El documento describe el desarrollo cognitivo del adolescente. Explica que la adolescencia surgió como resultado de cambios sociales en el siglo XIX y XX que aumentaron la dependencia de los jóvenes. Durante la adolescencia, los individuos desarrollan el pensamiento formal que les permite razonar sobre lo abstracto y hipotético. Sin embargo, el desarrollo intelectual depende del ambiente y la influencia positiva del mismo.
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Desarrollo cognitivo del adolescente
1. Desarrollo cognitivo del adolescente
Autor:Paulo Arieu
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Se considera que la adolescencia, tal como hoy día la entendemos, es la consecuencia colateral
de un conjunto de cambios producidos a finales del siglo XIX y principios del XX derivados
principalmente de la Revolución Industrial (aumento de la demanda de mano de obra cualificada,
división especializada del trabajo, separación entre el trabajo y la vida familiar, etc.) y que se
plasmaron respecto a la población no adulta en leyes de leyes de protección al menor
(principalmente las relacionadas con la implantación de sistemas obligatorios de educación
pública). Una de las consecuencias resultó ser un aumento del grado de dependencia de los
jóvenes (expresado por ejemplo en la disminución de la tasa de empleo juvenil) respecto a la
estructura de poder de los adultos y su distinción como grupo social diferenciado. La
adolescencia, tal como documentó la antropóloga Margaret Mead (1928) respecto a los jóvenes
de Samoa, puede tener perfiles distintos cuando la sociedad en la que crecen los jóvenes es muy
diferente. Así, en la sociedad samoana, en aquel momento, no se producía una separación tan
tajante como en las sociedades occidentales entre niños y adultos. Igualmente, los jóvenes tenían
2. acceso a una serie de experiencias (presenciar con naturalidad las relaciones sexuales, cómo
nacen los bebés, la muerte, realización de tareas importantes para la comunidad, participación en
juegos sexuales, definición clara del rol adulto, etc.) no tan comunes en nuestro contexto.
El resultado, según la autora, era una transición más suave, con menos turbulencias y estrés que
en nuestras sociedades. La adolescencia es el proceso de transición de la infancia a la edad adulta
en el que están implicados factores biológicos, psicológicos y sociales que determinan su
variabilidad y su duración. En sociedades occidentales como la nuestra se observa una tendencia
al alargamiento de este periodo, tanto en su inicio como en su finalización, contribuyendo a que
el segmento de la población adolescente se constituya como un grupo social cada vez más
diferenciado.
El proceso de crecimiento y cambio en las capacidades intelectuales / mentales tales como
pensamiento, razonamiento y comprensión se produce con la llegada de la adolescencia. Al final
del proceso de desarrollo, el adolescente logrará no sólo comprender la realidad que le rodea,
sino conocer y comprender lo posible, lo probable, lo lejano, lo abstracto. Será capaz de llegar al
estadio intelectual más evolucionado, más propiamente humano,estadio en el desarrollo
intelectual que se conoce como el pensamiento formal. Adquirirá capacidad de forma progresiva
para valorar distintas posibles soluciones a un problema, prever las consecuencias de actuaciones
presentes. Tendrá la capacidad crítica para relacionar realidades concretas con reglas generales o
abstractas y podrá reflexionar sobre diferentes realidades posibles.
A medida que vaya dominando con eficacia estas nuevas capacidades, disfrutará conversando
con sus amigos sobre las realidades trascendentales de la vida, hará uso de la crítica, al principio
de manera muy tajante, y será capaz de delimitar sus aspiraciones de futuro de una manera
3. realista. Durante la adolescencia, el cerebro está experimentando muchos cambios. La materia
gris disminuye a medida que las conexiones neurales son podadas. A los 11 o 12 años se suele
producir un cambio brusco en la manera de pensar de los chicos y chicas. Reúne algunas
características del nuevo estadio aunque aún es muy rudimentaria. Pero no será hasta los 20 años
o más cuando bastantes de nuestros hijos alcanzarán una cierta plenitud del pensamiento formal.
El desarrollo emocional produce cambios en la manera en que el adolescente interactúa con su
familia, amigos y compañeros. Estos cambios están formados por la combinación única de genes,
desarrollo del cerebro, ambiente, experiencias con la familia y amigos, comunidad y cultura del
adolescente.La pubertad, y con ella los cambios físicos y fisiológicos que la determinan, es un
cambio necesario y predecible que acaece con escasa participación de las influencias del medio.
Sin embargo, las habilidades intelectuales propias del pensamiento formal constituyen un cambio
que no necesariamente se da en todos los individuos y que depende de las influencias del
ambiente. Los cambios físicos de la pubertad son fruto de la dotación genética, sin embargo, los
cambios en la estructura del pensamiento necesitan la influencia positiva del ambiente. Se ha
podido llegar a esta afirmación tan rotunda al constatarse que, en algunas de las sociedades,
ninguna persona adulta demostraba competencia para superar con éxito algunas pruebas que
requerían habilidades intelectuales propias del pensamiento formal y que no habían sido
desarrolladas previamente.
En la adolescencia surge la facultad del pensamiento hipotético, lo cual confiere una capacidad
especial para pensar en términos de lo posible, permitiendo especular y razonar más allá de la
realidad tangible. En la otra cara de la moneda, eso también comporta los típicos peligros de esta
edad, puesto que pueden caer en una serie de errores al construir conceptos equivocados sobre sí
4. mismos, por ejemplo, un excesivo egocentrismo (nadie me comprende, lo que a mí me ocurre es
diferente de lo que le ocurre a los demás...); considerarse invencibles (soy eternamente joven, da
igual lo que beba, lo que coma, lo que fume o lo que haga con mi cuerpo porque no pasa nada), o
destinados a un destino heroico o desear hacer grandes cosas, que nada tienen que ver con esta
rutina desagradable y aburrida en la que creen que se ha convertido su vida. Es esta una edad
especialmente apta para el estudio, ya que son capaces de desarrollar un óptimo razonamiento
deductivo por el cual, a partir de una regla general se extraen inferencias lógicas , así como un
razonamiento inductivo (a partir de casos particulares establecer cuál sería el principio general a
considerar). El desarrollo de la memoria estará muy influenciado por correctos hábitos de
estudio, la metodología de aprendizaje y la educación, así como por la enorme dependencia
cultural del entorno donde el joven viva. Por entorno entiéndase tanto el entorno de su familia,
como la influencia de sus compañeros y amigos, y la capacidad de los profesores para hacerles
atractivas las materias de estudio, para motivarlos y para darles sentido al esfuerzo que supone
los difíciles estudios que a partir de esta edad se programan.
La pubertad, y con ella los cambios físicos y fisiológicos que la determinan, es un cambio
necesario y predecible que acaece con escasa participación de las influencias del medio. Sin
embargo, las habilidades intelectuales propias del pensamiento formal constituyen un cambio
que no necesariamente se da en todos los individuos y que depende de las influencias del
ambiente. Los cambios físicos de la pubertad son fruto de la dotación genética, sin embargo, los
cambios en la estructura del pensamiento necesitan la influencia positiva del ambiente. Se ha
podido llegar a esta afirmación tan rotunda al constatarse que, en algunas de las sociedades,
ninguna persona adulta demostraba competencia para superar con éxito algunas pruebas que
requerían habilidades intelectuales propias del pensamiento formal y que no habían sido
5. desarrolladas previamente. Los adolescentes son intensamente curiosos y tienen una amplia
gama de actividades intelectuales. Pueden mostrar desinterés en temas académicos
convencionales, pero son intelectualmente curiosos sobre el mundo y ellos mismos. Y suelen
preferir experiencias de aprendizaje activas sobre las pasivas.
Bibliografía
imagen n1. http://desarrollocognitivoyorsh.blogspot.com/
Mead, M. (1928). Coming of age in Samoa. New York: Morrow