Este documento describe la meningitis, una inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, generalmente causada por infecciones. Detalla los principales agentes etiológicos como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Neisseria meningitidis, así como los síntomas y signos clínicos que varían según la edad del paciente. También cubre el diagnóstico, tratamiento, prevención y profilaxis de la meningitis.
4. AGENTES ETIOLÓGICOS
Streptococcus • Transmisión de persona a persona
pneumoniae. • Resistencia a la penicilina y a otros antibióticos
• 90% de los casos.
Haemophilus • Menores de cinco años,
influenzae. • Persona a persona a través de gotas contaminadas
con secreciones nasofaríngeas.
Neisseria • diplococo Gram negativo.
• Se transmite de persona a persona por inhalación de
meningitidis gotas
5. • Fiebre
• Dolor de cabeza
• Rigidez de nuca
• Vómitos
• Congestión nasal
• Fotofobia
6.
7. Niños de 1 - 3 meses.
• Irritabilidad
• Disminución del apetito
• Fiebre
• Letargia,
• Llanto de tono agudo,
• Convulsiones,
• Vómito, distensión abdominal e ictericia.
• Abombamiento de la fontanela y la separación de
suturas pueden ser de aparición tardía.
• El hallazgo aislado de una fontanela abombada a
esta edad es un signo poco sensible de
meningitis.
• La hipotonía y las petequias pueden ser
frecuentes
8. Niños de 4 meses a 2 años.
• Fiebre persistente, irritabilidad y
vómito con somnolencia, anorexia,
confusión y letargia.
• La obnubilación, el coma y las
convulsiones indican un proceso
avanzado y de mal pronóstico.
• El abombamiento de la fontanela
acompañado de signos locales de
irritación meníngea como Kernig y
Brudzinski son menos comunes al
inicio del proceso
9. Niños mayores de 2
años de edad:
• Alteración de la conciencia,
náuseas, vómito, cefalea,
mialgias, fotofobia y astenia.
• Fiebre, cefalea, ataxia, rigidez
de nuca y deterioro
pronunciado de la conciencia.
10. • Síndrome de hipertensión intracraneana.
• Se caracteriza por nivel de conciencia deprimida, reacción pupilar con o sin
midriasis, paresia del VI par, inestabilidad cardiovascular, deterioro de la
función respiratoria, hiperreflexia y espasticidad con postura anormal o
tendencia al opistótonos.
• Convulsiones prolongadas o refractarias al tratamiento.
• Anormalidades electrolíticas: Hipoglicemia, la hipocalcemia e hiponatremia.
• Hemorragia subaracnoidea.
• Síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética SIHAD
(aumentada).
11. Apoyo diagnóstico.
• Hemograma completo.
• Plaquetas.
• Velocidad de eritrosedimentación.
• Proteína C reactiva.
• Glicemia (antes de punción lumbar).
• Hemocultivo.
• Radiografía de tórax. ( Según cuadro clínico)
• Punción lumbar: coloración de Gram, prueba de látex y cultivo. (Es el estándar de oro
para diagnosticar una meningitis bacteriana aguda; la positividad del cultivo en casos de
meningitis que no hayan recibido antibióticos previos a la punción lumbar, fluctúa entre el
70 y 90%.)
• Tomografía axial computarizada (Casos sospecha de hipertensión intracraneana).
14. CARACTERÍSTICAS DEL LÍQUIDO
CEFALORRAQUÍDEO SEGÚN LA PROBABLE
ETIOLOGÍA DE INFECCIÓN
Contraindicaciones de la punción lumbar:
• Compromiso cardiorrespiratorio o hemodinámico.
• Signos de aumento importante de la presión intracraneana o riesgo inminente de herniación
cerebral: anisocoria o midriasis no reactiva, deterioro rápido del estado de conciencia,
papiledema, tríada de Cushing (bradicardia, hipertensión, respiración irregular), postura de
descerebración o decorticación.
• Infección de la zona por la cual debe pasar la aguja para la obtención del LCR.
• Historia o signos de un síndrome hemorrágico.
• En casos de trombocitopenia, se deben sopesar los riesgos; si es necesario se puede hacer
transfusión con plaquetas, antes de realizar la punción lumbar.
15. • Si se puede determinar el germen causal mediante el estudio
de líquido cefalorraquídeo se debe instaurar tratamiento
antibiótico específico.
16. • Medidas generales.
• Bajo condiciones ideales el paciente con meningitis bacteriana aguda debe ingresar a una
unidad de cuidados intensivos durante las primeras veinticuatro a cuarenta y ocho horas para
prevenir y tratar complicaciones precozmente.
• Si no es factible, el paciente debe permanecer en un área de cuidado con aislamiento y
supervisado durante la fase aguda de la enfermedad.
• Mantener nada por boca.
• Tomar signos vitales cada cuatro horas para anticipar choque, signos de hipertensión
intracraneana y deshidratación.
• Cuantificar el peso diariamente, monitorizar deshidratación y secreción inadecuada de hormona
antidiurética.
• Medir perímetro cefálico diario en los niños menores de dos años (si aplica a la edad).
• Realizar balance hídrico cada seis u ocho horas.
• Colocar respaldo a treinta grados.
• Administrar líquidos intravenosos de acuerdo a la edad y balance hídrico.
• Suministrar oxigenoterapia en casos de dificultad respiratoria.
• Proveer ventilación asistida en casos de insuficiencia respiratoria.
17.
18. COMO SE PUEDE PREVENIR ?
Vacunación
Quimioprofilaxis.
19. • Prevención y profilaxis.
• Reforzar la vacunación universal contra H. influenzae tipo b y neumococo.
• En las infecciones por H. influenzae a todos los contactos domiciliares menores de cuatro
años de edad se les debe indicar: Rifampicina 20 mg/Kg/ día V.O con un máximo de 600 mg
en unidosis por cuatro días. En menores de un mes 10 mg/Kg/día V.O una vez al día por
cuatro días.
• En las infecciones por N. meningitidis, en contactos domiciliares y otros contactos íntimos
(contactos escolares, personas que hayan comido/ dormido con el paciente por lo menos
cuatro horas diarias con en paciente en un radio de un metro2 en los siete días anteriores al
inicio de la enfermedad), personal de salud en contacto con secreciones orales del paciente:
Rifampicina 20 mg/Kg/día (10 mg/Kg/día en el menor de un mes) PO fraccionados en dos
dosis por dos días.