PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
La investigación en la tradición de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas - Ricardo Falla
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LA INVESTIGACIÓN EN LA TRADICION DE LA FACULTAD DE LETRAS Y
CIENCIAS HUMANAS
por Mg. Ricardo Falla Barreda.
Doctor Marco Martos Carrera
Muy ilustre Señor Decano de la Facultada de Letras y Ciencias Humanas de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad del Perú, Decana de
América.
Señores miembros del Consejo de Facultad.
Doctor Raymundo Prado Redondez, Director de la Unidad de Post Grado.
Doctor Jorge Zavaleta, Director de la Unidad de Investigación.
Distinguidos Profesores Principales, Asociados y Auxiliares.
Doctora Isabel Gálvez Astorayme, Directora Administrativa.
Licenciado Edgard Álvarez Chacón, Director Académico.
Señoritas y Caballeros Alumnos.
Cuerpo Administrativo.
Señoras y Señores.
Permítame Señor Decano, antes de abordar el tema de la investigación
científica-humanística efectuada en nuestra Facultad, esbozar una pequeña digresión
vinculada a la naturaleza Pontificia de San Marcos, asunto que en las últimas semanas
se ha puesto en debate ante la opinión pública en el contexto del desacuerdo entre la
PUCP y el Arzobispado de Lima. La Universidad de San Marcos, desde su fundación
hasta el presente es de índole estatal, nunca fue privada; es decir, primero fue de
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propiedad del Estado monárquico, luego pasó a ser de propiedad del Estado
republicano. El acto jurídico que le dio vida institucional correspondía a lo establecido
por la Corona española en el siglo XVI, teniendo como telón de fondo la política
regalista impuesta por Carlos I de España y V de Alemania, al instante de producirse la
ruptura de la Iglesia Católica en 1519 por acción de la llamada reforma protestante. Esta
política establecía que la autoridad del Rey se hallaba por encima a la del Papa. Así, se
instauró que el procedimiento que debía observarse para la institucionalización de
cualquier asunto en las Indias Occidentales (o América) tenían que tener: a) Real
Cédula de creación (que la emitía el Rey o el Virrey); b) Pase Regium del Consejo de
Indias (Sevilla); c) Confirmación Pontificia. La fundación de San Marcos, promovida
por la Orden de Predicadores o Dominica, acató escrupulosamente los criterios
establecidos por la Corona: 1) Real Provisión (de mayor jerarquía jurídica que la Real
Cédula) de Valladolid del 12 de mayo de 1551 emitida por el Rey; 2) Pase Regium del
Consejo de Indias; 3) Confirmación de Creación por el Papa Pío V mediante la Bula
Exponi Nobis emitida el 25 de julio de 1571, declarando que San Marcos es “pontificia
a perpetuidad”, lo que significaba que los grados y títulos que emitía tenían valor
universal (en la época se decía “pechar para todo el orbe”). Cabe advertir, que por la
Constitución (Estatuto) de 1571 promulgada por el Virrey Francisco de Toledo,
sancionada antes que la fundación de la Universidad sea ratificada por la Bula Papal,
San Marcos dejó de ser confesional, convirtiéndose en institución laica, rasgo que
conserva hasta el presente. Al proclamarse la independencia del Perú, y por los hechos
derivados de la Capitulación de Ayacucho, la República peruana recibió en herencia las
propiedades de la Corona, entre ellas la Real Universidad de San Marcos,
convirtiéndose en Nacional, en otras palabras, dejó el denominativo “real” y adoptó el
de “nacional”. Las catorce Constituciones Políticas del Perú, además de leyes de materia
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educativa y económica, reconocen la legitimidad del acto jurídico del siglo XVI, tanto,
que en la Ley General de Presupuesto (desde 1823 hasta el presente) le asignan los
recursos financieros a la Real Provisión de Valladolid del 12 de mayo de 1551,
confirmada por la Bula Papal, que permiten el funcionamientos de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Por tanto, su naturaleza “pontificia”, no es un título
honorífico, sino que mantiene su vigencia por ser parte del acto jurídico que le dio
origen a San Marcos, donde se establece que es “pontifica a perpetuidad”. La situación
de la Universidad Católica es totalmente distinta a la de San Marcos. La Universidad
Católica fue creada como una institución privada de naturaleza confesional, Católica,
que en 1942 pidió a la Santa Sede que le otorgue el régimen de Pontificia. No es el caso
pronunciarse sobre el asunto que disiente a dos instituciones de la Iglesia Católica.
Simplemente, y con la finalidad de evitar transgresiones a la fidelidad histórica, es que
me permito hacer el esclarecimiento del caso.
Ilustre Señor Decano:
La investigación científica – humanista ha sido – y es - una de las actividades de
mayor permanencia en el proceso histórico de la Facultad de Letras. Se podría decir,
sin temor a equivocación alguna, que la búsqueda de la verdad a través de la
observación metodológica y la verificación de resultados conducentes a la formulación
de tesis, se manifiesta como la constante de los profesores integrantes de la más antigua
Facultad de San Marcos. Pero, esta actividad se ha venido desarrollando de acuerdo a
los postulados sobre ciencia que en cada época se formularon, a tenor de los marcos
referenciales construidos por las nuevas racionalidades epistemológicas y las
necesidades básicas de la sociedad. Así, la búsqueda de la verdad, conforme transcurría
el tiempo cada vez más se fue complejizando y, por ende, fue planteando nuevos
desafíos que los profesores de nuestra Facultad supieron enfrentar, no obstante las
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limitaciones materiales y la lejanía de los principales centros de saber humanístico de la
cultura occidental. Pero, más allá del material estadístico sobre la producción de
conocimientos de la Facultad de Letras, veamos algunas consideraciones generales que
nos permitan poner en valor los resultados que la razón supo depositar en tratados
enjundiosos, discernimientos refinados, alcances lindantes en el asombro.
1. Camino se hace al andar.
La Facultad de Letras comenzó a funcionar en 1553 bajo el denominativo
de Facultad de Artes. Este denominativo, obviamente, no se encontraba
vinculado a la noción de bellas artes, sino al concepto inaugurado por los
griegos en los tiempos de Aristóteles y Platón, es decir, procedimiento técnico
para la realización de todo tipo de operaciones manuales o intelectuales. Sin
embargo, al comenzar a funcionar San Marcos, el concepto arte había adquirido
nuevas precisiones a tenor de los cambios operados en el perfil de las
universidades pontificias en el contexto del conflicto entre la iglesia católica y la
reforma protestante impulsada por Lutero y Calvino. De esta manera, de acuerdo
a lo postulado por la Pontifica Universidad de Bourges (Suiza), hacia 1535, se
instituyó en las universidades de Salamanca y Alcalá (Complutense) la
enseñanza, además de la escolástica, del pensamiento escotista, nominalista, más
el de Aristóteles, Platón, Parménides, Zenón de Elea, Plotino entre otros
filósofos griegos y latinos. De modo, pues, que al fundarse San Marcos a
mediados del XVI - y teniendo en cuenta la Real Provisión de Valladolid de
Carlos I de España y V de Alemania del 12 de mayo de 1551, donde se ordenaba
la creación del “Estudio General o Universidad de la Ciudad de los Reyes o
Lima con los mismos privilegios y exenciones que goza el Estudio General de
Salamanca” – lo hizo bajo los criterios reformistas impulsados por los
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dominicos – promotores de la fundación de San Marcos -, que en las
universidades de Salamanca, Paris y Oxford, se habían distinguido por su
amplitud de miras, esmerada formación intelectual y capacidad para entender las
nuevas señales de los tiempos. Cabe recordar que el promotor de la fundación de
la Universidad fue el dominico Fray Tomas de San Martin OP., doctor en
Teología y Maestro en Artes, egresado de la Universidad de Sevilla, quien
estuvo acompañado ante el rey de España por Jerónimo de Aliaga en nombre de
la Comuna de la Ciudad de los Reyes, Lima, capital de los Reinos y Provincias
del Perú.
De esta manera, las Facultades y de Artes y Teología – las primeras
facultades de San Marcos -, organizaron su vida académica de acuerdo a las
valoraciones clásicas del Trivium (tres vías o caminos) que era impartido por la
facultad de Artes y el Cuadrivium (cuatro vías) por la facultad de Teología. El
trivium comprendía los estudios de gramática y sus tres ramas: etimología,
ortografía y prosodia. Los de retórica integraba por igual a la literatura, procesos
del lenguaje y materias jurídicas, morales e históricas. La otra parte el trivio era
la dialéctica o arte de argumentar, cuyo contenido comprendía estudios de
cánones de diverso tipo, latinidad, lengua de naturales (quechua, armara,
puquina, guaraní). En esta rama del trivium se ubicaban las materias de
filosofía, lógica y súmulas.
Cabe señalar, también, que San Marcos comenzó a funcionar en
momentos que Lima carecía de imprenta. Aquí, es preciso señalar que la
universidad gemela de San Marcos, la Real y Pontificia Universidad de México,
fundada en la ciudad de Toro el 28 de septiembre de 1551 por Real Cédula del
Príncipe regente de España Felipe II, comenzó a funcionar cuando la capital del
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Reino de Nueva España, México, contaba con imprenta desde 1539 (la primera
de América). Esta situación resulta fundamental para entender y valorar la
producción intelectual realizada por la universidad limeña. Ello, porque mientras
los profesores mexicanos contaban con recursos técnicos para reproducir sus
lecciones, los de Lima tenían que hacerlo a través de copias manuscritas,
situación que no sólo aumentaba considerablemente los costos educativos, sino
que dificultaba la transferencia de conocimientos. Por ello, al fundarse la
primera imprenta de Lima en 1583 (la primera de América del Sur) por obra del
turinés Antonio Ricardo, la producción intelectual de los sanmarquinos aumentó
considerablemente. Con legítimo orgullo se puede afirmar, que un profesor de la
Facultad Artes (hoy, Letras) fue quien inauguró la investigación científica –
humanística tanto de San Marcos como del continente sudamericano, tal es el
caso de Fray Domingo de Santo Tomás O. P., catedrático de Lengua de
Naturales, quien hacia 1586 publicó Arte y vocabulario en la lengua general
del Perú llamada quichua, y en la lengua española. El más copioso y
elegante que hasta ahora se ha impreso. En los Reyes. Por Antonio Ricardo.
Año de M. D. LXXXVI. Desde aquellos lejanos tiempos hasta el presente ha
transcurrido mucha agua bajo los puentes del Rímac, manteniéndose, sin
embargo, inalterable la vocación investigadora de los profesores de la Facultad
de Letras, no obstante las dificultades impuestas por los históricos avatares de la
vida social y cultural de los peruanos.
2 La hora del libro, la hora del saber.
Los primeros tiempos de la producción intelectual sanmarquina, en
particular los de nuestra Facultad, han sido ampliamente difundidos en dos
estupendos trabajos: Incunables peruanos y estudios bibliográficos de Luís
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Agustín Cordero, publicado por la Dirección Universitaria de Proyección Social
de San Marcos en 1979; y en Incunables peruanos de Irma García Gayoso,
editado por la Biblioteca Nacional del Perú, con prólogo de Alberto Tauro del
Pino, en 1976. No esta demás recordar que el denominativo incunables se aplica
a los libros impresos desde la invención de la imprenta por Gutemberg hasta
finales del siglo XVI. En este sentido, sólo México y el Perú son los únicos
países de América que, por contener una industria editorial desarrollada en el
siglo XVI, pertenecen a través de sus imprentas al exclusivo catálogo universal
de los textos incunables. En esta colección de incunables se encuentran, además
de textos vinculados a la difusión del catecismo de la iglesia católica y del
pensamiento teológico de la época, aparecen los referidos a la producción de los
profesores de la Facultad de Artes como es la obra de Fray Domingo de Santo
Tomás, antes citado, más el de Jerónimo Valera OFM, titulado Comentario y
cuestiones del universo lógico de Aristóteles y de Juan Scoto, Doctor
sutilísimo. De los Reyes. Antonio Ricardo. MDXCV. En esta misma línea
aparece el primer texto de creación poética impreso en el Perú y Sudamérica,
como es Primera Parte de Arauco Domado compuesto por el Licenciado
Pedro de Oña. Natural de los Infantes de Engol en Chile. Colegial del Real
Colegio Mayor de San Felipe y San Marcos, fundado en la Ciudad de
Lima(…) Con Privilegio, Impreso en la Ciudad de los Reyes, por Antonio
Ricardo, Primer Impresor en estos Reinos, año de 1596.
La producción intelectual de los profesores de la antigua Facultad de
Artes fue comentada por Fray Buenaventura de Salina OFM en Memorial de
las historias del nuevo mundo Pirú, Impreso por Jerónimo Contreras,
Ciudad de los Reyes, 1630. También, por Fray Antonio de la Calancha OSA
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en Historia de la Universidad de San Marcos hasta el 15 de julio de 1647,
editado por Luís Antonio Eguiguren, Lima, 1921. Este trabajo se encuentra en
calidad de manuscrito en el Archivo General de Indias en Sevilla. Un año
después a lo realizado por Calancha, Diego de León Pinelo en Hypomnema
apologeticum pro regali Academia limensi. Ciudad de los Reyes, Lima,
Imprenta de Julián de los Santos y Saldaña, 1648, manifiesta su admiración
por la producción intelectual de los profesores de la Facultad de Artes. Y, José
Baquíjano y Carrillo, quien publicó en el Mercurio Peruano (1793), la Historia
de la fundación, progresos y actual estado de la Real Universidad de San
Marcos, supo ponderar en términos encomiásticos las admirables lecciones de
los profesores de la Facultad de Artes, y se lamenta que no trasciendan como las
europeas por la carencia de la universidad de poseer una imprenta propia.
La producción de conocimientos efectuada por los profesores y alumnos
de la Facultad de Artes desde la fundación de San Marcos hasta 1820 ha
quedado registrada en la monumental La imprenta en Lima (1584 – 1824) (tt.
4) del polígrafo chileno José Toribio Medina, Santiago de Chile, 1904.
Asimismo, José Dávila y Condemarín, Rector de San Marcos hacia 1854, en su
Bosquejo histórico de la fundación, progreso y estado actual de la
Universidad Mayor de San Marcos, señala que no obstante las limitaciones
económicas de la universidad los profesores de la Facultad de Artes continúan
produciendo lecciones admirables. Manuel de Mendiburo, en el Diccionario
histórico biográfico del Perú. Época colonial, Lima, 1876, da cuenta desde la
breve reseña biográfica de los profesores, la producción de impresionantes
tratados de gramática castellana, quechua, aymara, guaraní, o tratados de
filosofía, lógica, súmulas, metafísica, o de inventarios de los recursos naturales
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del Perú. En esta línea, el sacerdote jesuita Rubén Vargas Ugarte S. J., quien
fuera rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú y profesor en la
Facultad de Letras de San Marcos, en Impresos peruanos, t. VII, Colección
Biblioteca Peruana, impreso por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
en 1953, elaboró un registro de textos ignorados por Toribio Medina (en la
Imprenta en Lima), donde se aprecia que muchos de los títulos consignados
pertenecen a profesores de la Facultad de Artes. Asimismo, Luís Antonio
Eguiguren en el Diccionario Histórico Cronológico de La Real y Pontificia
Universidad de San Marcos (tt. 3), editado entre 1949 – 1951, y Ella Dumbar
Temple en el Prólogo de La Universidad: libros de posesiones de cátedra y
actos académicos, 1789 – 1826 (Colección Documental de la Independencia del
Perú) dispensan agudos comentarios sobre el papel jugado por la Facultad de
Artes en la producción de conocimientos a través de las oposiciones para la
obtención de los grados de Bachiller, Magíster o Doctor, así como también para
la incorporación de nuevos catedráticos o las promociones docentes; señalando,
a la vez, que el gran problema académico de la universidad desde su fundación
fue la carencia de una imprenta propia. Situación semejante a la descrita,
presenta Felipe Barreda y Laos en la Vida intelectual el Virreinato del Perú,
trabajo publicado en 1909. En el Discurso de Inauguración del año académico
pronunciado por el Rector de San Marcos en 1905 Dr. Felipe Pardo y Barreda,
aparece el lamento de éste por la privación de la Universidad de poseer una
imprenta. Y, Manuel Lorenzo de Vidaurre, en el Plan del Perú, impreso en
1824, había advertido que la gran frustración de los profesores de San Marcos
consistía en no poder publicar sus lecciones admirables por la carencia,
precisamente, de la Universidad de una buena imprenta.
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Al producirse la reforma universitaria de 1856 con la derogatoria de las
Constituciones de 1571 y la promulgación de una nueva ley de instrucción
pública, la Facultad de Artes varió su denominativo por el de Facultad de Letras,
donde se integraron por igual los estudios de literatura, lengua, filosofía, con los
de historia, psicología, pedagogía, etc. El Dr. José Jiménez Borja en Cien años
de literatura y otros estudios críticos, impreso por el Club de Libro, Lima,
1940, señala que los profesores de la Facultad de Letras, muchos de ellos
notables escritores, se ven impedidos de entregar sus juicios críticos por la
carencia de la Universidad de una imprenta. Durante el primer rectorado del Dr.
Luís Alberto Sánchez, a fines de la década del cuarenta, se adquirió la imprenta,
hecho que permitió impulsar las investigaciones tanto en la Facultad de Letras
como en toda la Universidad. Cabe señalar, también, que al producirse la
reforma universitaria durante el rectorado del Dr. José Antonio Encinas hacia
1930, se crearon los institutos de investigación, en particular los de literatura,
lingüística, historia, etnología y antropología, psicología, pedagogía, todos ellos
pertenecientes a la Facultad de Letras; y con la reforma de 1983 quedaron
instituidos los de Investigaciones Humanísticas, Pensamiento Peruano y
Latinoamericanos, más los de estudios lingüísticos. Y los que provenían desde
la época de Encinas, pasaron a formar parte de las nuevas facultades como
Ciencias Sociales, Educación y Psicología, todas ellas nacidas en las entrañas de
la Facultad de Letras.
Con relación a la producción de conocimientos durante el periodo
republicano del siglo veinte, en Anales de la Universidad Mayor de San
Marcos, memoria del Rector que se editaba desde 1872, han quedado
registrados los trabajos de investigación realizados en la Facultad de Letras.
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Igualmente, el Fondo Editorial de la Universidad desde hace mucho tiempo
viene imprimiendo los resultados de las investigaciones efectuadas por los
profesores, expuestos en calidad de sendos estudios y tratados. Y en Revistas
como: Letras, creada en 1929 durante el decanato del Dr. José Gálvez
Barrenechea; Escritura y Pensamiento, órgano del Instituto de Investigaciones
Humanísticas; Logos Latinoamericano del Instituto de Investigaciones del
Pensamiento Peruano y Latinoamericano; Fabla de los Institutos de
Investigación Lingüística y últimamente en la revista Comunicación del
Departamento Académico de Comunicación Social, se aprecia el compromiso de
los profesores de nuestra Facultad para entregar sus reflexiones o los resultados
de sus acciones investigadoras. Cabe señalar que la revista Letras es una de las
pocas revistas indexadas que el Perú cuenta. Pero, no sólo en revistas de nuestra
Facultad se aprecia este compromiso, sino también en revistas como San
Marcos y Alma Mater, que a nivel del rectorado se editaban hasta hace pocos
años. En esta suerte de repaso hay que distinguir el estupendo trabajo de
sistematización bibliográfica realizada por la Profesora Isabel Miranda Meruvia,
Catálogo de Tesis de la Facultad de Letras (1869 – 2002), donde queda
demostrada la producción de conocimientos de los estamentos académicos de
nuestra Facultad. Igualmente en el volumen La producción científica en San
Marcos: hechos, cifras y estándares internacionales (2002 – 2010), producido
por el Vice Rectorado Académico, editado bajo los auspicios del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología en el 2011 y presentado públicamente en el
Congreso de la República -donde se demuestra en forma irrefutable el hecho
cultural que sitúa a San Marcos como la institución universitaria peruana de
mayor producción científica- se anota una extensa relación de la producción
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científica-humanística ejecutada por los profesores-investigadores de Letras.
Asimismo, en Contribución a la Bibliografía de la Literatura Peruana,
trabajo de largo aliento realizado por Yolanda Rodríguez de Wesphalen, Willy
Pinto Gamboa, Víctor Díaz Guzmán y Rodolfo Cerrón Palomino, dirigidos por
el Dr. Luís Alberto Sánchez, durante el segundo lustro de los años sesenta del
siglo XX, ha quedado registrada la producción intelectual de muchos de los
profesores de Letras y CC. HH.
Cuatrocientos sesenta y un años de vida intelectual, tal la edad de nuestra
Facultad, perfilan el hoy y el mañana de su quehacer académico, como es el
estar prontos al actualizarse en los nuevos fundamentos epistemológicos, en
afrontar los desafíos de la revolución tecnocientífica, el de prepararnos para el
mayor de los retos que la historia de nuestro tiempo nos exige, tal es el caso del
ingreso a la sociedad del conocimiento con sus cuatro grandes soportes: saber
pensar (recto juicio, filosofía), saber hacer (ciencia y tecnología), saber ver
(estética), saber actuar (ética), en el contexto de la aguda crisis que desde hace
un buen tiempo padecemos: el cambio climático, la desertificación, la
desforestación, el envenenamiento de océanos, ríos y lagunas, la lluvia ácida, la
extinción de cientos de especies de animales y plantas, todo ello para atender la
demanda de la nueva idolatría: el culto hedonístico por el tener más antes que ser
más. Por ello tenemos que estar abiertos a las innovaciones metodológicas y,
sobre todo, en ser leales hasta dolernos al principio axiológico trazado por
nuestros fundadores mediante el dístico: enséñame la verdad, la ciencia, la
justicia.
Ilustre Señor Decano, en este día jubilar de nuestra Universidad y
Facultad, rindamos nuestro homenaje a quienes desde el puesto de Decano o en
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la Cátedra, supieron entregar lo mejor de sí para que la Institución a la que
pertenecemos siga entregando sus luces al Perú y al mundo; y también rindamos
nuestro reconocimiento a quienes nos acompañaron, y acompañan en el puesto
administrativo, zona gravitante donde su invalorable esfuerzo tiene un sentido
vivificador, ya que nos permite desarrollar la tarea académica y científica no
obstante el camino pedregoso que tenemos que transitar.
Honor al Dr. Pedro Sánchez Guarnido, primer Decano de la Facultad de
Artes en el siglo XVI.
Honor al Dr. Sebastián Lorente, primer Decano de la Facultad de Letras
a mediados del siglo XIX.
Honor al Dr. Francisco García Calderón, Decano de la Facultad de
Letras, a quien le tocara la titánica reconstrucción institucional –junto al Dr. José
Antonio Ribeyro, Rector de la época- luego de la destrucción generada por la
ocupación de Lima a consecuencia de la guerra del Pacífico.
Honor y más honor a quienes nos dieron su inteligencia y pasión,
atendiendo el mandato de 461 años de gloriosa vocación de servicio.
Señor Decano, la historia de nuestro tiempo nos muestra a un mundo
cargado de alienación, de falsa conciencia sobre el acontecer humano, al
establecer entre otras desviaciones del recto juicio, una contraposición entre vida
y arte, entre vida y letras, entre vida y razonar. Se trata, pues, de una abstracción
que nos vuelve ciegos frente a la naturaleza del ser humano como es la búsqueda
y encuentro de la belleza en toda su dignidad y profundidad ontológica. Si
entendemos que el ser humano se mueve en la palabra y se desarrolla en ella;
que la búsqueda y encuentro de la belleza nos rescata del dominio simiesco de
nuestro cuerpo y nos ubica en el plano de la humanidad; que el imperio de la
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razón y su constante respecto al bien común nos extrae del dominio de la
arbitrariedad y la prepotencia; si entendemos así la naturaleza de las letras y toda
la historia que alberga cada uno los vocablos y los hacemos transitar cargados de
conceptos a la estructura académica de nuestra Facultad, entonces, y sólo
entonces, estaremos rindiendo homenaje a la histórica Universidad Nacional
Mayor de San Marcos y a su Facultad fundadora en 1551, la Facultad de Letras
y Ciencias Humanas, verdadero baluarte de la peruanidad y sus causas nobles.
Es todo cuanto tengo que decir, Señor Decano, y gracias por otorgarme el
privilegio de hacer el uso de la palabra en el día jubilar de la más antigua
Academia americana de alta enseñanza: la Real y Pontificia Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y su Facultad emblemática: Letras y Ciencias
Humanas. Es todo.