2. El tratamiento para el deficiente mental tiene que ir encaminado a
una ayuda para el progreso del niño tanto de las habilidades cognitivas
como de la personalidad y a su integración social y laboral.
3. No se ha comprobado que los medicamentos mejoren las
capacidades cognitivas; pero por otro lado los tranquilizantes si
pueden mejorar conductas agresivas y la ansiedad.
4. A su vez la colaboración y orientación de la familia es muy
importante, ya que la ayuda y comprensión familiar ocupa un papel
fundamental en la adquisición de destrezas