Efecto de la fertilización foliar sobre la recuperación de un maíz afectado p...
Problemas y limitaciones del arroz, FAO 2003
1. PROBLEMAS Y LIMITACIONES DE LA PRODUCCIÓN
DE ARROZ
Producido por FAO, Depto de Agricultura
Problemas físicos
Clima
Los factores climáticos tales como la temperatura, la radiación solar y el viento tienen
influencia sobre el rendimiento del arroz ya que afectan el crecimiento de la planta y los
procesos fisiológicos relacionados con la formación del grano. Estos factores también afectan
indirectamente el rendimiento aumentando el daño causado por las plagas y las
enfermedades.
a. Temperatura
Las altas y bajas temperaturas por encima y por debajo de los límites críticos afectan el
rendimiento de grano ya que inciden sobre el macollaje, la formación de espiguillas y la
maduración (Cuadro 3). Las bajas temperaturas limitan la duración del período y la tasa de
crecimiento y el desarrollo de las plantas de arroz. Las altas temperaturas causan estrés
térmico sobre las plantas de arroz.
Hasta el momento de la iniciación del primordio de la panoja, los puntos de crecimiento de las
hojas y los tallos están debajo del agua y la temperatura del agua controla el crecimiento y el
desarrollo de la planta. La elongación de las hojas y la altura de la planta son afectadas, sin
embargo, por la temperatura del agua y del aire. En las primeras etapas de crecimiento la
temperatura del agua afecta el rendimiento por su incidencia sobre el número de panojas por
planta, el número de espiguillas por panoja y el porcentaje de granos que maduran. En las
etapas posteriores la temperatura del aire afecta el rendimiento incidiendo sobre el porcentaje
de espiguillas no fertilizadas y el porcentaje de granos que maduran. El clima fresco favorece
una mayor eficiencia del nitrógeno y la fertilización nitrogenada afecta la esterilidad en caso de
bajas temperaturas. Cuando las temperaturas se encuentran por encima o por debajo de
niveles críticos, la provisión de nitrógeno tiene poco efecto sobre la esterilidad. La aplicación
de mayores cantidades de fertilizantes fosfatados alivia los efectos adversos de altas
cantidades de nitrógeno en la etapa reproductiva a bajas temperaturas. Existen variedades con
tolerancia a bajas temperaturas durante la etapa de plántula. En caso necesario, es preferible
seleccionar variedades que presenten resistencia al frío y que estén adaptadas a la región.
CUADRO 3
Efecto de la temperatura (° sobre el crecimiento y el desarrollo de la planta de arroz
C)
Crecimiento y
desarrollo de la
planta
Germinación
Emergencia de la
plántula
Enraizamiento
Baja temperatura
Rango
10
Efecto
Inhibición
Rango
Efecto
-
20-35
35
-
25-30
Raquitismo
35
-
25-28
Hoja
7-12
Decoloración de la hoja,
raquitismo
45
Punta blanca, bandas
cloróticas y manchas
Macollaje
9-16
Reducido
33
Reducido
15
Demorada
-
Iniciación de la panoja
Diferenciación de la
panoja
Exerción de la panoja
15-20 Degeneración del ápice de la
panoja, alta esterilidad de la
espiguilla
22
Temp.
óptima
45
12-13 Demorada
16
Alta temperatura
Exerción incompleta, floración
demorada
31
25-31
Panoja blanca
-
38
Número reducido de
espiguillas
-
35
Esterilidad
30-33
2. 12-18 Madurez irregular
Grano
30
Menor llenado del
grano
Las temperaturas por debajo o por encima del rango normal afectan adversamente las fases
vegetativas y reproductivas de las plantas, tal como se describe más adelante.
Germinación y crecimiento de la plántula
La temperatura óptima para una buena germinación está comprendida entre 20° y 35°
C
C
mientras que para la emergencia de la plántula y el crecimiento inicial se encuentra entre 20°
C
y 30°
C.
Si estuvieran disponibles, usar cultivares que puedan germinar a bajas
temperaturas.
La germinación es inhibida a temperaturas por debajo de 10°
C.
No cultivar arroz donde la temperatura del aire desciende por debajo de 10°
C
en el momento de la germinación y donde las bajas temperaturas duran
períodos largos.
La decoloración de las hojas y el raquitismo ocurren entre 7 y 12°
C.
La emergencia de las plántulas es demorada por debajo de 12°
C.
Es posible producir plántulas en un criadero cubierto de plástico a principios
de la primavera y trasplantar inmediatamente después que la temperatura
llega a 15° a fin de contar con más días cálidos d urante el período de llenado
C
del grano.
El crecimiento de las raíces es raquitíco por debajo de 16°
C.
A 45° aparecen punta blanca, bandas cloróticas y m anchas sobre la lámina
C
de las hojas.
Macollaje
La temperatura óptima para un macollaje vigoroso está comprendida entre
25° y 31°
C
C.
Una baja temperatura del agua demora el macollaje.
El macollaje es reducido tanto por las bajas temperaturas (9 - 16° como
C)
por las altas temperaturas (>33°
C).
La temperatura ideal para un buen macollaje es 31° .
C
20-25
3. Fase reproductiva
Las bajas temperaturas entre 12° y 18° durante la maduración dan lugar a
C
C
una madurez irregular.
Las bajas temperaturas por debajo de 15° demoran l a iniciación de la
C
panoja.
Ocurre una alta esterilidad del grano si la temperatura está por debajo de
15° durante el período de iniciación del polen (es poroscopia) o 15 días antes
C
de la espigazón.
Una temperatura baja de 22° da lugar a una exerció n incompleta de la
C
panoja y retrasa la floración.
Un fuerte estrés térmico induce la espiga blanca.
Un estrés de alta temperatura a 35° o más induce l a esterilidad de la
C
espiguilla.
Un estrés de alta temperatura a 38° o más da lugar a una reducción del
C
número de espiguillas.
b. Radiación solar
La radiación solar es la fuente de energía para el proceso fotosintético y la evapotranspiración.
Es fundamental para obtener buenos rendimientos.
La sombra durante las etapas vegetativas afecta solo ligeramente al
rendimiento y sus componentes.
La sombra a los 16 días antes de la espigazón causa la esterilidad de las
espiguillas en razón de la falta de carbohidratos.
Las etapas reproductivas y de maduración son sensitivas a baja intensidad
de la luz.
La sombra durante las etapas reproductivas tiene serios efectos sobre el
número de espiguillas.
4. La sombra reduce en forma considerable el rendimiento debido al menor
porcentaje de espiguillas llenas.
Las variedades con tallos y hojas erectas que evitan el sombreado recíproco
y así interceptan más luz solar, tienen una mejor fotosíntesis y
consecuentemente mejores rendimientos.
Seleccionar cultivares con hoja bandera erecta y ángulo agudo y panojas
que no sobresalgan en exceso de la hoja bandera de modo de minimizar la
sombra de las hojas superiores durante la fase de maduración.
Sembrar variedades semienanas que no vuelquen, con hojas superiores
cortas y erectas para capturar el máximo posible de luz solar dentro del dosel
de la vegetación foliar. Un índice de área foliar de 5-6 asegura una óptima
fotosíntesis durante la etapa reproductiva.
Para maximizar el rendimiento bajo un régimen de manejo óptimo, la época
de siembra debe ser seleccionada de modo que el cultivo reciba altos niveles
de radiación solar en las etapas reproductivas y de maduración.
c. Viento
Otra limitación climática, en el caso de los cultivos de arroz hechos en la zona de influencia de
los monzones asiáticos, es que deben tolerar tiempo ciclónico caracterizado por los fuertes
vientos.
En la época de los ciclones no solo se vuelcan las variedades altas
tradicionales sino todas las variedades, con el resultado de grandes
reducciones de rendimiento.
En tales situaciones es conveniente cultivar variedades semienanas de tallos
fuertes resistentes al vuelco.
Sin embargo, variedades con tallos más fuertes deben aún ser desarrolladas
por los fitomejoradores.
5. Suelo
Las mayores limitaciones del suelo para la producción de arroz son la erosión, la deficiencia de
nutrientes, la toxicidad y los suelos inadecuados.
a. Erosión del suelo
La erosión del suelo es un problema en el cultivo del arroz de secano y cuando el arroz se
cultiva en laderas. Para minimizar la erosión del suelo es necesario:
Evitar el cultivo en laderas demasiado inclinadas (pendiente > 10%).
Minimizar la labranza y la compactación del suelo.
Construir contornos, zanjas y terrazas y hacer cultivos intercalados.
Labrar la tierra a lo largo de los contornos.
b. Deficiencia de nutrientes, toxicidad y condiciones inadecuadas del suelo
Deficiencia de zinc (Zn)
La deficiencia de zinc ocurre frecuentemente en el cultivo del arroz en tierras húmedas en
suelos alcalinos o cercanos a la neutralidad, especialmente en aquellos de origen calcáreo. En
los casos de deficiencias severas de zinc, las plántulas de arroz trasplantado pueden morir o,
en el caso de la siembra directa, las plántulas pueden no emerger. La deficiencia de zinc a
menudo está ligada a un alto pH del suelo o del agua de riego, a una fuerte reducción química
del suelo, a una baja temperatura del suelo o a altas dosis de aplicación de nitrógeno y fósforo.
Las características de las plantas con deficiencia de zinc son:
Las nervaduras centrales de las hojas jóvenes, especialmente en la base, se
vuelven cloróticas.
Aparecen manchas y rayas marrones en las hojas inferiores seguidas por un
crecimiento raquítico.
Se reduce el tamaño de la lámina de la hoja pero la vaina es apenas
afectada.
6. En el campo, la deficiencia de zinc se caracteriza por un crecimiento
desuniforme y un retraso en la madurez.
Las medidas que se pueden tomar para aumentar la disponibilidad de zinc en las tierras bajas
comprenden:
Sumergir las raíces de las plántulas en una suspensión de 1 - 4 por ciento de
óxido de zinc antes del trasplante; también es posible aplicar durante la
preparación de la cama del criadero de 1 - 2 kg de sulfato de zinc.
En el campo puede ser corregida pulverizando una mezcla de 5 kg de sulfato
de zinc con 25 kg de cal por hectárea.
Deficiencia y toxicidad de hierro (Fe)
Es frecuente encontrar toxicidad y deficiencia de hierro en el cultivo de arroz de secano y
durante el crecimiento inicial de las plantas, cuando el sistema radicular aún no está
completamente desarrollado. Esta deficiencia también se encuentra en los criaderos de
secano. En condiciones sumergidas, la deficiencia de hierro ocurre en suelos con pH alto
(>7,5). La deficiencia de hierro ocurre en suelos neutros a alcalinos.
La clorosis es un síntoma característico de las plantas con deficiencia de hierro.
Las medidas para aumentar la disponibilidad de hierro en cultivos de arroz de secano incluyen:
Uso de cultivares tolerantes a la deficiencia de hierro.
Estímulo de las condiciones anaeróbicas del campo por medio de surcos o
caballones para mantener tanta agua como sea posible.
Pulverizar con quelatos o sulfatos de hierro; el sulfato de hierro debería ser
pulverizado con cal hidratada a fin de prevenir el quemado de las hojas.
La toxicidad de hierro es debida principalmente a un mal drenaje; por lo
tanto, un buen drenaje y la nivelación del suelo reducirán el problema.
La toxicidad causada por el hierro ocurre en oxisoles y ultisoles en tierras bajas. Se encuentra
en suelos arenosos ácidos, latosoles ácidos y sulfatos ácidos. También ocurre en otros suelos
como suelos de turba, valles arenosos internos y tierras costeras inundables. La producción de
ácido sulfhídrico y de sulfuro de hierro en los suelos inundados bajo condiciones altamente
reducidas disminuye la capacidad de oxidación de las raíces del arroz y puede contribuir a la
toxicidad causada por el hierro. Las plantas deficientes en potasio a menudo presentan un alto
contenido de hierro y muestran serios síntomas de toxicidad de hierro.
Los síntomas de la toxicidad de hierro son la aparición de manchas marrones
(bronceado) de las hojas inferiores, comenzando desde las puntas y
difundiéndose hacia la base. Estas manchas se unen y las hojas por lo general
permanecen verdes. En los casos más severos toda la hoja aparece de color
marrón - púrpura.
El problema de la toxicidad de hierro puede ser eludido sembrando
variedades tolerantes.
La inundación de los campos y el subsiguiente drenaje reducen los efectos
tóxicos.
Deficiencia de manganeso (Mn)
7. La deficiencia y la toxicidad de manganeso raramente se encuentran en el campo pero pueden
ocurrir en tierras altas bien drenadas y algunas veces en tierras bajas inundadas.
Las plantas deficientes en manganeso son raquíticas pero tienen un número
normal de tallos. La clorosis entre las nervaduras se encuentra en las hojas
inferiores y se difunde desde la punta hacia la base hasta que se vuelven
necróticas. Las hojas nuevas que emergen son cortas, angostas y de color
verde pálido.
La deficiencia de manganeso puede ser corregida por medio del uso de
variedades tolerantes, uso de fertilizantes acidificantes y aplicación de 50 - 100
kg/ha de sulfato de manganeso.
Deficiencia de magnesio (Mg)
Las altas concentraciones de K y NH4 tienden a restringir la disponibilidad de magnesio. Los
granos de arroz contienen más magnesio que la paja pero menos K y Ca que esta. El arroz de
secano tiene el mejor nivel de magnesio del suelo para el crecimiento de la planta cuando
cerca del 10 por ciento de la capacidad de intercambio de cationes (CIC) está saturada con
magnesio. En el caso del arroz en tierras húmedas, las deficiencias de magnesio son raras
pero pueden aparecer cuando su concentración cae a menos de 3 - 4 por ciento del CIC y el
pH es menor de 5,5.
Los niveles moderados de deficencia de magnesio no afectan la altura de la
planta y el número de tallos. Las hojas se vuelven onduladas y caedizas
debido a la expansión del ángulo entre la lámina y la vaina de la hoja.
La clorosis entre las nervaduras se caracteriza por un color amarillo anaranjado en las hojas inferiores.
Deficiencia de azufre (S)
La deficiencia de azufre es común en el arroz de secano pero raramente ocurre en el arroz en
tierras húmedas. El uso continuo de fertilizantes fosfatados y de urea, que no contienen azufre,
pueden inducir a largo plazo la deficiencia de azufre en las tierras bajas.
Los síntomas de la deficiencia de azufre son similares a los de la deficiencia
de nitrógeno.
Para corregir la deficiencia de azufre se debe aplicar azufre elemental o yeso
o usar fertilizantes nitrogenados o fosfatados que contengan azufre.
Deberían ser aplicados al suelo y la dosis dependerá del compuesto que se
use.
Deficiencia de calcio (Ca)
Por lo general, los cultivos de arroz no sufren la deficiencia de calcio. En casos extremos, la
planta es raquítica, las puntas de las hojas superiores se vuelven blanquecinas, se enrollan y
el punto de crecimiento muere.
Deficiencia y toxicidad de boro (B)
La deficiencia de boro se caracteriza por:
Reducción de la altura de la planta.
Hojas emergentes blancuzcas y enrolladas.
8. En los casos más severos el punto de crecimiento muere pero continúan
emergiendo nuevos tallos.
La toxicidad del boro ocurre en suelos volcánicos y costeros y se caracteriza por:
Clorosis que se inicia en las puntas de las hojas más viejas a lo largo de sus
márgenes seguida por la aparición de manchas grandes, marrones, elípticas,
en las partes afectadas, las que se vuelven marrones y se secan.
Deficiencia de cobre (Cu)
El cobre regula las reacciones enzimáticas de la planta de arroz, una de las cuales afecta la
esterilidad y la capacidad de la planta para formar granos. La absorción de cobre es
básicamente independiente y está relacionada primeramente con los niveles de cobre
disponible en el suelo. El cobre se encuentra en el suelo como óxido, carbonato, silicato y
sulfato. La inundación del suelo disminuye la disponibilidad de cobre y molibdeno en el suelo.
En los suelos inundados, la disminución de la concentración de cobre es causada por la
precipitación de los hidróxidos, los carbonatos y los quelatos orgánicos, todos los que son
afectados indirectamente por los cambios de pH. La disponibilidad de cobre para las plantas es
menor en los suelos alcalinos y aumenta en los suelos ácidos.
Las hojas de las plantas deficientes en cobre presentan un color verde azulado y clorosis cerca
de las puntas. La clorosis se extiende hacia abajo a lo largo de ambos lados de la nervadura
central, seguida por necrosis de color marrón oscuro en las puntas. Las hojas emergentes no
se desenrollan y permanecen con forma de agujas en toda la hoja, o algunas veces solo en la
mitad de la hoja, donde la porción basal se desarrolla normalmente.
La mayor parte de la deficiencia de cobre aparece en suelos arenosos con
alto pH o en suelos con cinco por ciento o más de contenido de materia
orgánica.
La deficiencia de cobre puede matar las algas; en el caso del arroz, en el que
las algas verde-azuladas pueden contribuir con 25 - 50 kg/N/ha, la
concentración de cobre debería ser cuidadosamente controlada para evitar la
muerte de las algas benéficas.
Toxicidad de aluminio (Al)
La toxicidad de aluminio ocurre en tierras ácidas de secano y en suelos con sulfatos ácidos y
retarda el crecimiento radicular; se caracteriza por:
Clorosis entre las nervaduras de tono amarillo - anaranjada que
posteriormente se vuelve necrótica.
Inhibición del crecimiento de las raíces.
Restricción de la absorción de nutrientes y agua dando lugar a plantas
raquíticas y bajos rendimientos de grano.
Toxicidad de yodo (I)
La toxicidad del yodo se caracteriza por:
Aparición de pequeñas manchas marrones en las puntas de las hojas
inferiores que después se extienden a toda la hoja dando lugar a una
coloración marrón y muerte de la misma.
Deficiencia de silicio (Si)
9. El silicio no es clasificado como un elemento esencial. Sin embargo, un buen cultivo de arroz
toma del terreno 1 000 - 1 200 kg/ha de óxido de silicio. Los silicatos se encuentran en la paja,
la cáscara del grano y en los granos. El silicio tiene varias funciones en el crecimiento de la
planta de arroz:
Una buena absorción de silicio protege las plantas contra la infección de
hongos e insectos y una buena capa cuticular de sílice sirve como una barrera
contra hongos, insectos y ácaros.
Una mayor absorción de silicio mantiene las hojas erectas y, por lo tanto,
promueve una mejor fotosíntesis en los distintos doseles de hojas y,
consecuentemente, mejora los rendimientos.
Un aumento de la absorción de silicio disminuye las pérdidas por
transpiración.
Un aumento de la absorción de silicio fortalece el poder oxidante de las
raíces del arroz y disminuye una excesiva absorción de hierro y manganeso.
Toxicidad de ácido sulfhídrico (H2S)
La toxicidad de ácido sulfhídrico ocurre sobre todo en suelos arenosos, bien drenados, en
arrozales degradados con bajo contenido de hierro activo y en suelos orgánicos pobremente
drenados.
La toxicidad de ácido sulfhídrico puede dar lugar a una enfermedad llamada
«cabeza erecta».
La toxicidad puede ser corregida solo con un correcto manejo del suelo y el
agua.
En los suelos muy degradados es necesario arar profundamente.
CUADRO 4
Concentraciones críticas de macro- y micronutrientes importantes
Elemento Deficiencia (D) Nivel crítico Parte afectada de la planta Etapa de crecimiento
Toxicidad (T)
N
D
2,5%
Lámina de la hoja
Macollaje
P
D
0,1%
Lámina de la hoja
Macollaje
T
1,0%
Paja
Madurez
D
1,0%
Paja
Madurez
D
1,0%
Lámina de la hoja
Macollaje
Ca
D
0,15%
Paja
Madurez
Mg
D
0,10
Paja
Madurez
S
D
0,10%
Paja
Madurez
Fe
D
70 ppm
Lámina de la hoja
Macollaje
T
300 ppm
Lámina de la hoja
Macollaje
D
10 ppm
Tallo
Macollaje
T
1 500 ppm
Paja
Madurez
D
20 ppm
Tallo
Macollaje
T
2 500 ppm
Tallo
Macollaje
D
3,4 ppm
Paja
Madurez
T
100 ppm
Paja
Madurez
K
Zn
Mn
B
10. Cu
D
Paja
Madurez
T
30 ppm
Paja
Madurez
T
Al
6 ppm
30 ppm
Tallo
Macollaje
Salinidad
La salinidad ocurre a causa de una excesiva acumulación de sales solubles en el suelo. Las
sales iónicas más importantes son sodio, calcio y magnesio que aparecen como cloruros o
sulfatos. El cloruro de sodio (NaCl) es la sal predominante. La salinidad ocurre en áreas
costeras y en regiones áridas y semiáridas. En las áreas costeras la salinidad se origina en las
inundaciones de agua marina y a menudo está asociada con bajos pH. En las regiones áridas
y semiáridas, la salinidad ocurre principalmente en áreas regadas por canales. En estas
regiones la evapotranspiración es muy alta lo cual conduce a un movimiento ascendente del
agua que da lugar a la acumulación de sales en la zona radical. Estos suelos salinos son
caracterizados por la presencia de una costra blanca de sal sobre la superficie del suelo, a
menudo asociada con un alto pH.
En las regiones áridas y semiáridas se reconocen dos tipos de suelos. Los suelos «salinos»
normalmente tienen un pH menor de 8,5 y una conductividad eléctrica del extracto saturado
mayor de 4 mmho/cm a 25° El suelo es «sódico» si tiene más de 6 por ciento de sodio
C.
intercambiable y es fuertemente sódico si tiene más de 15 por ciento.
El efecto de la salinidad sobre el crecimiento del arroz depende del estado de desarrollo en el
cual ocurre dicha salinidad.
El arroz es muy tolerante a la salinidad durante la germinación.
Es muy sensible en la etapa de la plántula de 1 - 2 hojas.
La tolerancia a la sal aumenta progresivamente durante el macollaje y la
elongación.
La tolerancia a la sal disminuye desde la iniciación de la panoja hasta la
floración.
En el estado de maduración es escasamente afectado por la salinidad.
Los factores importantes en los suelos salinos son:
El suelo salino sódico tiene muy baja permeabilidad y los problemas de
malezas son poco importantes; bajo esas condiciones no es necesario el
embarrado.
Las aradas profundas son necesarias en suelos altamente deteriorados.
Se reduce el macollaje del arroz por lo que es recomendable establecer altas
poblaciones de plantas para obtener buenos rendimientos.
Usar sulfato de amonio como fuente de nitrógeno.
En los suelos salinos sódicos usar de 8 a 15 t/ha de yeso, dependiendo de
las propiedades del suelo, para mejorar su condición y, consecuentemente, el
rendimiento de grano.
Agregar materia orgánica para mejorar el suelo.
11. Aplicar pirita para reducir la salinidad.
Sembrar variedades tolerantes a la sal.
Agua
El nivel recomendado de agua o de humedad en el suelo es esencial para mantener un
adecuado manejo de los nutrientes, de las malezas y de las pestes y enfermedades. Bajo
condiciones de secano la lluvia es un factor crítico, de lo contrario el cultivo sufre por falta o
exceso de agua.
a. Efecto del déficit de agua sobre el crecimiento y el rendimiento
Los síntomas comunes del déficit de agua son el enrollado de las hojas, las
hojas resecas, el macollaje limitado, el raquitismo, el retraso de la floración, la
esterilidad de las espiguillas y un llenado incompleto de los granos.
La falta de agua en las etapas vegetativas reduce la altura, el macollaje y el
área foliar.
La planta de arroz es muy sensible a la sequía desde la etapa de la iniciación
de la panoja hasta la espigazón; reduce el rendimiento al aumentar la
esterilidad de la espiguilla.
El germoplasma de arroz presenta varios mecanismos posibles para escapar
a la sequía; es posible usar cultivares de ciclo corto o sensibles al fotoperíodo.
En las áreas donde las lluvias son marginales para la producción de arroz, es
posible usar cultivares de ciclo corto adaptados al período de las lluvias.
Mecanismos como la madurez temprana (arriba) y la sensibilidad al fotoperíodo (abajo)
pueden ser usados para sincronizar las etapas reproductivas con los períodos de
humedad adecuada
12. b. Efecto del exceso de agua sobre el crecimiento y el rendimiento
Las áreas con exceso de agua se divididen en tres categorías, a saber, aguas profundas,
inundadas y sumergidas.
Las áreas de aguas profundas son aquellas en que la profundidad del agua
está entre 150 y 400 cm y permanece en el campo por 3-4 meses. El arroz
flotante, con gran capacidad para la elongación de los entrenudos, se siembra
en esas áreas.
Las áreas inundadas incluyen áreas de aguas profundas marginales, áreas
bajas y áreas cubiertas por las mareas marinas. El agua, con una profundidad
de 150 cm, permanece en esas áreas por varios meses.
En las áreas sumergidas, el nivel y la duración del agua son variables y el
arroz permanece completamente sumergido por períodos variables.
Una gran parte del área de tierras bajas de secano está comprendida en la categoría de áreas
sumergidas, en las que una sumersión parcial es una limitación corriente.
La reducción del rendimiento debido a la sumersión es atribuida a un menor
macollaje y a una reducción del área fotosintética. Hay variedades con
tolerancia a la sumersión, altura intermedia y buenos rendimientos.
En áreas de aguas profundas es recomendable el uso de cultivares
mejorados con gran capacidad de elongación de los entrenudos, buena
habilidad para doblarse y enraizamiento en los nudos.
LÁMINA 3: Arrozal dañado por las inundaciones
13. LÁMINA 4: Un cultivo de arroz inundado
Problemas de manejo del cultivo
Labranza y preparación de la tierra
La labranza afecta el crecimiento de las plantas durante la germinación, la emergencia de las
plántulas y las etapas del establecimiento del cultivo. El momento correcto y la calidad de la
preparación de la tierra son importantes para asegurar buenos rendimientos. Un trabajo de
preparación de la tierra incorrecto y fuera del momento oportuno pueden llevar a una seria
infestación de malezas. La erosión del suelo en el arroz de secano en tierras de ladera y en
tierras bajas exponen las plantas a sustancias perjudiciales liberadas por la descomposición de
la materia orgánica. Los objetivos de una buena preparación del suelo son:
Construir una buena cama de semillas.
Mejorar la textura del suelo para un buen establecimiento de las plántulas.
Controlar las malezas.
Incorporar los residuos de los cultivos y las malezas jóvenes en el suelo para
su descomposición.
Conservación del suelo (nivelación del campo, siembra en contorno,
cobertura del suelo) y un buen manejo del agua.
Las operaciones de labranza del suelo son hechas con equipos de tracción animal o mecánica,
usando palas como en muchos países de África, pero
Siempre que sea posible, no se deben quemar sino incorporar o remover los
residuos de los cultivos anteriores.
14. Comenzar las operaciones de labranza por lo menos 15 días antes de la
fecha de trasplante o de siembra directa.
La labranza facilita la difusión, evaporación y dispersión de sustancias perjudiciales generadas
por la descomposición de la materia orgánica en los suelos inundados, utiliza el amoníaco
liberado durante la descomposición de esa materia orgánica y permite que germinen las
semillas de las malezas.
Se debe trasplantar o sembrar directamente en suelos embarrados, con bordes con control del
agua tanto en la época seca o en la época húmeda en las tierras bajas bajo riego. La
nivelación del campo y los bordes son fundamentales para el control del agua.
La nivelación de la tierra permite el mantenimiento de una capa uniforme de
agua y facilita las prácticas de manejo subsiguientes para el establecimiento
del cultivo, el control de las malezas y el drenaje del campo para la cosecha.
El embarrado reduce las pérdidas de agua debido a la percolación.
LÁMINA 5: Nivelación del campo
LÁMINA 6: Embarrado
LÁMINA 7: Trasplante
15. LÁMINA 8: Siembra de arroz al voleo en un campo embarrado
LÁMINA 9: Un arrozal trasplantado bien manejado
LÁMINA 10: Arrozal sin nivelar, infestado de malezas y con mal control del agua
16. Criaderos
Las plántulas que se usan para el trasplante se preparan en criaderos, de los cuales existen
varias sistemas. Los criaderos en seco (siembra de la semilla en suelo seco), los criaderos
húmedos (siembra de la semilla en suelo embarrado o en suelo húmedo) o la siembra de
semillas en superficies artificiales (o dapog) se usan de acuerdo a cada situación específica,
pero el objetivo primario es siempre obtener plántulas sanas y fuertes. Algunas indicaciones
incluyen:
Seguir las recomendaciones locales para cualquiera de los sistemas que se
aplique.
Por lo general, es necesario 0,1 hectárea de criadero para una hectárea de
cultivo.
Es necesario fertilizar cuidadosamente el criadero antes de la siembra.
Sembrar el criadero en forma rala y evitar agrupar de semillas en un lugar.
Observar atentamente la aparición de desórdenes nutricionales (deficiencia o
toxicidad de hierro, problemas de zinc) y corregirlos de inmediato.
Manejar el criadero con riego y eliminación de malezas adecuados para
producir plántulas sanas y fuertes.
Las plántulas sanas y fuertes aseguran un buen cultivo y un alto potencial de
rendimiento.
LÁMINA 11: Trasplante de plántulas sanas y fuertes
LÁMINA 12: Un sistema de trasplante en línea
17. Selección de variedades
La selección de las variedades a ser cultivadas depende de las condiciones ecológicas locales
que son un elemento fundamental para obtener un buen cultivo de arroz.
Para los sistemas bajo riego y los sistemas de secano favorables,
seleccionar variedades mejoradas, semienanas, de alto rendimiento o híbridos
adaptados a la región.
Para los cultivos de secano en zonas de ladera, seleccionar variedades de
período de crecimiento corto que puedan evitar las sequías.
Para las áreas propensas a inundaciones seleccionar variedades con
tolerancia a la sumersión. La mayoría de las variedades de arroz pueden
sobrevivir completamente sumergidas solo tres o cuatro días pero las
variedades tolerantes pueden sobrevivir cerca de 12 días bajo agua. Son
cultivadas durante la estación húmeda en tierras bajas de secano y en áreas
de aguas profundas donde ocurren inundaciones rápidas.
Para las áreas de aguas profundas seleccionar variedades de macollaje
abundante con una gran capacidad de elongación de los entrenudos y
flexibles. Las variedades de arroz de aguas profundas están adaptadas a
profundidades máximas de 100 cm y se pueden elongar 2 - 3 cm/día cuando
están inundadas. Los arroces flotantes son aquellos que se elongan muy
rápidamente cuando están sumergidos, en algunos casos hasta 20 cm/día.
Están adaptadas a niveles de agua que crecen rápidamente y a áreas
inundadas muy profundas.
Sembrar o trasplantar el arroz de aguas profundas mucho antes de que
suban las aguas. Las variedades deberían florecer cerca del momento de
mayor profundidad de las aguas.
Cultivar el arroz bajo riego (arroz boro) en áreas propensas a inundaciones
durante los períodos en que no hay inundaciones, si hay riego disponible.
En las tierras cubiertas por las mareas de agua marina cultivar el arroz con
tolerancia a la sumersión pero sin capacidad de elongación de los entrenudos
ya que el agua de las inundaciones se retira en cerca de dos semanas.
Cultivar variedades de arroz tolerantes a la sal en las zonas de invasión de
aguas marinas saladas.
Establecimiento del cultivo
Un buen establecimiento del cultivo es esencial para una buena cosecha. Un buen
establecimiento está influenciado por la calidad de la semilla, la densidad de siembra, la
18. preparación de la tierra, el manejo del agua, la profundidad de siembra o trasplante, la edad de
las plántulas trasplantadas y el estado nutricional del suelo.
Usar semillas de alta calidad de cultivares adaptados a la ecología de la
región, con alta germinabilidad y pureza genética.
Romper la latencia si estuviera presente.
Usar 20 - 25 kg/ha de semilla para el arroz trasplantado y 50 - 100 kg/ha
para la siembra directa.
Sembrar la semilla pregerminada al voleo, a mano o por avión.
En base al estado nutricional del suelo aplicar una dosis basal de fertilizante
con N, P y K para promover un buen enraizamiento y crecimiento de las
plántulas.
En el caso de los trasplantes, usar plántulas de 3 - 4 semanas de edad y
trasplantarlas a una profundidad de 2 - 3 cm.
Mantener una población de 60 a 100 montículos/m2.
El campo debería ser cuidadosamente nivelado para evitar el estancamiento
del agua en las depresiones la que puede ahogar las plántulas. Si no está
nivelado, se obtendrá una población en manchones debido a la muerte de
plántulas.
Mantener el cultivo libre de malezas.
En las zonas de secano en laderas, las semillas se siembran al voleo, en
líneas o a mano en hoyos.
Sembrar directamente o trasplantar en campos caracterizados por
inundaciones medianas a grandes (50 a más de 300 mm) de ríos y de mareas
marinas en los deltas de los ríos.
Si es posible, en ciertas áreas propensas a inundaciones, sembrar las
semillas al voleo después de la labranza en seco y mucho antes de la llegada
de las inundaciones de modo que las plántulas estén bien establecidas antes
del arribo del agua.
El control del agua es más importante para el arroz sembrado a voleo que
para el arroz trasplantado. La siembra al voleo de arroz pregerminado se limita
a los campos de arroz de secano ya que necesita un buen control del drenaje,
lo que significa que el arrozal debe estar en un campo con suficiente pendiente
para permitir la evacuación del exceso de agua de lluvias fuertes. Más aún, la
siembra al voleo requiere una superficie embarrada y nivelada de modo que el
agua no se acumule en depresiones del terreno y ahogue las plántulas.
El control de las malezas es un elemento importante en la elección del
sistema de siembra, ya sea trasplante o siembra al voleo.
LÁMINA 13: Arroz de secano en ladera
19. LÁMINA 14: Cultivo de arroz en tierra baja de secano
LÁMINA 15: Arroz de agua profunda
Manejo de los nutrientes
La planta de arroz requiere varios nutrientes esenciales para llegar a un óptimo rendimiento.
Estos son los elementos mayores e incluyen nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, azufre,
carbono, hidrógeno y oxígeno. Aquellos elementos que son requeridos en menores cantidades
pero que son esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas son conocidos como
elementos menores o traza e incluyen hierro, manganeso, cobre, zinc, boro, molibdeno, cloro y
silicio. El nitrógeno es un constituyente de las proteínas las cuales a su vez forman parte del
protoplasma, de los cloroplastos y de las enzimas. El fósforo como fosfato inorgánico es un
componente del trifosfato de adenosina (ATP) y del difosfato de adenosina (ADT), compuestos
ricos de energía, y de una coenzima involucrada directamente en la fotosíntesis. El potasio
participa en la abertura y el cierre de los estomas controlando la difusión del bióxido de
carbono en los tejidos verdes. El potasio también es esencial para activar enzimas tales como
la enzima que sintetiza el almidón. El contenido crítico de nutrientes para una alta tasa de
fotosíntesis foliar se considera de 2 por ciento de N, 0,4 por ciento de P2O5, 1 por ciento de
K2O, 0,4 por ciento de MgO y 0,5 por ciento de SO3.
20. La absorción de nutrientes por la planta del arroz es afectada por varios factores que incluyen
el suelo y sus propiedades, la cantidad y el tipo de fertilizantes aplicados, el cultivar y el
método de cultivo. El contenido de nitrógeno, fósforo y azufre en las partes vegetativas es
generalmente alto en las primeras etapas del crecimiento vegetativo y declina a medida que se
llega a la madurez. En cambio, el contenido de silicio es bajo en las primeras etapas y
aumenta consistentemente a medida que se acerca la madurez. El contenido de nitrógeno y
fósforo es por lo general mayor en las panojas que en la paja, mientras que el contenido de
potasio, calcio, magnesio, silicio, manganeso, hierro y boro es mayor en la paja. El contenido
de azufre, zinc y cobre es prácticamente el mismo en la paja y en la panoja.
Los nutrientes necesarios para producir una tonelada de arroz con cáscara en los trópicos son
de cerca 20,5 kg de nitrógeno, 5,1 kg de fósforo y 44,4 kg de potasio por hectárea. A pesar de
la gran diferencia en los rendimientos, la remoción de estos tres elementos es similar entre
cultivos de rendimientos medios o altos.
Nitrógeno
Evaluar el estado de la fertilidad del suelo por medio de su análisis y decidir
los principales requerimientos de nutrientes. Seguir los principios del manejo
integrado de nutrientes de las plantas para rendimientos sostenibles a largo
plazo y mejor sanidad del suelo.
El nitrógeno es el nutriente más importante del arroz. El macollaje, la
elongación de los tallos y el crecimiento de las panojas son seriamente
afectados por la deficiencia de nitrógeno.
Aplicar nitrógeno como fertilizante basal en la última operación de
embarrado, en el macollaje y cerca de 30-35 días antes de la espigazón a fin
de coincidir con el crecimiento activo de las panojas jóvenes antes de la
espigazón. Si fuera necesario, aplicar nitrógeno también en el momento de la
espigazón.
El nitrógeno absorbido en el momento de la iniciación de la panoja ayuda a
mantener las hojas verdes después de la espigazón y contribuye, por lo tanto,
a una fotosíntesis activa necesaria para la producción de grano.
La aplicación de fertilizante en cobertura 20 días antes de la espigazón
incrementa el peso de la panoja, aumenta la resistencia al vuelco afectando el
largo y el diámetro de los entrenudos, mejora la acumulación de materia seca
en las partes basales y la resistencia de los tallos a la rotura.
Regímenes hídricos deseables en los arrozales en diferentes etapas de crecimiento
Aplicación de fertilizantes nitrogenados en el arroz regado
21. En los suelos que tienen una baja capacidad de retención de nitrógeno, las
aplicaciones fraccionadas de fertilizante dan lugar a una alta recuperación del
nitrógeno y, por lo tanto, a rendimientos mayores.
La mayor parte de la fertilización en el arroz de secano en laderas y tierras
bajas es aplicada en forma basal. La aplicación de nitrógeno en cobertura
depende del régimen hídrico del campo, el que es variable en tiempo y
espacio.
La aplicación durante la etapa del macollaje aumenta el número de panojas
productivas y el peso de las mismas y produce una mejor relación grano/paja.
Una aplicación cerca del momento de la iniciación de la panoja es favorable
para el peso de la panoja y para la relación grano/paja mientras que una
aplicación tardía puede aumentar el contenido de proteínas del grano.
Evitar altas dosis de nitrógeno y su aplicación muy tardía. Pueden causar
una floración irregular, el lixiviado del nitrógeno en el suelo y un desperdicio de
dinero. El uso de la Carta de Colores de las Hojas que se describe más
adelante, puede ayudar a decidir sobre el momento y la dosis de aplicación a
fin de ajustar la aplicación en cobertura a las necesidades de nitrógeno de la
planta.
Los nitratos son los productos mineralizados de la materia orgánica en un
ambiente aeróbico. Después de la inundación, los nitratos son reducidos a
productos gaseosos que escapan al aire o son lixiviados en razón de la
absorción negativa de los nitratos por el suelo. La mayor parte de los nitratos
desaparece del campo un par de días después de la inundación debido a la
denitrificación y la lixiviación.
Aplicar nitrógeno en la etapa de ensanchamiento de la vaina
Incorporar fertilizante en el suelo
22. Las malezas compiten con el arroz
En la capa superior de suelo que se ha oxidado, el amoníaco forma la
materia orgánica; el fertilizante aplicado también es transformado en nitratos y
desaparece a causa de los procesos de difusión y lixiviación en la zona
reducida.
No usar nitratos como fuente de nitrógeno para la fertilización del arroz.
No permitir que la superficie del suelo esté alternativamente seca y húmeda.
Esto da lugar a altas pérdidas de nitrógeno.
Aplicar siempre las cantidades requeridas de fertilizantes fosfatados como
dosis basal en el momento de la preparación del suelo.
Para prevenir las pérdidas de nitrógeno mezclar cuidadosamente los
fertilizantes basales con el suelo.
Las malezas compiten con el arroz por los fertilizantes agregados. Mantener
el campo libre de malezas antes de la aplicación del nitrógeno.
El amoníaco es el producto mineralizado del nitrógeno orgánico en condiciones anaeróbicas.
Esta forma de nitrógeno es estable en un ambiente anaeróbico y es fácilmente absorbida por el
complejo de absorción del suelo.
Usar fertilizantes amoniacales y colocarlos siempre en la capa reducida del
suelo.
Los fertilizantes que contienen nitrógeno en forma de nitratos no son
adecuados para el cultivo del arroz.
23. El amoníaco y la urea son fuentes igualmente adecuadas para la producción
de arroz.
Prevenir el secado del suelo ya que el nitrógeno se pierde bajo forma gaseosa desde su
superficie y más aún desde las rajaduras de la tierra a niveles más bajos
La entrada y la salida de agua de inundación dan lugar a grandes pérdidas de nitrógeno hacia
el aire. El agua limita los movimientos del aire en el suelo y cuanto menos aire haya en el suelo
habrá menos posibilidades de cambio a nitrógeno gaseoso. Para prevenir la pérdida de los
fertilizantes nitrogenados aplicados, el campo nunca debería llegar a secarse y presentar
rajaduras.
Drenar las arrozales antes de aplicar fertilizantes nitrogenados; inundar los
campos nuevamente dentro de las 24-48 horas después de su aplicación.
En las situaciones propicias a las inundaciones y a las aguas profundas
aplicar los fertilizantes solo en forma basal.
Usar fertilizantes nitrogenados de liberación lenta en los campos propensos
a las inundaciones y en los ecosistemas de aguas profundas.
Las plantas de arroz con deficiencia de fósforo son raquíticas, tienen pocos macollos y las
hojas son angostas, cortas, erectas, de un color verde sucio, con tonos púrpura. Las hojas más
viejas mueren prematuramente. La madurez se retrasa y la panoja produce un alto porcentaje
de granos vacíos.
El fósforo estimula el crecimiento de las raíces y promueve la floración y la maduración
tempranas. Induce un mayor macollaje y asegura el desarrollo normal del grano. El fósforo
absorbido por la planta de arroz puede ser translocado de las hojas más viejas a las hojas
jóvenes. En razón de esta movilidad el fósforo proporcionado en las primeras etapas del
crecimiento asegura una cantidad suficiente para el desarrollo del grano. El fósforo que se
absorbe después del macollaje tiende a acumularse en el grano, la paja y las raíces sin
mejorar el rendimiento de grano.
24. La deficiencia de potasio ocurre en alguna medida en el arroz cultivado en tierras bajas. Es
común encontrar un bajo contenido de potasio en suelos ácidos latosólicos y en suelos de
sulfatos ácidos. El potasio está frecuentemente asociado con las manchas de
Helminthosporium en las hojas. La deficiencia de potasio también se encuentra en suelos mal
drenados a causa de substancias tóxicas producidas en suelos altamente reductivos que
retardan su absorción y también porque menos potasio es liberado en condiciones de mal
drenaje. Las plantas con deficiencia de potasio son raquíticas, con tallos finos y oscuros y
hojas de color verde sucio. El macollaje es afectado solo en casos extremos. En las hojas más
viejas, se desarrollan manchas de color óxido marrón oscuro que se difunden desde el ápice a
toda la lámina. En estados más avanzados de la deficiencia, los ápices y los márgenes de las
hojas se secan y toman un color rojo - marrón, con una senescencia precoz de las hojas más
viejas. Durante períodos de alta temperatura y baja humedad las hojas jóvenes de plantas
deficientes en potasio pueden mostrar estrés de agua enrollando las hojas. Las panojas de
plantas con deficiencia de potasio son finas y tienen un alto porcentaje de granos estériles o
mal llenados. Las raíces más pequeñas mueren prematuramente.
La absorción activa de potasio comienza en el trasplante y continúa hasta el estado de grano
pastoso. En las variedades de madurez media o tardía se ha encontrado un período de menor
absorción de potasio entre el momento del máximo macollaje y el inicio de la espigazón, lo que
sin embargo no ocurre en variedades de madurez temprana. El potasio absorbido en el
período de máximo macollaje incrementa el número de panojas y granos. El potasio absorbido
después de la formación de la panoja aumenta el peso de los granos.
Aplicar potasio en suelos de texturas livianas, en suelos desarrollados a
partir de calizas o de materiales madre pobres en potasio, latosoles antiguos o
suelos con alto contenido de materia orgánica.
Aplicar potasio en los suelos donde el agua de riego proviene de fuentes de
agua de zonas calcáreas donde el drenaje es pobre y el suelo permanece
saturado todo el año o cuando los restos del cultivo no se reincorporan al
suelo.
Aplicar potasio como fertilización basal pero también como fertilización de
cobertura en la etapa de espigazón.
Manejo del agua
El arroz se cultiva bajo diferentes regímenes de agua variando desde las condiciones de
secano en tierras de ladera hasta las inundaciones profundas y los tipos flotantes. Dentro de
estos sistemas, las prácticas de manejo del agua pueden incluir métodos de conservación de
humedad, riego o de control del exceso de agua por medio del drenaje.
El agua se pierde por evaporación, escorrentía superficial e infiltración y percolación profunda.
El objetivo de la conservación del agua del suelo es el de reducir esas pérdidas. Los altos
rendimientos de arroz se obtienen cuando hay un buen manejo del agua.
No inundar continuamente el arrozal ya que causa un excesivo gasto de
agua.
Inundar intermitentemente el arrozal para mantener el suelo saturado. Se
obtiene una mejor eficiencia en el uso del agua.
Coordinar los programas de riego con el momento del control de malezas, la
fertilización y la aplicación de herbicidas evitando un drenaje innecesario y
ahorrando agua.
Conservar la humedad con la cobertura de la tierra en los sistemas de
secano en tierras de ladera.
25. Construir caballones alrededor del arrozal para conservar el agua de lluvia y
controlar el exceso de escorrentía.
El agua es fundamental para un buen macollaje y hasta 10 días antes de la
cosecha.
Cosecha
En las zonas tropicales, durante la estación seca, el arroz está pronto para ser cosechado, por
lo general 25 a 35 días después de la floración total; en la estación húmeda y en los países
templados esto ocurre a los 35 a 40 días. Casi siempre, en esta etapa, el 85 - 90 por ciento de
las panojas tienen color amarillo a amarillo - dorado. Cualquier demora en la cosecha resulta
en pérdidas causadas por roedores, aves, vuelco y desgrane. Si las panojas están húmedas
debido a las lluvias o al agua estancada, las semillas pueden germinar en la espiga causando
importantes pérdidas en cantidad y calidad.
LÁMINA 16: Semillas germinando en la panoja
Limitantes bióticas
Malezas
Las principales malezas que se encuentran en los arrozales incluyen Ageratum conyzoides,
Cyperus difformis, Cyperus iria, Echinochloa colona, Echinochloa crusgalli, Fimbristylis
miliacea, Ischaemum rugosum y Monochoria vaginalis. El arroz rojo (Oryza rufipogon) es una
maleza importante an América Latina y el Caribe y en los países de Europa; aparte de la
rotación de cultivos, un cultivo cuidadoso y el uso de buena semilla, no existe un control
químico adecuado. Las malezas acompañan en forma casi universal a los cultivos de arroz en
las zonas tropicales y en muchos casos su crecimiento es tan prolífico que, solo si son
erradicadas en el momento oportuno, se evitan reducciones drásticas del rendimiento. Las
malezas compiten con el cultivo y reducen los rendimientos. El manejo de las malezas es, por
lo tanto, sumamente importante. En Asia, la pérdida directa de la producción de arroz debido a
la presencia de malezas en los arrozales se estima en cerca de 20 por ciento con pérdidas que
pueden llegar a 40-100 por ciento cuando las malezas no son controladas. El arroz de secano
también sufre sensiblemente a causa de la falta de un correcto control de las malezas. En los
sistemas bajo riego y en tierras bajas donde se practica la siembra directa, las malezas son un
problema primario porque el arroz y las malezas emergen al mismo tiempo; el control de las
malezas por medio de la inundación es difícil en el caso del arroz de siembra directa. Las
malezas pueden ser controladas por medio de una combinación de prácticas culturales
adecuadas por medios mecánicos y químicos, conocida como Manejo Integrado de Plagas.
La labranza en seco de los campos de arroz, la siembra de cultivos
alternados con implementos y herramientas adecuados y el manejo del agua
contribuyen a favorecer el crecimiento del arroz y reducir el crecimiento de las
malezas.
26. Elegir cultivares con capacidad para formar rápidamente macollos, lo cual
unido al trasplante de las plántulas en líneas cercanas puede producir una
densa vegetación que puede ahogar las malezas.
Seguir prácticas adecuadas de rotación de cultivos para combatir las
malezas. El cultivo continuado del arroz durante varios años en el mismo
campo agrava el problema de las malezas.
Siempre que sea posible, en los campos severamente infestados de
malezas, aplicar la práctica de barbecho cultivado.
Usar semillas certificadas de buena calidad y sin semillas de malezas.
Controlar las malezas usando herbidas adecuados de pre - y postemergencia. Cuando se aplican herbicidas, drenar los campos antes de su
aplicación e inundarlos nuevamente 48 - 72 horas después de su aplicación.
También se usan herbicidas para controlar las malezas. Sin embargo, las malezas resistentes
a los herbicidas y la consecuente contaminación son temas de actualidad en los sistemas de
siembra directa. Está siendo desarrollada una tecnología más sostenible de manejo integrado
de malezas por medio de la investigación sobre la promoción de la competitividad contra las
malezas, la alelopatía del arroz y una detallada comprensión de la biología, la ecología y los
problemas socioeconómicos de las principales malezas en los distintos sistemas de siembra
de arroz.
Roedores, termitas y aves
Otros organismos potencialmente perjudiciales para el cultivo del arroz incluyen moluscos,
roedores (Rattus rattus argentiventer y R. r. mindanensis), termitas y aves. Las termitas
constituyen un problema serio en el cultivo de arroz de secano en zonas de ladera.
Destruir los termiteros usando insecticidas apropiados en el momento de la
preparación de la tierra.
Las aves son una amenaza en las zonas en que el cultivo de arroz no se realiza en grandes
áreas contiguas y la composición varietal es tal que la floración de las variedades ocurre en
momentos diferentes; también causan problemas en lugares en que abundan los árboles que
ofrecen lugar para dormideros alrededor de los arrozales. El daño de las aves es más serio en
el estado de grano pastoso.
Por medio de un enfoque comunitario es posible coordinar la siembra de
variedades con una fenología similar en grandes áreas contiguas de modo de
sincronizar la floración.
Espantar las aves del cultivo, sobre todo en el estado de grano pastoso.
Pulverizar el cultivo con repelente de aves.
Los roedores dañan severamente el cultivo desde el estado de ensanchamiento de la vaina
(Código 4) hasta la madurez (Código 9).
La incorporación de los residuos al suelo y la limpieza de los diques reduce
los problemas de los roedores.
Existen diversos medios que pueden ser combinados efectivamente para el
combate de los roedores: barreras metálicas, lanzallamas, fumigación de las
cuevas y cebos tóxicos.
27. Cosechar el cultivo en el momento oportuno para minimizar el daño de los
roedores.
Insectos - plaga
El arroz crece en ambientes húmedos y cálidos donde los insectos - plaga también prosperan y
dañan el cultivo. Más de 100 especies de insectos son consideradas plagas del arroz, pero
solamente 20 de ellas tienen importancia económica.
Estas especies atacan todas las partes de la planta de arroz en algún momento de su
desarrollo y existen pocas variedades resistentes de arroz. Se conocen fuentes de resistencia
genética a algunas plagas y se han llevado a cabo actividades de fitomejoramiento que han
producido cultivares resistentes a varias de ellas.
Insectos - plaga infestantes comunes en distintas etapas del cultivo del arroz en Asia y
África
LÁMINA 17: Saltamontes marrón adulto
28. LÁMINA 18: Saltamontes marrón maduro
LÁMINA 19: Daño en gran escala de saltamontes marrón (Fuente: IRRI)
29. i. Saltamontes marrón
El saltamontes marrón, Nilaparvata lugens (Stal) es la plaga más importante del arroz. Debido
a la especificidad del huésped, se han desarrollado una serie de biotipos de este saltamontes.
Los Biotipos 1 y 2 están ampliamente difundidos en el sudeste de Asia, el Biotipo 3 es un
biotipo de laboratorio producido en Filipinas y el Biotipo 4 ocurre en el subcontinente de la
India.
El saltamontes marrón causa un importante daño directamente por su alimentación ya que
chupa la savia y cierra el xilema y el floema empujando dentro de los vasos los restos de las
vainas y los tejidos comidos al probar el alimento. La alimentación directa puede dar lugar a la
«quemadura del saltamonte» que puede causar hasta la pérdida total del cultivo. Además del
daño causado por su alimentación, puede trasmitir los virus del raquitismo Grassy y Ragged;
estos agentes pueden causar daños de 50 a 90 por ciento por la alta esterilidad de la panoja y
su deformación.
ii. Saltamontes de lomo blanco
Este saltamontes, Sogatella furcifera (Horváth) es una de las plagas más importantes del arroz
en el sur y el sureste de Asia, la región del Pacífico y Australia. Causa importantes daños por
su alimentación directa ya que chupa la savia y cierra el xilema y el floema como en el caso
anterior. Puede causar pérdidas de hasta el 100 por ciento del cultivo pero afortunadamente no
parece trasmitir ningún virus.
iii. Saltamontes verde
Varias especies de saltamontes verde son plagas del arroz pero solo tres de ellas son de
importancia económica, a saber: Nephotetix cincticeps (Uhler) que se encuentra en China,
Corea y Japón, es un vector de los virus del enanismo del arroz y del enanismo amarillo;
Nephotetix virescens (Distant) que se encuentra en el sur y sureste de Asia y es un vector de
enanismo amarillo, tungro, «penyakit merah» y hoja amarillo - anaranjada; Nephotetix
nigropictus también se encuentra en el sur y sureste de Asia y es un vector conocido del
enanismo del arroz, enanismo amarillo, amarillamiento transitorio, tungro, hoja amarillo anaranjada y agallas del enanismo del arroz.
LÁMINA 20: Saltamontes verde (Fuente IRRI)
30. Además del daño causado al chupar para alimentarse que da lugar a un menor crecimiento de
las plantas en sus etapas juveniles, estos saltamontes son también vectores de numerosos
virus que cuando se difunden pueden causar ingentes pérdidas.
iv. Saltamontes zigzag
Este saltamontes, Recilia dorsalis (Motschulsky) es conocido no solo por la forma típica del
daño que causa sino debido al color dispuesto en zigzag sobre las alas de los adultos. Se
encuentra en los países del sur y sureste de Asia y no es muy conocido por el daño que causa
al chupar la savia de las plantas sino como vector de importantes enfermedades virósicas
como la agalla del enanismo, tungro y hoja amarillo - anaranjada.
LÁMINA 22: Saltamontes zigzag (Fuente: IRRI)
v. Mosquita de las agallas
La mosquita de las agallas, Orseolia oryzae (Wood - Mason), es una importante plaga del arroz
en algunas áreas del sur y el sureste de Asia. Se ha encontrado en Bangladesh, China, India,
Indonesia, Laos, Myanmar, Nepal, Pakistán, Sri Lanka, Tailandia y Viet Nam. En África, otra
especie de mosquita, Orseolia oryzivora (Harris y Gagne), daña el cultivo pero no es una plaga
importante. Se ha encontrado en Camerún, Cote d'Ivoire, Ghana, Liberia, Malí, Níger, Nigeria,
Senegal y Sudán. Ambas especies requieren condiciones de alta humedad y por ello el arroz
cultivado en tierras bajas es más dañado que el arroz de secano en tierras de ladera.
LÁMINA 23: Mosquita de las agallas (Fuente: IRRI)
31. La mosquita de las agallas es una plaga importante en muchos países del sur y sureste de
Asia causando pérdidas variables entre 10 y 100 por ciento del rendimiento. El síntoma
característico es una agalla larga, hueca, llamada comúnmente «tallo de plata», que es una
respuesta a la secreción de las glándulas salivares del insecto; estas contienen cecidógeno
que causa la proliferación celular en el sitio de alimentación del insecto. Las larvas se
alimentan en el punto de crecimiento del tallo convirtiéndolo en una agalla tubular. Los «tallos
de plata» no producen panojas y se secan; además, esta plaga produce un prolongado
macollaje, retrasa la floración y reduce el número de macollos que llevan espigas, el peso de 1
000 semillas y el rendimiento. La existencia de varios biotipos basados en diferentes
reacciones varietales han sido conocidos desde hace un cierto tiempo.
La mosquita de las agallas de África es otra plaga que presenta un tipo similar de daño y
ocurre en varios países africanos. La información disponible sobre la herencia de la resistencia
varietal es limitada.
vi. Barrenador del tallo
Los barrenadores del tallo del arroz pertenecen al orden de los Lepidópteros, en particular a
las familias Pyralidae y Noctuidae: 35 pirálidos pertenecen a 12 géneros, 10 noctuidos
pertenecen a tres géneros y cinco diópsidos pertenecen al género Diopsis (Chaudhary et al.,
1984; Pathak y Khan, 1994). Cinco de estas especies son de importancia económica en Asia:
el barrenador amarillo - Scirpophaga incertulus Walker; el barrenador rayado - Chilo
suppressalis Walker; el barrenador blanco - Scirpophaga innotata Walker; el barrenador de
cabeza negra - Chilo polychrysus Meyrick y el barrenador rosado - Sesamia inferens Walker. El
barrenador amarillo está distribuido sobre todo en las áreas tropicales pero también aparece
en áreas templadas donde la temperatura permanece por encima de 10° y la lluvia excede
C
los 1 000 mm/año. En los países africanos, la mosca enmascarada Diopsis macrophtalma y la
cabeza blanca Malirpha separatella son los principales barrenadores que causan importantes
daños. En las Américas, el barrenador blanco de Sudamérica Rupela albinella es la especie
más dañina.
En Asia el barrenador amarillo y el barrenador rayado son las plagas principales y están
ampliamente distribuidas desde India hasta Japón. Se informa que son responsables por
pérdidas anuales de 5 - 10 por ciento de la cosecha del arroz, con pérdidas catastróficas de
hasta 60 por ciento. Todas las especies ponen los huevos sobre la lámina de las hojas - con
excepción del barrenador rosado que pone los huevos entre la vaina de la hoja y el tallo - y
tienen el mismo ciclo biológico. La eclosión de los huevos ocurre una semana después de la
oviposición y en uno o dos días la primer instar migra hacia una posición entre la vaina de la
hoja y el tallo donde comienzan a alimentarse. Durante la segunda instar horadan y entran al
tallo y se alimentan en esa cavidad. El hueco hecho por las larvas de los barrenadores en las
vainas de las hojas causa la decoloración blancuzca de amplias áreas longitudinales a lo largo
del hueco pero raramente se llega a la marchitez y secado de las hojas. Después de una
semana de vida las larvas cesan su alimentación en la vaina de la hoja y horadan el tallo,
alimentándose en los tejidos internos de las paredes del mismo. Tal tipo de alimentación da
32. lugar a la pérdida de las partes apicales de la planta, por encima del sitio del daño. Cuando
ocurre este tipo de daño durante la fase vegetativa de la planta, la hoja central enrollada no se
abre, se vuelve marrón y se seca y las hojas inferiores permanecen sanas y verdes. Esto es
conocido como «corazón muerto» y los tallos afectados mueren sin formar su panoja. Las
larvas que se alimentan por encima del primordio algunas veces causan el «corazón muerto» y
si no ocurre un daño mayor las porciones cortadas son empujadas hacia afuera por el
crecimiento de una nueva lámina.
LÁMINA 23: Brusone en el nudo (Fuente: IRRI)
LÁMINA 24: Brusone en la hoja (Fuente: IRRI)
Enfermedades
Las principales enfermedades del arroz causadas por hongos son el brusone o piricularia, el
tizón de la vaina, la mancha marrón, la mancha marrón angosta y la quemadura de la hoja. Las
enfermedades bacterianas que causan serias pérdidas económicas en los países que cultivan
arroz incluyen el tizón bacteriano y la pudrición bacteriana de la vaina. Las enfermedades más
importantes causadas por virus son tungro, el raquitismo «grassy» y «ragged», la hoja
anaranjada (en Asia), la hoja blanca (en las Américas) y las rayas y el enanismo (en Asia
templada).
i. Brusone o piricularia
Es una enfermedad del arroz causada por el hongo Magnaporthe grisea (anamorfa: Pyricularia
grisea) que en general es la más destructiva. Se ha encontrado en prácticamente todos los
países productores de arroz del mundo. El hongo puede infectar la planta del arroz en
33. cualquier estado de su desarrollo. Las lesiones típicas en las hojas tienen una forma ahusada.
Las lesiones más grandes (0,5 - 1,5 cm) por lo general desarrollan una zona central de color
gris. Al final del desarrollo de la enfermedad las hojas de los cultivares suceptibles pueden
morir. Las lesiones marrones del tamaño de una cabeza de alfiler indican una reacción de
resistencia y pueden ser confundidas con los síntomas de la mancha marrón. El hongo
también puede atacar los nudos del tallo causando que este se doble y se rompa dando lugar
a una completa esterilidad de la espiguilla. El brusone también puede atacar el último internudo
o cuello de la panoja causando una esterilidad total o parcial.
LÁMINA 25: Brusone en la panoja y en el cuello
ii. Tizón bacteriano
El tizón bacteriano es causado por la bacteria Xanthomonas campestris pv. oryzae. La
enfermedad se ha encontrado en muchos países asiáticos y africanos en los que se cultiva
arroz. La enfermedad produce tres tipos de síntomas: tizón de la hoja, «kresek» y hojas de
color amarillo pálido.
El tizón bacteriano se caracteriza por pequeñas manchas acuosas o fajas onduladas o
lesiones en el borde de las hojas desde el momento del macollaje hasta la floración. Las
manchas aumentan de tamaño y forman las ondulaciones en el borde. Las lesiones pueden
cubrir toda la lámina de la hoja e incluso llegar a la vaina de la hoja. En los campos con
mayores infecciones también pueden ser infectados los granos con lesiones que aparentan ser
manchas acuosas decoloradas sobre las glumas.
Los síntomas del «kresek» son un típico marchitamiento de las hojas de toda la planta en las
primeras etapas vegetativas (2 - 4 semanas después del trasplante). Las plantas afectadas
muestran un marcado raquitismo y raíces blandas que más adelante se desprenden y flotan en
la superficie del agua. El «kresek» por lo general es causado por la invasión de bacterias a las
raíces durante el trasplante o por cortes en el extremo de las hojas.
Las hojas se caracterizan por el color amarillo pálido o partes de las mismas que son
normalmente verdes; las hojas jóvenes son de color amarillo pálido uniforme a blanco. En las
láminas de las hojas pueden aparecer fajas verde - amarillentas. Esta enfermedad
generalmente está asociada con infecciones tempranas en las cuales el punto de crecimiento
permanece vivo pero los sistemas de traslocación de nutrientes están bloqueados por la masa
bacteriana en los vasos del xilema.
LÁMINA 26: Tizón bacteriano de la hoja
34. Las relaciones patológicas entre los tres síntomas del síndrome del tizón bacterial no están
bien comprendidos. El patógeno es el mismo pero los tres síntomas parecen ser distintos e
independientes. El color amarillo pálido es un efecto secundario tanto del tizón bacterial como
del «kresek».
iii. Mancha marrón
La mancha marrón es causada por Cochiobolus miyabeanus y es conocida más comúnmente
por su otro nombre científico Helminthosporium oryzae. Se ha encontrado en todos los países
que cultivan arroz de África, América del Norte y África. El hongo ataca las plantas de arroz en
todas sus etapas. Los síntomas de esta enfermedad son más evidentes sobre las hojas y las
glumas pero también pueden aparecer en el coleoptilo, la vaina de las hojas y la panoja y
raramente en las raíces de las plántulas. Las manchas típicas sobre las hojas son ovaladas,
del tamaño de una semilla de sésamo, de color marrón con el centro gris o blancuzco cuando
están totalmente desarrolladas. Son relativamente uniformes y bien distribuidas sobre la
superficie de la hoja.
iv. Tizón de la vaina
Es causado por Rhizoctonia solani Kuhn y en una época era considerada una enfermedad
secundaria; sin embargo, en muchos países se ha transformado en una enfermedad que
causa considerables daños al cultivo del arroz. Los primeros informes fueron presentados por
Miyake en Japón, en 1910 y posteriormente se encuentran en Bangladesh, Brasil, China,
Estados Unidos de América, Filipinas, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Sri Lanka,
Suriname, Tailandia, Venezuela y Viet Nam.
El tizón de la vaina por lo general ataca las plantas de arroz en el momento del macollaje
causando manchas elipsoidales u ovoideas de color verde - grisáceo, de cerca 10 mm de
largo, sobre la vaina de la hoja. Sobre o alrededor de esas manchas se forman esclerocios que
se desprenden fácilmente. El tamaño y el color de las manchas y la formación de esclerocios
depende de las condiciones ambientales. Bajo condiciones favorables también se forman
sobre la parte superior de la vaina y en las láminas de las hojas. Eventualmente, toda la lámina
de la hoja puede cubrirse con tizón mientras que muchas hojas mueren, parcial o totalmente.
La formación y el llenado del grano son afectados severamente.
Anteriormente, esta enfermedad era muy importante en las regiones templadas donde la
deposición del rocío era prolongada; actualmente, debido al uso de variedades de macollaje
abundante, la alta población de plantas y el uso intensivo de fertilizantes, la enfermedad
también se ha difundido a otras zonas.
LÁMINA 27: Tizón de la vaina
35. v. Tungro
La enfermedad causada por el virus tungro está limitando la producción de arroz en
Bangladesh, Filipinas, India, Indonesia, Malasia y Tailandia con pérdidas de hasta el 100 por
ciento. La enfermedad se identificó por primera vez en 1967 en la India pero adquirió
proporciones epidémicas en 1973 y 1981 en la región noreste del país.
La enfermedad es transmitida por los saltamontes verdes Nephotetix virescens y N.
nigropictus. Estos saltamontes son los vectores del virus que recogen cuando chupan plantas
infectadas de arroz y lo trasmiten a las plantas sanas durante su alimentación.
LÁMINA 28: Arroz infectado con tungro
LÁMINA 29: Raquitismo folioso
36. El virus no es persistente y es trasmitido por saltamontes; puede ser trasmitido solo dos horas
después que ha sido absorbido por el insecto. El vector se multiplica rápidamente en las
etapas del crecimiento vegetativo temprano de la planta y migra grandes distancias
difundiendo así la enfermedad. El tungro es endémico en áreas donde se superponen o se
repiten continuamente los cultivos de arroz. Fuera de la estación de cultivo el virus sobrevive
en plantas de arroz salvaje, los restos del arroz y en algunas malezas que no presentan
síntomas del mismo. Las hojas de las plantas afectadas toman un color anaranjado o rojo
ladrillo y las hojas nuevas presentan clorosis. Las plantas infectadas presentan síntomas
fuertes de raquitismo, pueden tener un número reducido de macollos y no tener panojas. Si las
panojas emergen son de longitud reducida y presentan espiguillas decoloradas y pajizas.
vi. Raquitismo folioso
Agati et al. (1941) en las Filipinas describieron por primera vez los síntomas de una
enfermedad en la que la planta de arroz se asemejaba a una hierba raquítica. La enfermedad
apareció por primera vez en un campo del IRRI en 1963 y es trasmitida por el saltamontes
marrón (Nilaparvata lugens). Hasta ahora se ha encontrado en Bangladesh, Camboya, China,
India, Indonesia, Laos, Myanmar, Tailandia, Sri Lanka y Viet Nam. Cuando las plantas están
totalmente desarrolladas, los síntomas de las plantas enfermas se manifiestan como un serio
raquitismo, un exceso de macollaje y un hábito de crecimiento erecto. Las hojas son cortas,
angostas, erectas, de un color verde pálido o amarillo pálido y a menudo tienen numerosas
manchas pequeñas, marrones, de varias formas, que pueden formar pústulas. Las hojas se
pueden volver verdes si se proporciona suficiente fertilizante nitrogenado. Dependiendo de la
edad de la planta en el momento en que ocurre la infección, los rendimientos son variables y
pueden no ser afectados o al contrario, ser totalmente perjudicados.
Las reacciones de las variedades en distintos países son idénticas. En base a ello se postuló
que no había variación de líneas en el virus. Últimamente, los virólogos del IRRI han
identificado una nueva línea de virus en base a las relaciones serológicas y a la similitud
morfológica y sintomatológica y a la interacción virus - vector. La nueva línea ha sido llamada
arroz raquítíco folioso 2 - RGS V2 (rice grassy stunt 2), a diferencia del original que es
conocido como RGS V1. Las plantas infectadas con RGS V2 muestran raquitismo,
amarillamiento de las hojas y un hábito de crecimiento esparcido. Sin embargo, los síntomas
pueden variar dependiendo de la variedad y la edad de la planta. Las hojas de algunas
variedades presentan manchas o fajas con pústulas ferruginosas irregulares. Las plantas
infectadas en la etapa de plántula muestran un abundante macollaje, tal como las plantas
infectadas con RGS V1 y mueren prematuramente. Sin embargo, las plantas infectadas en
etapas posteriores desarrollan síntomas indistinguibles de aquellos causados por la infección
de virus tungro. Los síntomas de este tipo prevalecen en el campo.
La forma RGS V2 difiere de la RGS V1 por su patogenicidad en los cultivares de arroz. Oryza
nivara, que es resistente a RGS V1, es susceptible a RGS V2. Consecuentemente, todos los
cultivares que derivan su resistencia al raquitismo folioso de O. nivara son susceptibles a RGS
V2, el cual es prevalente en Filipinas, Indonesia y Tailandia.
Control de insectos - plaga y enfermedades
Si bien en algunos cultivares de arroz se han introducido genes de resistencia a plagas y
enfermedades, el uso de pesticidas no ha declinado. Los pesticidas a menudo son
antieconómicos y pueden romper el equilibrio biológico entre las plagas y las enfermedades y
37. sus enemigos naturales. Los enfoques modernos de protección vegetal enfatizan el manejo
integrado de las plagas antes que su control o erradicación. En este enfoque, una plaga es
considerada como tal solo cuando su población alcanza un nivel que puede causar una
reducción de los rendimientos. Se enfatiza el uso de factores naturales tales como los
predatores y los parásitos que previenen el incremento de una plaga particular.
Los conceptos y las recomendaciones del Manejo Integrado de Plagas (MIP)
deberían ser aplicados en todos los casos.
Sembrar cultivares resistentes a las plagas y enfermedades locales.
Usar pesticidas solo como el último recurso para reducir densidades
anormales de las plagas cuando la pérdida del cultivo puede superar el costo
del tratamiento.
Ejecutar todas las operaciones culturales en el momento oportuno,
incluyendo la siembra. La demora en la siembra predispone el cultivo al ataque
de insectos y enfermedades, en especial a brusone.
No aplicar cantidades excesivas de fertilizantes nitrogenados. El exceso de
fertilizantes nitrogenados predispone el cultivo a la incidencia de brusone y del
tizón de la vaina y bacteriano.
Mantener una densidad óptima de plantas.
Usar una combinación de tácticas de control - tanto respecto a la resistencia
de las plantas como a los pesticidas - y basar las decisiones en sólidas bases
económicas.
Limitaciones socioeconómicas e institucionales
El proceso de producción agrícola incluye tres subsistemas: el agricultor - productor; la entrega
de insumos y el gobierno. El agricultor produce el cultivo y sostiene el riesgo de las incertezas
de la producción. Al mismo tiempo, el gobierno controla cada vez en forma mayor el
abastecimiento de los insumos, incluyendo las semillas y el crédito, la infraestructutra de
caminos, la comercialización, el precio de apoyo y los subsidios a los insumos y otros
incentivos como la extensión, la investigación, el desarrollo del riego y el manejo del agua. Hay
algunos agricultores que obtienen muy bajos rendimientos en relación con el potencial de sus
fincas y hay otros pocos agricultores que con muy buenos sistemas de manejo obtienen
rendimientos comparables a los resultados obtenidos en las estaciones experimentales. En
estas circunstancias, es evidente que las limitaciones dominantes para obtener altos
rendimientos pueden ser de origen socioeconómico. Una de estas limitaciones es el
comportamiento económico del agricultor que lo lleva a maximizar sus ganancias antes que los
rendimientos. Otras limitaciones socioeconómicas incluyen:
Falta de una política gubernamental favorable.
Inadecuado abastecimiento de los insumos.
Falta de crédito.
Precios desfavorables.
Pobre infraestructura y comercialización.
Falta de mano de obra.
Falta de conocimientos.
Falta de protección para los agricultores contra los altos riesgos.
En muchos países en desarrollo las mujeres son el principal sostén de la agricultura y también
en el caso de la producción de arroz juegan un papel importante. Sin embargo, son ignoradas
en el crecimiento económico y en el proceso de desarrollo. Deben ser creadas oportunidades
para las mujeres rurales de modo que tengan acceso a los recursos agrícolas tales como
38. crédito rural, insumos, servicios de extensión, tecnología y capacitación. La alfabetización
entre las mujeres debe ser mejorada. Para obtener un enfoque integrado y fortalecer la
producción de arroz, debería haber tecnologías adecuadas disponibles para la adopción por
parte de los agricultores y políticas gubernamentales favorables para proporcionar incentivos a
los agricultores de modo que puedan aumentar la producción de arroz.
Problemas ambientales
Existen preocupaciones sobre dos temas relacionados con el arroz y el medio ambiente. En
primer lugar, los cambios ambientales tales como el calentamiento global, la alta radiación
infrarroja y otros fueron sugeridos como factores que afectan adversamente el crecimiento y el
rendimiento del arroz. En segundo lugar, los arrozales, especialmente aquellos inundados,
fueron acusados de la liberación de grandes cantidades de metano y óxido nitroso, entre otros.
Sin embargo, estudios científicos detallados han concluido que estas preocupaciones no son
importantes.
LÁMINA 30: Recursos de un productor de arroz en Asia