La música está relacionada con el sentido del gusto, ya que cuando los sonidos son agradables, el tímpano percibe y degusta lo que escucha, produciendo un estado emocional equilibrado. Por otro lado, cuando los sonidos son desagradables, en lugar de ir directamente al cerebro, primero van al estómago causando malestar general que se comunica al cerebro y provoca sensaciones desagradables que pueden enfermar a la persona por exceso de sonidos desagradables.