1. Claudia Rosa Yáñez Benavides
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CHOCOLATES LA IBERICA
Tradicion Arequipeña.
Visitar Arequipa e irse sin haber probado alguno de los chocolates de La Ibérica es como
irse sin haber comido rocoto relleno, adobo o pastel de papa. Esta tradicional chocolatería,
fundada en 1909 por Juan Vidaurrázaga, nos abrió las puertas de su fábrica para que
conozcamos cómo es que convierten el grano de cacao en esa delicia que se derrite en
nuestros paladares.
Lo primero es el tostado del grano de cacao seleccionado. “Si ustedes prueban esto, es
como una haba con un sabor un poco más fuerte”, dice Javier Vidaurrázaga, gerente
general de La Ibérica.
Una vez tostados, los granos se colocan en una máquina que los parte y les saca la
cáscara. De ahí se pasa al molino, de donde el chocolate sale líquido. “El 50% del grano
del cacao es sólido y el otro 50% es manteca. Entonces, al pasar entre los cilindros,
debido a la fricción, es que la grasa se licúa y hace que haya un líquido”, explica
Vidaurrázaga.
Después, el chocolate pasa por distintas máquinas: una en la que se le agrega azúcar y
leche; otra para refinar el chocolate de manera que el paladar no sienta las partículas del
azúcar; y la batidora, donde el chocolate permanece entre 40 y 70 horas en constante
movimiento. Tras ese proceso, lo que falta es darle forma a los bombones y colocarles su
relleno.
El primer producto que La Ibérica desarrolló fue el chocolate para taza, cuyo consumo se
hizo costumbre entre los arequipeños. Más de un siglo después, esta tradicional
chocolatería arequipeña inició este año la exportación de sus dulces a Estados Unidos.
2. UNA EMPRESA FAMILIAR
La Ibérica, fundada en el año 1909, es una empresa dedicada a la elaboración y
comercialización de: chocolates, toffees, mazapanes, turrones y otros productos de
confitería. Conducida desde sus orígenes por una familia que tiene pasión por el chocolate,
esta empresa centenaria se ha consolidado como líder de calidad, y orgullo del Perú. Sus
productos son la más dulce tradición de Arequipa.
Haciendo el mejor chocolate desde 1909
Esta historia se inicia a principios del siglo XX en el sur del Perú, en Arequipa, una ciudad
rodeada de volcanes, reconocida por su cultura artística tallada en la piedra volcánica "sillar",
que dio lugar a la arquitectura mestiza colonial más original de América, por lo que hoy es
considerada "Patrimonio de la Humanidad".
Juan Vidaurrázaga Menchaca, joven empresario español, es recibido por Arequipa y en 1909,
asociando la calidad del cacao peruano con las deliciosas recetas europeas, decide fundar la
Fábrica de Chocolates "La Ibérica", deleitando desde sus inicios el gusto de los exigentes
consumidores locales.
El chocolate para taza fue el primer producto desarrollado y su consumo se hizo costumbre
arraigada en los arequipeños.
3. A los pocos años amplía su variedad de productos elaborando chocolates de leche y fondant
para barras y tabletas, y posteriormente finos bombones de chocolate con exquisitos
rellenos.
Luego instala una línea para fabricar mazapanes, deliciosas masitas hechas a base de
almendras del Perú, conocidas también como nueces del Brasil o castañas.
Después desarrolló las líneas de toffee (caramelos blandos de leche con diferentes sabores
naturales) y de turrón (suave "nougat" de almendras del Perú tostadas y miel de abeja).
Posteriormente se procedió a la fabricación de figuras de chocolate.
, “La Ibérica” ha sido merecedora de numerosos reconocimientos nacionales e
internacionales, como la "Medalla de Oro" en la Exposición de Muestras de Roma en 1927 y
el "Honor al Mérito Industrial" otorgado por la Sociedad Nacional de Industrias del Perú.
Por todo esto “La Ibérica” es una de las organizaciones más acreditadas de la industria
peruana y emblema de la industria arequipeña.