1. Diciembre 2014 cunicultura 5
PATOLOGÍA. La verminosis gastro – intestinal del conejo para carne y de compañía
Cuando se habla de los parásitos intestinales del
conejo se piensa casi siempre solo en la coccidiosis. Sin
embargo, existen numerosos huéspedes indeseados
del aparato gastro-entérico y de los órganos anexos
que a menudo son infravalorados. Afortunadamente
estos parásitos son más bien raros en las granjas
cunícolas intensivas y se presentan en cambio con
mayor frecuencia en los pequeños corrales familiares
y en el conejo de compañía. De todas formas es
conveniente conocerlos puesto que no podemos
excluir, visto su ciclo biológico, que puedan aparecer
incluso en el interior de una estructura industrial,
a pesar de una buena gestión. Para la mayor
parte de los parásitos intestinales existen defensas
terapéuticas, tanto para la prevención como para
la terapia en el transcurso de la enfermedad pero
los síntomas, a menudo engañosos o ausentes, se
muestran de manera muy específica provocando
por lo menos desmejoramiento ponderal o retraso
en el crecimiento de los individuos en engorde, o
bien debilitando a los reproductores que sufrirán, en
consecuencia, una disminución de los rendimientos
reproductivos. En el conejo de compañía, no
siempre criado siguiendo los estrictos dictámenes
de higiene y profilaxis, el fenómeno se presenta con
mayor frecuencia. Veamos en detalle cuáles son los
principales.
La transmisión por vía oro-fecal
Todoslosparásitosdelaparatodigestivopenetran
en el animal por vía oral; algunos de ellos son emitidos
por el conejo infestado, o por otros animales, a través
delashecesymadurandespuésenelambienteexterno
antes de ser reingeridos –figura 1– mientras que
Fig. 1. Los parásitos del aparato digestivo penetran en el animal por vía oral.
El contacto con el suelo aumenta el peligro de contaminación y el
intercambio de parásitos de un animal a otro, a través del consumo de
hierba fresca que ha estado en contacto con las deyecciones.
PATOLOGÍA
LA VERMINOSIS GASTRO-INTESTINAL DEL
CONEJO PARA CARNE Y DE COMPAÑÍA
Cristiano Papeschi
Università degli Studi Della Tuscia – Viterbo
Linda Sartini
Médico Veterinario Libero Professionista
papeschi@unitus.it
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2. 6 cunicultura Diciembre 2014
PATOLOGÍA. La verminosis gastro – intestinal del conejo para carne y de compañía
otros necesitan un huésped intermedio dentro del
cual completan parte del propio ciclo biológico. El
parásito, una vez devuelto al ambiente contamina
el pienso y las reservas hídricas, y de aquí será
después sucesivamente ingerido por el conejo a
través del suministro de agua o de alimento. Debido
a este motivo, las parasitosis gastro-entéricas
mantenidas por vermes están más difundidas en las
explotaciones familiares respecto a las intensivas,
donde la utilización de forraje es menor. El peligro
de contraer parásitos es muy elevado, incluso en los
conejos criados en tierra o en viveros de conejos,
donde el contacto con el suelo aumenta el peligro
de contaminación y el intercambio de parásitos de
un animal a otro, a través del consumo de hierba
fresca que ha estado en contacto con las deyecciones.
Otros helmintos requieren a veces un huésped
intermediario, como en el caso de las tenias, que sea
ingerido por el conejo y solo en este punto el parásito
podrá infestar al huésped definitivo, en el interior
del cual se podrá reproducir y emitir nuevamente al
ambiente sus propios huevos.
VERMES INTESTINALES
Los nematodos, conocidos también como
lombriz intestinal, no provocan en general síntomas
graves apreciables a simple vista por el criador, a
menos que se trate de infestaciones masivas en
cuyo caso se puede observar desmejoramiento
ponderal, mala absorción, diarrea y a veces caquexia,
obstrucción intestinal y muerte. Entre otros síntomas
observables podemos ver un índice de fertilidad más
bajo en los reproductores, una disminución de la
respuesta inmunitaria a la vacunación, además de
una predisposición a desarrollar otras enfermedades
concomitantes como consecuencia de la disminución
de las defensas inmunológicas.
• Oxiuros
El oxiuro que preferentemente parasita al
conejo es el Passalurus ambiguus, el cual cuando
es adulto se localiza a nivel del ciego y del colon,
mientras los estadios inmaduros del nematodo son
frecuentemente observables también en el último
tramo del intestino delgado. El ciclo biológico de este
parásito es directo, por lo que el conejo se infesta
por la ingestión de huevos conteniendo larvas. Los
huevos tienen un aspecto característico y tienen
una forma alargada y ligeramente curvada. Los
adultos llegan a medir alrededor de 1 centímetro y se
caracterizan por tener un color blanco o transparente,
un cuerpo más achaparrado en la mitad craneal,
una cola más bien fina respecto al resto del cuerpo
y un esófago en forma de bulbo. Generalmente los
huevos del parásito pueden identificarse mediante
observación con el microscopio óptico pero, en el
caso de infestación masiva, es posible reconocer
Los nematodos, conocidos también como lombriz intestinal,
no provocan en general síntomas graves apreciables a simple
vista por el criador.
Los huevos tienen un aspecto característico y tienen una forma
alargada y ligeramente curvada.
El adulto se presenta con un cuerpo vermiforme en la primera
parte pero tiende después a adelgazarse.
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PATOLOGÍA. La verminosis gastro – intestinal del conejo para carne y de compañía
directamente a los adultos sobre la superficie de las
bolitas fecales después de su emisión. Generalmente
el P. ambiguus no representa un problema y su
presencia, en cantidad moderada, no provoca
alteraciones apreciables en el conejo excepto, en
algunos casos, un cierto prurito en la zona perineal.
Cuando la infestación supera los niveles de tolerancia
del animal se pueden manifestar repercusiones sobre
el crecimiento y el engorde, e incluso, en los casos
más extremos, se puede producir una obstrucción
intestinal.
• Tricostrongilios
Los tricostrongilios, a diferencia de los oxiuros,
tienen un cuerpo mucho más sutil que determina
el nombre de este grupo de parásitos. El Trichuris
leporis es un nematodo más difundido en los conejos
procedentes del Este de Europa, pero tampoco está
ausente en los países occidentales. El huevo del T.
Leporis tiene una forma de limón característica de
todos los tricúridos con los polos más delgados y un
ciclo biológico directo, por lo que la infestación tiene
lugar después de la ingestión de huevos conteniendo
las larvas del parásito. El adulto se presenta con
un cuerpo vermiforme en la primera parte, pero
tiende después a adelgazarse y alargarse en la
segunda parte. Este nematodo coloniza el ciego y
el colon del conejo y, en caso de infestación de poca
importancia, no provoca daños dignos de mención
pero puede comportar anemia y una notable pérdida
de peso en las formas más graves. Junto al T. Leporis
encontramos otro tricúrido conocido como Capillaria
hepática que parasita el hígado y desarrolla la propia
acción patógena y su ciclo reproductivo a nivel de
los conductos biliares. Es difícil encontrar los huevos
del C. hepática en las heces ya que, generalmente,
se hallan retenidos en los conductos biliares pero no
se puede descartar que, a través de la bilis, alguno
pueda alcanzar el intestino y sea expulsado con las
heces. En el intestino delgado del conejo es posible
encontrar al Trichostrongylus retortaeformis en
estado adulto, el cual aparece de color blanco, de
dimensiones reducidas y con el cuerpo filiforme. El
ciclo biológico de este parásito es indirecto por lo
que una vez madurados los huevos sale de ellos una
larva que alcanza el estado de “larva infestante”
en el ambiente externo y que solo en este punto su
ingestión provocará una infestación en el animal
receptor. Una vez en el interior del intestino delgado
del conejo el parásito penetra en la mucosa intestinal
provocando la desepitelización de la superficie
mucosa. En las infestaciones graves se manifiestan
enteritis y abundante producción de mucosidad y el
animal puede llegar a padecer graves disenterías, con
pérdida de peso y deshidratación. En el estómago
podemos encontrar a los parásitos Graphidium
strigosum, Obeliscoides cuniculi y Angiostrongylus
El huevo del T. Leporis tiene una forma de limón característica
de todos los tricúridos con los polos más delgados.
C. ctenoides parasita solamente a los conejos, no a la liebre.
Huevos de ctenoides.
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PATOLOGÍA. La verminosis gastro – intestinal del conejo para carne y de compañía
wimerosa. La C. ctenoides parasita solamente a los
conejos mientras que la C. pectinata parece infestar
tanto al conejo como a la liebre. Los adultos de estas
dos especies tienen casi 1 cm de ancho y pueden
alcanzar una longitud semejante a 80 cm con el
escólex de la primera de 0,5 mm de ancho mientras
que en la segunda es aproximadamente la mitad; los
proglotidos son más anchos que largos y cada uno de
ellos tiene órganos genitales
dobles y un gran número de
huevos. El conejo emite con
las heces los proglotidos
maduros que, una vez en
el ambiente, relanzarán
los huevos sobre la hierba.
Para que el ciclo biológico se
complete es necesario que
los huevos sean ingeridos
por un ácaro de vida libre
de la familia Oribatidae -en particular el Scutovertex
minutus- en el interior del cual la oncosfera mutará
en la forma larval cisticercote infestante. Después
el conejo ingerirá los ácaros a través de la hierba o
del heno y luego se desarrollará en el intestino del
animal la forma adulta. El diagnóstico es más bien
simple y se basa en la observación de los proglótidos,
visibles incluso macroscópicamente, emitidos
por el conejo con las heces o en la identificación
microscópica de los huevos. En las infestaciones
graves estos cestodos pueden provocar un deterioro
del animal o directamente obstrucción intestinal vista
su localización a nivel del intestino delgado. Cuando
la presencia de estos parásitos es masiva es posible
encontrarlos también en el colon y en el ciego.
• Trematodos
Los trematodos son, con toda seguridad, los que
más raramente se pueden encontrar en el conejo. Son
parásitos específicos que pueden encontrarse sobre
Para la mayor parte de los
parásitos intestinales existen
defensas terapéuticas, tanto
para la prevención como
para la terapia
Los trematodos más fáciles de hallar en el conejo son el Fasciola
hepatica y el Dicrocoelium lanceolatum.
Cuando la presencia de estos parásitos es masiva es posible
encontrarlos también en el colon y en el ciego.
cantonensis en estado adulto. Estos tres parásitos
son muy similares entre sí desde el punto de vista
morfológico pero el A. Cantonensis, a diferencia de
los otros dos, necesita un huésped intermediario, un
gasterópodo,paracompletarsupropiociclobiológico
y ser vehiculado al conejo por ingestión del vector.
El G. strigosum, al igual que el G. retortaeformis,
infestan al conejo a través de larvas que alcanzan el
estadio adulto en el interior
del estómago del animal
más o menos al cabo de
doce días después de su
entrada en el organismo
huésped. También para
estos parásitos, en el caso
de infestaciones leves los
síntomas son de escasa
importancia o están
ausentes pero, en el caso
de la presencia de numerosos parásitos o de conejos
en condiciones de salud precarias, se pueden verificar
graves lesiones en la mucosa gástrica o directamente
fenómenos de obstrucción del esfínter pilórico. El
diagnóstico se basa en el hallazgo de huevos de los
parásitos en las heces del conejo, mientras que en el
animal ya sacrificado se pueden observar de forma
numerosa en el estómago.
VERMES PLANOS
• Cestodos
Los cestodos, conocidos también con el nombre
de tenias, son parásitos cuyo cuerpo segmentado se
comprimedorso–ventralmente,tantoporasumiruna
forma de cinta como por su considerable longitud.
Los cestodos más difundidos en el conejo son la
Cittotaenia ctenoides y la Cittotaenia pectinata, pero
se han señalado también la Cittotaenia denticulada,
Andria rhopalocephala y la Paranoplocephala
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PATOLOGÍA. La verminosis gastro – intestinal del conejo para carne y de compañía
todo cuando los conejos se alimentan con forrajes
procedentes de pastos frecuentados por rumiantes.
Se conocen también como “dístomos” porque
poseen dos aberturas ventrales, mientras que el
cuerpo es de pequeñas dimensiones si lo comparamos
con el de los cestodos, que tienen forma de hoja y
son de grandes dimensiones. Los trematodos más
fáciles de hallar en el conejo son el Fasciola hepatica
y el Dicrocoelium lanceolatum. Los huevos de estos
parásitos son emitidos con las heces del conejo o
de los rumiantes y, para completar su propio ciclo
biológico necesitan dos huéspedes intermediarios
–un artrópodo y un gasterópodo– en cuyo interior
tienen lugar dos fases diversas del desarrollo para
ser después ingeridos por el conejo. La localización
del adulto se halla a nivel hepático, en particular en
el interior de los conductos biliares, donde pueden
acabar causando fenómenos obstructivos y cirrosis
hepática.
• Cisticercosis hepato–peritoneal
Esta parasitosis se mantiene en las formas
larvales císticas, conocidas como cisticercos, de
algunas especies de tenia
presentes en los carnívoros
domésticos. Entre las más
importantes recordamos la
Taenia serialis y la Taenia
pisiformis del perro y la
Taenia taeniaeformis del
perro y del gato. Los adultos
de estas tenias viven en el
intestino de los animales
domésticos que acabamos
de citar, los cuales expelen
con las heces los proglótidos
grávidos conteniendo numerosos huevos que
contaminarán los forrajes y el agua de bebida. El
cisticerco, una vez fuera del huevo, llevará a cabo
una migración al interior de la cavidad abdominal
del conejo, que lo llevará a localizarse a nivel del
hígado o del peritoneo. En la forma peritoneal es
posible observar a nivel del omento numerosas
formaciones císticas transparentes, rellenas de
líquido y conteniendo un corpúsculo blancuzco, el
cisticerco precisamente, del tamaño de una lenteja.
En la forma hepática en cambio, por debajo de
la serosa se observan trazos necróticos de color
blanco amarillento, circundados por fenómenos
h e m o r r á g i c o s q u e
pueden provocar también
insuficiencia hepática
y cirrosis. En general la
patología se presenta con
indicios engañosos como
adelgazamiento y diarrea y
solo al realizar la autopsia
será posible observar las
lesiones típicas. Para esta
patología no existe terapia
alguna por lo que será
necesario eliminar el peligro
de contaminación de los alimentos por parte de los
perros o gatos presentes en la explotación que, por
lo tanto, deberán ser desparasitados para evitar la
difusión del parásito. •
(Continuará)
En el conejo de compañía,
no siempre criado siguiendo
los estrictos dictámenes
de higiene y profilaxis, los
parásitos se presentan con
mayor frecuencia
El cisticerco, una vez fuera del huevo, llevará a cabo una migración al interior de la cavidad
abdominal del conejo, que lo llevará a localizarse a nivel del hígado o del peritoneo.
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