
conocimientos teológicos, o en el mero sentido usual de
sacar a luz “educativamente” un concepto, sino en algo
mucho más cercano a la expresión original griega
maieuomai: ayudar en el parto, desatar. Pues de lo que se
trata es de “desatar” la verdad que está encadenada en la
injusticia, se trata de acompañar teológicamente la difícil
vida de los pueblos empobrecidos hacia la nueva realidad
del Reino.
80. Esto es tan importante porque estamos
acostumbrados a dividir en compartimentos el
continuo de interrelaciones en que se nos
presenta la realidad y una vez que los
nombramos, hacemos como si esos cortes
existiesen en la realidad (este mecanismo es otro
rasgo de nuestro actual paradigma, afirma Cecilia
Dockendorf). Pasar a una visión menos
fragmentada, a una más integral y más holística
implicaría ya intuir un nuevo paradigma.
Y pasar a ese nuevo paradigma es justamente la
segunda parte de la hipótesis de Dockendorf que
sostiene que existen evidencias como para
afirmar que estamos asistiendo a un cambio
radical en el modo de concebir “la realidad”.
81. Si bien estamos inmersos en la realidad, como el
pez en el agua, y somos -a la manera del pez-
nada o poco conscientes de estar inmersos en
una determinada concepción del mundo, la
analogía del agua que el pez no ve tiene una
diferencia esencial con nuestra situación: el pez
no participa de la generación de esa agua que no
ve, nosotros, en cambio, generamos los
paradigmas que luego determinarán nuestra
manera particular de estar en el mundo. El ser
humano “secreta” sus propios paradigmas y vive
inmerso en ellos.
Entonces la comprensión de esos paradigmas es
fundamental para no seguir dando palos de ciego
y poder orientar nuestra acción de cambio sobre
bases un poco más firmes, dice Dockendorf.
82. Acordando sobre el concepto de
paradigma
Se impone, antes de seguir adelante, aclarar qué entendemos
por Paradigma. Originalmente es un concepto griego que
hundió sus raíces en las ciencias de la lingüística.
Paradeima (-atos) literalmente significa modelo, tipo,
ejemplo, padrón. Deriva de déiknymi (deiknymi=yo
muestro). La lingüística lo señala como un conjunto virtual
de elementos de una misma clase gramatical, que pueden
aparecer en un mismo contexto. Así, los sustantivos
caballo, rocín, corcel, jamelgo, etc., que pueden figurar en
el contexto: El _ relincha, constituyen un paradigma5. No
debe llamar la atención que en el campo de la exégesis el
paradigma se entienda como “un campo o conjunto de
elementos lingüísticos equivalentes o intercambiables por
forma, contenido o uso
83. Pero si fuera de la lingüística es posible
hoy asociar un nombre y un libro al
concepto de Paradigma ése es el de
Thomas Kuhn (1925-1998) y su obra La
Estructura de las Revoluciones científicas,
publicado en 1962. Ciertamente este
filósofo estadounidense de la ciencia
marca un antes y un después en la
reflexión sobre la evolución de las ciencias
y ello a partir de su aplicación del
concepto de Paradigma. Sus intuiciones en
el campo de la filosofía de las ciencias son
las que nos pueden ayudar a nuestro
propósito, más que las emergentes de la
relación entre la lingüística y los
paradigmas.
84. Uno de los pilares conceptuales de Kuhn, es la
convicción de que una revolución científica es un
proceso no acumulativo en el que un paradigma
reemplaza a otro total o parcialmente. Vio que la
ciencia no evoluciona en línea recta, sino que
muchas veces muestra aparente discontinuidad,
queda en callejones sin salida o se reconstruye
totalmente formando un nuevo paradigma. Que
en el desarrollo de la ciencia es posible establecer
continuamente tensiones entre paradigmas
reinantes y paradigmas emergentes. “Para
responder a las crisis originadas en la detección
de anomalías, los científicos no abandonan el
paradigma por el que han llegado a tal situación.
Más bien lo que se hace es tratar de lograr
ajustes que permitan articular esa anomalía
dentro de la teoría vigente.
85. No es raro encontrar en la historia a
científicos que han abandonado su
profesión cuando fracasan en el intento de
disimular la anomalía (...) El propio
Einstein recordaba sentir como si alguien
le hubiera sacado el piso. Sentía como si
no hubiera a dónde mirar para encontrar
referencias claras mientras transitaba la
crisis, según expresó años más tarde. El
comienzo de las crisis hace tambalear las
reglas que habían sido «normales» para
los investigadores”
86. Historias de este tipo pueden tener tres finales
posibles -dice Kuhn-. Un final es que el
paradigma reinante logre asumir la anomalía en
sí mismo y la crisis desaparece. Otro final posible
es que se deje de lado la anomalía
momentáneamente, en la presunción de que se
debe a una falta de elementos tecnológicos
adecuados para resolverla. Cuando avance la
técnica esa anomalía se superaría. Y el tercer
final posible es cuando el nuevo paradigma
sustituye al viejo: El fracaso para resolver
problemas desencadena una crisis que produce
angustia y desconcierto en la comunidad
científica. Kuhn narra lo que le pasó al físico
Wolfgang Pauli quien escribiera a un amigo: “por
el momento, la física se encuentra otra vez
terriblemente confusa.
87. De cualquier modo, es demasiado difícil para mí y
desearía haber sido actor de cine o algo parecido y no
haber oído hablar nunca de la física”. Meses más tarde
escribe el mismo Pauli: “El tipo de mecánica de
Heisemberg me ha devuelto la esperanza y la alegría
de vivir. Indudablemente, no proporciona la solución
al problema, pero creo que nuevamente es posible
seguir adelante”8. El tercer final posible es cuando los
científicos empiezan a preguntarse por los supuestos
que guían el desarrollo normal de la ciencia porque
notan que se empiezan a acumular problemas que no
se resuelven bajo el paradigma que está vigente. Es el
momento de la crisis, en que la seguridad y la
confianza que tenían en el paradigma vigente
comienzan a resquebrajarse. Para Kuhn es el
momento de una verdadera revolución científica. En
general se asociará esos períodos históricos de crisis o
revoluciones el nombre de científicos como Copérnico,
Newton, Lavoisier, Darwin, Einstein.
88. En este tercer final posible Kuhn dice que es
importante tener en cuenta que la
transición hacia el paradigma alternativo
no es lo que lógicamente esperaríamos:
que sea el resultado de una suma de
sucesos ordenados acumulativamente en
el tiempo. El nuevo paradigma aparece en
un momento dado porque surgen
fundamentos lo suficientemente claros y
sólidos como para cambiar la forma de ver
de la comunidad científica en un
determinado campo del conocimiento. Y,
otra cosa muy importante, dice Kuhn, con
el nuevo paradigma cambian las reglas.
89. Si Kuhn aborda el concepto y el cambio de
Paradigma desde lo que llama “la comunidad
científica”9 (“en la ciencia un paradigma es un
conjunto de realizaciones científicas
universalmente reconocidas que, durante cierto
tiempo proporcionan modelos de problemas y
soluciones a una comunidad científica”), a
nosotros nos interesa el estudio de los
paradigmas científicos en la teología por dos
razones. Primero, en cuanto que el proceso de
vigencia y cambio de paradigmas puede ilustrar
lo que pasa, se siente, se acepta como “sentido
común” en nuestra sociedad actual. Y la segunda
razón es que las ciencias y sus concepciones nos
aportan los elementos centrales para poder
entender la realidad del mundo (de no atender a
las ciencias peligramos en reeditar en la Iglesia
dramas como el de Galileo). Debemos admitir
que no podemos entender las características de la
realidad actual sin acercarnos a ella al modo del
pensamiento científico del paradigma actual.
90. Hacia una nueva epistemología
integradora: principios y metáforas
El desconocimiento de un par de principios elementales puede
llevar a una visión reduccionista de la realidad con consecuencias
catastróficas (especialmente en teología). Veamos brevemente
esos principios y metáforas de la mano de Antonio Elizalde10.
a) el principio de impermanencia (no permanencia).
La realidad aparece dentro del nuevo paradigma como algo
absolutamente inasible, variable y fundamentalmente relacional.
Después de haber escudriñado en las profundidades de lo micro y
de lo macro buscando encontrar la solidez de lo permanente, de lo
inmutable, de lo absolutamente previsible, nos hemos encontrado
con un universo que es fundamentalmente vacío. La “teoría
cuántica relativista de los campos” muestra que la realidad
“fundamental” sobre la cual descansan la totalidad de los
fenómenos materiales, no es de tipo granular ni de tipo
corpuscular, sino que al contrario es de tipo “inmaterial”.
91. Llegamos a la conclusión de que la realidad es sólo asimilable
a un conjunto de campos, descriptible a través de
interacciones constantes. En esta perspectiva, el “fondo” o
piso sobre el cual descansaría la materia visible no sería
más que la interpenetración, la superposición, el
enmarañamiento de campos físicos de distinta naturaleza.
Y esto campos físicos sólo tienen sustancia, si se puede
decir así, vibratoria, no material. Tampoco son ondas sino
más bien las estructuras que permiten a estas ondas
manifestarse y desplazarse. El campo no tiene propiedad
espacial ni temporal: es como una matriz. El reduccionismo
de la ciencia occidental mecanicista había intentado
vanamente congelar lo no permanente, tratando de apresar
lo que sólo puede existir en movimiento, libertad y relación.
Había olvidado lo que Niels Bohr expresó tan claramente:
“las partículas materiales aisladas son abstracciones; sus
propiedades sólo se pueden definir y observar a través de
su interacción con otros sistemas”.
92. b) El principio de no separatividad
Morris Berman en “El Reencantamiento del Mundo”11
presenta una interesante analogía entre la esquizofrenia y
el yo dividido. Muestra por un lado a un ego que se disocia
y no intenta conectarse con la realidad que lo rodea,
buscando protegerse a sí mismo, y por el otro lado la
“objetividad científica”, definida ésta como el necesario
distanciamiento que debe establecerse entre el sujeto que
conoce (investigador) y el objeto de estudio (la realidad
observada). Esta analogía le sirve para mostrar cómo todas
las características que pueden ser encontradas en objetos,
nominadas, clasificadas, etc., son el resultado de una
simplificación, la que admite que el objeto puede, por
último, revelar características propias. En ningún momento
considera que una característica es solamente una especie
de interpretación automática del fenómeno ocurrido en un
proceso de relación.
Más sabio es el pensamiento budista cuando afirma que la
forma más sutil de contaminación mental de proceso
cognitivo es la que, implícitamente, atribuye realidad
separada a los objetos y al observador.
93. “Esta forma de contaminación mental está presente siempre en
nuestro raciocinio y en nuestras verbalizaciones. El propio
lenguaje está estructurado en función de las características de
objetos separados, y todo es descrito así... Usando el lenguaje de
la física, podríamos decir que el cuerpo físico de un ser humano
está a una temperatura aproximada de 37 grados Celsius; en
temperatura absoluta en la escala Kelvin, estos 37 grados Celsius
corresponderían a aproximadamente 310 grados. En el caso que
el ambiente no emitiese radiación térmica sobre los seres
humanos, éstos rápidamente se congelarían y perderían la vida. O
sea, constantemente nos mantenemos vivos justamente por
recibir radiación térmica del ambiente, pero cuando contemplamos
el ambiente en nuestro rededor o miramos nuestro cuerpo, no
percibimos el grado de correlación íntima que existe entre éste y
el ambiente.
No percibimos cómo la existencia de este cuerpo humano es
constantemente construida también por la energía térmica
recibida del exterior en forma de radiación. Nuestra tendencia es
ver nuestros cuerpos como objetos independientes y
autosuficientes, cuando mucho interactuando con el ambiente a
través de los alimentos y del aire.
94. De la misma forma nos es difícil percibir cómo los
objetos que vemos alrededor son construidos en
su apariencia por los estímulos sensoriales que
nuestro cuerpo recibe a partir de la incidencia,
sobre estos objetos, de luz visible, por ejemplo.
Nuestra mente los ve como objetos con
características definidas, independientes de
cualquier relación externa... La razón de esta
ceguera es que esta forma de relación se da por
medio de un mecanismo físico que queda oculto a
la visión y al lenguaje convencionales.
En el área de la física fue Niels Bohr quien
consiguió introducir correcciones a esta forma de
pensar y de expresarse, y consiguió no solamente
distanciarse de esta forma de “ideología
automática” sino que llegó a formular un sistema
filosófico que escapaba de estos problemas sin
quedarse limitado al inmovilismo.
95. Su éxito fue tan grande que la Teoría
Cuántica es hoy un tema central de
estudio tanto para físicos como para
filósofos, siendo la base para una
importante evolución científica y
tecnológica (...) En la forma de estructurar
el conocimiento, como fue desarrollado
por Bohr, la palabra «objeto» incluye no
sólo lo que convencionalmente es
entendido como «objeto» experimental,
sino también el equipamiento
experimental del laboratorio usado en las
medidas y las teorías que generan las
preguntas”12.
96. c) La metáfora del “segundo” cerebro
Francisco Varela es un biólogo chileno, actualmente Director
de Investigación de la CNRS en Francia, uno de los
principales investigadores en el ámbito de las Ciencias
Cognitivas. Ha sido capaz de desarrollar una metáfora
científica que llegó a complementar la que mantuvo su
primacía hasta ahora y que era absolutamente coherente
con las concepciones propias de sistemas organizados
sobre bases jerárquicas y dominatorias: el cerebro como
único controlador y comando de toda la actividad cognitiva.
Con la nueva metáfora de un “segundo” cerebro del cuerpo
Varela cuestiona radicalmente las concepciones dominantes
hasta el presente -de jerarquías naturales necesarias- e
introduce una visión de un cerebro y de procesos cognitivos
donde el saber o conocimiento, la información, la identidad,
la creatividad, no se encuentran sólo centralizados sino que
también diseminados entre todas las células del cuerpo.
97. No convergen y procesan en un solo punto sino que se
distribuyen a lo largo de todo el territorio corporal. Ello da
pie -dice Antonio Elizalde- a una concepción mucho más
democrática e igualitaria de los procesos de la vida y de la
realidad, sea ella individual o colectiva.
Nuestro organismo tiene dos maneras de conocer. Una está
asociada con el cerebro, la otra con el sistema
inmunológico (el “segundo cerebro”). A diferencia del
cerebro, el cual está concentrado en la cabeza, el sistema
inmunológico está disperso en órganos y en el fluido
linfático a través del cuerpo. Nosotros lo encontramos en
una cadena de nudos linfáticos y en el fluido linfático que
permea el cuerpo entero y efectivamente penetra cada
tejido aislado. A diferencia del cerebro, el sistema
inmunológico consta de diferentes tipos de componentes
fundamentales. Mientras que las neuronas son los
componentes uniformes de todo el sistema nervioso, los
componentes del sistema inmunológico son una clase
entera de células llamadas linfocitos (popularmente
conocidos como las células blancas de la sangre).
98. A diferencia de las neuronas, las cuales están
fijas en una posición y conectadas con otras
neuronas por conexiones anatómicas, los
linfocitos se mueven en rededor muy
rápidamente y conectan por ligazones químicas.
Ellos tienen moléculas grandes (anticuerpos)
proyectándose desde sus superficies con una
enorme habilidad para ligar, para enlazarse
químicamente a cualquier perfil molecular en su
ambiente.
El sistema inmunológico es tan complejo como el
sistema nervioso, pero en vez de encontrarse
concentrado está distribuido, en vez de estar fijos
sus componentes se mueven por todas partes, y
en vez de atarse por conexiones anatómicas ellos
se enlazan químicamente.
99. Cuando la gente escucha algo acerca del sistema
inmunológico, la primera cosa que le viene a la
mente es la de un sistema defensivo, que los
anticuerpos actúan como un ejército. En realidad
esta metáfora militar ha sido la principal piedra
de tope para nuestra comprensión del sistema
inmunológico y de las enfermedades auto-
inmunológicas, tales como el SIDA. De acuerdo a
esta visión, los linfocitos identifican un enemigo,
los anticuerpos lo atacan, y entonces lo
destruyen. Pero hemos descubierto que el
sistema comienza a parecerse mucho más a una
red, como gente conversando con cada cual en
vez de soldados vigilantes. De tal forma que se
ha producido un cambio perceptivo desde un
“sistema inmunológico” a una “red inmunológica”.
100. Esto, por supuesto, presenta un gran problema
para la concepción clásica. Si el sistema
inmunológico es una red cuyos componentes se
enlazan principalmente entre sí, y los anticuerpos
están decididos a matar a cualquiera que ellos se
liguen, estaríamos todos tragándonos a nosotros
mismos. Obviamente, no lo hacemos.
Además, desde el punto de vista clásico, un
sistema inmunológico solamente se activará
cuando existen perturbaciones externas a las
cuales puede responder. Si no existe ataque,
ningún anticuerpo será desarrollado. Pero
experimentos recientes han demostrado, sin
embargo, que aún los animales que están
completamente protegidos de patógenos
desarrollan sistemas inmunológicos totalmente
expandidos
101. Desde el nuevo punto de vista esto es natural,
porque la principal operación de los sistemas
inmunológicos no es responder a los desafíos
externos sino relacionarse a sí mismo.
Esta formulación de Varela nos muestra que el
sistema inmunológico es un sistema vivo, auto-
organizativo y autónomo, el cual es responsable
por la identidad del cuerpo. Así como la
percepción, memoria, etc., nos permiten tener
una identidad congnitiva, del mismo modo el
sistema inmunológico nos permite tener la
identidad de quiénes somos nosotros como un
cuerpo. Todas las células de nuestro cuerpo
comprenden que ellas pertenecen a una
comunidad; y ellas actúan así en razón de su
sistema inmunológico, el cual, si uno lo desea, es
como el lenguaje que permite que los miembros
de una comunidad constituyan su identidad.
102. La defensa ante una amenaza externa (p.e. una
infección) es una acción trivial del sistema
inmunológico, es lo periférico. Lo importante es
que nos permite tener una identidad corporal.
Varela distinguirá luego entre un sistema
inmunológico central y otro periférico, pero lo
importante es que una concepción psicosomática
actualizada, con todas las consecuencias para la
salud y la curación, no se desarrollará a menos
que entendamos el sistema inmunológico como
un recurso cognitivo, a menos que entendamos el
sistema nervioso y el sistema inmunológico como
nuestros dos “cerebros” en continua
conversación, dos sistemas cognitivos
interacutando.
103. ) Metáfora de la hipótesis Gaia: el gigantesco
organismo llamado Biosfera
En 1985 James Lovelock planteaba una nueva
visión de la vida sobre la tierra, por encargo de la
NASA, desarrollando su teoría Gaia13. No
tenemos espacio para desarrollarla aquí, pero la
conclusión es que nuestro planeta aparece como
un prodigio de autorregulación, de homeostasis.
Los diferentes organismos que lo componen
colaboran en el mantenimiento del equilibrio
global, al igual que nuestros diversos órganos y
células contribuyen a mantener nuestras
constantes vitales. “Gaia es en realidad una
nueva teoría de la evolución, que amplía la gran
intuición de Darwin haciendo converger en un
único propósito la evolución de las especies y la
evolución de su entorno material.
104. Ahora es fácil ver por qué la ciencia
académica moderna rechaza a Gaia:
porque es algo que nunca podría haber
surgido en los edificios separados y
aislados de una universidad, donde los
biólogos, los geólogos y los climatólogos
son como tribus rivales... Además de
superar la fragmentación de las ciencias
contemporáneas, Gaia propone que lo que
guía la evolución es la cooperación, y no
esa versión del capitalismo salvaje que
sería la selección natural”14.
105. La naturaleza material no puede ser más vista
como una colección de partes separables -ya que
no es una máquina creada, sino más bien una
vasta fisiología, auto-generativa y viviente,
abierta, englobante, participativa y capaz de
responder a circunstancias cambiantes... Las
implicancias epistemológicas de Gaia cuestionan
la epistemología del mecanicismo. El modelo
mecánico del mundo implica una epistemología
mentalística, fundada en el supuesto de que el
conocimiento más preciso de las cosas es una
aprehensión intelectual separada y purgada de
todo involucramiento corporal, situacional y
subjetivo.
106. Concepto de Paradigma y ciencias
teológicas
Si aplicamos estas afirmaciones al campo de las
ciencias teológicas, habría que empezar
reflexionando sobre quiénes son los que
promovieron o iniciaron los paradigmas a lo largo
de la historia de la teología. Cuáles han sido sus
reglas; por qué los teólogos, el magisterio, etc.
los han adoptado y por qué se cambiaron en
determinados momentos y épocas. También sería
interesante relacionar el concepto de paradigma
con la historia de los dogmas. Asimismo es
curioso notar que en teología, a diferencia de
otras ciencias, en la práctica cotidiana académica
los paradigmas no desaparecen del todo, se
sustituyen parcialmente y por eso conviven
diversos paradigmas sin molestarse demasiado
107. “Kuhn establecía que cuando en las ciencias
un paradigma cambiaba todo volvía a
cero. Quien estaba mejor posicionado en
el paradigma anterior, al cambiarse, muy
probablemente quedaba atrapado en su
visión de la realidad; de su posición de
líder podía quedar a la retaguardia de los
cambios”15. En teología conocemos estos
dramas y especialmente en las aulas de
las Facultades de Teología, donde los
cambios no ocurren con tal celeridad, el
curriculum responde a ciertas rigideces y
está desfasado con respecto al paradigma
vigente
108. El modelo del proceso de los paradigmas científicos también
se puede aplicar a los cambios de paradigmas culturales y
sociales. Kuhn señalaba (en el campo de las ciencias) una
secuencia en espiral: paradigma inicial - estadio de ciencia
normal - crisis - revolución científica - nuevo paradigma -
ciencia normal... La etapa de “ciencia normal” es aquel
período en el que un determinado paradigma reina sin ser
desafiado, porque es reconocido por la comunidad científica
y determina la actividad de ésta. Es un período de relativa
tranquilidad, conservador, que permite que la ciencia
avance de manera “tranquila” puesto que “cuando un
científico puede dar por sentado un paradigma, no necesita
ya tratar de reconstruir completamente su campo desde
sus principios y justificar el uso de cada concepto
presentado (...) La característica más sorprendente de los
problemas de investigación normal es quizás la de cuán
poco aspiran a producir novedades importantes,
conceptuales o fenomenales
109. Algo muy importante a tener en cuenta por
quienes hacen teología es lo que desde la
psicología nos advierte Charles Tart: que toda
acción que emprendemos y todo pensamiento
que concebimos reposan en unos supuestos a los
que tenemos gran apego afectivo y que “son
implícitos, verdaderos actos de fe a los cuales
prácticamente nunca dedicamos un pensamiento
consciente”17.
Vimos que la influencia del paradigma que nos
envuelve llega hasta determinar nuestra
percepción de la realidad. “No existe una
percepción neutra, “objetiva”, “verdadera” de los
fenómenos, sino colada, enmarcada, teñida por el
paradigma que nos envuelve.
110. El paradigma no sólo define cómo
percibimos sino que además nos delimita
lo que percibimos y lo que no percibimos.
Actúa como un par de anteojeras
diciéndonos hacia dónde mirar, definiendo
áreas de la realidad como relevantes y
descalificando otras o simplemente
ignorándolas. En palabras de E. Fritz
Schumacher,18 la mente humana, en
general, no se limita a pensar: piensa con
ideas que, en su mayoría, simplemente
adopta o se apropia de la sociedad que le
rodea. No existe nada más difícil que
volverse críticamente consciente de las
presuposiciones de nuestros puntos de
vista.
111. Todo puede verse directamente, menos el ojo
mediante el que vemos”19. Kuhn llega a afirmar
que el paradigma es como un requisito previo
para la percepción misma. Lo que ve una persona
depende tanto de lo que mira como de lo que su
experiencia visual y conceptual previa lo ha
preparado a ver.
Esto, que no es muy atendido ni entendido en
teología, es muy conocido y aceptado en el
campo de las ciencias. Werner Heisenberg, físico
alemán, 1901 - 1976) es quizás quien más
contribuyó a elaborar esta convicción. En los años
20 estableció que las leyes deterministas de la
mecánica newtoniana eran insuficientes para
explicar el comportamiento de las partículas
ínfimas que componen la materia. En el reino del
microcosmos es imposible, por ejemplo predecir,
de manera cierta, la trayectoria de un electrón.
112. De ahí el principio de “incertidumbre” enunciado
por Heisemberg y el recurso al método
probabilista para captar mejor el campo último de
la realidad. Siguiendo aquel axioma de Einstein
de que sólo la teoría decide qué podemos
observar, Werner Heisenberg afirmó que no es
posible conocer a la vez la masa de una partícula
y su posición en el espacio.
Pero es su otra gran contribución, junto a sus
colegas fundadores de la física cuántica, la que
más nos interesa para las ciencias teológicas y
está relacionada con lo que decía Kuhn: la
reintroducción de la noción de sujeto en las
ciencias experimentales. Cuando un físico
procede a realizar una experiencia, define un
cuadro conceptual y material (los instrumentos
que utiliza para su experiencia) que
inevitablemente influirán sobre lo que observa.
113. Lo que observamos no es la naturaleza en sí
misma, sino la naturaleza expuesta a nuestro
método de investigación” -nos recuerda
Heisemberg20. La naturaleza siempre se da a
conocer a nuestros sentidos bajo un cierto ángulo
específico, bajo una cierta forma. Es por eso
mismo que los conceptos existen. Lo real es
forzosamente tendencioso. Por eso es que los
científicos están acostumbrados a aceptar que
dos descripciones divergentes de un mismo
fenómeno objetivo pueden cohabitar, sin
amenazar todo el edificio científico.
No es de extrañar que con la física cuántica
muchos hayan encontrado un precioso aliado
contra los determinismos a que indujo el
pensamiento único, contra los monoteísmos y
todo lo que hizo posible el surgimiento de los
fanatismos y los fascismos.
114. La Teología ante un nuevo
Paradigma
Un paradigma puede guardar su vigencia durante siglos, en
tanto que la actividad humana se desarrolle bajo ese modo
de entender el mundo. Pero llega el momento en que poco
a poco se empiezan a acumular nuevas ideas,
descubrimientos, hechos, procesos, que llevan a ese
paradigma a una gran crisis. Morris Berman, por ejemplo,
en los dos primeros capítulos de “El reencantamiento del
mundo” describe cómo surgieron las ideas y los procesos
sociales que pusieron en crisis al paradigma imperante
durante la Edad Media y dieron origen al mundo moderno
cuya fase final parecería que estamos viviendo en estos
momentos. Berman describe la manifestación de esa crisis
diciendo que “el último brote súbito de depresión y psicosis
(o “melancolía”, como se llamaba a estos estados mentales
entonces), ocurrió en los siglos XVI y XVII, período en el
cual se hizo muy difícil mantener la noción de la salvación y
del interés que Dios pudiera tener en los asuntos humanos.
115. La situación finalmente se estabilizó merced a la
emergencia de un nuevo marco referencial
mental que fue el capitalismo, y la nueva
definición de la realidad, basada en la modalidad
científica de experimentación, cuantificación y
destreza técnica”21. Berman llega a la conclusión
de que ya es tan difícil mantener a fines del siglo
XX el paradigma científico moderno, como lo fue
sostener el paradigma religioso en el siglo XVII.
Un cambio de paradigma implica un profundo
cambio de la mentalidad epocal, de los conceptos
y los valores que forman una visión particular de
la realidad en una época determinada.
116. . La literatura que hoy existe sobre los nuevos
paradigmas plantea con diversos énfasis la
presencia de una enorme crisis de las fuentes
mismas de nuestra vida individual, social,
económica, espiritual, cultural y moral22. En esta
era posmoderna, de globalización, post guerra
fría, con un mundo político, militar y económico
casi unipolar, la evidencia son unas
incertidumbres culturales y espirituales, junto a
una parálisis ideológica y a una crisis de
imaginación y de participación democrática.
Pareciera ser que se viene generando un sistema
que destruye los medios propios de la
creatividad, provocando una suerte de crisis de la
inmunidad espiritual humana23.
117. Diría que estamos ante una de esas típicas
crisis que anuncian un cambio de
paradigma que se expresa como cambio
de época o de era. Lo característico de
este cambio respecto de los anteriores es
su velocidad. La velocidad de cambio de
nuestra época es mucho más rápida que
las anteriores, en virtud de los “soportes”
que la generan. El drama se está dando, a
nivel social, entre el mundo rápido que
está naciendo, y el mundo lento,
generalmente abarcante de las regiones
más pobres del planeta.
118. Esto va de la mano con el final de la era del combustible
orgánico, la decadencia del patriarcado y los cambios en las
formas de conocimiento y de conciencia. Algunos llegan a
hablar de transición de una “era energética a una era
informacional”24. Esta transición decisiva e irreversible que
conlleva la naturaleza relacional de la información, tanto en
la física como en la biología, en la economía y en la
sociedad toda, fue abordada por pensadores como Edgar
Morin25 y Gregory Bateson26 advirtiendo sobre dos
impactos de esa transformación: en el concepto mismo de
productividad debido a la irrupción de las nuevas
tecnologías de la información y en el proceso económico,
cuando los factores inmateriales llegan a ser más
importantes que los materiales, poniendo de relieve la
urgencia y necesidad estratégica de nuevas inversiones en
el campo de la investigación científica y de la formación de
las personas27
119. “Se ha llegado a hablar de la importancia de
una nueva alfabetización, que asuma la
necesidad de adquirir los conocimientos y
las actitudes para el «saber hacer», que
sitúa el acento en una relación actitudinal
de las personas con la información y que
no privilegia tanto los contenidos sino el
estilo y las formas del cómo se conoce. De
ahí la trascendencia de superar viejos
modelos de formación y de pedagogías
limitadas a disciplinas rígidas y aisladas,
que se muestran inoperantes para crear
hombres y mujeres capaces de vivir en
formación permanente y en una evolución
constante de sus saberes-haceres”28.
120. El nuevo paradigma desafía a los humanos a buscar
nuevas razones para probar que poseemos algún
tipo de capacidad (razón) para fundar nuevos
comportamientos éticos y una praxis con
pretensiones de distinguir la libertad de la tiranía,
la falsedad de la verdad, lo justo de lo injusto o si
estamos condenados a la lógica posmoderna del
pensamiento débil y de la fragmentación
relativista29. Quizás nos ayude la producción
crítica de intelectuales como Benjamin, Habermas
y Adorno, con sus críticas a las ideas del progreso
lineal y a los mitos de la razón instrumental, pero
apuesto a que la clave está en captar dentro del
nuevo paradigma su vertiente de complejidad, la
cual supone una nueva actitud frente a la
observación y a la reflexión, también en teología
121. En el nuevo paradigma las explicaciones ya
no se pueden basar en la lógica de la
causalidad lineal, sino en la lógica circular
multidimensional30. La convicción es que
la complejidad anulará la intolerancia y
toda afirmación perentoria. No es por
casualidad que Jorge Luis Borges dijera
que “No hay en la Tierra una sola página,
una sola palabra, que sea sencilla, ya que
todas postulan el universo, cuyo más
notorio atributo es la complejidad”. Sabía
que los conceptos nos permiten pensar,
pero que también son capaces de
impedirnoslo cuando lo conceptualizable
termina siendo muchas veces lo único
pensable.