La Administración electrónica se refiere al uso de las tecnologías de la información y la comunicación en los procesos de la Administración Pública para mejorar la eficiencia, flexibilidad y orientación al ciudadano. Se requiere una estrategia de implantación que considere la definición, esquema básico, tecnología, datos, procesos, servicios y participación ciudadana para lograr una transición exitosa hacia modelos de gobierno más abiertos y centrados en el ciudadano.