2. ¿Por qué es diferente el rendimiento escolar entre los niñ@s?
Publicado el 4 abril, 2017por psicologasonialuna
Las causas que inciden y acentúan las diferencias en el rendimiento escolar vienen marcados por diferentes factores de la
personalidad como son:
•La motivación. Es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su
culminación. La motivación es lo que le da energía y dirección a la conducta, es la causa del comportamiento. Si un niño no
está motivado para aprender y obtener conocimientos, no conseguirá rendir escolarmente.
•La propia capacidad de superación. La superación personal muestra la capacidad que tiene una persona a través de su
inteligencia y de su dedicación para alcanzar sus objetivos y crecer como persona. Cuando nos superamos vamos
desarrollando recursos como la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que
acompañan al crecimiento de la motivación y a la capacidad de logro.
•La tolerancia a la frustración. Una baja capacidad de frustración muestra la incapacidad de soportar el malestar que
implica afrontar las situaciones dificultosas de la vida. Por el contrario, las personas que aprenden a tolerar la frustración
viven con más sensación de éxito y motivación, porque son capaces de ver en cualquier problema una oportunidad.
•La tolerancia en la capacidad de logro. Debemos ser tolerantes cuando no logramos una meta, y debemos aprender de
nuestros errores para afrontar con mayor éxito los próximos intentos.
Para entender cómo se aumenta el rendimiento escolar, debemos saber qué es el rendimiento escolar. El rendimiento
escolar no es aprobar. Es aprender, es desarrollarse, aumentar conocimientos, valores y capacidad de empatía, adquirir
capacidades para llegar a ser una persona con conocimientos y capacidad de toma de decisiones.
Muchos niños, aunque resultan ser muy inteligentes, presentan un escaso nivel de rendimiento escolar. Esto puede deberse
a diferentes causas:
•No saben cómo aprender. Porque no se ha aprendido los métodos de aprendizaje, como el subrayado, hacer resúmenes,
conectar ideas, etc.
•Falta de atención y concentración. Puede deberse a la falta de motivación y desconocimiento de la finalidad del
aprendizaje o a factores neurológicos o emocionales, para estos dos últimos casos deberá acudirse a un profesional.
•Condiciones de estudio inadecuadas en el hogar. Falta de un espacio de estudio libre de ruidos, ameno y grato para
fomentar el estudio y la incorporación de aprendizajes.
3. •No tener un horario estructurado. Establecer las rutinas diarias y la planificación
de tareas es muy importante antes de comenzar a estudiar.
•Falta de establecimiento sobre los objetivos del estudio. Es decir, el niño estudia
porque le indican que debe hacerlo y aprobar un examen, pero no lo hace para
incorporar conocimiento o como parte de un proceso que lo ayudará a desenvolverse
como adulto en sociedad.
•Problemas de lectura y compresión de lo leído. Si el niño no sabe leer con
fluidez, es imposible que pueda comprender el sentido de lo que está leyendo.
•Inestabilidad emocional y/o familiar. Esto perturba de forma considerable al niño e
impide que se concentre y rinda de la forma adecuada en el ámbito escolar.
•Desinterés familiar hacia el aprendizaje. Si la familia no muestra interés por el
aprendizaje y se establece el estudio como una obligación en lugar de como una
posibilidad de aprendizaje y crecimiento, difícilmente el niño mostrará interés por
aprender.
5. Principios para educar a l@s niñ@s
Publicado el 2 octubre, 2015por psicologasonialuna
La Educación Infantil, no es fácil y hay algunas normas y principios que debemos tener muy claros.
Pero sabiendo cómo hacerlo la tarea se simplifica considerablemente. A lo largo de diferentes
artículos iré explicándolos de la forma más clara posible.
Para comenzar con la Educación Infantil, tanto si eres maestr@ como padre o madre, debes tener
en cuenta los siguientes principios. Sin ellos, no se podría conseguir el objetivo de educar a
nuestros niñ@s. Debes tener en cuenta que se aprende principalmente, por imitación, y si como
adultos no somos buenos modelos, los niñ@s copiarán las conductas tanto erróneas como
acertadas que realicemos.
1.Debemos mantener la CALMA. Como educadores debemos dar ejemplo, y no perder los nervios
ni sofocarnos. Si lo hacemos le estaremos diciendo al niñ@: “para comunicarte y conseguir lo que
quieres tienes que ponerte nervios@”. Además cuando no estamos tranquil@s, nuestros
pensamientos se aturrullan, no son claros, y eso hace que no tomemos buenas decisiones ni
apliquemos soluciones acertadas. Si no podemos mantener la calma, deberemos tratar este
asunto en primer lugar, calmarnos y luego actuar con nuestr@ hij@.
2.Somos MODELOS. Este principio está relacionado directamente con el anterior. Si queremos
que nuestr@s hij@s actúen correctamente, nosotr@s deberemos actuar igualmente a lo que
pedimos. Por ejemplo: no podemos pedir que un niño no grite, gritándole. Es ilógico. Y así lo
entiende el niño. Igualmente no podemos pedirle que se tranquilice, por ejemplo, cuando nosotr@s
se lo estamos diciendo de una for