El documento argumenta que los salones de clase deben fomentar la libertad y responsabilidad de los estudiantes al permitirles hacer diferentes tareas, siempre que no dañen a otros o limiten su libertad. También sugiere que los salones sean espaciosos, bien iluminados y eviten pupitres fijos alineados, permitiendo que los estudiantes se sienten de diferentes maneras. Además, señala que el papel del profesor es plantear problemas, señalar puntos débiles y lagunas en las propuestas de los estudiantes