Antes de estudiara cómo llegar a una vida cristiana madura y llena del Espíritu Santo, a una vida cristiana disciplinada, precisa un análisis de nuestra condición actual. ¿Hasta dónde hemos llegado en nuestro peregrinar cristiano? ¿Cómo va nuestro crecimiento como hijos de Dios? ¿Qué soy, bebé, niño, adolescente, adulto, anciano?