2. La clasificación bioquímica las cataloga en
dos tipos l y ll esta ultima con tres subtipos
lla, llb,llc.
Y la clasificación citológica funcional las
divide en fibras de contracción rápida y de
contracción lenta.
3. Las fibras rápidas son de gran diámetro. Contienen miofibrillas densas, grandes
reservas de glucógeno, y las mitocondrias son relativamente escasas. La tensión
producida por una fibra muscular es directamente proporcional a la cantidad de
sarcómeros, por lo que los músculos dominados por las fibras rápidas producen
fuertes contracciones.
Respecto a la fatiga, las fibras rápidas se agotan con rapidez debido a que sus
contracciones requieren el uso de ATP en cantidades masivas, la actividad tan
prolongada es apoyada principalmente por el metabolismo anaeróbico
Las fibras lentas: las fibras lentas son sólo la mitad del diámetro de las fibras
rápidas y se toman tres veces más tiempo para contratar después de la
estimulación. Las fibras lentas son diseñadas para que puedan continuar trabando
por períodos prolongados. El tejido muscular lento contiene una red más extensa
de capilares que los tejidos musculares de contracción rápida y por lo tanto tiene
un suministro de oxígeno mucho más alto.
Para que las reservas de oxígeno y el suministro de sangre sea más eficiente, las
mitocondrias de las fibras lentas pueden contribuir más ATP durante la
contracción. Por lo tanto, las fibras lentas son menos dependientes del
metabolismo anaeróbico que las fibras rápidas. Las fibras lentas contienen más
mitocondrias que las fibras rápidas.
4.
5. La actividad física requiere adaptaciones del
sistema respiratorio, y así la realización de un
ejercicio exige un aumento de la frecuencia y
la amplitud respiratoria.
6. El consumo de oxigeno es un parámetro
fisiológico que expresa la cantidad de
oxigeno que consume el organismo.
La cuantificación de este parámetro permite
cuantificar el metabolismo energético.
Cuando se eleva el acido láctico a un nivel de
gran inflexión se denomina umbral de
anaerobiosis, el cual comienza cuando el
consumo del oxigeno es aproximado del 65%
del VO2 max.
7.
8. Es la medida de la cuantía del oxigeno que
puede difundirse desde los alveolos a la
sangre.
Esto se expresa por milímetro que se difunde
por minuto .
9.
10. Cuando se realiza un trabajo muscular
importante el flujo sanguíneo hacia los
músculos debe aumentarse, por lo que se
producirá una vasodilatación.
Otras adaptaciones son:
Aumento del gasto cardiaco
Aumento de la presión sanguínea
Modificaciones del diámetro de las arteriolas.
11. El gasto cardiaco se incrementa dependiendo
de la actividad física realizada, pidiendo
llegar a valores muy superiores a los del
reposo.
Durante el ejercicio aumenta la frecuencia
cardiaca. La persona sedentaria que realiza ve
como su frecuencia cardiaca aumenta sin
alcanzar un punto de equilibrio, al llegar a
valores máximos se ve obligado a cesar la
actividad.
12. Variaciones eritropoyeticas: una sesión de
ejercicio puede modificar los índices
hematológicos de la sangre y afectar el
proceso eritropoyètico de la medula ósea.
en los deportistas de elite, se presenta una
disminución el los niveles de hierro, debido a
distintos factores como lo son:
Expansión plasmática postentrenamiento
Aumento de la hemolisis
Descenso de la ingesta de hierro
Alteraciones en la eritropoyèsis.
13. Existe un marcado aumento de los glóbulos
blancos tras la realización del ejercicio.
Este aumento se produce por los linfocitos en
ejercicios intensos y de corta duración, y de
los neutrófilos en ejercicios de larga duración
14. Hormona del crecimiento: Crecimiento de
musculo, tejido conjuntivo y huesos.
Tirotropina: aumenta el metabolismo, dicho
efecto parece no ser constante.
Corticotropina: Movilización de las grasas,
degradación de proteínas y aumento de la
gluconeogénesis.
Insulina: mayor consumo de esta por células
musculo esqueléticas.
15.
16. González Gallego J, Sánchez Collado P,
Mataix Verdú J. Bases fisiológicas del
ejercicio. En: González Gallego J, Sánchez
Collado P, Mataix Verdú J, editores. Nutrición
en el deporte Ayudas ergogénicas y dopaje.
España: Díaz de Santos; 2006. p. 125-46.