El documento proporciona orientaciones sobre cómo planificar las competencias básicas en la programación escolar. Explica que las competencias básicas deben ser el elemento organizador e integrador del currículo y sugiere diseñar tareas y proyectos complejos que movilicen distintos conocimientos y habilidades de los estudiantes. También recomienda que la evaluación busque evidencias del desempeño de los estudiantes a través de la resolución de tareas.