Explica las características de la renovación escultórica emprendida por Rodin
1. EXPLICA LAS CARACTERÍSTICAS DE LA RENOVACIÓN
ESCULTÓRICA EMPRENDIDA POR RODIN
“El verdadero
artista expresa
siempre lo que
piensa, aún a
riesgo de hacer
tambalear los
prejuicios
establecidos.”
Rodin
2. Durante gran parte del siglo XIX la escultura sigue los dictados academicistas de herencia
neoclásica. El arte escultórico parecía congelado en el tiempo.
David d’Angers: Frontón del Panteón, 1837
Mientras que en las demás artes se sucedían las corrientes más innovadoras, la escultura
permanece fiel a la tradición clásica, a la estética idealista y canónica y a los motivos
históricos, heroicos, mitológicos y literarios, normalmente sobre un pedestal –un
monumento- para ser admirada, y centrada en la figura humana, que representaba
mediante contornos precisos y en posturas convencionales, de acuerdo con los corsés
académicos.
3. La influencia del
Romanticismo se hace
notar a través de figuras,
como François Rude, que
esculpe en el Arco de
Triunfo el grupo conocido
como La Marsellesa, o La
marcha de los voluntarios
de 1792.
La temática y el
sentimiento que la anima
(el pueblo siendo guiado
hacia la victoria,
ensalzando hacia la lucha
por la victoria
revolucionaria) pueden
considerarse románticos,
aunque sus tipos y sus
vestimentas de aspecto
romano siguen los
cánones neoclásicos.
François Rude: La
Marsellesa, 1832
4. Jean-Baptiste Carpeaux se desmarca del
clasicismo y trata de recuperar la alegría,
movimiento, dinamismo y la sensibilidad del
barroco y del rococó en obras como La Danza,
que realiza para la Ópera de París.
Carpeaux: Ugolino y sus hijos, 1862
En otras obras, como Ugolino y sus hijos,
recupera los modelos miguelangelescos y la
herencia del helenismo, acentuando la
expresividad.
Carpeaux: La Danza, 1869
5. Otros artistas, como el belga Constantin
Meunier, socialista militante, buscan su
inspiración en los personajes del mundo del
trabajo, representados de modo grandioso,
casi heroico, al estilo de los atletas y dioses de
la mitología clásica, de un modo semejante al
de los pintores realistas: es el héroe
trabajador convertido en escultura.
Meunier: El estibador, 1885
6. La mayor parte de la escultura del último
tercio del siglo XIX seguirá anclada en las
reglas académicas, basados en modelos
de carácter ecléctico, eminentemente
clasicistas.
Si bien estos escultores tendrán gran éxito
entre el público y los críticos oficiales,
apenas aportan innovaciones plásticas y
se dedican a repetir una y otra vez los
temas, las formas, los cánones derivados
del “buen gusto” academicista.
Albert-Ernest Carrier-Belleuse:
Leda y el cisne, 1870
Aimé Millet: Apolo, Ópera Garnier, 1860-69
7. Convivían dos grandes vertientes (junto con la escultura funeraria), ambas con un
sentido narrativo y descriptivo y basadas en los cánones académicos heredados del
neoclasicismo e inspirados en la escultura clásica y renacentista:
La escultura decorativa, de pequeño
formato, para las lujosas casas de la
aristocracia y la burguesía del momento, con
temas alegres, mitológicos, de género ,
retratos… de aspecto delicado y refinado.
La gran escultura, concebida como
monumento, habitualmente sobre un
imponente pedestal, exaltación de las virtudes
y de los valores heroicos de grandes personajes
o de grandes gestas, o religiosas y alegóricas,
ubicadas en plazas y fachadas de edificios
púbicos y con carácter ejemplarizante.
Enrico Gallori: Monumento a
Garibaldi, Roma, 1895
Albert-Ernest Carrier-Belleuse:
Flora y Armonía, hacia 1870
8. Frente a esta
concepción del arte, y
al igual que los
impresionistas desean
renovar la pintura y
crear obras de arte
acordes con los
tiempos modernos,
Auguste Rodin (1840-
1917) revolucionó la
escultura, liberándola
de las reglas
academicistas y abrió
los caminos a nuevas
formas expresivas,
acordes con la nueva
sociedad moderna y
dinámica de final de
siglo XIX y abriendo
nuevas vías de
expresión a la
escultura
contemporánea.
Rodin: La edad de
bronce, 1877-80
Antonin Mercié: David, 1872
9. “Gracias a su obra, la
escultura pudo ponerse al
día en algunos de los
importantísimos
progresos estéticos que la
pintura o la literatura
habían incorporado a lo
largo del siglo:
• La profundidad
psicológica de la novela
naturalista.
• La valoración del
defecto propia del
realismo.
• El gesto impresionista,
de origen pictórico. “
EL NACIMIENTO DE LA ESCULTURA MODERNA. En torno
a la exposición Rodin y la revolución de la escultura. De
Camille Claudel a Giacometti. Fundación “la Caixa”
Rodin: La que fue una bella cortesana, 1887
10. Rodin se forma en el academicismo, pero tras un viaje a Italia, estudia la obra de Donatello,
Verrocchio y –sobre todo – Miguel Ángel, quien le sorprende por su terribilitá, su capacidad
de captar la fuerza interior y por el non finito, el aspecto no acabado de varias de sus obras.
Miguel Ángel: Esclavo Rodin: Dánae, 1885
11. «A Miguel Ángel le debo el haberme librado del academicismo, de él aprendí reglas
diametralmente opuestas a las que me habían enseñado, y eso significó para mí una
liberación.»
Lorenzo
de Médici
Jeremías de la
Capilla Sixtina
La noche, Tumba de
Giuliano
de Médici MIGUEL ÁNGEL
Rodin: El pensador,
1880-88
12. A partir de entonces, Rodin concibe las que serán sus
obras maestras.
Evita las poses académicas y permite a sus modelos
andar libremente por el estudio.
Frente a la trivialidad y frivolidad de las obras
academicistas, las esculturas de Rodin parecen estar
vivas y llenas de fuerza interior.
Jean-Joseph
Perraud:
Le Drame lyrique,
Ópera de París,
1860-69
Rodin: La edad de
bronce, 1877-80
13. Ya su primera gran obra,
La edad de bronce,
sorprendió y escandalizó
por su alejamiento del
eclecticismo
academicista.
Se llegó a decir que,
debido a su perfección,
los moldes habían sido
sacados directamente
del cuerpo del modelo y
no de la arcilla
modelada por el artista.
Varios artistas (como
Degas) tuvieron que
intervenir y el propio
Rodin tuvo que
presentar fotos para
demostrar la falsedad
de las acusaciones.
Rompe con el concepto
clásico de canon.
Rodin: La edad de
bronce, 1877-80
Con Rodin desaparecen aspectos hasta ahora indiscutibles en la
escultura, como el canon clásico: las esculturas pasan a ser de
carne y hueso, se humanizan.
14. Rodin: La edad de
bronce, 1877-80
Miguel Ángel: Esclavo
moribundo, 1513
15. La principal lección que
aprende de Miguel Ángel
es que la escultura no
consiste solo en un tema,
ni en valores plásticos, ni
estéticos, ni mucho
menos en unas normas
académicas; ni siquiera
en un reflejo realista de la
realidad.
La obra escultórica debe
reflejar con toda su
fuerza un estado interior.
Para eso utiliza todos los
recursos plásticos (luz,
textura, volumen,
modelado, formas…) de
modo expresivo, libre, sin
sometimiento a reglas
académicas: toda la obra,
cada detalle, debe
dirigirse a ese fin.
Rodin: La Defense, 1879
“En vez de visualizar las
diferentes partes del
cuerpo como superficies
más o menos planas,
las imaginaba como
proyecciones de unos
volúmenes internos...
Y ahí reside la verdad
de mis figuras: en vez
de ser superficies,
parecen surgir de
dentro a afuera,
exactamente como la
propia vida".
16. Para Rodin, la escultura tampoco debe
someterse a las leyes de la apariencia realista,
sino expresar la intensidad vital, el estado
interior, del modo más expresivo posible
Rompe con el tradicional concepto de la
mímesis y valora por encima de todo la propia
expresión a través de la materia escultórica,
por encima de la imitación del modelo y de la
naturaleza.
Laurent Marqueste: Monumento a
Víctor Hugo, 1901
Rodin: Monumento a Víctor Hugo, 1890
Víctor Hugo
17. Son la personalidad
y la imaginación del
artista las que
crean la nueva
realidad que es la
escultura,
no su sometimiento
a reglas estrictas.
Para ello, si es
preciso, se llegan a
deformar las
formas, a
exagerarlas o a
simplificarlas, para
hacerlas expresivas.
Llegará a resaltar la
expresión de la
escultura por
encima del
naturalismo.
Rodin:
Monumento a
Balzac,
Primera
versión
Rodin: Monumento a Balzac,
1891-97
Honoré
de Balzac
18. En el Monumento a
Balzac, todos esperaban
una reproducción del
escritor, pero Rodin
interpretó su espíritu.
Un Balzac embutido en
una túnica, como era
habitual en él, con las
manos ocultas. La prensa
la calificó de “saco de
carbón”, “feto”, “larva
informe”, “pingüino”.
Sintetiza la fuerza
creadora de Balzac en su
rostro, al que dirige todas
las miradas.
Sintetiza en ese rostro
toda su arrebatadora
fuerza creadora,
convirtiendo la imagen
en un símbolo de la obra
de Balzac.
Rodin: Monumento a Balzac, 1891-97
«Nada de lo que
hasta entonces
había hecho me
había satisfecho
tanto, porque
nada me había
costado tanto
trabajo, nada
expresa mejor la
quintaesencia de
lo que yo
considero la ley
secreta de mi
arte.»
19. “He subrayado el relieve de los
músculos que expresan
desesperación… Exageré la
tensión de los tendones para
enfatizar el carácter suplicante
de la oración…”
Rodin: El hijo pródigo, 1885-87
Resalta la expresión frente a
la esclavitud por representar
objetivamente la realidad.
El naturalismo de las figuras
de Rodin es un naturalismo
animado por una intensa vida
interior.
Prefiere destacar los valores
expresivos a los meramente
descriptivos, característicos
de la escultura tradicional.
20. Para Rodin, el artista no debía ser
un esclavo del modelo, al
contrario:
Es el artista el que escoge, con su
propio ojo y sensibilidad, el
objeto a representar y por medio
de su imaginación es capaz de
modificarlo para crear así una
nueva realidad escultórica
totalmente nueva a los ojos del
mundo.
No le interesan la anatomía ni las
facciones per se, sino que todo el
cuerpo humano y cada una de
sus partes se convierte en
herramienta de expresión de la
psicología, de los sentimientos,
de las pasiones, de los dilemas
del ser humano…. convirtiendo
sus figuras en símbolos, en iconos
intemporales sobre la
humanidad.
Rodin: El pensador, 1880-1900
21. “Siempre he tratado de expresar
los sentimientos internos a través
de la tensión muscular”
Rodin: El pensador, 1880-1900
Toda la obra y cada uno de sus
músculos, en tensión, parecen estar
haciendo el esfuerzo de pensar, como
librando una intensa batalla interior.
La obra representaba a Dante
reflexionando sobre la el destino del
mundo en la Divina Comedia en Las
puertas del Infierno (1880) y
posteriormente se convierte en
estatua individual.
Convierte la obra en un símbolo
universal y atemporal del ser
humano y del pensamiento, un
símbolo que tanto puede representar
el primer pensamiento humano como
al hombre actual sumido en las
preguntas fundamentales de la
existencia, en la incógnita de su
propio lugar y destino en el mundo.
22. Desde el punto de vista de la historia de la escultura, El pensador se deriva tanto del Torso
Belvedere, como de la estatua sedente de Lorenzo di Medici o del Moisés de Miguel Ángel.
Pero lo que distingue a Rodin de sus famosos antecesores, es la manera como traduce la
actividad de pensar en la tensión de cada uno de los músculos, dando expresión sensible al
trabajo intelectual, como debatiéndose en una enorme tensión interna.
23. Rodin es también el escultor
de las pasiones humanas.
Convierte a los amantes de
la Divina Comedia de Dante
(Paolo y Francesca) en
símbolo de la pasión
arrebatadora, en una
entrega plena y total a
través del entrelazamiento
de sus cuerpos, de todos sus
miembros, que se funden en
el acto del amor, ajenos al
resto del mundo.
La pasión surge de la
materia como una fuerza
vital colosal que envuelve a
los amantes y los arrastra a
esa unión plena en que sus
cuerpos y sus almas se
funden en el acto del amor.
Rodin: El beso, 1888-98
24. Rodin considera que la escultura debe
tener múltiples puntos de vista,
concibiendo la escultura en su
globalidad, como algo redondo, que
incorpora al espectador y lo convierte
en activo.
Cada ángulo, cada punto de vista debe
estar perfectamente estudiado y la obra
solo puede ser captada completamente
contemplándola desde todos ellos,
transmitiendo al espectador diferentes
visiones que aportan infinidad de
matices a la escultura.
Incluye al espectador en la propia
concepción de la escultura, convirtiendo
una obra en varias obras a la vez, según
desde dónde se observe.
“Hacía sucesivos apuntes de todas las caras de su obra y a su alrededor daba muchas
vueltas para obtener vistas conectadas en círculo. Su deseo era que una estatua se
levantara totalmente y aguantara la contemplación desde cualquier punto: debía guardar
una relación con la luz y con la atmósfera que la rodeaba”. Camille Mauclair, 1905
25. En El Beso se pueden contemplar varios aspectos sucesivos del propio gesto de los amantes, que
enriquecen la visión e introducen la continuidad temporal en la obra.
Hay que destacar el juego de entrelazo que crean las líneas de brazos y piernas, y que consiguen enredar a
los amantes en una composición que termina fundiéndose en el propio beso, imagen paradigmática del
propio gesto de amor.
La composición sigue un efecto en espiral: de la rugosidad de la piedra sin desbastar, en un impulso
ascendente, los brazos van cerrando la composición en un juego de líneas contrarias, hasta culminar la
pirámide visual en la fusión de ambas cabezas en el beso.
Multiplica los planos de visión de la obra, como si fuera una escultura múltiple, expresando diferentes
momentos y aspectos del acto amoroso (ternura, pasión, arrebato…) y todo ello sin perder la unidad
compositiva, conseguida a través del movimiento espiral de la composición y del entrelazado de las
figuras. http://estudi-arte.blogspot.com.es/2009/08/la-genesis-de-la-escultura-moderna.html
“Las diferentes partes de una escultura, cuando se las representa en momentos temporales
sucesivos, producen una ilusión de movimiento real”. Rodin
26. “Rodin hacía sucesivos apuntes de todas las
caras de sus obras, a cuyo alrededor daba
continuamente vueltas con el fin de obtener
una serie de vistas conectadas en círculo... Su
deseo era que una estatua se levantara
totalmente libre y aguantara la
contemplación desde cualquier punto; debía
además guardar una relación con la luz y con
la atmósfera que la rodeaba.” Camille Mauclair
Danaide, 1889
27. “Su escultura se expresa precisamente
allí donde no dice nada y en los
interrogantes, que invitan al espectador
a su participación activa.
Éste será el interlocutor directo de una
obra sin anécdota, sin excusas que, a
partir de ahora, llamaremos obra
abierta.
Así pues, si sus esculturas se caracterizan
por la vaguedad, lo fragmentario o lo
inconcluso, el espectador ya no recibe
mensajes completos y cerrados sino
estímulos, incitaciones para una
interpretación imaginativa.
El espectador, que cobra una
importancia hasta ahora inusitada en la
historia del arte, ya no es un sujeto
pasivo que debe ser aleccionado sino un
individuo que puede contribuir a la
interpretación de la obra.”
EL NACIMIENTO DE LA ESCULTURA MODERNA En torno
a la exposición Rodin y la revolución de la escultura. De
Camille Claudel a Giacometti. Fundación “la Caixa”
Rodin: La Tierra, 1894
Rodin: Mano de Rodin con figura femenina, 1917
28. Tanto El Pensador como El beso o
Danaide son esculturas exentas
realizadas por Rodin, pero
originalmente eran elementos que
formaban parte de su enorme
obra inacabada Las puertas del
infierno.
Estaban inspiradas lejanamente en
la famosa Puerta del Paraíso del
Baptisterio de la catedral de
Florencia, de Ghiberti, pero con el
tiempo, decidió cambiar las
escenas separadas por un
conjunto arremolinado y lleno de
ímpetu y fuerza, en un torbellino
al estilo del Juicio Final de Miguel
Ángel.
Están inspiradas en el Infierno de
la Divina Comedia de Dante,
aunque más bien parecen ser una
reflexión sobre el alma humana,
sus tormentos, sus pasiones, sus
ambiciones…
29. La figura de El Pensador, representaba
originalmente a Dante, contemplando el
espectáculo de su visión del Infierno.
Las figuras parecen fundirse con la
propia masa escultórica,
arremolinándose y en ocasiones
surgiendo de forma impetuosa del
fondo o, incluso, sobrepasando los
propios marcos de la puerta.
30. También se interesa de modo especial por la fugacidad, por
el movimiento, tratando de reproducir no solo un momento
congelado, sino toda una secuencia, que origina una gran
multiplicidad de posibilidades interpretativas y sensoriales,
llegando a mostrar puntos de vista insólitos.
“El tiempo nunca
se detiene.”
“Lo que debe
hacer el escultor
es recomponer el
desarrollo del
movimiento
integrando las
diversas
secuencias del
mismo en la
escultura y
representando
simultáneament
e los distintos
momentos de la
acción.”
Rodin: Iris, mensajera de los dioses, 1895
Rodin: El hombre que camina, 1877-78 y 1907
31. Rodin busca mediante toda su obra
sugerir el movimiento por medio de una
estatua inmóvil. Para ello invita a sus
modelos a moverse libremente por el
taller y capta al vuelo la verdad de un
gesto o de una postura.
Realiza numerosos dibujos para
capturar un movimiento, para captar
un instante de la trayectoria de un
bailarín en plena evolución; estos
bocetos son una especie de
«instantánea» desprovista de la más
mínima anécdota.
En los «movimientos de danza» rechaza
las limitaciones tradicionales de la
escultura e «inmoviliza» los cuerpos en
movimiento: los brazos de las bailarinas
son totalmente irreales, y deforma su
anatomía para sugerir mejor su
gestualidad.
EL NACIMIENTO DE LA ESCULTURA MODERNA. En torno
a la exposición Rodin y la revolución de la escultura. De
Camille Claudel a Giacometti. Fundación “la Caixa”
32. En Los burgueses de Calais (1895) crea un grupo escultórico situado no en un pedestal,
como era tradicional, sino al mismo nivel que el espectador, que –para captar la intensidad
de global de la obra, así como la profundidad psicológica de cada uno de sus personajes –
debe participar, rodeándola para recrear la totalidad de la obra de arte: según el punto de
vista, el observador tendrá una sensación diferente de la composición.
33. Incluso en una escultura de
carácter histórico como esta,
rompe con las convenciones
de la época.
Frente al monumento de
carácter heroico tradicional,
convierte a los personajes
de un episodio de la Guerra
de los Cien Años en un
símbolo de la humanidad y
de las diferentes actitudes y
sentimientos ante un trágico
destino.
Son antihéroes reaccionando
individualmente ante un fatal destino.
Rodin no describe una escena histórica
sino que convierte la angustia ante la
muerte y el espíritu de sacrificio en un
valor de carácter intemporal.
34. Para expresar esas diferentes
actitudes humanas ante su
destino inevitable, acentúa al
máximo la expresividad,
llegando incluso a la
deformación en sus miembros,
rostros, ropajes... anticipando
tendencias de la escultura del
siglo XX.
35. “El escultor debe de aprender a reproducir los sentimientos en la superficie, lo que quiere
decir que todo debe vibrar en la superficie de la pieza, el alma, el amor, la pasión, la vida…
por tanto la escultura es el arte de los huecos y los montículos y no del pulido y la suavidad”.
En su tratamiento de la materia
escultórica, Rodin también es
revolucionario:
Aplica una técnica que también contribuye
a la expresión y que abrirá las puertas a la
renovación de la escultura:
• Concede gran importancia al
modelado de las superficies mediante
la luz, que sugiere planos y formas.
• Multiplica los ángulos y los planos en
las superficies moldeando el barro con
las manos, consiguiendo efectos
rugosos, de aspecto inacabado, llenos
de planos y contrastes lumínicos.
• Los contornos no son nítidos, sino
huidizos, abocetados La forma casi
se esfuma a través de los planos y la
luz.
36. Llegará a dejar las huellas de sus dedos y sus
manos, como muestra de la capacidad
creadora del hombre sobre la materia
escultórica y jugará con los efectos lumínicos
del material, con un aspecto vibrante.
37. Más que interesarle la perfección formal o la belleza, tal y como pretendían los gustos
académicos, lo que Rodin pretendía era plasmar la vida, y para él la vida era la fuerza, el
movimiento y la acción.
“La escultura no tiene necesidad de originalidad sino de vida… Creo que el
movimiento es lo esencial y en todo lo que hago intento conseguirlo.”
Rodin: Ugolino y sus hijos, 1881
38. Empleará habitualmente la técnica del “non finito”, inspirada en Miguel Ángel, obteniendo
efectos de contraste de superficies, de claroscuro, de movimiento, abandonando el
naturalismo tradicional en aras de una escultura mucho más expresiva.
Conscientemente dejaba inconclusas sus esculturas o parte de ellas, pareciendo surgir las
formas de la propia materia escultórica.
“La verdad de mis figuras reside en que en
lugar de ser superficie, parecen surgir de
dentro a fuera, exactamente la propia vida”.
39. Frente al acabado liso y pulido, perfeccionista, propio de la escultura academicista
tradicional, explota las posibilidades expresivas del material, valora el contraste de
texturas entre lo pulido y lo rugoso, juega con a rugosidad de las superficies y la
multiplicación de planos, experimenta el non-finito, acentúa los efectos lumínicos de las
superficies y los juegos de luces…
Rodin: Las tres sombras, anterior a 1886
40. En cuanto a su
tratamiento de la
materia y la técnica
escultórica, Rodin,
aunque abordará
diferentes técnicas y
materiales, será ante
todo un escultor del
modelado.
Frente a la valoración
tradicional del material
-a ser posible, lujosos,
como el mármol o el
bronce- Rodin se
expresará ante todo
mediante sus manos,
modelando el barro y
realizando vaciados en
yeso, que
posteriormente se
reproducirán en otros
materiales (mármol,
bronce…).
“Modelar es reflejar la vida”
41. Llegará a dejar la impronta
creadora de sus dedos y
manos en sus modelos,
como mostrando tanto la
capacidad creadora
humana como el propio
valor de esta capacidad de
creación del escultor,
mostrando un cierto
desdén por la tradicional
materia, una especie de
valoración del propio acto
de la creación escultórica
frente a la tradicional
consideración del material
y su riqueza, así como
dándole la posibilidad de
experimentar.
Mediante el modelado
llegará a conseguir la
enorme fuerza vital y
expresiva que caracteriza a
sus esculturas.
Auguste Rodin: Torso del hombre caído, 1904
42. Las manos como un fragmento
escultórico separado del resto de la
figura humana fueron una de las
obsesiones de Rodin, puede que porque
veía en ellas un instrumento de poder
creativo.
Hay que destacar que Rodin fue siempre
moldeador, nunca un escultor en el
sentido estricto de la palabra, ya que
apenas trabajó la piedra y su
instrumento de trabajo no era el cincel,
sino las manos, sobre todo los dedos.
En La Mano de Dios (1897-1898),
también conocida como La Creación,
vemos la piedra áspera y rugosa
trabajada de forma tosca simbolizando la
materia primigenia de la que la mano de
Dios hace surgir la vía en las formas
pulidas del primer hombre y la primera
mujer. Otras interpretaciones sugieren
que es la mano del propio arista creador.
http://conoceelimpresionismo.blogspot.com.es/2014/01/auguste-
rodin.html
43. • En su etapa tardía llegará
a experimentar la técnica
del ensamblaje Rodin
reaprovechó muchas de
sus obras en nuevas
composiciones, que a
veces convertía en nuevas
esculturas y otras veces
llegaba a combinar con
otras en nuevas
creaciones.
Rodin: Torso de Adèle, 1884
Otros aspectos innovadores de la
obra de Rodin son:
• El empleo de fragmentos, obras
que, conscientemente, carecen
de determinadas partes, como
si estuvieran inacabadas,
probable influencia de la
escultura antigua y de Miguel
Ángel Rompe con la idea de
la escultura como estatua
completa, con un tema.
44. “El fragmento había sido, por excelencia, el
pedazo de estudio, el boceto preparatorio; en
Rodin, fundamento de su modernidad, el
fragmento deviene obra.” María Iglesias
“Como ocurre con los pintores
impresionistas, en la obra de Rodin
el tema no parece ser una
cuestión importante, sino más
bien un pretexto para realizar sus
fascinantes exploraciones sobre la
forma.
El fragmento, utilizado
deliberadamente y como objetivo
en sí mismo, obliga a fijar nuestra
atención en los elementos básicos
constituyentes de la escultura y
convierte el tema en algo
irrelevante. Ya no hay anécdota
que nos distraiga de nuestra
contemplación. A la escultura
fragmentaria ya no le pedimos que
nos cuente una historia sino que
nos transmita emoción y sea un
estímulo para nuestros sentidos.”
EL NACIMIENTO DE LA ESCULTURA MODERNA. En torno
a la exposición Rodin y la revolución de la escultura. De
Camille Claudel a Giacometti. Fundación “la Caixa”
Rodin: Torso (1878-9)
45. Con su escultura (calificada por
unos de impresionista; por
otros de simbolista, aunque en
realidad trasciende de
cualquier clasificación
simplista) Rodin rompe con la
escultura tradicional,
valorando los valores propios
de la escultura:
La masa, el volumen, el
espacio, las superficies y
texturas, los efectos de la luz.
Las figuras se introducen en el
espacio o dejan que el espacio
se introduzcan en ellas:
La masa corpórea no es cerrada
y compacta –como en la
escultura tradicional – sino
articulada en huecos y
protuberancias.
Rodin: Iris, mensajera de los dioses, 1895
46. Rodin rompe con la
escultura tradicional de
líneas cerradas, y
recupera los valores
propiamente
escultóricos de masa y
de volumen, en un
intento similar al de los
pintores que en las
mismas fechas estaban
logrando liberar el
lenguaje autónomo de
la pintura, basándolo
únicamente en la
importancia del color y
las formas.
Es lo que se ha dado en
llamar “autonomía del
arte”, y que es un
principio fundamental
del arte contemporáneo.
Rodin: La Catedral, 1908
47. Se le considera un precursor de
la escultura moderna, entre
otros aspectos, por:
• Recuperación de los valores
propiamente escultóricos: el
espacio, el volumen, el
modelado, las texturas, la
luz, las formas…
• Liberación de la escultura de
la esclavitud de la mímesis.
• Expresividad, no limitada
por la imitación de la
realidad.
• Disolución de las formas.
• Incorporación de la luz
mediante su tratamiento de
planos y superficies.
• Visión múltiple de la
escultura.
• Incorporación del espectador
a la obra escultórica. El hombre que camina, Giacometti y Rodin
48. Brancusi: TorsoRodin: Torso de Adèle
Su aporte más
significativo a
la escultura
fue su
capacidad de
liberarla de las
reglas
académicas
propias del
siglo XIX, y
crear una
escultura viva,
libre,
expresiva y
humana, que
abrirá nuevas
posibilidades
en la escultura
posterior.