Caracteristicas y evolucion de la arquitectura del hierro version resumida
1. DESCRIBE LAS CARACTERÍSTICAS Y EVOLUCIÓN DE LA
ARQUITECTURA DEL HIERRO EN EL SIGLO XIX, EN RELACIÓN CON
LOS AVANCES Y NECESIDADES DE LA EVOLUCIÓN INDUSTRIAL
VERSIÓN RESUMIDA
2. Los avances de la Revolución
Industrial repercutieron
directamente en la
arquitectura, tanto por:
• La posibilidad de disponer
de nuevos materiales
(hierro, vidrio, acero,
hormigón…) y técnicas.
• Por las nuevas necesidades
vinculadas a la nueva
sociedad que se estaba
creando (espacios amplios
para fábricas, grandes
puentes, estaciones de
tren, salas de exposiciones,
puentes, hospitales,
mercados, escuelas…)
3. Entre los nuevos materiales hay que
señalar la importancia del uso del
hierro, que se va a producir de forma
masiva, al sustituir el carbón vegetal
por la hulla, el proceso de
coquificación y la fundición en altos
hornos alimentados por carbón de
coque.
Se empleará para elaborar
maquinaria, locomotoras, vías de
ferrocarril… y más tarde en la
arquitectura.
LOS NUEVOS MATERIALES
Coalbrookdale de noche, Philipp Jakob Loutherbourg. 1801
Diversos avances técnicos darán lugar a progresos
en la siderurgia, que permitirán producir hierro de
mejor calidad y más versátil y más adelante, acero:
fundido y colado de Darby, pudelado y laminado de
Henry Cort, Convertidor Bessemer para el acero.
4. El hierro se había empleado en la
arquitectura como material
complementario.
A partir de la Rev. Industrial se va a
convertir en el material fundamental de
la arquitectura, pues:
• Puede producirse en gran cantidad.
• Pueden fabricarse muchos elementos
iguales y a bajo precio y
transportarse hasta el lugar de la
obra y ensamblarse allí directamente.
LOS NUEVOS MATERIALES
Abraham Darby III, Thomas Farnolls
Pritchard, Puente de Coalbrookdale, 1781
• Permite una construcción
estandarizada, rápida y barata,
apta para las necesidades de la
sociedad industrial y urbana.
• Puede moldearse en las formas
deseadas, ensamblarse con otras
piezas.
• Es muy resistente y soporta
mejor que la madera los
incendios.
5. El otro gran nuevo material será el
vidrio, que se producía mediante
técnicas artesanales.
Los avances técnicos permitieron
elaborar vidrios más delgados, de
mayores tamaños y mejor calidad.
Al asociarse a los nuevos soportes
de hierro de los edificios, los muros
y los techos podrán ser sustituidos
por grandes armazones de hierro
que soportan grandes vidrios y
permitirán crear espacios interiores
con aspecto diáfano, ligero.
.
LOS NUEVOS MATERIALES
6. A finales de siglo, se desarrollarán el acero,
más durable y resistente que el hierro, y el
hormigón artificial, tipo Portland, que se se
convertirán en materiales fundamentales
para los “esqueletos” estructurales de la
nueva arquitectura del siglo XX.
Junto con los nuevos materiales, surgen
también nuevas técnicas constructivas, que
permitirán construir edificios hasta entonces
inimaginables a precios razonables y con una
rapidez nunca vista: moldeado, remachado,
soldado, prefabricación y ensamblaje de
elementos a pie de obra.
LOS NUEVOS MATERIALES
7. La nueva sociedad urbana, capitalista e industrial que surge tras la Rev. Industrial tiene
problemas arquitectónicos nunca planteados anteriormente, como enormes espacios para
grandes fábricas y estaciones de ferrocarriles, salas de exposiciones de la nuevas tecnologías
que se inventan, puentes, hospitales, mercados, escuelas, almacenes, etc.
Todos ellos eran elementos funcionales, necesarios para satisfacer el desarrollo de las
grandes ciudades industriales y que debían construirse rápidamente para la creciente
población y, a ser posible, a costos moderados.
Los nuevos materiales producidos de modo industrial y las nuevas técnicas harán posible
satisfacer estas necesidades de un modo eficiente.
LAS NECESIDADES
Estación de St. Pancras, Londres, 1869
8. Los primeros en aprovechar las posibilidades
arquitectónicas del hierro fueron a finales del
siglo XVIII los ingenieros británicos para obras
de ingeniería civil, especialmente la
construcción de puentes, pues les permitía
construir arcos muy amplios y salvar grandes
distancias y desniveles de un modo rápido y
barato.
En el Puente de Coalbrookdale los ingenieros
utilizaron racionalmente el hierro de acuerdo
con sus posibilidades estructurales, adoptando
los puentes la forma dictada por las
necesidades estructurales y renunciando a los
elementos arquitectónicos clásicos, sin ocultar
el material empleado, dejando el hierro a la
vista.
Abraham Darby III, Thomas Farnolls
Pritchard, Puente de Coalbrookdale,
1781
La forma de los elementos arquitectónicos
vendrá dada por el estudio de los materiales,
sus fuerzas, resistencias… En pocos años
llegaron a construirse los primeros puentes
colgantes, salvando distancias increíbles hasta
ese momento.
Puente de Menai, 1826
9. El hierro colado también podía fundirse
en moldes en forma de columnas
prefabricadas y convertirse en elemento
de soporte para la arquitectura fabril,
como los tradicionales pilares o columnas
de madera, pero resistiendo mucho mejor
los incendios.
Se convirtió en el elemento fundamental
para las fábricas de hilaturas inglesas,
tanto como soporte como para las vigas y
los ventanales, como en la famosa
Ditherington Flax Mill.
Su empleo permitió alzar grandes fábricas
de varios pisos y a un coste muy
razonable, mediante una estructura de
vigas o pilares de hierro fundido y con
muros y cubiertas de ladrillo, que apenas
sostenían el edificio y en los que pudieron
abrirse grandes ventanales.
La estructura de cada planta podía
repetirse de modo racional y
estandarizado en las sucesivas.
Charles Bage: Ditherington Flax
Mill, 1796-97
10. Pese a las evidentes ventajas de los nuevos
materiales y técnicas empleadas por los
ingenieros en las nuevas fábricas máquinas u
obras de ingeniería civil, los arquitectos,
formados en las tradicionales y academicistas
Academias o Escuelas de Bellas Artes,
ofrecieron grandes resistencias al empleo de
estos nuevos materiales y técnicas, al
considerar sus resultados como algo
antiestético.
Los arquitectos fueron reacios a emplear
estos nuevos materiales salvo de modo
decorativo u oculto, abriéndose una pugna
entre arquitectos (artistas) e ingenieros
(técnicos), que perdurará a lo largo de todo el
siglo XIX:
- el arquitecto se basaba en la tradición y
estaba interesado sobre todo en la creación de
algo bello;
- el ingeniero, empleaba las nuevas técnicas y
materiales y le preocupaba la utilidad y la
eficiencia, siendo su cometido principal
solucionar problemas.
11. Esto condujo a dos visiones de la
arquitectura contrapuestas:
• Gran parte de los arquitectos optaron
por recrear las formas de la arquitectura
del pasado, volviendo a los estilos
artísticos de períodos anteriores y
empleando los nuevos materiales tan
solo con pretensión decorativa u
ocultándolos en el interior
historicismo y eclecticismo.
• Por su parte, los ingenieros eran
defensores de explotar los avances de la
Revolución Industrial en la arquitectura,
especialmente la utilización masiva del
hierro y el vidrio, que les permitían crear
formas novedosas para dar respuesta a
las nuevas necesidades de la sociedad
industrial de un modo funcional y
abaratando los costes. Eran partidarios
de exponer el hierro a la vista, sin
recubrimientos exteriores.
Galería de Orleans, París
Estación St. Pancras. Londres
12. No obstante, las enormes ventajas a nivel
técnico de la arquitectura del hierro fueron
haciéndose evidentes: versatilidad y
posibilidad de crear todo tipo de formas,
rapidez y economía, prefabricación,
resistencia al fuego, posibilidad de creación de
espacios racionales y diáfanos combinando
hierro y cristal…
De este modo, algunos arquitectos
historicistas fueron comenzando a combinar
los nuevos materiales y técnicas con la
arquitectura tradicional, como hizo John Nash
en el Royal Pavilion de Brighton, imitando la
arquitectura musulmana india (neoindio) y
sirviéndose de columnas de hierro fundido,
que le permitieron un mayor desahogo y
luminosidad en los espacios interiores, así
como una mayor rapidez y economía en la
construcción.
Otros arquitectos neogóticos vieron en el
hierro la posibilidad de trasladar a la
arquitectura el ideal estructural gótico, como
Viollet-le-Duc, o en el Museo de Historia
Natural de la Universidad de Oxford
13. No era extraño que los nuevos
edificios de la sociedad industrial,
como estaciones o mercados, se
construyesen básicamente con la
nueva arquitectura del hierro y
también fue habitual que se
empleasen en el interior las
posibilidades estructurales del
hierro, mientras que al exterior
tuviesen un aspecto tradicional,
recreando un estilo historicista.
Un ejemplo fundamental de cómo
se iban asimilando estos progresos
es la Biblioteca de Santa
Genoveva, en París (1843-1850),
de Henri Labrouste, en la que la
estructura de hierro se dejó al
descubierto al interior y permitió
crear un espacio interior
enormemente amplio y luminoso,
con enormes ventanales.
14. Las posibilidades del empleo del hierro, primero
colado y posteriormente laminado en perfiles en
forma de H o T favoreció su uso como elemento
estructural de la nueva arquitectura: pilares o
columnas de hierro, junto con vigas del mismo
material creaban la estructura del edificio de un
modo barato y eficiente y permitían construir
espacios de una amplitud nunca vista hasta el
momento.
Los muros perdieron su función estructural y se
convirtieron en simples cerramientos, muros-
cortina, recubiertos de enormes cristaleras, lo
que mejoró la iluminación natural de los edificios
y los hizo más ligeros.
Además, las técnicas de prefabricación permitían
una construcción rápida y barata y el desarrollo
de espacios de enorme amplitud, que se
extienden indefinidamente al repetirse los
módulos estructurales seriadamente.
El empleo del cristal, además, generó una nueva
concepción en el espacio arquitectónico, una
cierta disolución espacial, al difuminarse los
límites entre el espacio interior y el exterior.
15. Las posibilidades constructivas de los nuevos
materiales se difundieron a través de las
Exposiciones Universales, grandes eventos
que organizaban los distintos países
industriales como escaparate de los avances
técnicos y científicos de sus países.
Fue especialmente importante la celebrada
en Londres en 1851, que se convirtió no solo
en un escaparate de la técnica de su tiempo,
sino también de la nueva arquitectura del
hierro y vidrio.
16. Para construir el enorme espacio
necesario para alojar los inventos que
se exponían y a los visitantes, el
arquitecto Joseph Paxton se basó en su
experiencia como constructor de
invernaderos y construyó el
impresionante Crystal Palace:
Elevó el edificio de más de 500 metros
de largo en menos de 9 meses,
mediante una estructura realizada
mediante piezas de hierro
estandarizadas prefabricadas y listas
para ser ensambladas in situ y
recubierto completamente de cristal.
Este edificio mostró al mundo las
posibilidades de la nueva arquitectura
del hierro y sus enormes posibilidades:
era barata y rápida, resistente, podía
montarse y desmontarse para nuevos
usos, creaba espacios y formas nunca
vistos hasta el momento y permitía
crear espacios enormes y muy bien
iluminados.
17. Las exposiciones de años posteriores en Nueva York, París o Filadelfia continuaron mostrando al
mundo las posibilidades de esta arquitectura. Sin embargo, el momento culminante de la
arquitectura del hierro será la exposición de París de 1889, en la que se exhibieron grandes
estructuras en hierro, ejemplo de los progresos de la técnica, de los ingenieros y del empleo de
los nuevos materiales.
La Galería de las Máquinas y la Torre que servía de entrada, de 300 metros de altura,
construida por Eiffel, serán sus elementos más significativos.
18. La Galería de Máquinas (Dutert y Contamin) impresiona por sus dimensiones (420 X 115 m y
43 m de altura). Nunca antes se había construido una bóveda con una luz (anchura)
semejante. Fue posible gracias al empleo de elementos prefabricados a modo de arcos (dos
medias parábolas articuladas en su unión) que sostenían la enorme cubierta de cristal.
19. La Torre de entrada a la
exposición fue realizada por
Gustave Eiffel, un ingeniero
especializado en la
construcción de puentes y
estaciones en hierro.
Realizada íntegramente en
hierro pudelado con remaches,
con una altura de unos 300
metros, fue polémica desde sus
inicios, tanto por exponer
abiertamente el hierro y la
estructura como por su aspecto
y por el debate suscitado sobre
su estabilidad.
20. Los cálculos estructurales
realizados por Eiffel fueron los que
determinaron el aspecto final de la
torre y su propia forma es la
obtenida en función de los cálculos
estructurales de los elementos y
materiales que integran su
estructura y del posible efecto del
viento.
Supuso una ruptura radical con la
tradición arquitectónica, tanto por
su forma innovadora como pro la
estética, al atreverse a exponer tan
osadamente y sin ornamentación
ni recubrimiento alguno la
estructura del edificio y el propio
hierro pudelado. Supo aprovechar
las posibilidades estéticas de las
necesidades estructurales y del uso
del hierro: trasladó el lenguaje de
la ingeniería a una edificación
insólita. Fue todo un triunfo de los ingenieros y de las posibilidades que
se abrían con el empleo de los nuevos materiales industriales.
21. No obstante, esta nueva arquitectura
convivió durante todo el siglo con la
más tradicional, que parecía “más
artística” y acorde con la tradición de
los arquitectos, que adoptaron
soluciones eclécticas basadas en la
combinación de elementos del pasado.
Habrá que esperar a las aportaciones
de la Escuela de Chicago y al
“Movimiento moderno” del siglo XX
para una renovación profunda del
lenguaje arquitectónico.