2. Entre la informalidad de las relaciones familiares y la formalidad de las escolares, los
niños y las niñas de segundo grado han dado pasos importantes hacia
su apreciación objetiva del mundo.
Estos infantes han comenzado a adquirir conciencia de los límites impuestos por
la propia realidad.
En su conducta, se manifiestan los siguientes cambios:
Saben ya descifrar la escritura y han sobrevivido un año de adaptación a un medio
escolar que les era ajeno.
Se reconocen diferentes de los otros, aunque todavía les falte mucho para comenzar
a construirse a sí mismos en los otros. Estos cambios socio afectivos y cognitivos
son paralelos a cambios corporales importantes.
Los niños y niñas de siete años comienzan a mudar su dentición y a aumentar su
talla y su peso. Tales variaciones, para ellos incomprensibles, les producen
incomodidad, pero tienen el efecto de concentrar su interés en los cambios que
suceden no sólo en sus cuerpos sino también en los ocurridos en otros cuerpos.
Se intensifica así, su curiosidad investigadora y comienzan a preguntarse acerca de
las causas lógicas de los fenómenos.
Les interesa el desarrollo de la anatomía y se hacen, más o menos conscientes, una
pregunta clave: "¿de dónde provengo?". Su interés por los procesos de concepción y
embarazo aumenta conforme son más drásticos los cambios en su propio cuerpo.
Es éste el momento de aprovechar su afán investigador y su deseo de contacto
con el mundo para estimular el abandono de la timidez o de la prepotencia, de la
indiferencia y de las conductas subjetivas que inhiben la socialización. Es ahora
cuando debe fomentarse en él la práctica de la lectura para que puedan entrar en
contacto por sí mismos, en la medida de sus capacidades, con las grandes
realizaciones de la cultura humana y las actitudes de tolerancia y solidaridad que
deben dirigir la vida de toda persona.