El documento describe la creación y estructura del Consejo Ecuménico de las Iglesias. Se formó en 1948 como una asociación de iglesias protestantes y ortodoxas para fomentar la unidad entre ellas. Está organizado en cuatro divisiones y toma decisiones a través de asambleas generales cada siete años. Su objetivo es promover el diálogo ecuménico, aunque la Iglesia Católica no forma parte de él.
3. SU CREACIÓN: Marca el punto culminante en las iniciativas
ecuménicas en el ámbito no Católico.
4. SU CREACIÓN: Marca el punto culminante en las iniciativas
ecuménicas en el ámbito no Católico.
5. La Creación del Consejo Ecuménica de las
Iglesias
• A partir de 1932, Faith and Order y Life and Work trabajaron en
colaboración creciente.
• Las primeras iniciativas de unificación se ven interrumpidas por la Segunda
Guerra Mundial. Terminada esta, un «Comité provisional» prosigue los
trabajos encaminados a la preparación de la Asamblea mundial en la que se
constituiría oficialmente el Consejo Ecuménico de las Iglesias.
I Asamblea - Amsterdam, Holanda,del
22 de agosto al 9 de septiembre de
1948, Resolución que constituye el
CEI el día 23 de agosto. El primer
secretario general de la CEI fue el Dr.
Visser’t Hooft, presbiteriano holandés
6. La Creación del Consejo Ecuménica de las
Iglesias
El último paso en la constitución del CEI es la
integración del Consejo Internacional de Misiones
(Nueva Delhi, 1961), con lo cual el actual CEI ha
surgido de los tres grandes movimientos
ecuménicos del siglo XX.
El Congreso Internacional de Misiones estaba
integrado por las iglesias anglicanas, presbiterianas,
metodistas, etc. Su preocupación era asesorar a las
distintas iglesias sobre como llevar a cabo la tarea
cristiana en medio de las divisiones entre hermanos.
7. Constitución y estructura
• El Consejo Ecuménico de las Iglesias se entiende a sí mismo como una asociación
fraternal de iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador según las
Escrituras y se esfuerzan por responder juntas a su común vocación para la gloria del solo
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los estatutos están redactados de tal manera que
ninguna iglesia tiene que renunciar a su doctrina de ser la verdadera iglesia para
pertenecer al CEI.
La Base
• Del CEI forman parte como miembros, no los cristianos individuales, sino las iglesias en
cuanto tales. Para ser admitido como miembro del CEI hace falta la aceptación de la
«Base» y la aprobación de la Asamblea por mayoría de dos terceras partes.
Miembros
• Invitar a las iglesias al objetivo de la unidad visible, progresando hacia él para que el
mundo crea. Facilitar el testimonio común de las iglesias. Desarrollar el estudio en
común. Favorecer el progreso de la conciencia ecuménica y misionera entre los fieles de
todas las iglesias. Ayudar a las iglesias en su tarea mundial de misión y evangelización.
Establecer y mantener relaciones con organizaciones ecuménicas. Convocar sobre asuntos
particulares cuando las circunstancias lo exijan.
Funciones y
Misiones
8. Constitución y estructura
• No tiene autoridad eclesiástica. La autoridad la conservan, para sus comunidades, las
iglesias miembros. La Declaración de Toronto reconoce al CEI una cierta autoridad
moral.
Poderes y
autoridad
• La autoridad suprema es la Asamblea general que se reúne cada siete años. Tiene un
Consejo de Presidencia con seis miembros.
• La misión de llevar a la práctica las decisiones de la Asamblea se encomienda al Comité
central.
• En dependencia directa de la Asamblea funcionan unas Comisiones con estatuto propio.
Bajo la dirección del secretario general del CEI, en Ginebra, está constituida la sede
permanente del CEI que, junto a otros Comités y Secretariados, la Biblioteca
especializada y los Archivos, sirve para canalizar el trabajo de las cuatro Divisiones del CEI
Organización
Las cuatro Divisiones :
(a) División de Estudios; (b) División de Formación ecuménica; (c) División de Ayuda
y servicio entre las iglesias; (d) División para las Misiones y la evangelización.
9. Actividades. La actividad fundamental del CEI
desemboca en sus grandes Asambleas plenarias
X
Asamblea:
Busan –
Corea del
Sur
(2013).
IX
Asamblea:
Porto
Alegre
(2006).
VIII
Asamblea:
Harare,
Zimbabwe
(1998).
VII
Asamblea
:
Canberra
(1991)
VI
Asamblea
:
Vancouve
r (1983)
V
Asamblea:
Nairobi
(1975).
IV
Asamblea:
Upsala
(1968).
III
Asamblea:
Nueva
Delhi
(1961).
II
Asamble
a:
Evanston,
USA
(1954).
I
Asamblea:
Amsterda
m (1948).
Cristo, esperanza del mundo. Las
iglesias ortodoxas, en desacuerdo
con la concepción de la unidad
reflejada en el «rapport» final,
formularon una «declaración de
principios» separada.
Desorden del hombre y
designio de Dios.
Numérica e
intelectualmente el signo
de la Asamblea fue, sin
duda, «protestante».
Cristo, luz del mundo. La visión protestante de
la unidad se ha tornado hacia el pasado. Por
esta razón se ha vuelto más adulta cara a los
verdaderos problemas, como son la naturaleza
de la sucesión apostólica, el episcopado, la
validez y plenitud de los ministerios. El giro se
debe, en buena parte, a la presencia de los
teólogos rusos.
He aquí que hago nuevas todas las cosas. Los dos aspectos
más sobresalientes fueron: de una parte el tête-à-tête entre el
CEI y la Iglesia Católica provocado por el Concilio Vaticano II, y
de otra, la presencia obsesiva en las discusiones de las
llamadas teologías «de la muerte de Dios», «de la
secularización», «de la revolución», etc., con el riesgo evidente
de una visión «horizontalista» del cristianismo.
Cristo libera y une. La opción de Upsala (la
unidad de la Iglesia sólo puede encontrarse si se
busca en la unidad de todos los hombres) ha
condicionado fuertemente la evolución del CEI en
los años siguientes, con una progresiva influencia
en muchos de sus planteamientos prácticos de las
más extremistas entre las llamadas «teologías de
la liberación».
10. Naturaleza Teológica
• Postura de la naturaleza de la Iglesia y de su
unidad.
A evitar esto tendía la célebre Declaración de Toronto
(1950).
Explica lo que no es el CEI: no es ni será nunca una «super–Iglesia»; no es la
«Una, Santa» que confiesan los símbolos de fe; tampoco puede fundarse
sobre una determinada concepción de la unidad de la Iglesia.
La Declaración señala:
Positivos del CEI : pertenecer al CEI no implica que una iglesia reconozca a
las otras como iglesias «en el verdadero y pleno sentido de la palabra», pero
exige reconocer que en las otras «hay elementos —vestigia Ecclesiae— de
la verdadera Iglesia».
Toronto es un loable intento de excluir cualquier concepción teológica previa acerca de
la unidad de la Iglesia - La concepción «federalista» de esa unidad, que siempre ha
estado gravitando sobre las instituciones de diálogo ecuménico de las que el CEI
11. OPOSICIÓN PROTESTANTE
• La búsqueda de la unidad visible de la Iglesia encontró desde el principio una
oposición permanente en ciertos medios del protestantismo, que veían muy
peligrosa la nueva actitud desde el punto de vista de las esencias de la Reforma
protestante.
• Ese ambiente difuso ha tomado un cierto cuerpo organizado en el llamado
Consejo Internacional de Iglesias Cristianas.
12. OPOSICIÓN PROTESTANTE
Constituido en Amsterdam (agosto de 1948), el
International Council of Christian Churches
• Considera su razón de ser denunciar y oponerse por
todos los medios a los errores y desviaciones del
Consejo Ecuménico de las Iglesias, calificado de
tendencias comunistas, modernistas, pacifistas y
romano–católicas.
• Pertenecen al Concilio unos 55 grupos y pequeñas
iglesias evangélicas, creyentes en la Biblia, que siguen
en general las corrientes protestantes del
fundamentalismo, aunque hay también baptistas,
congregacionalistas y metodistas. Proceden de 23
países, en su mayor parte anglosajones.
13. Doctrinalmente, el Consejo se sitúa en los antípodas
del movimiento ecuménico.
Entre los puntos de la declaración Base se
encuentra «la perfecta y espiritual unidad de
todos los hijos de Dios».
Esto significa negar que existe un problema de
unidad de los cristianos, puesto que la unidad
de la Iglesia es invisible.
El Consejo Internacional representa el ala
radicalmente conservadora e inmovilista del
protestantismo actual, obsesionada por el temo
de que el movimiento ecuménico “trabaje” a
favor de la Iglesia Católica Romana.
14. RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y
EL CONSEJO ECUMÉNICO
Primera Etapa
• Abarca desde la creación del CEI (1948) hasta la convocatoria del
Concilio Vaticano II (1960).
• Se caracteriza por una actitud de expectativa y prudente reserva
de la Iglesia Católica.
• La Santa Sede no envió observadores a Amsterdam ni a Evanston.
• Santo Oficio Ecclesia Catholica.
Segunda Etapa
• De 1960 a 1968 (Upsala).
• Se caracteriza por una creciente relación entre la Iglesia Católica y
el Consejo Ecuménico. Manifestaciones: cinco observadores
católicos en Nueva Delhi (1961) y otros cinco en Montreal (1963);
en Upsala: 15 observadores, varios invitados especiales y cerca de
150 teólogos católicos enviados por universidades y revistas
especializadas.
• «Grupo mixto de trabajo de la Iglesia Católica y el Consejo
Ecuménico».
15. RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y
EL CONSEJO ECUMÉNICO
Etapa
Actual
• Arranca de la cuestión del posible ingreso oficial de la Iglesia Católica
en el Consejo Ecuménico planteada en Upsala.
• Según los expertos del mismo, la entrada de la Iglesia Católica en el
Consejo Ecuménico plantearía enormes problemas estructurales a
este organismo —por la cohesión doctrinal y la importancia numérica
de la Iglesia Católica—, que podrían entorpecer su servicio al diálogo
ecuménico.
• La ausencia de la Iglesia Católica, por el contrario, puede provocar
insensiblemente la existencia de dos «ecumenismos»: católico y no–
católico. La mayoría de los teólogos católicos y no católicos estiman
no haber obstáculo teológico de fondo para la entrada de la Iglesia
Católica en el Consejo Ecuménico. Diez años después la situación no
ha cambiado.
En 1977 el Secretariado para la unidad de los cristianos declara: «La cuestión de una eventual
participación de la Iglesia Católica en el Consejo Ecuménico de las Iglesias en calidad de
miembro ha sido estudiada hace algunos años, en una fase inicial, sin que se haya llegado a
una solución afirmativa, no sólo a causa de diferencias estructurales y de funcionamiento,
sino también en base a problemas de orden pastoral».
16. las directrices del Concilio Vaticano II, en especial de la Constitución Lumen
gentium y del Decreto Unitatis Redintegratio
• Desde el punto de vista institucional es significativa la creación
por Juan XXIII (el 5 de junio de 1960) del Secretariado para la
Unidad de los Cristianos. Tendría como precedente la Comisión
Pontificia creada en 1895 por León XIII.
• Creado con ocasión del Concilio, se orientó inmediatamente en
dos direcciones: trabajos teológicos y contactos personales.
Creado con ocasión del Concilio,
se orientó inmediatamente en
dos direcciones
Trabajos Teológicos
Contactos
Personales
Durante la celebración del
Concilio, el Secretariado fue
asimilado a una comisión
conciliar y se encargó de la
preparación del Decreto
Unitatis redintegratio sobre el
ecumenismo.
17. No es posible exponer los documentos, manifestaciones y
contactos personales que manifiestan la acción ecuménica de la
Iglesia Católica durante los pontificados de SAN Juan XXIII y Pablo
VI
18. PaUlo VI
La visita de Pablo VI a la
sede en Ginebra del
Consejo Ecuménico de las
Iglesias (1969).
• Pablo VI y el Patriarca de
Constantinopla Atenágoras
en Jerusalén (1964), en el
que culmina el esfuerzo
histórico del Papado por la
aproximación a los
orientales.
19. Decreto sobre el ecumenismo
Unitatis redintegratio
Promulgado solemnemente por
el Papa Pablo VI junto con los
Padres conciliares el día 21 de
noviembre de 1964.
Consta de tres capítulos,
además de un proemio y una
conclusión:
El primero está dedicado a los
principios católicos del
ecumenismo (nn. 2-4).
El segundo contiene normas
para el ejercicio del
ecumenismo (nn. 5-12); el
tercero contempla, en dos
secciones diferentes, a las
Iglesias orientales (nn. 14-18)
y a las iglesias y comunidades
eclesiales separadas en
Occidente (nn. 19-23).
20. Consejo Pontificio para la
Promoción de la Unidad de los
Cristianos
• A partir de 1989, es el nombre que tiene el antiguo
“Secretariado Romano para la Unidad”.
• Su primer Presidente fue el Cardenal Agustín Bea, S.
I., sucedido por los Cardenales Johannes Willebrands
y Edward Y. Cassidy. A partir del 2001 es Presidente
el Cardenal alemán Walter Kasper. En la actualidad
es el Cardenal suizo Kurt Koch (desde el año 2010).
• Son sus competencias:
21. Ofrecer una exacta
interpretación y
aplicación de los
Principios Católicos del
Ecumenismo.
Mantener informado al
Santo Padre en lo que
se refiere al desarrollo
del Ecumenismo
Fomentar creación de
grupos de trabajo de
teólogos católicos
Fomentar la relación
con otras Iglesias.
Establecer diálogos
alturados entre
especialistas sobre
problemas ecuménicos
con otras Iglesias
Designar observadores
católicos para reuniones
ecuménicas que
organicen otras Iglesias.
Invitar a observadores
de otras Iglesias para las
reuniones católicas.
Ejecutar los textos
conciliares en lo
referente al
Ecumenismo.