2. Se clasificaron como miembros de la familia
Rabdoviridae, pero después se han clasificado de
nuevo como filovirus.
Estos son virus filamentosos de ARN de
cadena negativa y dotados de envoltura.
Estos microorganismos provocan fiebres
hemorrágicas graves o mortales, y son
endémicos de África. La notoriedad del virus
Ébola aumentó en 1995 tras un brote de la
enfermedad en Zaire, y en 1996 en Gabón.
3.
4. ESTRUCTURA Y REPLICACIÓN
Los filovirus poseen un genoma de ARN
monocatenario (4,5 x 106 Da) que codifica siete
proteínas.
Los viriones forman filamentos con envoltura de
un diámetro de 80 nm, aunque también pueden
adoptar otras formas.
Su longitud puede variar desde 80 nm hasta 1400
nm.
5. La nucleocápside es helicoidal y se halla en el
interior de una envoltura que contiene una
glucoproteína.
El virus se replica en el citoplasma, de manera
semejante a los rabdovirus.
6. PATOGENIA
Los filovirus se multiplican con eficiencia,
produciendo grandes cantidades de partículas
víricas y origina una extensa necrosis tisular en
las células parenquimatosas del hígado, el bazo,
los ganglios linfáticos y los pulmones.
La rotura de las células endoteliales que provoca
una lesión vascular se puede atribuir a la
glucoproteína Ébola.
Las cepas con mutaciones en esta proteína
carecen del componente hemorrágico de la
enfermedad.
7. PATOGENIA
La extensa hemorragia que se produce en los
pacientes afectados provoca edema y shock
hipovolémico.
8. EPIDEMIOLOGÍA
La infección por el virus de Marburgo se detectó
por primera vez entre empleados de un
laboratorio de Marburgo, Alemania, que habían
estado en contacto con tejidos de monos verdes
africanos aparentemente sanos.
Se han observado casos raros de infección por el
virus de Marburgo en Zimbabwe y Kenia.
El virus Ébola recibió su nombre del río de la
República Democrática del Congo (antiguo Zaire)
en que se descubrió.
9. EPIDEMIOLOGÍA
Se han producido brotes de la enfermedad por el
virus Ébola en la República Democrática del
Congo y en Sudán.
Durante estos brotes, el virus Ébola presenta tal
virulencia que elimina la población vulnerable
antes de lograr diseminarse en grandes
extensiones.
Sin embargo, hasta el 18% de la población de las
zonas rurales de África central presenta
anticuerpos frente a este virus, lo que indica que
también se producen infecciones subclínicas.
10. EPIDEMIOLOGÍA
Estos virus pueden ser endémicos en los monos
salvajes, y pueden transmitirse de los monos al
ser humano y entre individuos.
El contacto con el animal que actúa como
reservorio o el contacto directo con sangre o
secreciones infectadas puede diseminar la
enfermedad.
Estos virus se han transmitido a través de
inyecciones accidentales y el uso de jeringas
contaminadas.
11. EPIDEMIOLOGÍA
Los profesionales sanitarios que atienden a los
pacientes y los manipuladores de los monos son
los que presentan un riesgo mayor de contraer la
infección.
12. ENFERMEDADES CLÍNICAS
Los virus de Marburgo y Ébola son las causas
más graves de las fiebres hemorrágicas.
La enfermedad suele debutar con síntomas de
tipo gripal como cefalea y mialgias.
Al cabo de pocos días aparecen náuseas, vómitos
y diarreas; también puede formarse un
exantema.
Posteriormente se observan hemorragias en
múltiples puntos, especialmente el tubo
digestivo, falleciendo hasta el 90% de los
pacientes con un cuadro clínico manifiesto.
13. ENFERMEDADES CLÍNICAS
El brote registrado en Kikwit, República
Democrática del Congo, en el año 1995 ocasionó
la muerte de 245 personas.
14.
15. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Todas las muestras procedentes de pacientes en
los que se sospeche una infección por filovirus se
deben manipular con extremo cuidado con el ñn
de evitar una infección accidental.
La manipulación de estos virus exige un nivel 4
de aislamiento, del que no se dispone con
frecuencia. El virus de Marburgo puede crecer
rápidamente en cultivos tisulares (células Vero),
mientras que el aislamiento del virus Ébola exige
la inoculación de animales (p. ej., cobaya).
16. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Las células infectadas tienen grandes
corpúsculos eosinofílicos de inclusión
citoplásmíca. Los antígenos víricos se pueden
detectar en los tejidos mediante análisis de
inmunofluorescencia directa, y en líquidos
mediante inmunoanálisis de absorción ligado a
enzimas (ELISA).
Se puede recurrir a la amplificación PCR-TI, del
genoma vírico en las secreciones, con el ñn de
confirmar el diagnóstico y minimizar la
manipulación de las muestras.
17. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
La inmunoglobulina (Ig) G y los anticuerpos IgE
frente a los antígenos de filovirus se pueden
detectar por inmunofluorescencia, ELISA, o
radioinmunoanálisis.
18. TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y
CONTROL
En pacientes con infecciones por filovirus se ha
estudiado la administración de sueros que
contenían anticuerpos y de interferón.
Los pacientes infectados se deben someter a
cuarentena, y los animales contaminados se
deben sacrificar.
La manipulación de los virus o material
contaminado requiere procedimientos de
aislamiento muy estrictos (nivel 4).