3. Todos esperamos que, un día, nuestro hijo
aprenda a hablar, con naturalidad y eficacia.
Pero aprender a hablar implica mucho más que
aprender las palabras correctas. Significa
aprender a reconocer sentimientos. Significa
aprender a comprender pensamientos. Significa
aprender a ser persona, y cómo comunicarse
con otra persona.
El niño no aprende a comunicarse por sí sólo.
Aprende a través de la interacción con su
mundo. Nosotros, los padres, ocupamos la
mayor parte de ese mundo, y es aquello que
hacemos y la manera cómo lo hacemos lo que
brinda a nuestro hijo las oportunidades de
aprender.
4. Yo sé que mi mamá me quiere mucho, y yo
también a ella, pero a veces me habla
como si fuera un bebé.
Me gustaría que me hablara bien, porque
así yo me fijo y aprendo palabras
5. Es importante hablar al niño correctamente,
sin utilizar diminutivos.
No debemos reírnos de las palabras mal
utilizadas (totó, ect.) ni potenciarlas.
Es importante escuchar al niño con atención
y contestarle con frases adecuadas a su
nivel, correctamente estructuradas y
articuladas.
El habla correcta se va consiguiendo por
medio de la imitación, tú eres el modelo.
6. Aunque me gusta mucho el chupete sería
mejor que me lo fuesen quitando poco a poco
porque me está deformando la boca y me
impide hablar bien
7. Cuando tu hijo llega al colegio, es
conveniente que haya dejado el chupete y el
biberón.
El chupete y el biberón dificultan muchos
movimientos linguales, que son muy
necesarios para el habla.
El chupete y el biberón van deformando la
boca, hunden el paladar y deforman la
dentición.
Favorece el exceso de saliva y dificulta que el
niño aprenda a tragar.
8. Toma la pelota. ¿Te gusta mucho jugar
con la pelota? ¡Qué bonita es la pelota! ¡
ÑA AME OTA
9. Si tu hijo no habla aún, ayúdalo:
- Diciendo las cosas que él diría si pudiera.
- Enséñale los objetos sobre los que se habla,
fotos, juguetes, etc., para ir desarrollando su
vocabulario.
- Aprovecha los momentos de juego y
actividades cotidianas para desarrollar su
lenguaje
- Señala las personas y cosas que le interesan
y habla sobre ellas.
- Háblale con frases sencillas y claras, recalca
las palabras claves.
- Podemos estimular el lenguaje desde que el
niño nace.
10. Si tu hijo no habla aún, ayúdalo:
- Diciendo las cosas que él diría si pudiera.
- Enséñale los objetos sobre los que se habla,
fotos, juguetes, etc., para ir desarrollando su
vocabulario.
- Aprovecha los momentos de juego y
actividades cotidianas para desarrollar su
lenguaje
- Señala las personas y cosas que le interesan y
habla sobre ellas.
- Háblale con frases sencillas y claras, recalca
las palabras claves.
- Podemos estimular el lenguaje desde que el
niño nace.
11. Debemos dar a nuestro hijo la
oportunidad de expresar sus ideas y
opiniones mostrando siempre una
actitud de escucha interesada.
Desarrollar el placer por la
comunicación es fundamental.
Mira a tu hijo a la cara cuando hables
con él, ponte a su altura y respeta sus
iniciativas.
12. Aunque todavía me equivoco a veces al
hablar, no me gusta que me lo digan
continuamente, ni que me corrijan con
enfado. Cuando me piden que lo repita
una y otra vez me pongo triste, porque
no se hacerlo. Aprendo mejor con el
ejemplo
13. No le pidas que repita aquello que no ha
dicho bien, ni te enfades por ello.
No le des a entender que habla mal de forma
explícita, al contrario, puedes ayudarle:
- Repitiendo las mismas palabras de forma
correcta.
- Agregando otras relacionadas con lo que él ha
dicho
Tardo mucho en decir lo que pienso, me trabo
cuando hablo, dudo y repito sílabas.
¡Denme tiempo!
14. Recuerda:
No muestres ansiedad cuando tartamudea, no
le des importancia.
Evita las situaciones que generan ansiedad y
aumentan los bloqueos: agobiarlo con
preguntas, obligarlo a contar cosas si no quiere,
etc.
Asegúrate de que su habla no es ridiculizada
por las personas de su entorno.
Da tiempo a tu hijo para expresarse sin
interrumpirle y sin adelantar lo que quiere decir.
No le hagas darse cuenta de su problema.
15. Repetir es fundamental. Si repetimos
las mismas palabras cada vez que el
niño lleve a cabo una actividad
rutinaria le ayudamos a comprender
y más adelante a usar esas palabras.
No olvides que primero viene la
experiencia, luego la compresión y
por último el lenguaje.
16. Es difícil ayudar a nuestro hijo a
aprender a hablar, si siempre se lo
hacemos todo, anticipándonos a sus
necesidades.
Si le haces todo a tu hijo, le niegas la
oportunidad de que intente hacerlo o
decirlo por sí mismo sin darle la
ocasión de aprender por experiencia
propia.
Deja que tu hijo tome la iniciativa.
17. Esta comida no me gusta mucho, pero
me la comeré porque mi mamá dice que
es bueno comer de todo y masticar bien.
18. Los cambios en la alimentación son
importantes, de líquido a molido, de
molido a sólido. La succión, la deglución
y la masticación son funciones
necesarias para el correcto desarrollo de
los órganos articulatorios.
La hora de la alimentación requiere
tiempo y tranquilidad para ser realizada
correctamente.
.
19. Mi mamá y yo compartimos momentos muy
especiales cuando contamos un cuento
20. Procura leer cuentos a tu hijo a diario. Puede
ser para él “la hora mágica del cuento”, quizás
por la noche.
Los cuentos estimulan la imaginación,
favorecen el aprendizaje del vocabulario y la
comprensión.
A través de los cuentos, logramos un espacio
de comunicación y afecto.
Compartir cuentos con los pequeños ayuda a
crear hábitos de lectura.
21. Recuerda:
Los cuentos deben ser presentados de forma atractiva, comenzar
hablando sobre los dibujos de la portada, relacionándolo con la
experiencia propia, con lo que saben o hacen.
Cuenta el cuento utilizando palabras conocidas por el niño e
incorpora otras nuevas que enriquezcan su vocabulario.
Si realiza gesticulaciones y onomatopeyas mientras relatas
resultará más atractivo.
A través del cuento podemos jugar a muchas cosas: predecir lo
que viene a continuación, buscar distintos finales, contar el
cuento incluyendo disparates, mezclar personajes de diferentes
cuentos, convertir al niño en protagonista y que modifique el
cuento a su gusto.
Que el niño relate con sus propias palabras el cuento, la
secuencia de los acontecimientos.
Que opine sobre lo que le ha gustado, que exprese sus
sentimientos e ideas sobre el cuento.
22. Cuando mi papá se pone a mi altura para
hablarme, lo entiendo mejor.
Si tu hijo no es muy hablador, anímale a continuar la
conversación utilizando estos trucos:
Colócate frente al niño y a su altura para que pueda
mirarte directamente a los ojos.
Abre los ojos expectante y … espera .
Sonríele.
Di sin voz la palabra que queremos que diga y aguarda.
Acerca tu cabeza mostrando que lo escuchas con
interés.
23. No es bueno que me dejen ver la tele tanto tiempo,
porque me perjudica, sería mucho mejor que me
ayudasen a elegir los programas más adecuados y los
comentaran conmigo.
Los niños que ven mucho la televisión desarrollan una
actitud pasiva.
La televisión no fomenta la comunicación, no
responde a sus preguntas.
Habla con tu hijo sobre el contenido de los programas.
24. Acuérdate Mafalda, el aire siempre se toma por la nariz,
¡fíjate cómo se infla la barriga!
Acostumbra a tu hijo a tomar el aire por la nariz, así
evitas:
- Ronqueras.
- Infecciones del aparato respiratorio.
- Problemas de articulación.
- Deformación de los dientes.
- Deformación del paladar.
25. Me gusta jugar a soplar, y así aprendo
a respirar mejor.
Los juegos de soplo estimulan la
respiración de tu hijo.
Regálale objetos como matasuegras,
globos, pompas de jabón, molinillos, pitos,
flautas, etc.
26. ¡Qué divertido es jugar con instrumentos
musicales, me permiten realizar distintos ritmos
y tonos!.
Los instrumentos musicales permiten fomentar una
educación auditiva:
Facilitan el desarrollo del ritmo.
Permiten distinguir las diferentes cualidades de los
sonidos (timbre, intensidad, tono).
Todo ello le facilita la discriminación auditiva de los
sonidos del habla.
¡Qué sonidos tan divertidos hacen algunos
animales, me gusta jugar a averiguar cuales
son!
En los juegos con tus hijos, incluye objetos y
actividades sonoras.
Juega a discriminar sonidos similares y a identificar el
objeto que los produce
27. Jugando a hacer ruidos y sonidos nos divertimos y
aprendemos.
El juego es una de las mejores maneras de que
los niños aprendan a comunicarse y llevarse bien
con los demás.
El lenguaje se desarrolla a través del juego y de la
interacción, tanto con el adulto como con sus
iguales.
El juego es social, divertido y fomenta el respeto
del turno.
A hablar se aprende hablando.
28. Papá, mamá, ustedes hablan mucho y no me dejan
participar. Me gustaría que me dejaran hablar a mí
también, tengo muchas cosas que decir.
Nuestros hijos también tienen algo interesante
que decirnos, inclúyele en tus conversaciones,
hazle ver que su opinión también cuenta.
Es importante respetar los turnos en la
conversación, debemos enseñarle, con nuestro
ejemplo, a hablar uno primero y otro después.
29. Nos gusta cantar canciones, decir poesías, retahílas,
adivinanzas. Las aprendemos enseguida y nos divierte
mucho.
El aprendizaje de canciones favorece el ritmo, la
entonación, la memoria, la relajación, aspectos
fundamentales para el lenguaje.
La repetición de canciones favorece la fluidez del
habla y ayuda a mejorar la pronunciación.