Este documento explora los efectos negativos de la violencia de género en los niños que viven en hogares donde ocurre este tipo de violencia. Se entrevistó a 18 hombres encarcelados por maltrato de género para analizar sus actitudes hacia sus hijos, los valores en sus familias, y si experimentaron violencia en su infancia. Los resultados mostraron que estos hombres tenían una mentalidad machista y justificaban la violencia, y muchos relataron haber presenciado o sufrido maltrato en su infancia. Esto sugi
1. Enfermería, maltrato de género y
presencia de menores:
redescubriendo nuestro papel.
Enfermería Global
(EG): Enfermería y
perspectiva de género.
2.
3. 1. INTRODUCCIÓN
La problemática de la Violencia de Género se ha convertido en un
tema de gran notoriedad en nuestra sociedad, prueba de ello son
las numerosas políticas públicas que se han estado desarrollando
en nuestro país contra la misma.
A pesar de esto, día tras día, la mujer, víctima de la Violencia de
Género, vuelve a ser la protagonista en las noticias.
Pero ella no es la única, no nos podemos olvidar de los hijos e
hijas que conviven en un hogar donde se practica este tipo de
violencia. Ellos también son víctimas.
Esta investigación pretende acercarse a los problemas
de esos pequeños actores mudos del drama familiar
que supone la vivencia de la violencia de género en su
hogar.
4. El estudio está centrado en la Violencia de Género que se produce en el
ámbito doméstico y específicamente aquella en que el maltratador es la
pareja o ex pareja de la mujer maltratada.
Al utilizar los vocablos “de género” y “doméstico” damos por hecho que:
Existe un código patriarcal de valores que pregona la superioridad
masculina frente a la inferioridad femenina. Todo ello producto de una
deformación y degeneración de valores.
Hablamos de un proceso en que:
Lo activo se convirtió en intervencionismo.
Lo combativo degeneró en agresivo.
La seguridad en sí mismo derivó a la dominación.
La fuerza se convirtió en violencia y abuso.
El egocentrismo se convirtió en explotación.
La mente unidireccional se transformó en despotismo.
Esto nos ayuda a entender el porqué de tantas muertes y denuncias a los que
nos enfrentamos anualmente.
5. 1.1 Consecuencias en los hijos testigos de la
violencia:
Esto tiene gran importancia puesto
que la violencia se suele producir en
etapas donde los niños maduran su
desarrollo psicológico, alterándolo
enormemente.
Les es impactante ver que “el padre,
la figura primordial de referencia
en su desarrollo agreda al agente
de socialización por excelencia, la
madre”
• Entre un 30% y 60% de los niños también son maltratados.
• Aunque no sean maltratados físicamente, presenciar o escuchar situaciones
violentas tiene efectos psicológicos negativos en los hijos, es lo que se
declara violencia mental.
6. • Crecimiento inmerso en miedo, desembocando, en un futuro, en
trastornos por estrés traumático, depresiones y trastornos de
personalidad.
• Efectos a más largo plazo, como la llamada “transmisión
generacional de la violencia de genero” : la permanente presencia
de unos patrones violentos de comportamiento hará que se aplique
a sus propias relaciones, desarrollando conductas sexistas,
patriarcales y violentas.
• Estos niños, de mayores, maltratarán con mas frecuencia y
probabilidad a sus parejas; y las niñas serán con mas probabilidad
victimas de Violencia de Género.
“Bien como receptores, bien
como testigos, el ejercicio de la
violencia doméstica siempre
afecta a los niños”
7. ¡ACTÚA!
1.2 El sistema de Salud frente a la Violencia de
Género:
• Los profesionales sanitarios son el pilar
fundamental para la detección y prevención de
la Violencia de Género y sobre todo de los
efectos que esta violencia tiene sobre esos
menores.
• Esto es así, puesto que los hospitales y centros
de salud son los lugares preferentes a los que
acudirán las víctimas.
• Allí se observarán gran variedad de
alteraciones en las víctimas, tanto psíquicas
como somáticas y los profesionales tendrán que
saber cómo hacerles frente, es decir, hay que
mantenerse alerta.
8. 2. MATERIAL Y MÉTODO
Se trata de un estudio cualitativo no probabilístico que consiste en la
realización de entrevistas no estructuradas de carácter retrospectivo a
dieciocho hombres que en el momento de la investigación se encontraban en
prisión por condena firme por maltrato de género.
Características de los hombres entrevistados:
• Grupo de hombres bastante heterogéneo.
o Edades comprendidas entre los 23 y 70 años, situándose la
edad media en 41,2 años.
• Nivel de estudios:
o 12 hombres sólo con estudios primarios (66,68%)
o 2 hombres sin estudios (11,11%)
o 2 hombres con titulo de bachillerato (11,11%)
o 1 hombre con diplomatura (5,55%)
o 1 hombre es licenciado (5,55%)
• Hijos y número de los mismos: 17 hombres tienen hijos, con una media
de los mismos de 2,3.
9. Una vez realizados los encuentros y transcritas las entrevistas, se efectuó un
análisis del contenido de los discursos generados por los informantes,
ayudándose del programa “AtlasTi16”
Las áreas estudiadas en el discurso del maltratador para una correcta
comprensión de los efectos y el modo en que un entorno con violencia afecta a
los menores que conviven en él son:
1. Actitudes y sentimientos del maltratador hacia sus hijos.
2. Entorno de convivencia y los valores más representativos en ese tipo
de familias.
3. Posible transmisión generacional de la violencia de género a través
del relato que el maltratador realiza de su infancia.
10. 3. RESULTADOS SEGÚN LAS ÁREAS
ESTUDIADAS
3.1 Actitudes y sentimientos del maltratador
hacia sus hijos e hijas:
• La presencia de los hijos no es un factor utilizado por el maltratador como
coadyuvante de la Violencia de Género.
• Aplanamiento emocional: ausencia de cariño y alegría hacia los hijos/as.
• Rol más centrado en lo económico que en lo paternal.
• Utilización de los hijos para controlar y desvalorizar a la mujer.
“Hay mujeres que no les dan una buena educación
a los hijos y lo que hacen es hacerlos unos
delincuentes, luego llega el padre de estar
trabajando todo el día y tiene que poner orden en la
casa”
DECLARACIONES
11. 3.2 Entorno de convivencia y valores:
• Sistema de valores y creencias donde el hombre necesita controlar y
mantener la unidad familiar.
• El hombre tiene un potente concepto de masculinidad patriarcal
dominante en el que lo material (trabajo y dinero fundamentalmente) se
superpone a lo espiritual.
• La actitud violenta es justificada con argumentos que infravaloran a la
mujer puesto que ésta es siempre la culpable de lo ocurrido. Argumentos
como “La mujer tiene abandonadas las obligaciones y funciones típicas de
su género”
Se lleva a cabo también un análisis de la autopercepción y de la percepción
de su pareja, para apreciar mejor los valores dominantes:
• Ellos mismos se ven: trabajadores, religiosos, buenas personas,
ahorradores y humildes.
• Su pareja es: interesada, engañosa, culpable y maltratadora.
12. Se aprecia claramente una
mentalidad machista.
En estos hogares se entienden las
relaciones hombre/mujer como
sumisión más que como
cooperación.
Existe un dominio total de la
masculinidad sobre la feminidad.
13. 3.3 Estudio de la transmisión generacional de
la Violencia de Género:
Si existe una trasmisión generacional de la Violencia de Género ésta tendrá
que ser rastreada en la infancia de nuestros maltratadores.
Por ello se busca a través del relato de la infancia de nuestros informantes
aquellos rasgos que evidencien la presencia de maltrato de género en sus
familias de origen:
– Dos casos (11%) relatan directamente maltrato de género en sus
padres.
– Tres casos (16%) relatan episodios de maltrato esporádicos,
justificados por ellos mismos y asumidos como necesidad y normalidad.
El vocablo que más usan para referirse a su infancia es el de normalidad, e
insisten en que ellos no han vivido ni sufrido la violencia de género.
14. Sin embargo, si en el análisis de contenido se aplica la perspectiva de género,
y por tanto buscamos una definición de Violencia de Género que comprenda
tanto los aspectos físicos como los psíquicos, así como el ambiente de clara
discriminación de género, encontramos:
– Personas que han sido socializadas en ambientes muy masculinizados
y competitivos, integrando como normal el dominio de lo masculino
sobre lo femenino.
– El sexo dominante en las familias de origen (hermanos/as) es el
masculino (53 varones frente a 22 mujeres).
– Infancia dura, donde el maltrato físico y psíquico ha sido la norma.
– Familias donde el aspecto material se impone al sentimental.
Así pues, el hecho de haber vivido en un hogar tan masculinizado donde el
dominio es la forma de entenderse y relacionarse con el mundo, favorecerá en
su persona la elección de la mujer como blanco para desahogar su ira.
15. 4. CONCLUSIONES
• Alta correlación entre una infancia donde ha reinado el maltrato (físico,
psíquico y mental) y la presencia de hombres adultos que asumen la
agresividad como modo de resolución de problemas.
• Gran relación entre una infancia donde sobresale la masculinidad, la
hombría y el machismo y la presencia de hombres adultos que defienden
esos mismos valores.
Es decir, una réplica de los valores pasados y
futuros, que provocará en los hijos e hijas
socializados en ese ambiente familiar
consecuencias negativas.
16. Se plantea un problema, la inexistencia de programas específicos para la
detección y tratamiento de hijos/as que conviven con la Violencia de Género en
sus hogares.
Sin embargo, tiene solución, y es la creación de programas que tomen a los
menores como sujetos de derechos. Así mismo, crear protocolos de actuación
para la detección precoz y tratamiento de esa violencia directa o indirecta hacia
los menores.
Aquí los profesionales sanitarios y en especial enfermería tienen una
importante labor, por ser el sistema sanitario uno de los primeros recursos
donde acude la mujer maltratada.
Están obligados legal y éticamente (Código Deontológico de la Enfermería) a
prevenir la aparición de “enfermedades sociales” en nuestros miembros más
desprotegidos a través de la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.
17. 5. BIBLIOGRAFÍA
Cabrera M, Granero MJ. Enfermería, maltrato de
género y presencia de menores: redescubriendo
nuestro papel. Enfermería Global: Revista
electrónica semestral de Enfermería (Murcia).
2011; 22: 1-10.