1. MITOS Y LEYENDAS
Margarita Enciso de Rangel
Históricamente el hombre se ha cuestionado acerca de su manera de estar en el
mundo y ante la majestuosidad de la naturaleza ha buscado sus causas primeras.
Desde tiempos remotos a comparado su estancia en el universo con una morada -lugar
donde se mora, se vive, se reside-, la cual piensa, tuvo un origen, unos creadores que
realizan unas acciones. Y desde luego ha querido conocer esa realidad que lo circunda,
profundizar en ella para tener la posibilidad de adecuarla a sus necesidades. Su deseo
ha estado marcado en conocer las fuerzas naturales para regularlas y controlarlas,
mucho más en momentos difíciles de la historia como los cataclismos y cambios
bruscos del universo.
Para esa comprensión, los seres humanos no sólo se sitúan ante un mundo de cosas y
fenómenos naturales, muchas veces sorprendentes y desconocidos, sino que ha
buscado el sentido de la acción de los mismos, su modo de ser, su ethos y como
producto de ello ha elaborado relatos o narraciones que los historiadores y
antropólogos han denominado mitos y leyendas y cuyo estudio respecto a la
producción de pensamiento lo ubican dentro de una corriente denominada:
Conocimiento mito-poético.
Esta corriente considera que el conocer implica un proceso mental y del lenguaje, en
los cuales no solo se examina la realidad, sino que lleva implícitos elementos de
creatividad e imaginación, los cuales dan la posibilidad de la libre inventiva. También
afirma que en ese proceso de creación de pensamiento, de búsqueda, de aplicar el
entendimiento para escudriñar los fenómenos naturales, identificar las causas y
formas de ser, los seres humanos atribuyen vida y conciencia a fuerzas naturales,
tratando de ordenar, hacer tangible y coherente lo enigmático, sorprendente,
desconocido o aterrador.
En general esta corriente plantea que en ese proceso, los seres humanos hacen uso
inconsciente de elementos -figuras literarias-, para la composición del lenguaje,
mediante los cuales asigna denominaciones a realidades invisibles, por ejemplo
haciendo uso de la analogía, la cual da como resultado formas del lenguaje con las
cuales se obtiene una significación parecida a la realidad, semejante pero no
exactamente igual. De allí surge la interpretación de hechos reales pero también
imaginarios.
En esa búsqueda descubre fuerzas naturales -reales o imaginarias- a las cuales dotan
de poder y entonces reclaman un medio de acción para influir en ellas, fundamentado
de esa manera la práctica mágica, el hecho ritual -conjunto de signos y acciones
2. simbólicas-. Pero toda acción sobre las fuerzas naturales que dirigen el mundo implica
también una acción sobre sí mismo, sobre el hombre, para comunicarse con ellas y
hacerse escuchar. Conlleva un acto de retribución. Hay allí un poder que se distingue
con una restricción. Ese poder implica una obligación. De allí surgen las reglas, las
normas, las valoraciones, los castigos o premios.
El investigador Mircea Eliade en su obra Lo sagrado y lo profano, hace una profunda
disertación de la manera de estar en el mundo y explica cómo la concepción sobre los
poderes sagrados, ha tenido una enorme transcendencia en la manera de concebir
el espacio, el tiempo, los mitos y los comportamientos humanos. Plantea que "existen
dos maneras de estar en el mundo, dos situaciones existenciales asumidas por el
hombre a lo largo de la historia: La sagrada y la profana...., Para aquellos que tienen
una experiencia religiosa, la naturaleza en su totalidad es susceptible de revelarse
como sacralidad cósmica".
El debate en torno a estos planteamientos llevó al investigador Maurice Godelier a
afirmar que: "Los mitos son representaciones ilusorias de la realidad, que el
pensamiento mítico es el pensamiento humano que concibe la realidad por analogía."
¿Pero cómo engendra la analogía a una representación ilusoria del mundo?
Plantea que "Hay un principio universal que afirma: La experiencia humanase divide
espontáneamente en dos campos: Lo que está en la naturaleza y la sociedad
directamente controlado por el hombre y lo que no lo está. A partir de ese principio
dice que lo que el hombre no controla, aparece espontáneamente en su conciencia como
controlada por fuerzas superiores al hombre. Realidades invisibles a las cuales la
conciencia humana dota de características similares a los hombres. Seres dotados de
conciencia, voluntad y poder pero que son superiores a él".
Después de un cuidadoso estudio de destacados investigadores se encuentra que en
todas las culturas del mundo hay dos posiciones en cuanto a la manera de estar en él:
La sagrada que atribuye poderes a seres divinos y la profana que rechaza ese poder
trascendente que no acepta ningún modelo de humanidad fuera de la condición humana,
tal como se puede descubrir en las diversas situaciones históricas.