Shanto sale de la chabola donde habita en Dhaka, la congestionada capital de Bangladesh, todos los días a las 12 del mediodía. La economía de absoluta subsistencia de su hogar le obliga a pasar sus tardes en cuclillas o sentado en un diminuto taburete en un taller, frente a una pila de objetos de aluminio que debe hacer pedazos con un martillo. Por esa labor recibe seis euros al mes. A una rutina similar se ve obligada Aklima, de 8 años y, en todo Bangladesh, más de 7 millones de niños menores de 14 años. Aklima cocina y limpia en casas de familias y en la suya propia. Shanto y Aklima comparten hoy una oportunidad: la de acceder a la educación primaria gracias al apadrinamiento, la de introducir el futuro en sus vidas como una posibilidad.
Parque Eólico Arauco: Reporte sobre el Estado de Aplicación de Fondos
Las oportunidades del apadrinamiento
1. n46
RevistaIntervida
ONG para el
Desarrollo
Humano y
Sostenible
marzo 2013
Las oportunidades del apadrinamiento
Los municipios se
organizan en Filipinas
para defender los
derechos de los niños
Tercera entrega
del especial ¿A qué
cole vas? en Malí,
Guatemala y Filipinas
Entrevista a Manuela
Mesa y Juanjo Celorio,
expertos en educación
para el desarrollo
2. En portada
LAS
OPORTUNIDADES DEL
APADRINAMIENTO
SHANTO SALE DE LA CHABOLA DONDE HABITA EN DHAKA, LA
CONGESTIONADA CAPITAL DE BANGLADESH, TODOS LOS DÍAS A LAS
12 DEL MEDIODÍA. LA ECONOMÍA DE ABSOLUTA SUBSISTENCIA DE SU
HOGAR LE OBLIGA A PASAR SUS TARDES EN CUCLILLAS O SENTADO
EN UN DIMINUTO TABURETE EN UN TALLER, FRENTE A UNA PILA DE
OBJETOS DE ALUMINIO QUE DEBE HACER PEDAZOS CON UN MARTILLO.
POR ESA LABOR RECIBE SEIS EUROS AL MES. A UNA RUTINA SIMILAR
SE VE OBLIGADA AKLIMA, DE 8 AÑOS Y, EN TODO BANGLADESH,
MÁS DE 7 MILLONES DE NIÑOS MENORES DE 14. AKLIMA COCINA
Y LIMPIA EN CASAS DE FAMILIAS Y EN LA SUYA PROPIA. SHANTO
Y AKLIMA COMPARTEN HOY UNA OPORTUNIDAD: LA DE ACCEDER
A LA EDUCACIÓN PRIMARIA GRACIAS AL APADRINAMIENTO, LA DE
INTRODUCIR EL FUTURO EN SUS VIDAS COMO UNA POSIBILIDAD
Recientes investigaciones acerca
del impacto de los programas de
apadrinamiento en la vida adulta
de las niñas y niños que han participado en ellos muestran resultados positivos en número de años
de escolarización alcanzados, en
oportunidades de mejores empleos
y, ya adultos, de planificación de su
vida familiar. También se observan
mejores condiciones de vivienda y
mayor participación activa en organizaciones del entorno local. Así
lo demuestra una investigación de
la Universidad de San Francisco
publicada en noviembre de 2010 y
dirigida por el profesor de Economía Bruce Wydick.
Luego de haber apadrinado él mismo a varios niños durante años, Bru-
ce Wydick reunió a Paul Glewwe,
economista de la Universidad de
Minnesota, y a Laine Rutledge, de
la Universidad de Washington, para
evaluar el impacto del apadrinamiento sobre la vida de quienes habían
sido apadrinados. Como explican en
el estudio publicado, no había estudios anteriores sobre este tema, y
decidieron llenar el vacío. Bajo el
título ¿Funciona el apadrinamiento
internacional de niños?, los investigadores realizaron un análisis
comparado de más de 10.000 casos en seis países –Guatemala,
Uganda, Filipinas, Kenia, India
y Bolivia– entre niños que habían participado en programas
de apadrinamiento entre 1980 y
1992, sus hermanos y otros niños
que no habían podido acogerse a
3. E n
p o r t a d a
"Colaboro con distintas
organizaciones y
entidades locales porque
es una forma de ayudar.
Si todos ponemos nuestro
granito de arena se puede
hacer mucho. Lo bonito
es cuando el dinero llega
donde tiene que llegar y el
objetivo llega a realizarse".
Ángel Castanedo (Cantabria),
padrino de Intervida desde
1998. Actualmente apadrina
a dos niños de El Salvador:
John Warren y Nahum Alexander.
estos programas. Los resultados
mostraron impactos significativamente positivos, como los ya
mencionados anteriormente, y
a los que podemos agregar, por
ejemplo, un 30% más de posibilidades de completar la educación
secundaria que la media del total
de casos estudiados, así como el
retraso en la edad de matrimonio
y primer embarazo.
“Apadrinar significa para mí adquirir el compromiso de interesarme
por alguien a quien quiero ayudar, en la medida de lo posible, a
mejorar sus condiciones de vida. Me decidí a apadrinar un niño
porque es una forma de contribuir a ayudar a los demás, en este
caso a seres que lo necesitan de verdad. Recomiendo apadrinar,
sé que se está realizando una gran labor en este terreno
y porque es algo que llena de verdad, algo que sirve y
que supone una buena labor social y necesaria”.
Juan Carlos Pla (Alicante), padrino de Intervida desde 1997.
Actualmente apadrina a Jennifer, una niña de El Salvador.
R e v i s t a
I n t e r v i d a
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4. “Me gustaría que todo
el mundo se animara a
apadrinar, es una forma
pequeña de contribuir, pero
si puedo ayudar en algo me
parece fenomenal. Viendo
un día un programa de
televisión se lo dije a mis
hijos y me animé.
Me gustaría hacer más,
ir a verlos”.
María del Carmen Díaz (Asturias),
madrina de Intervida desde 2003.
Apadrina a Fidel Ángel, un niño
de 7 años de El Salvador,
y a Ana, una niña de 8 años
de Guatemala.
“Lo más importante es ayudar a los niños siempre que se pueda.
La sonrisa de un niño, que todos los niños estuvieran bien… sería
maravilloso. Recomiendo apadrinar porque si todos pensáramos
en ello, todo cambiaría. Es una cadena”.
María Teresa Calle (Vizcaya), madrina de Intervida desde el año 2000.
Actualmente tiene dos apadrinados: René Orlando y Sindy Jasmin,
un niño y una niña de El Salvador.
El futuro como posibilidad
Niños huérfanos de las dos guerras
mundiales del siglo XX, de las guerras de China o Corea, y también de
la Guerra Civil española, fueron los
primeros en ver el futuro como posibilidad gracias al apadrinamiento,
ya que este sistema permite pensar
en metas a largo plazo más allá de la
mera subsistencia.
Hoy, más de 75 años después del
surgimiento del apadrinamiento,
muchas cosas han cambiado o, mejor
dicho, se han ido sumando a los pro-
“Mi hija de 10 años y yo estamos muy contentas de apadrinar.
El apadrinamiento permite que ella sepa cómo viven otros
niños y aprenda desde pequeña que es necesario ayudar.
Decidimos apadrinar porque queremos ayudar
a otros niños que lo necesitan”.
María Sandra Heredia (Granada), madrina de Intervida desde 2012.
Apadrina con su hija a Nanci Carolina, una niña de El Salvador.
pósitos y fines iniciales de las organizaciones que practican este mecanismo de solidaridad.
En sus inicios, que se remontan a los
años 20, los esfuerzos se orientaban a
cubrir las necesidades más básicas de
alimentación, educación y salud de
los niños. El último cuarto del siglo
XX ha visto la evolución de las organizaciones de apadrinamiento hacia el
desarrollo integral, sostenible y a largo
plazo. Precisamente el largo plazo se
ha transformado en una de las bazas
del apadrinamiento, dado que permite
acompañar procesos de cambio locales
en periodos prolongados de tiempo.
No obstante, también han sido importantes los cambios introducidos por
las ideas de desarrollo integral y sostenible. La mejora del bienestar y de la
vida digna de los niños llevó a considerar la importancia de las dimensiones biológicas, psicológicas y sociales
del desarrollo humano –integralidad–,
y también la importancia de dotar de
5. “Mi mujer y yo estábamos con ganas de colaborar y, a través
de una campaña, conocimos a Intervida. Nos gustó la labor
que esta organización lleva a cabo y decidimos apadrinar.
Para mí, apadrinar es proporcionar un beneficio a unos
niños que de otro modo no lo tendrían”.
Francisco Porto (Murcia), padrino de Intervida desde 2003.
Actualmente apadrina con Intervida a Brenda María, una niña de El Salvador.
sostenibilidad a los proyectos puestos
en marcha, es decir, de comprender la
prosperidad humana en estrecha relación con los recursos del entorno y con
el futuro de las poblaciones –desarrollo
deseable y posible–.
Si bien los niños y niñas más necesitados del planeta requieren sin ninguna duda apoyo en su desarrollo biopsico-social, las causas de la pobreza
y de la vulnerabilidad que padecen
obligan además a comprender los procesos locales y globales que acentúan y
perpetúan dichas causas. Un ejemplo
de la necesidad de transformar estas
dinámicas se visualiza en lo ocurrido
en el año 2007, año paradojal en que la
humanidad consiguió tres récords: el
de producción agrícola mundial –se superaron los 2.300 millones de toneladas
de grano–, el de personas hambrientas
–se alcanzaron los 873 millones de personas, que llegarían a superar los 1.000
millones en 2009–, y el de beneficios de
las empresas transnacionales de grano.
Y si miramos las tendencias mundiales
desde 1961, vemos que la producción
mundial de cereales se triplicó, en tanto
que la población del planeta se duplicó.
“Debemos aprovechar este vínculo –
explica el director de Cooperación de
Intervida, Albert Tarradellas– para sen-
sibilizar acerca de la situación del niño
y de su contexto, y ser conscientes de
que las causas de dicha situación no
residen en los niños ni en sus familias,
sino en interferencias en el entorno local y global”.
Cambios estructurales a nivel local y a
nivel global, y también cambios individuales en nuestra forma de consumir
y participar en las decisiones públicas
que afectan nuestra vida y la de millones de personas en el mundo son hoy
objetivos de la cooperación internacional y, por ende, de las organizaciones
de apadrinamiento. Estas, además,
tienen una misión: dar testimonio de
una vida cambiada. El apadrinamiento es un punto de inflexión que permite ver el futuro como posibilidad, más
allá de la mera supervivencia. Así ha
sido para Shanto y Aklima en Dhaka,
Aminata en Malí o Eliseo Samuel en
Nicaragua.
Gonzalo de Castro
“Mi marido y yo decidimos apadrinar porque creemos que
tenemos que proteger a la infancia. Si lo hacemos
todo irá sobre ruedas. Ellos son el futuro”.
Ana Belén Alcázar (Jaén), madrina de Intervida desde 1999. Actualmente
apadrina a Nidia Mercedes, una niña de 9 años de El Salvador.
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R e v i s t a
I n t e r v i d a
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