La longanimidad en situaciones de discapacidad.

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

La
Longanimidad
(en situaciones de discapacidad)

José María Olayo 31 mayo 2010 olayo.blogspot.com


Una conversación acerca...

… de la longanimidad, o lo que
es lo mismo, la grandeza y constancia
de ánimo en las adversidades.



La longanimidad es un concepto
poco utilizado pero que
puede ayudar a entender más y
mejor el esfuerzo por vivir de
forma digna en situaciones
complicadas y poco ventajosas...



Qué fácil es decirlo, pero me
admiro de aquellas personas
que conozco en situaciones de
discapacidad muy complicadas,
capaces de afrontar la vida
- su vida - con exquisito
coraje y determinación....



… personas con grandes limitaciones
para desenvolverse en su entorno,
ya sea por carencias físicas propias
o por aquellas que le ofrece el entorno,
que nunca se arredran antes las
dificultades y obstáculos permanentes...



… que han sabido aprender de cada
fracaso, a encajar con dignidad
cada rechazo, a superar cada obstáculo
con coraje y longanimidad.



La longanimidad que destilan, esto
es, la constancia de ánimo ante cada
reto, es un ejemplo de superación
y una demostración fehaciente de que
la vida es mucho más que estar vivo...



… porque son retos que llevan
sobreañadidas la desidia y
las actitudes paternalistas y
conmiserativas de los demás...



… y no debe ser fácil ni apetecible
crecer como persona en
circunstancias tan adversas...



Son personas con grandeza que
han aprendido el valor del esfuerzo
y de la constancia y que ya saben
muy bien que la fortaleza de ánimo
es un requisito imprescindible para
vivir con dignidad y de acuerdo
con las propias ilusiones y pasiones...



… han aprendido a traspasar la
cáscara de la angustia, los lindes
del miedo y los perímetros más
angostos de la soledad...



… a base de caídas y tropiezos
propios, de zancadillas y
empujones ajenos, de atajar por
caminos que conducían a nada...



… hartos ya de experimentos
extraños y miedos personales,
capaces de tumbar sus ilusiones
con un simple soplo de viento
o una de las olas más
pequeñas e inofensivas.



Sí, estoy hablando de ti y de tus
esfuerzos por ser alguien, por
ser tu mismo, por desesperarte al
ver que pasan los años y no pasa nada...



...se de tus anhelos y desafíos,
de tus ganas por empezar a vivir
de otra manera, de agitar la
bandera del “yo también puedo”,
y, además, “yo también quiero”...



…empezar a explorar nuevas
maneras de afrontar las dificultades
que tu propia discapacidad te propone
y, también, las que humildemente
te ofrecemos los demás....



…soñar otro mundo posible para
azuzar el ingenio y la sonrisa,
para llegar no más rápido, sino más
seguro al destino cierto y deseado.



Has aprendido a indagar, a resistir,
superar-te, canalizar los sentimientos
negativos, convivir con el dolor,
sofocar los miedos y las angustias...



… repetir hasta la saciedad que
eres uno más, que necesitas otro trato
y otras actitudes, experimentar el
afecto y la caricia, compartir las dudas....



… decir basta y decir no, cambiar los
cromos de la rabia y la impaciencia
por los de la valentía y la entereza...



… tener la oportunidad de esperar
algo o a alguien, abandonar de
forma definitiva la queja estéril,
la rutina y sus inercias peligrosas.



Puedes haber tenido mala suerte,
estar en condiciones no deseadas,
desear despertarte una mañana
y verte de otra forma, pero de
lo que no hay duda es de que
eres una persona grande y entera...



... porque hay que echarle muchos
bemoles para vivir con entereza
a pesar de tantas dificultades y
barreras, para levantarte una y
otra vez después de cada noche...



… echarle pasión a la cosas que
haces, para evadir el vacío,
la desidia y el futuro incierto
e, incluso, amenazador...



… afrontar cada reto sabiendo
que tienes menos apoyos y
posibilidades que los demás,
salir a la calle siempre con
ayuda, para no rendirte nunca...



… para convencerte una y otra vez
que es mejor ver la oportunidad
que la desgracia, que te resulta más
rentable ser optimista que victimista...



… que es mejor para tus intereses
compartir una caricia que un
reproche, que necesitas muchos
por qué para encontrar sus cómo...



… que es mejor ser rebelde que
tener los pies en las nubes, que
generes tendencias en tu vida a
repetir cada gesto y cada miedo.



Te admiro sin paternalismo ni sentimiento
de lástima. Es que creo que tu forma
de afrontar las adversidades es digna
de elogio. Tu optimismo es realmente
aleccionador para los que estamos
catalogados como “personas normales”
o, si quieres, sin discapacidad.



Admiro tus esfuerzos por lograr
que tu YO sea un NOSOTROS,
por cómo le das la vuelta a tu
mundo para que sea un mundo
compartido, mirable y admirable...



… por proponernos amar la vida
y no sólo la nuestra, conjugar los
verbos compartir y respetar en
todas sus personas y modos...



…valorar que además de la
longanimidad, es la constancia
la que nos permite
crecer como personas...



…descubrir la importancia de
los afectos y los roces, de los besos
y las risas, las miradas y los guiños,
las insinuaciones y dobles intenciones...



…aprender a ser optimistas y
emprendedores, cambiar parches
por criterios, sentimientos de
fragilidad e inconsistencia
por seguridad y esperanza...



…acumular corazonadas y
desabrochar tensiones,
deslabazar el pasado y
visionar con optimismo
el futuro inmediato...



…aprender a cooperar, defender
la diversidad, apostar por la
vida en mayúsculas, intercambiar
razonamientos, sopesar los
miedos, estar abiertos a las
sorpresas y las influencias.



Enhorabuena, amigo, amiga,
por tu longanimidad, por ser
capaz de parecerte cada día
más a ti, por defender tu
derecho a tener derechos...



… por enseñarnos a atravesar
el tupido filo de la injusticia,
descubrir lo importante que es
para todos estar con los demás
y formar parte del grupo...



… que los pasos cortos y firmes
permiten avanzar mejor que los
demasiado largos y zigzagueantes.



… aprender a no renunciar a la
tensión que proporciona la intriga,
darle la cara y respuesta a los
problemas y necesidades de los demás..



… aceptar que el antídoto contra
la mala suerte es la pasión por
hacer, compartir, comunicar,
acariciar, apostar por el afecto...



… saberse uno expectativa,
buscador y buscado, gustar y
gustarte, ser un maestro en las
distancias cortas del espejo...



…cerrarle los espacios al dolor
y sus sombras, partir de lo
concreto, aprovechar los
recuerdos, tantear los
territorios de lo desconocido...



…echarle cara a la vida, mezclar
fantasías y reproches, hacernos
ver, por fin, desde la humildad
y el sosiego, que son los otros
los que nos rozan y dan
sentido a nuestras vidas.



Has crecido en medio de la
nada, pero has despertado
como nadie la idea de posibilidad...


¡DEFIÉNDELA CON
PASIÓN Y LONGANIMIDAD¡


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