2. Horas antes, el mandatario de 62 años
consideró legítimamente válido que la
guerrilla estudiara su iniciativa.
"Reanudaremos las conversaciones cuando
lo consideremos apropiado", precisó Santos
en su sorpresiva declaración.
Pese a que la suspensión es considerada
como el punto más crítico en el proceso, es
poco probable que se produzca una ruptura
de la negociación debido a que ambas
partes tienen mucho en juego, de acuerdo
con analistas.
3. "No lo pone en riesgo porque tiene que haber
madurez del Gobierno y de la guerrilla para
entender que fue un incidente que se puede
superar, pero si lo debilita porque le hace
perder credibilidad al proceso y confianza a las
partes", dijo el Carlos Lozano, director del
semanario Voz, órgano de difusión del Partido
Comunista.
Las FARC y el Gobierno de Santos hasta ahora
han conseguido un acuerdo parcial en el tema
agrario, que incluyó consensos en el uso y la
distribución de la tierra, un aspecto fundamental
que llevó al surgimiento del grupo rebelde en la
década de 1960.
5. Por su parte el jefe del equipo negociador del
Gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la
Calle, aclaró que el proyecto de ley no convoca a
un referendo ni determina su contenido y que la
eventual concreción de este o cualquier otro
mecanismo depende de lo que las partes acuerden
en La Habana.
Las partes venían discutiendo las garantías para
que los guerrilleros depongan las armas y se
integren a la vida política como un partido.
Siguiendo la agenda pactada y si se superan las
tensiones, ambas partes después deberán abordar
los temas relativos al narcotráfico, la compensación
a las víctimas de la violencia y el fin de la
confrontación.