El federalismo fue adoptado por primera vez en México en la Constitución de 1824. Durante el siglo XIX, el modelo federal sufrió varias crisis de anarquía debido al desorden fiscal y la presencia de cacicazgos locales, lo que llevó a exigencias para adoptar el centralismo. A pesar de esto, desde 1857 el federalismo se ha mantenido como un postulado fundamental en la constitución mexicana. A diferencia de Estados Unidos, en México el federalismo sirvió para crear unidades descentralizadas dentro de un país con tradiciones centralistas